El escudo de los anillos.
Capitulo 1: la culpa del héroe.
Hace mucho tiempo, en los albores de las primeras edades que de otro mundo llegaron las olas. Incontables cantidades de monstruos y seres de la oscuridad que salieron del mismo infierno con el fin de acabar con el mundo.
Fue entonces que llegaron los cuatro héroes de otro mundo.
El héroe de la Espada, un guerrero fiel y leal a su palabra.
El héroe de la Lanza, un hombre que busca la libertad.
El héroe del Arco, aquel que da la vida por los demás.
Y finalmente, El héroe del Escudo, un hombre que juro proteger a todos con su poder…
Esa fue la primera vez que ellos 4 juntaron al mundo entero para ir contra las olas. Y sin embargo…
– Héroe del Escudo, Iwatani Naofumi – dice el rey de Melromarc, Aultcray Melromarc XXXII. Quien tiene a su hija en su regazo, llorando mientras desde el trono ve con severidad al mencionado – por tus actos cometidos contra la princesa Malty, quedarías condenado a la misma horca… pero me considero un rey generoso.
– No, esperé ¡yo no hice nada! – dice el acusado que está rodeado de guardias mientras se postra ante su majestad. Tratando de hacer ver su inocencia.
– no trates de negarlo, Naofumi – dice un rubio al lado del rey, portando una armadura brillante, el héroe de la Lanza, Kitamura Motoyasu – ¡tú te aprovechaste de la buena benevolencia de su alteza! No trates de huir y afronta lo que hiciste.
– Jamás creí que fueras esa clase de persona – dice un pelinegro al lado del rubio, vestido con una armadura un tanto más ligera, el héroe de la Espada, Ren Amaki, que veía al desgraciado del Escudo con pena y un poco de rabia.
– que no te afecte, Ren – dice un segundo rubio, vestido como un guardabosques, pero con un estilo de realeza, el héroe del Arco, Kawasumi Itsuki – no eres el único decepcionado.
– ustedes – Iwatani lo pudo ver, como la princesa lloraba cuando no le había hecho nada, solamente hablo con ella y hasta le robaron lo poco que había comprado ayer. Sin embargo, tampoco se sentía bien el recibir las miradas de esos 3 que usaban sus armas.
– Su majestad – habla Motoyasu – sugiero un castigo ejemplar para este… bastardo – señala a Naofumi – no dejare que salga impune de esto.
– apoyo a Motoyasu en eso, su majestad –
– yo igual –
Ren e Itsuki tenían el mismo sentimiento de justicia ante el supuesto acto de que Naofumi había mancillado la pureza de la princesa, la única que accedió a ser su compañera en la lucha contra las olas. Pero…
– exijo que sea exiliado de la nación – dijo el héroe de la lanza, solo para que el rey y la princesa tiemblen un poco, cosa que nadie en la sala, ni guardias ni héroes notaron. Solo Naofumi que, a pesar de la situación, solo veía al rey en el trono – no merece ni siquiera pisar esta tierra.
El rey medito un momento y tras una breve pausa dio su veredicto.
– desgraciadamente no puedo hacer eso – dijo, sorprendiendo a todos en la sala – dado que la ola se acerca, no podre ni siquiera acercarlo a nuestras fronteras dado que actualmente no estamos preparados.
– Pero, su majestad – Ren no podía creer lo que decía el rey.
– siento su dolor, héroes, pero es necesario colaborar con esta basura – miro con dureza a Naofumi – sin embargo, hay algo que puedo hacer…
– ¿algo? –
– Si, Itsuki-sama – miro a los guardias – héroe del escudo, dentro de 3 días serás expulsado de la ciudad castillo. Y tu no volverás a entrar a este palacio ni a acercarte siquiera a sus muros.
– no cree que el castigo es muy suave, su majestad – dijo Motoyasu.
– no, Motoyasu-sama – responde el Rey rápidamente – el gremio, la tienda de armas, medicinas y demás se encuentran aquí, por lo que no podrá ni siquiera comprar nada por aquí – sonrió al héroe – es castigo suficiente. De no ser un héroe lo hubiera enviado a la horca o a los calabozos – miro al Escudo – considérate afortunado, bastardo.
Hizo un ademan con su mano.
– sáquenlo de mi vista – dijo mientras los guardias apresaban al escudo y lo llevaron a rastras afuera de la sala del trono.
Iwatani no creía lo que oía, su cuerpo le peso mas al ver como cuando lo tomaron los guardias, vio como los que debían ser sus camaradas no hicieron nada y como en el regazo del rey, la princesa no lloraba, sino reía y le saco la lenga mientras jalaba su parpado inferior.
– no… ella… yo, no – eso pensaba, el era inocente… esa princesa… ese rey, esos idiotas…
Ahí, Naofumi sabía que no podía confiar en ella, no… no podía confiar en nadie.
Cuando las puertas se cerraron, frente a él, solo podía ver a los 5. Los otros 3 héroes, el rey basura y la princesa perra… solo ellos tenían la culpa… no… quizás más…
En Naofumi creció un deseo horrible… uno tan horrible como insano y en cierto modo, era mas una meta que un deseo. Una meta que lo impulsaría de tal modo que lo cambiaria a él y a todos…
Lo jura, lo jura en silencio, pero cuando la puerta finalmente se cerró, en sus pensamientos estaba solo un deseo.
– juro… que un día los tendré a mis pies… un día… ¡algún día hare que rueguen clemencia! – con eso, Naofumi fue sacado por los guardias de la sala del trono.
Fuera del castillo.
– Largo de aquí – arrojaron a Naofumi al suelo – héroe de pacotilla.
Había llovido un poco por lo que la tierra estaba húmeda y el ya de por si pobre de Naofumi estaba ahí, tratando de levantase mientras los soldados regresaban a su puesto.
