Bienvenidos. Los personajes del siguiente fic no me pertenecen, son de Meyer, solo me adjudico completamente la historia.

¡DISFRÚTENLO!


EN EL RUEDO POR TU AMOR

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Prólogo

Estoy a media hora de empezar con el espectáculo taurino más importante de mi vida, en el que mostraré mi talento ante el público. Mi primer presentación en la Plaza de toros de Zaragoza, España, en la que, en medio de los más de diez mil asistentes, está Vladimir Di Salvo, italiano, representante de toreros, en la actualidad, el más influyente y tenás del mundo.

Desde que supe que mi vida iba a estar destinada al toreo, es decir, desde que tengo uso de razón, quise que el más grande de los representantes se interesara en mí, y ahora, después de 3 años de darme a conocer en el país, y de demostrar que soy el mejor, aunque no me lo hayan reconocido como se debe, me han informado que Vladimir estará entre el público. Razón más que poderosa para considerar esta presentación como la más importante.

Arreglo mi traje de luces, tengo que lucir impecable, por supuesto. Mi capote y muleta están listos también…

―Edward, tienes cinco minutos ―me anuncia Stefan, mi actual representante. Es un buen tipo, no lo niego, fue el que me dio la mano cuando empecé, cuando absolutamente nadie creía en mí. Pero lo hemos hablado, y le he puesto sobre la mesa mis pensamientos: quiero algo infinitamente mejor de lo que tengo. Puede sonar avaricioso, pero es lo que siempre soñé, y no me puedo conformar con menos. Stefan estuvo de acuerdo, y como siempre, me brindó su apoyo al cien por cien.

Respiro profundo y a mi pecho acude una sensación de desasosiego, la cual ignoro inmediatamente. No puedo permitirme nerviosismos, mucho menos en este momento, los animales siempre captan ese tipo de cosas.

Uno, dos, tres… cincuenta pasos más tarde, me encuentro en la puerta, con el corazón a punto de salirse del pecho, las manos sudadas… ¿desde cuándo ese tipo de sensaciones aquejan a un torero experimentado como yo? La respuesta no la sé, ni siquiera tengo tiempo de analizarla, así que respiro una vez más y me siento listo para la faena.

Camino a pasos seguros, hasta que finalmente estoy dentro; toda la multitud de asistentes se desborda en aplausos y ovaciones, mi corazón galopa descontrolado y coloco mi mejor sonrisa, sonrisa que les muestra seguridad, autosuficiencia, una promesa de que al verme, no se irán sin un excelente espectáculo. Mucho menos Vladimir Di Salvo.

Hago una leve venia y miro decidido hacia la puerta por la que saldrá el toro, mi compañero de acto, al que conocí por vez primera esta mañana, de dotados 400 kilogramos, mirada adusta, temperamento hostil sobre un ser temeroso, pero sobre todo ello, se ve un verdadero monstruo.

La puerta se abre y frente a mi aparece el toro bravío que se sacrificará para que toda esta gente reciba el entretenimiento que se merece. Egg, lo he llamado así porque es un nombre que me inspira poder, fuerza, peligro… camina con pasos decididos, levantando polvo por cada casco, mira a todos lados y es clara su confusión, no sabe en dónde está, y tanta gente lo abruma; pero llega el momento en que conecta sus grades y negros ojos con los míos, en ellos inmediatamente aparece la llama de la furia, sus resoplidos llegan hasta mis oídos.

No puedo evitar esbozar una sonrisa y recordar las provocaciones que le causé. Por supuesto se acuerda, quien diga que los animales no tienen cerebro está equivocado.

Me planto firme, con mi capote preparado; pero un alboroto que llama mi atención por las palabras que me gritan, me distrae.

―¡Asesino! ¡Asesino! ―vociferan, e inmediatamente alzo mí vista hacia un lado del palco, y ahí está ella, la menuda persona que se ha encargado de fastidiar mi vida en los últimos años: la chica protesta, como la llamo yo, aquella que cada que se le da la oportunidad se presenta ante mí con carteles de: ¡LUCHEMOS POR LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES! Ellos no pueden hablar, pero nosotros sí; ¡Fuera los asesinos!, ¡El toreo no es un deporte, el deporte es vida, y esto es una masacre!... etc., etc.

Ridículo… a eso es a lo que nos tenemos que enfrentar todos los días quienes nos dedicamos a esta profesión; eso lo aprendí de la peor, y mejor manera a la que alguien pueda enfrentarse; y todo por causa de: la chica protesta.

Sus ojos inmensamente chocolates me miran con odio y repugnancia, le sonrió; pero entonces, el brillo que invadía a sus ojos desaparece, siendo sustituido por una sombra de terror, agonía y algo más, algo que tampoco tengo tiempo de analizar, pues de sus labios escapa un grito de puro terror. A pesar de que toda la gente grita, solo el sonido de su voz, aquel al que secretamente me había vuelto adicto, llega a mis oídos:
―¡Edward! ―Edward, Edward, Edward… se repite en mi mente antes de que un fuerte golpe me tome por sorpresa en el costado derecho, una embestida de Egg, y luego otra y otra más, hasta que absolutamente todo se pierde en la oscuridad.


Hola, bueno, aquí está mi nueva locura… me he lanzado a la faena, LITERAL jajaja todo gracias a Sol Cullen, quien me animó a esto, eres la mejor, gracias.

Espero les haya gustado, gracias por leer y espero sus opiniones con ansias :3

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Beijos

Merce