¡NihªO!... Otra vez yo…
Disclaimer::
Ya lo saben todos… y ya me canse de repetir…
Parejas::
Bryan/¿?
Genero:: Shonen-Ai, con un intento de
Lemmon.
Dedicatoria:: A mi lindísima hermana Isis
Tsurumi/Zeo, ya que le prometí dedicarle todos mis
fics hasta el día de su cumple (Loviu Cariñito ºxº…
solo restan 10 días, ah, y felicidades por la 'esposa' y
el hijo XD)
Resumen:: Como un animalito perdido me ha
seguido a casa. Lo he acogido sin saber las garras que ocultas
mantenían esa calma en su linda cara…
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
.
: « A n g r y – A n g e
l » :
.
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
Como
un veneno sus ojos se han colado en mi memoria. Intoxicado por la
vehemencia de su mirada. Drogado por la sensualidad de su brillo.
Moribundo por la incógnita de su significado.
Solo fue un
instante, quizás dos, el tiempo que le tomo en consumirme con
tan arcana expresión. No fui consciente entonces, no sabia
bien lo que hacia en aquel minuto cuando me acerque hasta su
presencia y con una voz sacada de algún brote de casanova, que
ignoro poseía, le invite a compartir unas cuantas copas…
Él simplemente accedió de buena gana, después de todo un trago gratis es un trago gratis. No conversamos mucho, no éramos buenos con las palabras, además de que no había mucho que quisiéramos contar, o eso es lo que imagine en aquel entonces. Dos horas, en igual mutismo, había hecho que consumiéramos algo demás a lo aceptado por nuestros cuerpos, al menos a mí las vueltas que el derredor daba me había hecho poner en alerta mi límite por esa noche, sin embargo pretendí no darle mucha importancia, la compañía callada de mi lado era suficiente para delegar lo demás a la distancia.
Un par de voces a mi costado es que me sacan de tan agradable ambiente. Dos coquetas señoritas se han dispuesto a hablarte. Preguntan si estas solo y tú respondes con una animada sonrisa una leve afirmación, yo solo resoplo y culmino el contenido del vaso muy a desgano. Entonces ellas vuelven a replicar y solicitar un baile contigo, no encuentras motivo alguno porque negarte y aceptas dicha invitación en tanto yo continuo sorbiendo las gotas que han quedado relegadas hasta el fondo de mi vaso. Termino y con un sopetón sobre la barra me dispongo a pagar e irme, después de todo el final de mi conquista había quedado hace ya mucho tiempo obstruida. Me pongo en pie ¡Cielos! Si que realmente había bebido, pues me cuesta un par de segundos el restablecerme para poder avanzar y cuando lo hago me causa algo de dificultad. No importa. Solo deseo regresar a mi cuarto de hotel y dormir para olvidar aquel amargo encuentro y, de ser posible, relegar también, aquel par de orbes que me habían hecho actuar de tan ajena manera…
Llego a la puerta, el viento frío golpea con brusquedad mi rostro. Había olvidado la estación en que estamos. Me arrimo el abrigo en tanto meto mi mano en el bolsillo para extraer un cigarrillo que de seguro ayudara a calentarme un poco el cuerpo. Unas bocanadas al aire, se siente bien. Mis pies estrujan la nieve bajo ellos y con aquel extraño sonido comienzo a caminar.
— ¡Hey! — escucho gritar. No sé si sea a mí, pero de todas formas me detengo y volteo. En efecto, es aquel que había dejado en el bar — ¿Dónde vas? — pregunta cuando se detiene a mi costado. Yo simplemente le miro con una ceja enarcada, signo de mi completa confusión.
— Creo que no es de tu incumbencia — respondo. No ando de buen humor
— Lo imagino… pero creí que al menos me llevarías contigo — refuta él tomando de mis dedos el cigarrillo para echarle una pitada. Yo continúo sumido en mi desconcierto — ¿O no era ese el propósito de tu invitación? —
— Quizás. Pero ya note hacia donde van tus preferencias ¿Para que molestarme entonces? — contesto dispuesto a sacar otro cigarrillo, después de todo él no parece querer devolvérmelo.
