Este es mi nuevo fanfic. Trata acerca de la relación de Twilight y Spike antes, durante y después de la llegada de Melody. Se recomienda leer mi fanfic My Little Pony: La magia del amor, aunque no es obligatorio.

Como siempre, destacar que los personajes no me pertenecen a mí, sino a Hasbro y Lauren Faust.

Epero que les guste


Capítulo 1. Un corazón roto

Había pasado un año en Equestria desde la derrota del villano Lord Tirek.

Parecía que, tras este mal trago la paz y la tranquilidad se habían afianzado en aquel mágico lugar.

La vida de las Guardianas de la Armonía transcurría tranquilamente, y, cada una había vuelto a sus labores.

Entre ellas, estaba Twilight Sparkle, que ahora era una princesa, pero aún no sabía cómo llevar a cabo su última misión. Y es que, resulta que tras la victoria ante Lord Tirek, ella tenía el objetivo de llevar la magia a todos los rincones de Equestria, pero no sabía cómo hacerlo, pese a haber consultado ya todos sus libros.

Una cosa era segura, Celestia le había prometido algo muy especial cuando lo consiguiese.

Aquel día, Twilight se encontraba en el castillo de Celestia en Canterlot consultando la biblioteca. Quizá allí encontraría lo necesario para saber de qué manera cumplir su objetivo.

"Ojalá Spike estuviese aquí conmigo" pensó.

Su asistente, el dragón Spike había ido a ayudar a Rarity a su casa. Twilight puso los ojos en blanco al recordar esto.

Aunque nunca lo reconocería en voz alta, ella le molestaba la relación entre Rarity y Spike, especialmente desde el día en el que su amigo dragón le había "confesado" sus sentimientos por la unicornio diseñadora. Lamentablemente, ella no parecía sentir lo mismo por él pese al tiempo que habían compartido juntos, y, parecía más empeñada en cumplir su sueño que en prestar atención a sus sentimientos.

Estos pensamientos hicieron que Twilight negase con la cabeza… si acaso ella pudiese hacer algo para ayudar a su amigo…

Spike llegó tarde a la casa que ambos tenían en Ponyville.

"Spike ¿Qué tal…?" empezó a decir ella, pero se calló al ver la mala cara que el dragón traía.

Él ignoró su pregunta y fue a sentarse sin decir una palabra; Twilight empezó a preocuparse.

"¿Te encuentras mal? ¿Tienes fiebre? ¡Spike! ¡Háblame por lo que más quieras!"

"Ella…"

La voz del dragón temblaba al hablar. La alicornio estaba perpleja. Nunca había visto a su asistente de aquella manera.

"Ella no me quiere"

"¿Cómo?"

"Hoy por fin me he sincerado. Le he dicho a Rarity que la amaba y ella…"

Dos lágrimas le cayeron. Twilight usó su magia para limpiárselas con un pañuelo.

"Ella me ha dicho que no sentía lo mismo" continuó Spike.

Twilight estaba muda de la impresión. No sabía que decir.

"Después de… todo lo que hice por ella..."

Twilight pensó en ello. Sabía que Spike tenía razón. Había permanecido horas y horas ayudando a Rarity en la recolección de gemas, ella le había hecho cargar con todas sus maletas cada vez que hacían un viaje… y eso por no hablar de las horas que pasó en la Boutique Carrusel cargando los materiales de costura de la unicornio diseñadora.

Definitivamente no era algo justo.

"El amor es algo… complicado ¿Sabes?" dijo la alicornio para tratar de consolarlo.

"Es muy injusto" continuaba el dragón como si no la estuviese escuchando.

De pronto lanzó una llama. Twilight se asustó un poco. Spike podría quemar la casa sin quererlo. Era un año más grande, y su fuego ahora también era más poderoso.

La alicornio se acercó a él y le acarició suavemente la cabeza.

"Ella se lo pierde. Tú siempre serás mi asistente número uno"

Spike sonrió levemente al oír aquello. Aquellas cuatro palabras siempre le levantaban el ánimo. A su mente vino el recuerdo de cómo había llegado a ser su amigo.

Cuando Twilight cumplió cinco años, sus padres buscaron una academia de magia. El lugar que su padre había encontrado para ella era perfecto; el problema era que para entrar era obligatorio superar una prueba de magia.

A ella le tocó abrir un huevo lila que contenía a Spike. Por desgracia, cuando tras un gran esfuerzo lo logró abrir, su magia se descontroló y organizó un desastre, que, finalmente tuvo que solucionar la mismísima Princesa Celestia, que a partir de aquel instante la escogió como su alumna predilecta.

Spike fue puesto bajo el cuidado de Twilight, quien lo cuidó hasta que fue capaz de andar y hablar.

Cuando el dragoncito cumplió seis años, se le ofreció volver con otros dragones, pero él no quiso, con lo cual se le asignó a Twilight la labor de instruirlo hasta que tuviese la ocasión de decidir por sí mismo cuando marcharse.

Él se convirtió en su asistente con siete años. Una tarde en la que ella estaba leyendo, pero cuando no encontró su guarda páginas se puso muy nerviosa. Afortunadamente, el dragoncito le dio uno de repuesto.

"Hay que estar preparado para todo" dijo él con orgullo.

"Eres tan bueno, Spike. Si contara con tu ayuda más a menudo me vendría de perlas"

"Puedo hacerlo. Puedo ser tu… ¿Cómo se llama?"

"¿Asistente?"

"Sí, eso es. Twilight Sparkle ¿Me harías el honor de dejarme ser tu asistente?" le preguntó él de forma muy teatral, causándole una pequeña sonrisa a Twilight.

"Nada me agradaría más" contestó ella"

Sí, ahora lo recordaba bien. Había estado con ella desde que nació. ¿Lo convertía aquello en su hijo? ¡No! ¡Eso era exagerar! Twilight solo era cinco años mayor. Una hermana mayor sería lo más correcto… aunque, si miraba a Applejack y Apple Bloom se daba cuenta de que Twilight tampoco era exactamente como aquello.

"Tal vez no debería pensar en eso ahora" pensó el dragón cuando ella lo liberó del abrazo.

Twilight lo miró para ver cómo estaba. Sí, ahora parecía mucho más animado.

"Gracias Twilight" pudo decir él.

Después de aquello, ambos se fueron a dormir, sin saber que todo cambiaría a partir de entonces.


Bueno, pues este será mi nuevo fanfic.

No puedo asegurarlo, pero intentaré actualizarlo por semana. Los capítulos se suben los viernes, si alguno no puedo, lo subiré al siguiente.

Pues eso es todo de momento. Un saludo.