Naofumi tenia lodo en el rostro, la ropa también y parte de su cuerpo se sentía cansado pese a ser apenas medio día.
El no deseo esto. El solo iba a una librería por un libro más y luego se vio ayer transportado a este mundo de porquería junto con esos otros bastardos.
La misma excusa de siempre, los héroes elegidos para salvar el mundo de un rey demonio, una horda de bestias o un hechicero demente e incomprendido.
Algo tan cliché y tan repetitivo que en principio le causo duda y curiosidad, pero que luego fue tomado por su estúpida alegría ciega de otaku empedernido en estas cosas que no vio que esto ya no era un juego o un estúpido guion salido de una novela popular, no, ahora era una nueva realidad, tan dura como la suya.
Si de por sí ya era difícil vivir a la sombra de su hermano y a costa de sus padres. Ahora lo verán como la basura y la escoria de la sociedad, y eso que aquí quizás este peor que en el fondo.
No es estúpido, sabe que aquí hay clases sociales mucho mas restringidas que en Japón. Nobles, reyes y caballeros, pueden ser buenos y amables o despiadados y ser de la peor escoria que haya visto, quizás lo ultimo le toco a él.
Aquí lo mas cercano a un ciudadano son los aldeanos, mercaderes y demás proletariado.
Pero ahora lo tiraron de bandido, violador y quizás hasta de mas cosas que ni siquiera quiere imaginarse.
– estoy en el hoyo – dijo mientras veía sus sucias manos del lodo y tierra.
El no tenia idea que la chica que se quedo con el era la misma princesa y mucho menos sabia el porque lo engaño, pero si de algo estaba seguro, era que esto no se quedara así.
El estúpido rey también estaba implicado en esto, de eso no duda. Y el resto de imbéciles de seguro no dijo nada para no quedar mal y no hundirse con él.
Y no los culpa, de ser otro habría hecho lo mismo. Pero al menos hubieran dicho algo para ayudarle.
Pero no los conoce ya que apenas y hablaron ayer, tras escoger a sus aliados cada quien se fue por su lado y punto. Nada más.
Quizás a ellos no les importe, o quizás no sepan trabajar en equipo. No, no importa cuanto piense en ello, no sabrá que piensan ya que prácticamente son desconocidos.
Quería dejar de pensar en los héroes y ese par de la realeza, o más bien bajeza.
Sea como sea o los motivos que tengan, el es inocente. Pero aquí no aplica la frase: "inocente hasta demostrar lo contrario". Obvio que no podía ni siquiera defenderse ya que aquí las leyes y el pensamiento colectivo son diferentes.
No importaba si él decía algo o tenia las pruebas de ello. Si el rey te dice culpable, lo eras. Así es la cosa aquí.
Pero, de todos modos, no quita el hecho de que se siente de la mierda.
Se sentó en el fango y miro al cielo, había rastros de nubes de lluvia. Pero no estaba del todo despejado.
Todo esto era raro.
Miro a la ciudad y al horizonte, no había duda de que estaba en un mundo de magia y fantasía, pero también miro su escudo.
Era lizo en casi su totalidad, salvo por una gema en el centro y unas canaletas alrededor de estas que parten a los lados.
Si bien el escudo era pequeño y muy ligero, por la información que recibió ayer, era como el arma de inicio de cualquier juego RPG.
Por lo que el ex universitario abrió el menú del escudo, y reviso su nivel, era de nivel 1 y su equipamiento era burdo por no decir inútil.
Sin embargo, le faltaba algo principal para todo juego. Y es información.
No sabe nada de las costumbres locales, las armas que hay, el sistema de drop de los monstruos o las locaciones de tiendas.
El maldito rey no le dijo nada que de seguro le dirá a los otros 3. Incluso quizás y les dé más información de la que necesitan y por lo que pudo ver antes, el héroe de la lanza, Motoyasu, sería el campeón o por lo menos el heraldo de la ciudad si su conocimiento de juegos y novelas no le falla.
Opto por cerrar la pestaña holográfica y procedió a ir a las afueras de la ciudad, será mejor apresurarse a conseguir algo de dinero antes de que ese rey de mierda lo envié a quien sabe dónde.
Se levanto y fue caminando cubierto de lodo mientras pasaba por la multitud que empezaron a cuchichear por lo sucedido con la princesa. Maldita sean los chismes, no importa el país al que fuera o al mundo que le invocasen, en todos lados hay chismosos.
Lo veían con desprecio, pero más con cautela… no, es otro sentimiento, como sí...
– es como si esperasen esto – pensó.
Algo no andaba bien en el ambiente. Era como si esperaran a que pasase algo contra Naofumi y la gente sabia eso.
No sabía qué, pero quizás había algo que no podían decir o más bien, los obligaban a no decirlo.
– esto es estúpido, algo me dice que aquí hay gato encerrado – miro con neutralidad a muchos que desviaban la mirada, como si no quisieran involucrarse.
Esta bien, ese escandalo era fuerte y quizás era comprensible.
Acepto esas miradas y siguió caminando como si nada.
– oye, chico – sonó una voz detrás de Naofumi. Que volteo para ver al viejo que atendía la tienda de armas a la que fue con la princesa.
– viejo – el anciano le hizo una seña de que entrara.
En su armería, Naofumi miraba las armas que tenia en estantes, espadas que si bien lucían geniales tanto para combate como para ornamentación. Lanzas apiladas en barriles y armaduras completas en maniquís de madera. Todo lo que veía exhibido tenía un precio.
Naofumi estaba sentado detrás del mostrador, el anciano había cerrado la tienda por hoy. Y estaba sentado frente a él.
– me sorprendes chico – dijo el viejo con un semblante sereno. A lo que Naofumi respondió.