— ¿Lo dices por las niñas? — indaga con una mueca pasmosa. En este punto, no sé que pensar. Es un Idiota, sin duda, pero aun así me atrae — A no, no… no es que este interesado realmente en ellas —
— Oh… ¿Y en que estas interesado? — es mi turno de preguntar. Él se ríe ligeramente antes de contestar.
— En muchas cosas — evade mi interrogación, pero no objeto nada, no quiero que piense que mi interés va por más allá que el carnal — En especial… me interesa todo aquello que yo le interese primero —
— Eso no es muy coherente —
— Lo sé. Pero es lo que pienso — se encoge de hombros en tanto inhala profundamente de la colilla de nicotina
— ¿Siempre dices lo que piensas? — replico un tanto turbado. Aun la borrachera no se ha esfumado.
— Claro. Es mi forma de expresar — contesta de la forma más simplona que haya visto.
— Eso puede traerte muchos problemas — no se ni porque me molesto en decirlo. No es como si me importase ni mucho menos.
— También lo sé. Pero heme aquí, aun completo — y como de suponerse, otra estúpida contestación — Pero bueno. ¿No íbamos a algún lado? —
— Yo regresaba para mi habitación. No sé que rayos planeabas hacer tú — quizás no lo he mencionado aun, pero este tipo comienza a colmar mi, escasísima, paciencia y aun me duele la cabeza. Quizás aquel par de ojos que me hipnotizaron sean más fácil olvidarlos de lo que imaginé.
— Ah…— exclama y yo lo observo, en realidad puedo verle hasta la garganta. ¿Por qué es tan Idiota? — Pues no planeaba nada importante por esta noche… quizás pueda acompañarte, si no te molesta — sonríe apenado. Yo refunfuño en tanto lanzo lejos el cigarrillo a medio terminar.
— Si. Me molesta — respondo al fin mientras me dispongo a continuar mi andanza.
Otra vez estoy confundido. Quizás no me había explicado bien en mi pequeña, pero clara, oración o de plano ese muchachito SI era un Imbécil (seguramente eso era), o ¿Qué otro motivo podía impulsarle a seguirme en medio de la calle?, vea por donde lo vea, ninguno a mi parecer. Mas finjo el ser ignorante de su acción, no es que me importara el que viniera detrás de mí, simplemente… simplemente… ¿Qué era?. ¡Mierda!. El dolor de cabeza otra vez…
— ¡La
resaca estará jodida por la mañana! — le oigo
manifestar con algo de burla y yo solo me cuestiono el porque me puse
a beber con semejante lapa. De haberlo sabido… hubiese preferido
retorcerme en mi cama tratando de olvidar su mirada que tener que
soportarlo detrás mío ¡Definitivamente!.
He
llegado. El hotel esta a oscuras, debí imaginarlo por la hora,
menos mal lleve conmigo una copia de la llave. La introduzco y tras
dos vueltas dentro la chapa el enorme portón de madera cede…
— ¡Vaya!. Es enorme este lugar…— le escucho comentar. Cielos, ¿Aun sigue detrás mío?. Si en el bar apenas y una mirada me echaba — Debes de ser alguien importante ¿O no? — continua hablando sin moderar el tono en su voz
— Claro que lo soy — rezongo dirigiendo mi atención hacia mi, nada agradable, compañía — ¿Piensas quedarte allí afuera? — le pregunto. Ya que estamos acá, que más da.
— ¿Estas invitándome a pasar? — curiosea y yo vuelvo a gruñir.
— No Idiota. Te estoy echando para adentro — refunfuño esperando que él sea el primero en pasar, después lo hago yo cerrando de igual la puerta cardinal. Atravesamos el corredor principal y subimos por las escaleras dado que quizás el elevador ya no este funcionando.
— ¿Esta muy arriba tu piso?. No es que me queje, pero suelo cansarme con facilidad —
— Pues, no pretendas usarme de tu mula… así que camina — manifiesto sin detener en ningún momento mi acelerado paso. No sé ni porque diablos apuro mi caminata, no es que este ansioso por estar con él… no, en lo absoluto.
