¡Hola! Siento que este fin sea corto, pero necesitaba plasmar esta idea de una manera u otra, y siento que ha quedado bastante bien plasmado lo que quería transmitir. :)
Recomendación: escuchar "Because I had you" de Shawn Mendes mientras se lee la historia, ya que es la canción que estaba escuchando cuando lo escribía, y entraréis más en la historia si lo hacéis. ;)
Siempre me dijeron que, para saber si realmente amas a alguien, debes dejarle ir, y eso mismo fue lo que hice.
Jamás me he sentido tan arrepentido.
Tú siempre fuiste la primera estrella en alumbrar mis frías noches de soledad, el primer rayo de sol que teñía mi habitación en las mañanas, el primer amor de alguien imposible de querer.
Pero te dejé ir.
Por cobarde, por no ser lo suficientemente valiente te para que me importara un bledo lo que la gente pensara o dijera de nosotros, por no ser capaz de perder mi maldito orgullo para ir en tu busca.
Y entonces lloré.
Te lloré como no tienes idea, te lloré en mis noches vacías, y lloré cuando veía como tú intentabas pasar la página en la que yo aún seguía estancado.
Y de repente, me sentí solo.
Sentí una soledad abrumadora, una soledad que hacía meses no sentía, una soledad con la que solamente tú conseguiste acabar, pero que ahora está de nuevo presente en mi día a día.
Y ahí me di cuenta de que lo hice mal.
Nunca debí dejarte ir, nunca debí temer que se enteraran de cuánto te quería, cuando realmente debería haberlo gritado a los cuatro vientos.
Pero ya es tarde para todo eso.
Incluso esta carta es una muestra de lo débil y cobarde que realmente soy.
Ni siquiera soy capaz de decirte todo esto a la cara, y créeme que me gustaría, pero mi odioso orgullo me impide derrumbarme frente a ti, porque sé que sería lo que pasaría si lo hiciera.
Creo que jamás será posible que te deje de querer, pero aprenderé a vivir con este dolor que se ha instalado en mi pecho, y parece no querer irse en mucho tiempo.
Te quiero y te querré siempre, nunca lo olvides.
Una peli morada se encontraba llorando a mares en la cama de su habitación de la Academia Alius, con una carta en sus manos.
La había encontrado debajo de su puerta, y al comenzar a leerla, sabía a quién pertenecían esas palabras.
Así que hizo lo que su corazón le dictó, y salió de su habitación, con la carta en las manos, y amargas lágrimas rodando por sus mejillas, hacia la habitación de su querido peli blanco.
Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece.
