Advertencias: Esta historia contiene Yaoi.
Personajes un poco OOC.
En esta historia algunos acontecimientos serán cambiados, o no habrán ocurrido.
Pareja principal: R27! y otras que irán apareciendo después.
¡Que lo disfrutes!
En algún momento de la existencia del hombre, una popular frase tomo lugar en todos los medios de comunicación.
"Si las abejas desaparecieran de este mundo, a la humanidad solo le quedarían cuatro años de vida"
Esta frase atribuida a Albert Einstein, ha desatado varias teorías de lo caótico que esto sería si llegase a ocurrir. Y desde ese momento comenzamos a hacernos muchas preguntas que jamás se nos hubieran ocurrido.
Desde hace mucho tiempo, mucho más del que la humanidad podría contar, siempre ha existido un orden natural en el mundo. La tan famosa ley que siempre se ha dicho, y aun después de tantos milenios aún sigue siendo furor y lo seguirá siendo en las futuras generaciones. El orden que gobierna todo, lo existente y lo que no, aquel orden que maneja todo tras los hilos.
El Trinisette.
Nadie sabe exactamente su origen, ni quien es la mano maestra tras aquel orden. Solo se sabe que el mundo existe gracias a su propia existencia. Y sin el, el mundo sería reducido a solo un montón de cenizas.
A pesar de ser algo tan conocido, a la vez es algo tan enigmático y lleno de secretos a los cuales nadie se atrevería a averiguar. Pues solo se sabe una cosa con certeza sobre este gran orden. Que todo lo relacionado con el, siempre termina en el mismo destino. La muerte.
Este gran orden, como su nombre lo indica esta dividió en tres partes, cada una con 7 subpartes. El nombre las partes que conforman el Trinisette son las siguientes:
Los Pacificadores
Los Anillos Mare
Los Anillos Vongola
Así mismo, cada una de estas partes está dividida en 7 partes, las cuales están relacionadas entre sí, ya que cada una representa a uno de los elementos jerárquicos existentes en el mundo.
Cielo
Sol
Tormenta
Lluvia
Rayo
Nube
Niebla
La función principal del Trinisette es mantener el orden natural de todo, y para ello utiliza cada una de sus partes. Y la manera como las usa, es la parte amarga de la historia.
Los anillos pertenecientes a este orden, fueron dejados en manos de diferentes personas. Las cuales fueron elegidas dependiendo de la persona, la cual si o si, debía ser del elemento cielo. Los anillos, son capaces de escoger a su dueño, y cada uno lo hace de forma diferente, también dependiendo del tipo de cielo al que siguen. Estos fueron pasando de generación, en generación.
Pero sin duda la parte más importante del Trinisette, son los Pacificadores. Aquellos objetos los cuales eran ligados a las personas más fuertes de la generación, y los cuales terminaban con la vida de su portador. Un cruel destino, pero a cambio de la seguridad del mundo.
Cada uno de los objetos del Trinisette poseía una habilidad única, la cual dependiendo del portador y de la llama era algo increíblemente poderosos si se sabía usar. Son cosas bastante codiciadas, lo cual causo que en más de una ocasión los anillos intentaran ser robados, pero cada familia ha protegido a su tesoro más preciado, lo que ha ocasionado muchas luchas entre familias.
Estos objetos tomaron tanto poder que aún mas allá del bajo mundo, (quien se suponía solo conocería de su existencia) que su popularidad fue creciendo hasta los fines más lejanos en el mundo. El Trinisette termino convirtiéndose en el objeto más codiciado de todos. Nadie sabía con exactitud todo el poder que convendría tener el Trinisette en sus manos, si tan solo tener una sola de sus partes era ya de por sí bastante impresionante, de solo imaginar el poder de todas esas partes juntas, se habla de un poder muy abrumador.
A pesar de que muchos intentaron juntar todas las partes, esto jamás se había logrado, pues para obtenerlas se debía vencer a los portadores de dichos objetos. Y eso sin mencionar que para lograrlo se debían vencer a las personas más fuertes del mundo, los guardianes del Trinisette, los Arcobaleno.