— Buu. Y yo que quería que me cargues en tus fornidos brazos — otra vez esta burlándose de mí, prefiero ignorarle.
Ya llegamos. No sé si para dicha o desdicha mía. Este tipo aun continua especulando sonidos ininteligibles en tanto revisa recamara por recamara. «¿Qué le vera de interesante a un montón de muebles?» me pregunto en tanto regulo la luz y la temperatura para ya dejar de lado la molesta gabardina que me recubre. El peso olvidado ciertamente me deja mayor movilidad en el cuerpo. Me dirijo hacia la cocina y me sirvo un té Oolong para relajarme plenamente, con la taza en las manos me acomodo en el sofá y reclino mi cabeza en el respaldo… se siente tan bien…
— Oye. Este lugar es grandote. ¿Y vives tu solo acá? — pregunta a mis espaldas haciéndome ligeramente espantar. Por un relajante minuto había olvidado su molesta compañía.
— Si. Vivo solo — respondo tratando de no demostrar la creciente incomodidad
— ¿En que trabajas?. De seguro en un banco o algo así — continúa tomando asiento a mi costado.
— Exactamente — contesto sorbiendo un poco de mi té. El calor que mana es reconfortante y adormilante, de seguro mañana el dolor no será problema alguno.
— ¡Jé!. Eso era algo casi obvio… pero bueno…— espeta para luego reclinarse sobre mi regazo.
— ¡O-oye Idiota! — chillo casi al momento tratando de mantener en equilibrio la copa en mis manos, pero el tener a aquel sujeto inclinado sobre mi hombría, tratando de abrir el zipper de mi pantalón, era digno de admiración si lograba que la taza se mantuviera estable sobre el platillo.
— ¿Qué? — indaga tranquilamente, con una sonrisa igual de desesperante.
— ¿Cómo, que?. ¿Qué tratas de hacer Idiota? — reclamo aprovechando su descuido y poniéndome al instante en pie.
— ¿Qué?. ¿Acaso no vamos a coger? — cuestiona con desorientación. ¿Ya había dicho que admiraba su labia?.
— ¿Por qué debería? — no es que no hubiese pensado en ello, pero ahora seriamente me cuestiono si seria apropiado… digo, él es un desconocido y no me agradan los desconocidos (y en lo poco que habíamos platicado, pues… tampoco terminaba de agradarme este tipo), sin embargo… he aquí mi conflicto:: Era sexo, aquella actividad de la que no había sido objeto en algún tiempo ya. Y gratis, supongo.
— Ahh. Bueno, yo creí que talvez… tu sabes, matar el tiempo con algo más entretenido — cometa sentándose en el sillón, dejándome plena vista de aquel esbelto cuerpo y de ese par de cuencas que llamaron mucho mi atención. Quizás este alucinando, o el alcohol aun cobra intereses en mi cabeza, pero ¿Por qué aquella insoportable faz de pronto me parece hermosa? — Pero si no quieres, no hay problema, de todas formas que quedare a dormir ¿Si? — Ok, desesperante, sin duda. Yo refunfuño y me dirijo hacia la cocina donde dejo abandonada la taza. Regreso y él esta aun ahí, sentado, observándome, esperando mi respuesta quizás. Me tumbo a su lado.
— Bien. Antes de seguir oyendo tus estúpidas palabras, prefiero que sea tu cuerpo el que hable — él sonríe mientras se me arrima encima y comienza a besarme el cuello, yo jadeo entrecortadamente en tanto mis manos se le superponen restregándole la espalda — Oye… vamos a mi alcoba — sugiero, después de todo, si mañana voy a tener un horrible despertar mejor y sea en mi cama.
— Como quieras…— contesta quitándose de mi regazo, para luego expropiarse de sus prendas superiores en tanto avanza a lo que supone, es mi habitación. Yo muerdo mi labio y sigo sus pasos. Quien sabe a que cueva me vaya a meter (en más de un sentido ¡Jé!), pero lo que es seguro, no terminara de agradarme, en lo absoluto. Este tipo significaba problemas, el simple hecho de pasar un minuto con él lo anunciaba y yo, sabiendo eso, aun no termino de comprender ¿Por qué continuo sus pasos?.