– no es lo que crees – esa mirada lo hacia sentir como si fuera el culpable – soy inocente… todo esto fue…
– no me refiero a eso, chico – interrumpió el anciano – no quería creerlo, pero me di cuenta ya muy tarde.
– ¿eh? – el viejo suspiro – ¿anciano?
– sabia que ella te iba a timar o algo así – sus palabras dejaron desconcertado al pelinegro – lo vi cuando ella pidió esa cota de malla para ti con tanta insistencia.
– espera, viejo – dijo Naofumi aterrado – sabias que ella haría algo así o…
– era una sola suposición – responde – no es la primera vez que vi a alguien que tima a otros, la mayoría son mujeres que usan sus encantos para seducir a alguien y así obtener lo que quieran.
Tras lo dicho, Naofumi se levanto enfurecido y golpeo la barra del mostrador.
– ¡entonces si sabias eso porque no…! – noto que el viejo no cambio la mirada, ni su gesto.
– como te dije, era una suposición mía – explicaba calmado – no sabía que ella haría esto, normalmente la realeza no se involucra en los gremios ni con los aventureros.
– entonces… ella –
– pensé que era hija de algún noble que buscaba satisfacción personal – miro al pelinegro del escudo – tu sabes, huyo de casa y buscaba la vida fácil con cualquier aventurero o algo así, eso pensé y al ver que eras el famoso héroe del Escudo, pensé que ella te timaría o te robaría. Mas nada como esto.
Ante sus palabras, Naofumi se volvió a sentar y miro al viejo de forma cansada.
– aunque suponiendo lo de la iglesia creo que debía ser algo obvio –
– ¡! – Naofumi miro al viejo con sorpresa – espera viejo, explica eso de la iglesia…
– ah, eso – el viejo, un calvo de tez morena y buena constitución física se rasco la nuca – es algo complicado, pero se dice que los cuatro héroes son venerados por la iglesia de los 4 héroes, dado que han salvado el mundo tantas veces cada cierta generación.
– entonces no soy el primero del escudo – dijo Naofumi viendo dicha arma.
– pero últimamente se ha hablado mal de ti – miro al viejo – según hasta donde sé, uno de los héroes favorecía a los semi humanos.
– ¿semi humanos? –
– hombres bestia, vampiros, duendes y elfos, por mencionar algunos – el viejo suspiro y busco algo en un cajón y se lo mostro a Naofumi – el héroe del escudo los protegió mas que a nadie, mas que a los humanos… aquí esta – saco algo del cajón y se lo mostro al pelinegro – mira.
– ¿una cruz?, no – miro los detalles de una medalla que le mostro – una espada, un arco y… una lanza.
Si, era una cruz, pero estaba formada por las armas legendarias de los héroes. La espada en la punta superior. La lanza apuntando hacia abajo y el arco que era la unión entre las otras dos y tenia alas en este, como si fueran algo sagrado.
– esto fue hecho para un viajero que vendrá dentro de 3 meses – dijo el viejo – era un misionero de la iglesia de los 3 héroes – suspiro.
Naofumi vio esto como algo raro, pero… razono la idea por unos minutos. Reviso el medallón otra vez y no encontró su arma, el escudo.
Escudo, iglesia, Semihumanos, una conclusión demente llego hasta el con la información que le dio el viejo.
– veo que ya sabes lo que quise decir – dijo solo para quitarle el amuleto de la iglesia a Naofumi que todavía estaba pasmado por la conclusión a la que llego.
– entonces –
– no puedo decirlo directamente, pero creo si algo puedo ver es que no eres mala persona – dijo el viejo para levantarse mientras arroja el amuleto a la caja de donde lo sacó.
Busco una cosa y finalmente la encontró.
Un escudo. Algo grande, pero era redondo, simple, pero con el borde de este tachonado.
– espera un poco – dijo mientras dejaba el arma en la barra del mostrador – ahora regreso.
Dicho eso, salió a la parte trasera de la tienda. Naofumi percibió el aroma del hierro y carbón. Una fragua.
Naofumi se quedo solo en la tienda, por lo que reviso el escudo y se sorprendió al tomarlo.
– Es pesado – dijo.
En efecto, el escudo media 1 metro de diámetro y era convexo.
– ¿eh? – giro el escudo para ver el reverso y se sorprendió al ver – ¿una masa? Espera, es un escudo de guerra o algo así.
Por alguna razón, Naofumi golpeo el escudo que trajo el anciano con el suyo al dejarlo de nuevo en la barra y una ventana apareció frente a él.
[Escudo de guerra nivel 1]. [Bonificación de defensa +2]. [Habilidad extra]
[Masa mediana nivel 1]. [Bonificación de ataque +1]. [Uso exclusivo]
Naofumi se sorprendió al ver los estados del arma al tocarlo con el escudo. Pero mas al ver lo que decía de Habilidad extra.
Por lo que inconscientemente oprimió la pantalla del escudo y apareció otra ventana.
[¿desea copiar Escudo de guerra?]
– [si] – [no] –
Naofumi no sabia lo que hacía, pero oprimió que si y una luz cubrió su escudo por poco menos de 1 segundo solo para que aparezca en su antebrazo derecho una copia del escudo. Cosa que dejo asombrado al notar que también había copiado la maza.
Naofumi tomo la maza, era algo pesada, pero había algo raro.
La vez anterior que vino quería comprar una espada, pero el sistema del escudo repelió el arma, por lo que esa vez Naofumi pensó que quizás al ser el héroe del escudo, no podía portar ninguna arma.
Por lo que esto era extraño.
Abrió su menú y busco en su equipamiento y ahí busco el arma que era lo único que tenía equipado por el momento.
Y estaban escritas las mismas palabras que antes, por lo que reviso la Habilidad Extra del escudo.
[Habilidad Extra: uso exclusivo de arma]
– uso único – miro la masa y la guardo debajo del escudo y vio lo que decía en Uso Exclusivo.