Desde que se conoce sobre la existencia de los pacificadores, se ha sabido que durante cada generación se han reunido a las 7 personas más fuertes en el mundo. Cada una dependiendo de un ámbito diferente, como lo son; en fuerza, estratégico, tecnológico, o influencia, entre otros. Y al final, cada una de estas personas acababa en contra de su propia voluntad aceptando la maldición del Arco Iris en ellos.
Para muchos sonaría increíblemente genial ser parte de los 7 Arcobaleno, pero para desgracia de los mismos lo que definiría mejor ser parte de ellos es una desgracia. Esta maldición causa que el cuerpo del portador sea convertido al de un infante de aproximadamente 5 años, reduciendo el poder de este. Pero a cambio de todo el Pacificador brinda su poder al portador, lo que da como resultado la ley de causa y efecto.
Pero eso no es todo, ya que el Pacificador además alarga la vida del Arcobaleno indefinidamente, mientras lentamente va consumiendo toda su energía vital. Un efecto autodestructivo.
Ser un Arcobaleno ya no suena tan genial.
Durante varias generaciones, todos los objetos del Trinisette han pasado de mano en mano, y de vida en vida. Cada uno guardando tantas historias, y contando una propia. Un ciclo infinito de viajes interminables.
O así era hasta que llego la generación que lo cambiaria todo.
La décima generación Vongola.
Después de que el último jefe de la mafia más poderosa decidiera que era hora de buscar a un sucesor, jamás esperaron que aquel chiquillo de cabellos castaños antigravedad sería el elegido.
Sawada Tsunayoshi, el elegido para convertirse en el sucesor de Timoteo, el noveno jefe de la mafia Vongola.
Desde el momento en el cual el pequeño Tsunayoshi se encontraría cara a cara con el sadismo en persona, de alguna manera sabía que su vida tranquila llena de decepciones y tristezas acabaría. Pues desde el primer momento en él que hizo contacto con esos tiernos pero profundos ojos azabache supo que su vida ya no sería tan normal como creía.
Cuando Reborn llego a su vida, literalmente la realidad lo golpeo en el rostro. Pues aquel sádico bebé había llegado con un propósito que en aquel momento pensaba que solo era una broma de parte de aquel bebé extremadamente fuerte para su edad. El objetivo de convertirlo en un digno sucesor de la mafia más poderosa. Pero a pesar de los constantes lloriqueos de parte de él, y sus rebeldías que más de una golpiza le costaron Reborn jamás se dio por vencido con él. Y a su muy sádica y espartana manera, había logrado lo que él jamás pudo siquiera imaginar o soñarlo. Lo había convertido en todo un hombre.
Para Tsuna, alguien quien había perdido todas las esperanzas en su vida, tener el apoyo de alguien tan insistentemente se había convertido en una luz para él. Porque Reborn se había convertido en algo mucho más que su simple tutor, aquel bebé espartano había entrado a la fuerza en su vida, y ahora formaba parte de su gran corazón.
Tsuna veía en Reborn algo que jamás vio en alguien más, una inspiración.
Era inevitable, cada vez que se enfrentaba a un gran problema, cuando estaba a punto de reprobar alguna materia en su escuela, o simplemente se encontraba en alguna batalla siempre terminaba haciéndose la misma pregunta.
¿Qué haría Reborn?
Esa pregunta fue la que logro sacarlo de muchos aprietos. Incluso en la batalla contra Varia al ver a su tutor con su mirada seria y misteriosa, la cual jamás pudo descifrar lo que reflejaba, se lo preguntaba, y al intentar imaginarlo a él, en su situación su cuerpo y mente actuaban por sí mismos.
Era increíble lo que Reborn causaba en él sin pensarlo, lograba que superara todos los obstáculos que se enfrentasen en su camino.