.:·:.:·:.:·:.:·:.:·:.:·:.:·:.
«Es bueno»… recuerdo que fue lo primero que pensé al sentir sus labios obrar sobre mi cuerpo. No tenia porque asombrarme, de seguro ya muchos habían pasado por esta esbelta complexión, la experiencia en su cuerpo no se dejaba notar, mas sus actos develaban aquella gran verdad. No tenia porque pasmarme aquella forma de manejar en sus caderas, que con cada lamida sobre mi desnudo pecho producía cierta fricción en la parte baja de nuestros abdómenes, trucos viejos, enseñados, me repetía, sin embargo, presentes en todo momento, causándome una gran excitación.
Su boca fue bajando, dejando huellas húmedas a su paso, sus manos se ocuparon de calentar aquellos lugares que olvidados los abandonaba, mis pezones principalmente. Yo aprieto los ojos dejando a la placentera sensación embriagar mi calma. Su lengua perezosa se restriega sobre cada marcado abdominal, pasando y retozando en el hoyuelo en medio de mi estomago, mis manos se mueven y se enredan con su suave cabello y con leves empujones le incito a continuar su caravana. Él me sonríe, talvez no muestra su mueca, pero puedo sentir su ardorosa respiración sobre mi pálida piel. Muerdo mi labio, esta haciéndome esperar a propósito el muy Idiota.
Gruño tras verme ignorado. Esta por demás equivocado si piensa que voy a suplicarle atención. Él parece comprenderlo ya que nuevamente es su lengua lo que percibo restregarse en mi tez, desplazándose despacio hacia mi hombría que erecto se ha mantenido desde su primer contacto en mi piel… y otra vez se detiene, sus manos dejan de retorcer mis tetillas para posarse plenamente sobre mi pecho, se eleva y me contempla con aquellos enormes y brillantes ojos. Yo frunzo el entrecejo, no comprendo lo que quiere.
— Ya he avanzado tanto… y aun no sé tu nombre — dice con voz suave y cansada. Le observo aun confuso, me molesta que se comporte de esa manera tan altruista, queriendo lucir en todo momento amable, mas haciéndome sufrir con tantos deseos insatisfechos.
— Mal momento…— respondo entre jadeos. Él ladea la cabeza y vuelve a sonreír, simplemente le vuelco el rostro, no quiero que continúe mirándome de ese modo.
— Después será…— dice con pasividad y retoma aquella pose entre mis piernas. Yo solo observo como su trasero se eleva a medida que desciende en mi cuerpo, sonrió por tan aparatosa vista y mi mano vuelve a colarse por entre la selva de su pelo jaloneándole en algunos momentos, los mismos en que su lengua roza por el derredor de mi sexo. Estoy caliente, sin duda, y no creo poder esperar por más mimos que este dispuesto a darme.
Lo dije y lo afirmo. Este tipo goza con hacerme sufrir. Ha detenido sus labios sobre la punta de mi miembro y lo único que ha hecho es dejarlos reposar, no comprende cuan necesitado estoy por un grado de alivio, creo que voy a explotar… jalo aire a los pulmones, ya no tengo más paciencia para aguantar, pues le he tomado por la nuca y le he hecho completamente tragar aquel pedazo de carne que se une a mí. No le ha quedado más que el succionar y con un gemido doy rienda suelta a la satisfacción que aquella maniobra me da. Minutos, si, eso es lo que transcurren antes de que sienta cosquillear mi pelvis producto del clímax próximo, pero no deseo finalizar, no de este modo… él me ha hecho padecer con placeres entrecortados, y yo le devolveré aquel favor de un modo similar.
Le tomó del brazo, tirando de él para que sus labios se estrellen con los míos, furioso beso desencadeno y de un modo sumiso él se deja invadir la boca. Saboreo, degusto cada palmo de su humedecida cavidad, percibo mi sabor entremezclado con su saliva y me activo con mayor exaltación. Un poco y nos separamos, él respira con dificultad haciéndome sonreír ligeramente divertido.