[Uso Exclusivo: una arma única, solo útil con habilidad Extra]
– este mundo es extraño – dijo al ver la maza, inconscientemente sonrió. Podía pelear.
– ¡chico! – el anciano regreso con una bolsa de tela verde, algo vieja pero que sirve aun – ¿Qué trasgos hiciste?
Dejo la bolsa en la barra y miro la copia del arma en el brazo de Naofumi.
– como hiciste eso – vio cada remache y cada detalle, incluso la textura. Era una copia exacta. Bueno, casi exacta – solo por esta gema, todo es prácticamente copiado.
– eh, bueno… solo lo acerque así – guardo la maza en la base que había para esta debajo del escudo y tomo otro escudo cercano, plano y rectangular – simplemente hice esto y apareció una ventana y me decía que si quería copiarlo y ya…
Realizo lo mismo y tras un breve brillo tras presionar si en la ventana de copiado, el escudo se convirtió en la replica del mismo, salvo por tener la misma joya verde en este.
[Escudo de Bronce Galvánico]. [Bonificación de fuerza +1], [aumento de resistencia+2]
– es increíble… sin duda es una reliquia legendaria – dijo el viejo. Que tras reflexionar un poco suspiro – chico, sin duda me sorprendes – tomo de nuevo la bolsa y se la mostro – ten, al menos esto te servirá por un tiempo.
Naofumi se sorprendió al ver la bolsa.
– oiga, no creo que… –
– tómalo como una disculpa – dijo – pensaba darte ese escudo junto con esto para al menos disculparme al no advertirte.
Naofumi en un principio estaba confundido, si bien le agradaba por lo menos encontrarse con alguien de buen corazón, no olvidaba que estaba en otro mundo, uno donde no todas las personas son buenas.
Sabia eso y aun así acepto entrar en la armería de este viejo.
– no, no puedo – Naofumi retrocedió mientras el escudo regreso a su primera forma – no después de lo de esta mañana.
– je, de eso me preocupare en su momento – dijo – además, no es la única armería en el mundo. Puedo irme de aquí si lo deseo.
– pero, tras todo lo que me dijiste no creo que… – la mano del viejo en su hombro calló a Naofumi – viejo…
– como dije, es solo una disculpa por no advertirte, solo eso – dijo con una sonrisa cansada – son piezas de armaduras viejas, pero sin usar – le puso la bolsa en las manos – no acepto un no por respuesta.
– viejo – Naofumi quería llorar, pero no lo hizo. Se trago su llanto, pero apretó la bolsa contra su pecho – gracias.
El calvo moreno rio un poco.
– fue mi culpa en un principio y me estoy disculpando, solo eso – dijo para cruzarse de brazos – si llegase a tener problemas, supongo que iré al sur, al país de los mercenarios Zeltbull – rio un poco – tengo un conocido ahí, si vas a buscarme un día ve y pregunta por mí, me llamo Elhard.
Naofumi se sorprendió por ello. Sintiéndose un poco culpable.
– no me mires así – dijo – si te sirve de consuelo, me empezaba a hartar de la religión.
– Gracias – Naofumi sonrió.
– anda, ve y cámbiate – el viejo le señalo un lugar para que se cambie. A lo que Naofumi fue y tras cambiarse los sucios harapos que traía.
Tras unos minutos, regreso con una armadura algo común.
Una túnica verde sobre una armadura de cuero curtido. En el brazo izquierdo era cubierto por parte de una armadura de caballero. Guantelete, dedos, antebrazo y la hombrera, todo de metal; esta última conectada con una cadena a una capucha de cuero atada debajo del cuello con un collar de cuero que descansaba sobre los hombros.
En el hombro izquierdo había una hombrera simple de dos placas, una atada al Bícep y otra al pecho. Sin embargo, la mano y el antebrazo eran cubierto por un guante de cuero con los nudillos tachonados. Claro que sobre este estaba el escudo en su forma original.
En su cintura había un juego de cinturones de cuero baratos con unos cuantos bolsillos. Todo terminando con calzas de cuero y botas del mismo material. Salvo que las rodillas eran cubiertas por parte de otra armadura de caballero, así como las espinilleras.
En las manos enguantadas de Naofumi había un casco que el pelinegro atino a que era de un diseño francés, eso lo supo por la cimera redondeada como una aleta, de doble visor con ranuras de dos niveles en la careta, inclinadas con cierto ángulo. Tenia un barbote corto pero que si cubría lo suficiente para proteger la mandíbula y parte vital del cuello. Solo que no tenía un collar. Quizás por eso se lo estaba dando.
Noto que las partes de metal de la armadura eran lizas y sin diseño, puede que sea por eso que nadie las quería.
De todos modos, Naofumi se sentía a gusto.
– Muchas gracias viejo – dijo mientras dejaba el yelmo en la barra y estrechaba la mano de Elhard.
– ya te dije, solo es una disculpa – el viejo calvo de barba negra y algo gris le restó importancia – puedes quedarte con la bolsa. Y te sugiero que tengas siempre ese escudo de guerra.
– gracias, en verdad gracias – dejo de estrechar la mano del viejo y se puso el casco, era algo ligero y no tan pesado como pensaba.
Podía ver bien gracias a la ranura del visor doble. Pensó un poco y su escudo cambio al escudo de guerra. Quiso preguntar por qué debía llevarlo, pero se hizo a la idea que era para pasar desapercibido. Ser el héroe del escudo seria famoso por ser un canalla, pero el usar ese escudo con una arma puede ayudarle. No solo para pasar por un guerrero o mercenario, sino para las batallas.
– espero que nos veamos pronto, chico – despidió el anciano Elhard – te deseo toda la suerte del mundo.