Y para sorpresa de Reborn, Tsunayoshi ya no necesitaba más golpizas para seguir avanzando, lo único que necesitaba era a él, a su presencia. Porque si, Tsuna lograba superar muchas cosas solo pensando en su tutor, y en lo mucho que haría para demostrarle a todos que si podía. Porque él quería demostrarle al pelinegro que no todo fue en vano, que él en verdad estaba profundamente agradecido con él por llegar a su vida e impulsarlo a los golpes. Tsuna sabe que las palabras para Reborn no valen tanto como las acciones, por eso siempre se asegura de superar todas sus expectativas, quiere que Reborn lo vea con orgullo.
No sabía en qué punto de su vida aquel bebé se había convertido tan indispensable para él, solo sabía que ya no podía seguir avanzando si no estaba él a su lado.
Por ese motivo, cuando viajaron al futuro y descubrió la terrible verdad que existía en el mismo tuvo miedo, tuvo mucho miedo. Aquel desgarrador futuro en el cual los Arcobalenos estaban muertos. Quizás esa fue la primera vez en que la duda invadió su ser, no sabía qué hacer, no estaba preparado para todo aquello, y esta vez temía por su vida, sin tener la presencia de aquel pequeño pelinegro.
Fue una tortura aquella noche, de solo pensar que su futuro será tan obscuro le dolía en lo más profundo de su corazón. En alguna ocasión se había preguntado cómo sería su vida si Reborn no hubiese llegado a su lado, pero esta vez la pregunta era más real, y mucho más dolorosa.
¿Cómo sería su vida, si le arrebatasen a Reborn de su lado?
Inevitablemente él apretó sus ojos y sus puños, de solo imaginarlo un par de lágrimas salían de sus ojos, y es que la presencia de Reborn ya se había vuelto algo rutinario para él, y por ello sintió como si jamás pudiera haber aprovechado al máximo aquello.
Esa misma noche se juró a si mismo cambiar el futuro, y cuando todos volvieran a su hogar en el pasado se aseguraría de aprovechar el máximo tener a su lado la presencia del pelinegro, y no permitiría que todo aquel fatídico evento ocurriera de nuevo.
Fue un duro viaje, lleno de tristezas y pérdidas amargas. Pero al final habían logrado todo su cometido. Habían salvado y cambiado el futuro.
Desde el momento en el cual regresaron a su hogar en el presente algo cambio entre ellos dos, a pesar de que aun existían los abusos y golpizas de parte de Reborn de alguna forma Tsuna sentía que el pelinegro ahora se encontraba mucho más eufórico que antes de aquel viaje por el futuro. Podía sentir como su sonrisa era mucho más brillante y sincera, inevitablemente él también le devolvía todos aquellos gestos, pues Tsuna reservaba sus sonrisas más resplandecientes y hermosas para Reborn.
Luego de todo aquello, llego el momento de la batalla de los Arcobaleno. En donde por primera vez supo quién era el que estaba detrás de toda la maldición, Checker Face. A pesar de todo, pudieron llegar a un acuerdo, y con ayuda del mismo, Verde y Talbot lograron hallar una cura para la maldición en sus cuerpos. Lamentablemente solo funcionaba para liberar a sus cuerpos, pero no para liberarlos completamente de la maldición brindada por el pacificador, pues aun debían portarlo en sus cuerpos.
A pesar de todo Tsuna logro establecer una tregua entre Vongola, Checker Face y Vindice. Pues además había ayudado a liberar a todos aquella maldición.
Su impresión fue tan grande al ver el verdadero cuerpo de su tutor, ahora entendía mejor por qué un niño de cinco años tenía tanto poder. Incluso Reborn se dio cuenta de la cara de idiota que hizo al verlo, y después de sonreír como solo él sabía hacerlo lo golpeo levemente para despertarlo de su ensueño. A pesar de que fue un poco difícil acostumbrarse al principio, luego fue algo genial, ya que podía observar muchas cosas sobre su tutor que jamás pudo ver por su antiguo cuerpo.
