L E G O L A S
Y
T A U R I E L
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V O L U M E N
IV
By DeNilePrincess.
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Su nombre era Atalhya, bella como la aurora, su cabello rubio brillante tan puro que casi bordeaba el plata, como el halo de plata que rodeaba la luna cuando esta se veía más hermosa. Sabía que su linaje era puro, se movía y se sabía una princesa, sin reino, sin corona, sentenciada a ello por su padre.
Soledad, la única que viene
Cuando todos se van
La única con la que puedo llorar
Que no me hace ni un reproche
Deja que me desahogue…
Su madre, la elfo Altairë siempre la educo y crio mencionando que su suerte seria estar abandonadas y ser errantes, pues su padre, el Rey jamás cargaría con la vergüenza de una hija bastarda. Su padre, le había hablado tanto de el, todo orgullo y poder, todo ejemplo y guerrero. No había espacio en el bosque Verde para Atalhya.
Soledad, se que por un tiempo
Me aleje de ti
Y rompí la promesa para no ser infeliz
Y ahora estoy aquí llorando
Por haberlo amado tanto
Por las noches cuando escuchaba los susurros de los sonidos del bosque, aquellos que eran los mas hermosos, las criaturas le contaban sobre aquel reino, de guerreros, sobre su hogar, su madre había intentado enseñarle un poco, pero estaba segura de que sería la mejor de ellos. Empuñaba la espada como nadie y su belleza era su mejor arma.
Se refugiaron en un reino de Hombres , con los hombres del este, en la misteriosa y desconocida región de Rhûn, ya hasta tenían un puñado a su servicio, vivían en estado semi salvaje y la mayoría de ellos había sufrido la influencia de las bestias de Morgoth que controlaron la región, su líder Khamûl era quien había finalmente desposado a su madre Altairë, por su deslumbrante belleza, y eso había puesto un techo sobre sus cabezas, les habían dado un poco de la nada que el controlaba. Ambas eran muy infelices.
Sin embargo, por las noches, después de mucho llorar, ella y su madre en áreas aparte, la soledad les carcomía el frio corazón. Y el deseo de venganza comenzó a crecer en ellas.
Ve y búscalo en donde lo encuentres
Y arrebátalo de entre la gente
Llévatelo de la mano y enciérrense en su cuarto
Y súbelo, bájalo, amalo, y si el quiere despedázalo
Y hazlo que el sienta esto que me tiene a mi aquí sin aliento
Soledad soledad soledad
Hazme un favor yo te lo ruego
¡Haz que el sienta lo que siento!
Soledad soledad soledad
Hazme un favor yo te lo imploro
Y que el sepa que lo adoro
¡Soledad!
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Los brillantes ojos hazel de Tauriel se encontraron con el esplendor de la noche invitadora, los susurros de la naturaleza eran pacíficos y magníficos, Legolas le había enseñado a distinguirlos, sus pálidas manos bordearon el balcón, escuchando los murmullos del bosque, viendo los vividos colores verdes en todas las gamas, esmeraldas y terrenales, las olas brillando en el borde como con plata.
Suspiro.
Paz, por fin, habían pasado 20 años desde la última batalla.
Había quemado la carta de Fili después de mostrarla a Legolas, En ella le hablaba cortésmente de su felicidad, su reina era una Hobbit, la noticia no pudo crear más felicidad en Tauriel, una especie tan noble y maravillosa como los hobbits, enseguida recordaba a Bilbo, sus ojos siempre arrugados de felicidad, su entrega total e inagotable. Si.
La reina de Fili merecía ser Hobbit, había escuchado rumores, de la falta de mujeres en Erebor, seguramente su elección trajo conmoción en su propia corte, pero parecía que los hermanos príncipes de Erebor eran amantes de lo prohibido, sonrío para si misma, deseaba toda la felicidad del mundo a esa unión y la pronta noticia de un heredero.
Niveles abajo, canturreos de elfos guerreros inundaban la sala comunitaria, Thranduil, Legolas, Mithel y Lerien al borde, charlando animadamente, el animo cargadamente masculino, de camaradería. Todos extrañaban a Athael, aun no volvía de Rohan.
- Tiene mucho por lo que responder ante su madre, que le extraña tanto - Dijo Legolas molesto, sus brillantes ojos azules brillando en enfado.
- Si ama como su padre, nada lo detendrá, te mereces tanto esto Legolas...tres hijos varones que amaran con toda el alma y con todo su corazón a sus mujeres- fríamente le comento Thranduil.
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N/A No coyright intended, la canción como sabeis de de Gloria, Y los personajes del maestro Tolkien. Quiero agradeceros a todos su apoyo incondicional, esta historia es por y para vosotros queridos amigos y cómplices,os adoro, ya espero con ansia vuestros comentarios.