– gracias de nuevo – se dirigió a la puerta – hasta pronto… Elhard – se retiro de la armería. Con la bolsa al hombro y el escudo en mano.
/
Ya en la calle, las nubes empezaban a mostrarse y la ligera brizna de lluvia empezó a caer. Haciendo que Naofumi se cubra con la capucha de cuero el yermo mientras veía a la gente correr para evitar que la lluvia mojase sus ropas.
Él se dirigía a la puerta principal para irse de la ciudad, por lo que pudo ver apenas era quizás la de la tarde, era difícil saberlo con certeza, pero no iba a quedarse aquí por mucho. Después de todo solo le dieron 2 días por lo que pudo escuchar.
Ahora se hacia una idea de lo que puede haber pasado. Y eso se lo agradece al viejo.
Si su hipótesis era correcta, el rey o bien la mayoría de la ciudad puede que sean de la religión de los 3 héroes, eso explicaría porque nadie quería hacer un equipo con él ayer y porque la princesa le hizo eso… vaya mierda de gente.
– realmente es otro mundo – dijo.
Se sentía frustrado por la mierda de mundo que era este. No le toco la típica aventura de ser el elegido que derrotaría al rey demonio o el salvador del mundo… no, aduras penas y tenia un arma apenas útil, lo tacharon de ladrón, violador y quizás hasta de mas cosas que no quiere imaginarse.
Estaba saliendo de la ciudad por la puerta principal mientras un carruaje llegaba con varias cajas cubiertas.
Se sintió nervioso, pero aun así continúo caminando y curiosamente, los guardias no le tomaron importancia… si, en efecto, funciona el casco y el escudo de habilidad extra.
Esa era otra cosa que el pensaba, la habilidad extra… puede que sea un escudo especial que el sistema del escudo permite o puede que sea el diseño del arma. No sabia si era eso o cualquier otra cosa, pero él estaba seguro de que ese escudo que portaba ahora era especial.
Ya fuera de la ciudad noto que la lluvia era mayor pero no molesta. Pero aun así siguió adelante.
Tras adentrarse al bosque más cercano, más allá de las praderas que rodean la ciudad. Naofumi empezaba a divisar entre el follaje del bosque alguna criatura. Que pudiera cazar. Por lo que saco el arma de su escudo, una maza de 1 metro de largo.
El mango era firme y la maza era de 6 picas, soldadas a la barra principal del arma. Eran como 6 cuchillos de carnicero con filo en forma de K unidos por el lado sin filo a una barra de metal.
Extraño diseño, pero aun así era todo lo que necesitaba.
Escucho de pronto algo, delante de donde estaba, por lo que rápidamente se escondió en unos arbustos. Agachado y cubriéndose con el escudo.
Jamás había hecho algo así, nunca había combatido ni con escudo ni con una maza, pero había visto la cantidad de animes de fantasía suficientes para saber cómo usar una maza.
A su ver era sencillo. Brazo derecho bloquea y el izquierdo debe dar con fuerza.
Entre la maleza de los arbustos de frente, se pudo observar movimiento entre las ramas.
Naofumi sintió su aliento en el casco y vio como este se mostraba en vapor. Quizás la temperatura había bajado un poco.
Esto era extraño, por no decir raro. Naofumi se preguntaba si esto era lo que sentía un cazador. Por alguna extraña razón empezó a temblar, se oía el golpear de sus placas en el brazo izquierdo por lo que trato de tranquilizarse.
Respiraba profundamente una y otra vez para calmarse y pare que empezaba a funcionar… eso hasta que vio lo que hacía ruido hacia adelante.
El animal se alzaba sobre sus dos patas traseras, era grande… muy grande. De casi 3 metros de altura.
Su pelaje o plumaje, no sabia lo que era debido a la distancia, pero era marrón con líneas en este.
Giro su cabeza casi 180° y eso desconcertó a Naofumi, mas al ver lo que debía ser la cabeza, pues esta era la de un búho debido a los ojos saltones y al pico ganchudo de estos, aunque claramente podía verse su cuerpo de oso… era raro.
Giro sobre sus patas mientras olfateaba algo en el aire.
Naofumi casi pierde el aliento al ver lo que seria una mezcla entre las alas de un ave y las garras de una fiera al ver las extremidades delanteras del animalejo que ahora estaba al frente.
Pensó un poco y quizás podía evitar a esa bestia. Entre cerro su mirada como si deseara saber su nivel y, por medio del sistema del arma sagrada, pudo verlo.
Era un Oso búho nivel 13…
– no, imposible – dijo para sí. Nadie seria tan estúpido como para enfrentar a esa cosa…
Un movimiento detrás suyo le alerto.
Miro con miedo detrás suyo y palideció al hacerlo.
Era mas pequeño que el que había enfrente, pero no había duda de que era como el oso búho que tenia al frente solo que del tamaño de un perro Akita… no hace falta sumar 2+2 para decir con certeza…
– esto es malo – vio como el cachorro de Oso búho jugaba con algo en sus garras, era una especie de monstruo con forma de pelota roja que trataba de huir del pequeño. A pesar de ser un mero cachorro o polluelo o lo que sea, el oso búho estaba bien armado con zarpas de mínim centímetros y no duda que su fuerza sea mucha. El sistema le mostro que era nivel 4… estaba jodido.
El cachorro no se había dado cuenta de su presencia y eso era bueno.
Miro rápidamente a la que debía ser la madre… solo para ver que ya no estaba ahí.
Preocupado miro a su izquierda y a su derecha, en esta ultima vio lo que temía.
La madre lo había visto.
– mierda –
GRWOOOW
Dando un rugido digno de un oso, el monstruo empezó a correr hacia Naofumi que no tuvo mas remedio que levantarse y correr despavoridamente mientras la bestia se acercaba hacia el y en menos de 1 segundo casi le da con una de sus garras de 20 cm. Por suerte el japonés logro tirarse al suelo y evitar el zarpazo.