Todo llevaba su ritmo normal, todo parecía mejorar. La relación entre ellos dos estaba en su máximo esplendor, pues tutor y alumno estaban generando una unión muy poderosa. Tsuna estaba logrando todo aquello que se propuso, era el sucesor oficial del noveno, y ahora no podía estar más contento pues sabía que su tutor estaría muy feliz de saber que había logrado su meta, y se había convertido en todo lo que quería ser.
Pero algo cambio, la actitud de Reborn decayó rápidamente.
No sabía cómo, o porque razón, pero desde un día Reborn ya no volvió a ser el mismo. Su actitud había dado un giro muy drástico, ya no volvía a felicitarlo por su buen avance, ya no sonreía tan cálidamente como antes, y peor que todo ahora parecía querer ignorarlo.
A Tsuna le afecto mucho su cambio de actitud, tanto que su tierna personalidad comenzó a cambiar. Nadie sabía que le sucedía al lindo castaño que antes sonreía tan hermosamente, pues ahora parecía portar solo la tristeza en sus ojos. Y es que quien podría haber imaginado que Reborn tendría tanta importancia en su vida, pues antes él decía mucho lo disgustado que se sentía con el pelinegro a su lado.
No mucho después sus guardianes preocupados quisieron hablar con él, pero al no encontrar las palabras adecuadas decidieron encontrar a alguien que lo entendiera, a él y a sus emociones.
Tsuna descansaba en su habitación, pues desde hacía unos días habían llegado a Italia, la sucesión sería muy pronto, y debía estar preparado. Pero en su cabeza solo se encontraban los pensamientos sobre todo lo que había estado pasando durante tanto tiempo. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando unos pequeños golpes se escucharon del otro lado de la puerta. Tsuna golpeo sus mejillas levemente para despejarse y con una no tan brillante sonrisa hablo.
—Adelante. —Dijo él mientras suspiraba, la puerta se abrió lentamente, al estar oscura la habitación y en el exterior con luz, no pudo distinguir de quien se trataba hasta que hablo.
—Tsu-kun. —El castaño abrió sus ojos sorprendido, reconocería aquella dulce y tranquila voz en cualquier lugar.
—Mamá… —Nana entro a la habitación con una pequeña sonrisa, Tsuna se levantó de su lugar y se acercó para abrazarla fuertemente. —¿Qué haces aquí? No es que no me alegre verte, pero venir desde Namimori. —Nana sonrió y beso la frente de su adorado hijo castaño.
—He venido para estar contigo. —Nana los guio hasta un pequeño sillón. Tsuna estaba muy sorprendido, a pesar de que antes de partir le contara toda la verdad a Nana ella jamás dejo su sonrisa, y les dejo muy en claro que siempre los apoyaría en todo.
—Te he extrañado mucho. —Y era verdad, después de partir a Italia Tsuna sintió lo que era el mundo real, sin estar al lado de ella. Supo que jamás pudo demostrarle todo lo que la amaba.
—Yo igual mi Tsu-kun. —Nana lo abrazo más fuerte. —Veo que te has convertido en todo un hombre. —Tsuna solo rio nervioso. —Pero además veo que algo te preocupa. —Tsuna la observo sorprendido.
—¿Cómo lo sabes? —Nana acaricio sus cabellos castaños.
—Una madre siempre sabe. —Tsuna agacho su mirada. —Además, tus amigos están muy preocupados por ti. —Tsuna apretó sus puños.
—No es mi intención preocuparlos mamá. —Nana sonrió.
—Lo se mi pequeño. —Ella tomo las manos de Tsuna entre las suyas. —Cuéntale a mamá del motivo de tus preocupaciones. —Tsuna suspiro y después miro directamente a los ojos chocolate de su mamá.