— ¿Cansado? — musito y veo en sus ojos algo de duda. No me importa — Ahora seré yo quien tome el mando — advierto ante su sorpresiva expresión.
— Ah. Es-espera…— jadea, mas haciéndome de oídos sordos lo tumbó bajo mi cuerpo y comienzo con arrebatada pasión a saborear su cuerpo. Lamo cada parte suyo, todo su pecho, su rostro, sus labios… mis manos se restriegan contra sus costados hasta apropiarse de sus rodillas y con algo de rudeza los fuerzo a separase a mi alrededor. Él tiembla e intenta volver a hablar alguna tontería sin duda, es por ello que mis labios le imponen silencio y mi lengua le obstruye reclamo alguno. Sus manos se presionan sobre mis hombros, el aire escasea pero me rehusó a soltarle, mas si pretende comenzar a quejarse por bobadas, es entonces que mi rígido miembro se empalma en la pequeña abertura de este tedioso espécimen de humano. Sonrió mientras presiono suavemente mis labios.
— Ya puedes hablar… — murmuro antes de arremeter con fuerza dentro las entrañas del muchachito que al instante suelta un alarido en forma de queja. Lagrimas recorren sus mejillas, mi tosquedad le hace llorar, pero en este punto ¿Dónde queda mi amabilidad?. Perdida, enfrascada en la parte más profunda de mi psiquis, pues ninguno de sus sollozos ha hecho detenerme a pensar en su placer. La bebida, la excitación, la maldita mezcla de ambos, ha hecho que continué con embestidas certeras, profundas, lastimeras en su delgado cuerpo. Mi propia delectación, el saberme estrujado por el interior ardiente de este chico, es suficiente para mi en aquel momento. No oigo nada, no observo más que la radiante luz que brota del placer consumido, no percibo mi entorno, simplemente las contracciones que logro arrancarle tras la culminación del coito, mi semen desparramado dentro, el suyo mojando nuestros vientres, es todo lo que necesito saber para verme complacido.
Abandono su cavidad y me tiendo de espaldas sobre la cama. Suspirando satisfecho. Poso mis manos sobre mi cara y restriego mis ojos antes de poder abrirlos nuevamente. Contemplo el techo y con parquedad viro mi cuerpo hacia el lado en el que él reposa, parpadeo, ya se ha acomodado dentro las sabanas y me da la espalda, yo hago lo mismo y me cobijo entre las mantas. No se como actuar. Un momento discurro en que sería lo más apropiado hacer… al final recuerdo lo mal que le he tratado y como sentencia me arrimo contra su piel, aun esta húmedo, sudado quizás, no importa, paso mis manos por el rededor de su espalda y en un cómodo abrazo me dispongo a dormir. Bostezo, no obstante antes de cerrar mis orbes le oigo murmurar.
— Bastardo…— lo que continuo en aquella frase, lo ignoro, la pesadez de mi agotado cuerpo me hizo caer en la somnolencia antes de terminar de oír sus reclamos. Es un Idiota, lo sé… pero es agradable sentir el cálido cuerpo de alguien más a mi costado, en mi tálamo. Ya mañana habrá algo de tiempo para resarcir errores, averiguar su nombre por ejemplo, su edad o algún otro dato que me lleve a rememorar algo más que su nada aplacado carácter.
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•— T. B C. —•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°
Bueno…
es aquí donde se supone interactúan conmigo, es decir,
ustedes me dicen quien puede ser la personita que esta con Bryan y a
partir de las votaciones (la mayoría gana) continuare el fic
con el personaje seleccionado… así que espero sus
respuestas.
¡Ah!. Si, todo es un POV y no creo que cambie
eso con el pasar de los capítulos (aunque no creo que
sobrepasen las tres partes)… mmh… bueno, dudas y demás, me
las dicen sin pena…
.: C-You :.
«.El amor entre iguales no es distinto.»
«Propaganda::»
».[Kai&Rei Cruzade.«
No lo olviden… si quieren unirse avísenme o en todo caso
entren a la pagina de Lovechronicles que esta en mi profile (Para
todas las adoradoras de esta preciosa pareja –Besos–)…