Se repuso y procedió a huir al bosque esperando que el animal no lo sigua. Graso error.
El animal volvió a correr tras él, corría como si de un oso se tratase, pero saltaba una buena distancia.
Naofumi se tropezó con una rama en el suelo y eso le ayudo a evitar el pico afilado de la bestia que rodo un poco tras dar el salto.
Naofumi se levanto al mismo tiempo que la bestia y se posiciono para atacar, aunque esto era difícil.
Su armadura era ligera y duda que pueda soportar las zarpas de esa bestia, solo puede confiar en su escudo y su suerte.
Las rodillas le temblaban y solamente podía pensar en dos cosas: la primera es que debía ser rápido y la segunda… evitar a toda costa un golpe.
Siguiendo ese pensamiento, el héroe del escudo dejo de temblar… esta era su nueva resolución y debía de aceptarla.
La bestia sacudió su cabeza y su pelaje mojado salpicaba, girando su visión logro ver a Naofumi que le esperaba.
Sin dudarlo la bestia ataco al héroe que se ladeo a la izquierda mientras evitaba el salto y le dio un golpe con la maza como pudo.
Naofumi sintió su mano desprenderse del golpe que le dio, sin duda era dura esa cosa pues su muñeca se sentía entumecida por el ataque… y eso que solo fue el primer golpe.
La bestia cayo al suelo aturdida, pues le había golpeado en el costado derecho.
Antes de levantarse Naofumi reacciono y se abalanzo sobre la bestia y le dio un fuerte golpe en la espalda con la maza, pero no le hizo mucho daño.
La bestia ataco con la zarpa izquierda mientras giraba bruscamente el atacarlo. Pero Naofumi se defendió con el escudo en su derecha. El codo le dolía pues sintió que la bestia casi le arranca medio brazo con todo y escudo.
Naofumi retrocedió tras el zarpazo, pero la bestia embistió al héroe y lo hizo caer.
En el suelo Naofumi pudo ver por las rendijas del casco como la bestia se alzaba de nuevo sobre sus patas traseras mientras levantaba sus miembros delanteros para aplastarlo con su peso.
Naofumi reacciono y rodo por el lodo y el musgo hasta chocar con las raíces de un árbol.
La bestia descargo todo su peso sobre sus extremidades delanteras, pero solo enterró las patas en el fangosos suelo. Mientras veía a Naofumi recargarse en un árbol, solo para retroceder al ver a la bestia soltar otro zarpazo con la pata derecha.
Naofumi sintió un árbol en su espalda, por lo que se agacho y escucho el ruido de la madera tronar ante la fuerza aplicada por el animal.
Trato de reponerse e ignorar las astillas incomodas y darle un golpe ascendente a la bestia, dándole en el vientre del lado derecho.
Pero la bestia lo empujo con la pata y lo lanzo para que choque con un árbol.
Naofumi termino en el fango de nuevo, empapado por la lluvia y el lodo solo para rodar de nuevo evitando otro aplastamiento del oso búho.
Se levanto como pudo solo para ser embestido de nuevo y salir disparado hacia atrás. Naofumi se sentía mal. El dolor de su espalda y de sus hombros era malo, muy malo. Según le dijeron sus estadísticas pueden subir, pero…
Se arrastro para huir de la bestia y se levanto para correr, lo había arrojado una buena distancia, pero mas que correr estaba trotando.
Regreso su visión a la bestia y se notaba que iba a embestirlo de nuevo. Naofumi respiraba agitado, cansado.
La bestia iba a por él, pero Naofumi igual.
Corriendo hacia la bestia, Naofumi estaba dispuesto a darlo todo y mientras la bestia se preparaba para arrojarse al héroe. Naofumi se acerco a la misma y le dio un buen golpe con la maza en el lado izquierdo, solo para ser embestido por la bestia.
Esta cayó sobre Naofumi con su escudo de frente.
La bestia se recupero y al notar a su presa tan cerca de su boca, iba a atacar con su pico.
Naofumi guardo la maza en el escudo y lo cambio por el escudo galvánico, ese escudo rectangular y convexo. Se cubrió con el debido a que era largo y trato de que el pico de la bestia no atrapara su cabeza.
Pero el animal tomo el escudo de la parte superior mientras vería a Naofumi a los ojos, que se quedo helado al ver la mirada penetrante del oso búho. Mientras el animal alzaba al héroe de un tirón para zarandearlo en el aire como si fuera un salmón capturado o alguna presa y luego lo arrojo a una distancia de 10 metros.
Naofumi se levantaba como podía, el impacto contra el suelo no fue tan duro como antes, quizás se deba al escudo y las bonificaciones, pero eso lo vera en otro momento.
Cambio al escudo de guerra y tomo la maza.
La bestia se ponía en posición de embestida y corrió para saltar. Naofumi se agacho y se cubrió con el escudo solo para que la criatura pasara de largo y derrape hasta golpear contra unos árboles. Naofumi no perdió oportunidad y fue hasta la bestia y sin que esta se lo espere, le dio un golpe encima de su cráneo, donde debía estar su frente.
Aturdida y mareada, la bestia se tambaleo un poco, pero Naofumi siguió golpeando su cabeza una y otra vez hasta que le dio a uno de los ojos de esta. La criatura lo tumbo con un golpe de las patas delanteras y lo envió lejos. A unos 5 metros.
La bestia gruñía como un oso y chillaba igual que un búho mientras se retorcía de dolor y golpeaba con sus zarpas todo.
Naofumi corrió hacia ella y siguió golpeando su cabeza con la maza. Golpeo y golpeo hasta que la bestia estaba ciega y trataba de dar zarpazos o mordidas con el pico, pero al no saber que golpeaba era fácil de esquivar y bloquear con el escudo.