—Es Reborn mamá… últimamente ha estado muy raro. —Nana borro su sonrisa al ver la mirada triste de su hijo. —No sé qué le sucede, antes todo marchaba bien, incluso después de que volviera su forma adulta seguía siendo igual de espartano que antes, o incluso mucho más. —Tsuna rio por unos segundos. —Pero desde que Nono me informo sobre la sucesión, él cambio mucho. Y me preocupa. —Nana tomo el rostro de Tsuna entre sus manos y lo levanto, haciendo que mirara su sincera sonrisa.
—Quiero que me respondas algo Tsu-kun, y quiero toda la sinceridad posible. —Tsuna no entendió a lo que se refería su mamá. —Dime ¿Qué sientes realmente por Reborn-kun? —Tsuna lo pensó un poco antes de responder.
—Siento admiración por él, y un sentimiento inexplicable de poder lograr todo solo estando al lado de él. —Respondió con una sonrisa. Nana sonrió aún más, como adoraba la inocencia de su hijo, él no había entendido a que se refería ella.
—¿Quieres a Reborn-kun? —Tsuna sonrió y sus mejillas se sonrojaron levemente sin pensarlo.
—Sí, lo quiero mucho. Sin él no sé qué hubiera sido de mí. —Nana suspiro soñadoramente, Tsuna lo observo confundido. —¿Por qué mamá? —Nana sonrió y acaricio sus cabellos nuevamente.
—Jamás olvides ese sentimiento Tsu-kun. —Nana lo abrazo. —Puede que Reborn-kun este atravesando una etapa difícil en su vida, por eso debes respetar su espacio y dejar que él mismo te lo diga cuando sea necesario. —Nana golpeo la nariz de Tsuna con su dedo.
—¿Y si no confía en mi para decírmelo? —Nana tomo su bolso y saco algo de el, luego se lo enseño a Tsuna, quien sonrió al verlo. Era una de las primeras fotos que se tomaron todos juntos.
—Es imposible que no confié en ti después de todo lo que han pasado juntos para llegar hasta aquí. —Nana abrazo nuevamente al castaño. —Por eso debe haber algún motivo por el cual Reborn-kun está actuando de esa manera, se paciente y en ningún momento dejes de demostrarle todo tu apoyo. —Tsuna suspiro, su mamá tenía razón. Cuando Reborn comenzó a actuar extrañamente él decidió alejarse de él, y ahora veía que no había sido la mejor decisión.
—Tienes razón mamá. —Tsuna volvió a sonreír como siempre lo hacía. —Solo estaba pensando en lo que yo sentía, que no pensé en lo que él debe estar sintiendo. —Nana le dio un cariñoso beso en su frente.
—Si Reborn-kun se aleja de ti entonces tú acércate más a él, y gánate su corazón. —Obviamente Nana decía todo esto esperando que su querido hijo captara la idea a lo que se refería.
—¿Ganarme su corazón? —A Nana le daban ganas de abrazar a su hijo hasta la muerte, era demasiado tierno. —¿Cómo?
—Muy fácil, dile halagos, se cariñoso con él, y más importante demuéstrale que cada día lo mucho que te importa. —Tsuna quedo pensativo durante unos segundos.
—¿Así lograre que Reborn se quede al lado mío? —Pregunto él algo nervioso, Nana sufrio un mini ataque cardiaco al verlo.
—Claro que sí, pero debes demostrarle lo valioso que es él para ti. —Nana disfrutaba todo aquello, ella quería le felicidad de Tsuna, y para ello debía ayudarlo a alcanzar sus objetivos. —¿Qué estas esperando? ¡Ve y demuéstrale lo mucho que te importa! —Tsuna al principio tembló un poco, pero luego miro a su mamá con determinación.
—¡Lo hare, gracias mamá! —Tsuna abrazo a su mamá como si no la volviera a ver mañana, y le beso su mejilla. —¡Eres la mejor! —Tsuna tomo aquella fotografía y salió de la habitación, en busca del pelinegro.
