Adoro a Rowling por crear a este querido personaje...

La pasión por el poder de Tom

Lord Voldemort, de buenas a primeras, tiene título. Es un Lord y no, no se lo ha puesto él, es el descendiente de Slytherin –como todo el mundo sabe. Tampoco tiene que ver con que fuese la única palabra con sentido que podría formar con las letras que le quedaban después de haber formado SOY y VOLDEMORT con su nombre (y que bien encontrado, eso de Vol-de-mort, que nombre más propicio. Menos mal que sabía francés y no español, que no le habría servido de absolutamente nada)

Lord Voldemort, seguidamente, es malo. Muy Malo. Pero no es tan friki como para tener una risa malvada. Es malo como debe ser, cruel, despiadado y sin corazón (convenció a Davi Jones, el pulpo humano ese, no sin métodos siniestros, para que le enseñase a quitárselo). Si tuviese una risa malvada, sería un malo de dibujos animados y eso no le convence demasiado. Por lo que decidió pasar de ella y reírse en sus adentros.

Lord Voldemort, por último, tiene un gran objetivo: dominar el mundo mágico primero y el muggle después (porque es tan fácil como chascar los dedos y quiere hacer primero lo difícil). Y para dominar el mundo mágico, necesita matar a Potter. Y esa es la espina en el pie. Lo que más le molesta.

Lord Voldemort opina que al niño ese le ha tocado demasiada suerte. No puede ser que sobreviva una primera vez de bebé mico con cara de llorón y bien alimentado y que además le haga pupa a él, El-que-no-debe-ser-nombrado-debido-al-temor-de-la-gente-y-a-su-propia-decisión. En fin, que una vez, vale. A lo mejor Snape no escuchó bien la profecía y esa decía que no le tenía que matar ahora porque sino la cagaría. Y menos mal que había sido previsor y se había hecho unos cuantos horrocruxes antes. Porque vete tú a saber qué habría pasado si no.

Lord Voldemort está frustrado por el hecho de que, cuando volvió a la vida, o bueno, más exactamente a su cuerpo, el niño petardo volviese a escapársele gracias a un encantamiento de desarme y unos cuantos espíritus. No-puede-ser igual que él no-puede-ser-nombrado. Y se le escapó una tercera vez en el ministerio. ¿Cómo puede ser? No es concebible. Es más que inconcebible.

Lord Voldemort tiene un mejor plan ahora que todos saben que ha vuelto y que ha descubierto que Harry Potter no está tan fácil de matar. De todas formas, él acabará viniendo hacia el gran mayo oscuro. Su plan ahora es dominar primero el mundo mágico y luego, cuando ya no pueda seguir avanzando debido a Potter, le matará. Es un plan genial que se le ha ocurrido en tan poco tiempo que se asombra, aunque ya sabía que era superdotado. Sólo hace falta ver sus notas en Hogwarts.

Lord Voldemort está apasionado con eso de dominar el mundo. Le encanta. Ya ha puesto a los dementotes a pulular por ahí, como si nada, por si los necesita, que se pongan bajo sus órdenes. Y los gigantes también están controlados. Las acromántulas son otra cosa porque la bicha de Hagrid se ha muerto, según parece. Pero Lord Voldemort está a pocos pasos del éxito. A nada del poder. Es una pasión. Una pasión por el poder.

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