Naofumi siguió golpeando a la bestia mientras recordaba a esos imbéciles.
La sonrisa del estúpido de Motoyasu.
Las miradas de Ren e Itsuki.
El gesto de superioridad del estúpido rey.
La maldita cara de satisfacción de esa perra.
Todo eso era desquitado con cada golpe mientras debajo del casco Naofumi lloraba con un gesto de frustración.
– no es justo – pensó mientras recordaba como la maldita se presentó ayer – yo soy inocente… – recordó como lo invocaron con los otros que se veían amables – yo no quise ser invocado… – recordó esta mañana – a este mundo…
Levanto la maza para tomarla con ambas manos.
– ¡yo odio este mundo de mierda! –
CRAKC
Tras ese último golpe, el cráneo del oso búho se quebró y por el ángulo de penetración y la fuerza de la maza fueron tales que la maza se incrusto en el cerebro del animal.
Naofumi respiraba fuertemente, debajo del yelmo sudaba y el frio en su cuerpo llegaba tras calmarse.
La bestia cayo al suelo mientras sus ojos sangraban y la lluvia limpiaba la herida de la cual salía sangre.
Naofumi tembló, empezó a temblar mientras apretaba la maza con ambas manos solo para gritar al cielo.
Su grito era uno de desesperación. Y se había desquitado de todo con esa criatura que había matado. Un sonido de un destello se escuchó… había subido a nivel 5.
Soltó la maza y se arrodillo frente a la bestia mientras lloraba, lloraba de rabia y de furia. El era inocente y eso lo sabía… pero esa realeza… ese rey basura y la princesa perra eran los culpables.
Que el fuera el escudo no era su culpa, sino de aquellos que lo invocaron.
Soy inocente… se repetía a si mismo y era verdad.
Levanto el rostro y dejo que la lluvia entre por las hendiduras de su casco. Mezclándose con las lágrimas que tenía.
Tras desahogarse, se levanto y tras varios tirones saco la maza del cráneo aplastado de la bestia. Estaba cubierta de sangre y sesos. Asqueroso.
Busco alrededor y encontró su bolsa que le había regalado el viejo Elhard. Pero era curioso lo que vio.
El cachorro del oso la tenia entre los dientes mientras se trataba de esconder debajo de unos arbustos del héroe.
Naofumi miro a la criatura y vio como esta corría dejando la bolsa, pero no hacia el bosque. Sino al ahora cadáver de su madre.
Chillaba como un polluelo de búho mientras saltaba alrededor del cadáver.
Naofumi no sabia que sentir ahora, solamente vio su maza en la mano izquierda. Apretó los dientes, así como el mango y se dirigió al cadáver.
El cachorro no lo sintió acercarse y para cuando noto al héroe al darse vuelta. Solo pudo ver a Naofumi con la maza en alto.
Naofumi estaba cortando con uno de los filos de la maza una parte de la bestia, pero no podía hacerlo bien. Se había alejado bastante de la ciudad y no podía el cargar los dos cadáveres que ahora tenía.
Trataba de cortar la pata derecha de la madre y al fin lo logro, solo que la articulación de la pata con el resto de la extremidad fue reducida a carne y huesos molidos.
Naofumi, tras desactivar su escudo de guerra, tomo la pata, se la iba a quedar como un recuerdo, pero no podía guardarla en la bolsa que el viejo le había dado. Elhard le había puesto unas cuantas provisiones como una cantimplora de cuero y unas cuantas monedas.
Toco la pata y se sentía la almohadilla áspera, las garras eran afiladas y grandes, no duda que una de esas lo pudo haber dejado con una herida mortal. Tuvo suerte.
Mientras se sentaba sobre una roca a esperar que la lluvia cesara, miro la pata con mucha curiosidad, el plumaje era suave y cómodo, claro, si no estuviera húmedo debido a la sangre y sucio por el lodo.
Miro a su escudo y una idea tonta le paso por la mente.
– si pude copiar un par de las armas del viejo… – pensó unos minutos para poner en práctica su idea.
Acerco la pata cortada al escudo y este la absorbió en una especie de circulo mágico.
El escudo brillo y una ventana apareció de la nada.
[Escudo Garra de Oso búho desbloqueado]
El escudo de Naofumi ahora era una especie de escudo largo, que cubre su antebrazo entero. Luciendo mas como parte de una armadura que un escudo. Era cubierto por una especie de cuero curtido con plumas en todo el borde del escudo. Mientras que en el nudillo o en la punta del escudo había 5 garras largas. Estas garras eran de 20 cm y no eran como las de la bestia, sino que eran metálicas de un color negro. La gema verde estaba en la punta del escudo, superpuesto por sobre el dorso de la mano.
– se parece a esa caricatura de los 80 – dijo al recordar su semejanza con cierta serie de gatos humanoides, donde el protagonista guardaba una espada mágica en un guante similar a este escudo.
Eso le sorprendió bastante pero también le causo intriga. Por lo que intento otra cosa.
Tras cortar con uno de los filos de la maza una de las cuerdas de la bolsa y hacer lo mismo con la garra, la cuerda se vio absorbida por un circulo mágico a la par que el escudo brillaba y otro mensaje apareció en el rango de visión de Naofumi.
[Escudo de cuerda desbloqueado]
Ahora Naofumi tenía en su antebrazo derecho una especie de soga enroscada en lo que parece ser una especie de carrete metálico con la gema, era plano y se notaba algo más pequeño que el escudo de guerra.
– ¿y esto que hará? – se preguntó.
Vio el diseño y en efecto, era una cuerda enroscada para que pareciera un escudo. Por lo que trato de hacer algo ridículo.