Nana sonrió nuevamente, su pequeño jamás había experimentado lo que era enamorarse de alguien, por eso no sabía bien que eran esos sentimientos nuevos que comenzaban a florecer en su interior. Pero a pesar de todo de alguna manera los entendía a su modo, y pensaba que era normal sentirse de aquella forma por su tutor. Era tan inocente y tierno que jamás perdonaría que alguien destrozara su corazoncito. Por eso le alegraba que los sentimientos de su hijo nacieran por causa de Reborn, ya que ella sabía que él también guardaba cierto cariño hacia su hijo, un cariño que ni él mismo sabía que existía. Y si se diera el caso de que no fueran sentimientos correspondidos sabía que el pelinegro no lastimaría a su pequeño con malas intenciones.
Sin duda una madre siempre sabe todo.
Tsuna comenzó a correr buscando alguna señal de su tutor, había buscado por todo el piso en el que normalmente se encontraba pero no estaba, cosa que le extraño de sobremanera. Y lo más extraño era que no había ninguna otra señal de sus guardianes, o los guardianes de su abuelo, sabía que de algún modo u otro ellos harían algún escándalo y él podría oírlos, pero todo estaba tan abrumadoramente silencio.
Pero de repente un sonido logro oírse, no pudo identificar bien que era, pero sí de dónde provenía. Tsuna rápidamente comenzó a bajar los escalones, dirigiéndose hacia el primer piso y a medida que avanzaba podía oír mejor aquel sonido. Cuando llego vio sorprendido a todos reunidos alrededor de algo, pero su vista fue directamente hacia el pelinegro que estaba justo en medio de todos observando lo mismo que los demás. Tsuna sonrió y comenzó a acercarse con una sonrisa, pero cuando logro ver que era lo que todos estaban mirando, se congelo.
—Estamos aquí en vivo, desde lo que ha sido uno de los puntos del atentado masivo. —Todos estaban observando el gran televisor, donde estaban las noticias de última hora. —Se ha registrado un total de siete puntos atacados hoy, a la misma hora alrededor del mundo. —Una imagen apareció, en donde se veían todos aquellos lugares, totalmente destruidos. —Entre los siete lugares se conoce una de las empresas industriales más influyentes de China, el aeropuerto de Tailandia, la base naval de Estados Unidos y un pequeño pueblo en Japón llamado Namimori. —Tsuna abrió sus ojos sorprendido, al igual que el resto de todos los que se encontraban ahí. —No se sabe con exactitud porque atacarían un pequeño pueblo no tan conocido, pero justo en este lugar se ha encontrado un mensaje de los perpetradores. —La imagen volvió a cambiar, mostrando lo que era una especie de carta escrita perturbadoramente con un líquido carmesí.
"Entreguen a los Arcobaleno"
Justo después de mostrar esa última imagen el televisor fue apagado, y un silencio incomodo reino en todo el lugar.
—¿Qué significa eso? —Todos giraron a ver al castaño, quien veía con enorme preocupación en sus ojos.
—Tsunayoshi-kun… —Hablo Nono al ver a su nieto.
—¡Hay que ayudarlos! —Tsuna rápidamente comenzó a caminar hacia la salida, pero alguien agarro su muñeca impidiendo que pudiera seguir avanzando. Cuando giro a ver de quien se trataba encontró unos ojos fríos metálicos.
—Tienes que calmarte, herbívoro. —Hibari apretó más su agarre.
—¿Qué estás diciendo? ¡Han atacado Namimori, todos pueden estar heridos! —Grito Tsuna histérico.
—Sé que han atacado Namimori, pero antes de hacer cualquier cosa imprudente hay que analizar la situación. —Dijo con enojo Hibari. —Piénsalo herbívoro, quien sea que haya causado todo esto puede aún seguir ahí. Han atacado lugares en los cuales nos hemos ubicado, y si sabían sobre Namimori es porque están bien informados sobre nosotros. —Tsuna Pareto sus puños, Hibari tenía razón.
—¿A qué se referían con ese mensaje? —Pregunto Yamamoto luego de lo sucedido.
—Entreguen a los Arcobaleno. Sea lo que sea, nos dieron la primera pista de lo que están buscando. —Nono se acercó a sus guardianes. —Lo mejor será reunir a todos aquí, el enemigo dejo en claro que su objetivo son los Arcobaleno, quiero que los contacten a todos según sus elementos y los traigan aquí. —Los guardianes de Nono asintieron y cada uno tomo su camino para contactar con cada uno. —Reborn. —El nombrado miro a Nono sin moverse de su lugar. —No quiero que hagas algo precipitado, tus esperas aquí. —Sin más que decir Nono se retiró listo para contactar con la familia del Arcobaleno del cielo.
El pelinegro no dijo nada, solo quedo estático en su lugar.
—Juudaime ¿Qué debemos hacer? —Pregunto Gokudera acercándose a Tsuna, él estaba muy preocupado, su hermana estaba en Namimori atendiendo unos asuntos.
—¿Deberíamos ir a Namimori? —Yamamoto también demostraba toda la preocupación que sentía, pues su padre se encontraba también en el pueblo.
—Sawada, mi hermana estaba ahí. —Ryohei también estaba bastante preocupado, tanto que dejo de lado sus extremos gritos. Tsuna sintió como su cabeza comenzaba a doler.
—Chicos, sé que todos estamos preocupados por eso. Pero Hibari-san tiene razón. Si el enemigo sabe que estuvimos en Namimori es probable que tenga más de un ojo ahí. —Ellos tres agacharon sus miradas. —Pero no se preocupen, les prometo que haré todo lo posible para que podamos ir lo antes posible. —Ellos simplemente asintieron. —Ahora ayudemos con todo lo posible al abuelo y sus guardianes para contactar con los Arcobaleno. —Ellos asintieron nuevamente y se fueron retirando. Tsuna se acercó a sus dos guardianes restantes. —Hibari-san, te encargo por favor la comunicación con Namimori. —El pelinegro no dijo nada, tan solo se fue por su propio camino. —Mukuro. —El de ojos bicolores tan solo lo miro, sin su usual sonrisa burlona. —Te encargo que por favor mantengas un ojo en todos nosotros, no quiero que ninguno metamos la pata. —Mukuro sonrió levemente antes de posar su mano sobre los cabellos de su cielo.
—Kufufuf~, entendido Vongola. —Sin decir más él desapareció entre su niebla.
Solo quedaron ellos dos en el lugar.
Tsuna observo nervioso a su tutor, desde hacía varios días no lo veía, o siquiera hablaba con él. Cuando pasaban esas cosas usualmente él se habría retirado, pero esta vez después de hablar con mamá pudo pensar mejor en las cosas. Él miro mejor a Reborn, parecía ido de este mundo, a pesar de estar de espaldas a él podía sentir algo extraño, un sentimiento desconocido.
—Reborn… —Dijo Tsuna, por lo bajo, pero lo suficientemente audible para él. Aun así Reborn no giro en ningún momento. Tsuna apretó sus puños y comenzó a acercarse a él. Tenía que ser sincero con él, debía demostrarle lo mucho que confía en él, para que él también lo haga.
—Dame-Tsuna. —Hablo por primera vez con esa profunda y misteriosa voz. Tsuna tembló levemente. ¿Cómo era posible que ahora actuara como si hablara con un extraño? En verdad no haber tenido contacto con el pelinegro se había vuelto muy horrible. —¿Qué planeas? —Tsuna lo miro extrañado.
—¿A qué te refieres? —Tsuna no entendía a qué se refería.
—No creo que pienses estar sin hacer nada cuando tu hogar fue atacado. —Respondió el pelinegro a sus dudas. Tsuna suspiro.
—Claro que no lo hare, pero yo podría preguntarte lo mismo. —Reborn giro levemente su rostro, paralizando a Tsuna con aquellos ojos azabaches tan hermosos. —¿Vas a quedarte quieto cuando acaban de amenazarte? —Reborn no pudo evitar sonreír arrogantemente, ese chiquillo lo conocía muy bien.
—Eso no es de tu incumbencia, Dame-Tsuna. —Reborn giro completamente y golpeo a Tsuna en su frente, quien cerro sus ojos y comenzó a masajear la zona del golpe.
—Solo ten cuidado por favor. —Reborn borro su sonrisa y observo como la mirada del castaño reflejaba preocupación. —Al ver esa tierna mirada algo muy en lo profundo de él se removió.
—¿Acaso estas preocupado por mí, Dame-Tsuna? —Pregunto Reborn con toda la intención de burlarse de él y olvidar ese molesto sentimiento que tuvo a ver aquellos ojos castaños.
—Sí, no quiero que nada te pase. —Respondió Tsuna inocentemente sin entender el sarcasmo del mayor. Las ganas de burlarse de Reborn se fueron abajo al ver la sinceridad en sus hermosos ojos.
—Tch, ¿Por quién me tomas? Soy el mejor hitman del mundo. —Reborn giro su rostro intentando alejar esas emociones al ver al castañito. —¿Además por qué te preocupas tanto por mí? —Tsuna solo sonrió tan cálidamente.
—Porque tú me importas mucho Reborn. —Respondió Tsuna con toda la sinceridad del mundo, sin saber el efecto que sus palabras tenían sobre el pelinegro. Reborn por primera vez en mucho tiempo quedo mudo, no supo que responder a aquello. A pesar de que siempre podía leer al castaño y saber lo que pensaba esta vez jamás pensó que diría aquello, y de alguna forma al oír aquello su corazón vibro.
—¿Me dirás que de un día para otro comencé a importarte? —Dijo él burlón, sin embargo Tsuna no quito su sonrisa en ningún momento.
—Siempre me has importado Reborn, siempre soy feliz de verte a mi lado. —Aquellas dulces palabras sinceras, causaron que la sonrisa de Reborn cambiara a una mueca. Las estúpidas emociones estaban floreciendo en su interior.
—Tsk, cállate Dame-Tsuna. —Reborn suspiro pesadamente al darse cuenta del efecto que tenían esas palabras en él, a veces esa inocencia llegaba a molestar bastante. Tsuna en ningún momento quito su sonrisa.
—Debo irme para ayudar al abuelo, pero antes. —Reborn levanto una ceja elegantemente, y después no se esperó lo que vendría. Tsuna arriesgándose a ser golpeado corrió y abrazo a su tutor, ya que Reborn era mucho más alto que él lo rodeo en su cintura, y olio profundamente su delicioso aroma masculino. Jamás en la vida se habría atrevido a hacer aquello, pero si en verdad quería que Reborn volviera a ser el de antes haría todo lo posible por lograrlo. Pero lo que no sabía era que estaba consiguiendo todo lo contrario.
Reborn quedo estático, no esperaba aquella muestra de afecto, y lo peor es que no supo cómo reaccionar, pues él no era muy afectuoso. Y que su Dame alumno, el cual antes hacia todo lo posible por evitarlo ahora lo estuviese abrazando como si su vida dependiese de ello era muy extraño. Algo extraño estaba sucediendo.
—¡Nos vemos Reborn! —Antes de poder reaccionar Tsuna ya se había alejado y ahora se despedía a varios metros alejado, pues no quería ver que haría el pelinegro después.
Reborn tardo un poco en recobrar la compostura, y después sonrió.
—¿Qué estas planeado, Dame-Tsuna? —Pregunto al aire, antes de salir del lugar a paso calmado y elegante.
Hola!
Bienvenida o Bienvenido a este nuevo Fic.
Espero haya sido de tu agrado.
Por favor, deja tu Review y déjame saber si te gusto o tu opinión al respecto. Me encantaría saber como es recibido el Fic.
Sin mas que decir, nos veremos en otro capítulo~
;)