Vio el cadáver del cachorro y apunto su antebrazo. Pensó algo así como "enrédalo" y sin que se lo esperara, una cuerda emergió del escudo y atrapo el cadáver del cachorro. Para sorpresa de Naofumi, pensó en "regresa" y la cuerda se tenso a la par que traía el cadáver rápidamente a las manos del héroe.
– increíble, parece como una caña de pescar – dijo.
Dejo el cadáver y miro a su alrededor y noto una corteza de un árbol en el suelo, era el árbol que había golpeado la bestia en su enfrentamiento. Solamente había arrancado parte de la corteza.
Naofumi se acerco a la madera en el suelo y la tomo, era un trozo grande, pero lo introdujo en el escudo.
[Escudo de Roble desbloqueado]
Tras el brillo, Naofumi se vio con un escudo similar al de la garra del Oso búho, solo que mas ancho y grueso. Era como si un tronco de madera lo hubieran hecho una especie de escudo. Lo cual era raro.
Naofumi se quedo pensando un momento y decidió probarlo.
CRACK
Golpeo con fuerza el árbol ya roto y se sorprendió al partirlo por la mitad. Mientras el árbol caía por el peso
No pensó que el escudo pudiera causar ese daño.
– esto es raro, por no decir genial – Cambio de escudo al de la garra – veamos que puedes hacer tú.
Vio unos arboles delgados y se le ocurrió una idea. Tomo aire y se acerco a los arboles y dio un grito de guerra.
CRACK
– bien, esto no me lo esperaba – de un golpe destrozo un árbol, pero no solo eso, parte de la corteza del árbol de atrás fue rasgado, dejando una marca en este como si un animal hubiera marcado su territorio.
Una pantalla de mensaje apareció.
[Escudo Garra de Oso búho] ha adquirido la habilidad [Garra de viento nivel 1]
[Escudo de roble] ha adquirido la habilidad [Fuerza de leñador]
– ok, esto ya me va gustando más – dijo a la par que miraba esto. Literalmente estaba haciendo trampa.
Es decir, solo han pasado 10 minutos y ya tiene dos escudos que si funcionan como armas. No duda que estas cosas son útiles y claro que le servirán para el futuro.
Entonces miro al cielo y vio que estaba poniéndose de color gris azulado, por lo que quizás eran las 6 o 7. Si se queda en el bosque más tiempo quizás el oso no sea lo único que se le aparezca por hoy.
Miro a la bestia y una idea loca paso por su mente.
– sí, puede funcionar – dijo al probar su idea.
Invoco el escudo de cuerda y apunto a la bestia. Como antes pensó en la idea de "atar" y luego en "cortar" por lo que la bestia fue amarrada enteramente y un tramo de la cuerda fue cortado. Esto era perfecto.
También ato al pequeño y corto otro extremo de la cuerda para reponer el de la bolsa. Cambio al escudo de guerra y lo deslizo por sobre su mano para ponerlo en su espalda, cosa que consiguió tras ver que podía cambiar el escudo en cualquier parte del cuerpo.
Se colgó la bolsa en la espalda junto con el cadáver del cachorro y tomo las riendas sueltas de la bestia. Empezando a arrastrarla.
– ugh, como pesa – decía mientras hacia lo posible por salir del bosque.
La lluvia había parado y estaba sucio, sudoroso y quizás apestaba a fango y a bosque. Pero debía llevarse esa cosa que había matado y debía hacerlo ahora.
El sol ya se había ocultado y Naofumi estaba en las praderas de la ciudad castillo. A medio camino central que conecta a la puerta principal. Así como la lluvia había cesado.
El héroe estaba exhausto, esta cosa pesaba mas de lo que creía.
Pero, aun así, siguió arrastrándolo por el camino de tierra mientras veía las antorchas de la ciudad alumbrada por la noche.
– diría que es linda si no estuviera llena de personas de mierda – se decía al ver una ciudad castillo iluminada por las antorchas y las velas. Era lindo de ver a la distancia, pero ahora para Naofumi era como ver una linterna rodeada de moscas atraídas por el olor del estiércol.
Tardo casi media hora en salir del bosque y otras 2 horas en llegar a la ciudad.
El guardia de turno en la puerta lo vio y se asombro al ver lo que arrastraba. Naofumi paro a descansar un poco, se sentía cansado y el casco le bloqueaba la respiración, pero no podía quitárselo.
El guardia llamo a otros mas que se asombraron al ver a un mercenario arrastras semejante animal.
– ¡Oye, tu! – grito uno de los guardias que se acercó al héroe del escudo – ¡espera!
Naofumi se asustó al verlo, mas al ver un pelotón de 5 soldados acercarse.
El héroe se tensó, pero los soldados hablaron.
– eres el de antes ¿verdad? – dijo.
– S-si – Naofumi respondió nervioso.
– ¡es increíble! – grito, para desconcierto de Naofumi – ese es un Oso búho ¿no?
– ¿lo mataste tu solo? –
– es muy raro verlos, y cazarlos requiere de mínimo 20 hombres –
– vale una fortuna… ¡oh, cazaste a su cría también! –
Los soldados empezaron a elogiarlo, al parecer esta cosa era muy rara de ver y difícil de cazar.
– solo camine por el bosque y me ataco – Naofumi se sentía abrumado por las alabanzas – me defendí como pude.
– sin duda eres alguien valiente – dijo el primer guardia – te ayudaremos.
– … gracias – Naofumi vio como los guardias le ayudaban a tirar del cadáver. Pesaba como no tienen idea y arrastrarlo no era fácil.
Sin embargo, Naofumi no estaba agradecido por la ayuda de los guardias. Para el, alguien que fue acusado falsamente y recibido la indiferencia de la gente, que alguien le haga esta clase de gestos solo era…
– hipócritas – pensó Naofumi – tienen tiempo de ayudar a un cazador cualquiera pero no a un héroe caído en desgracia.
Naofumi sabía que debía de mantener su apariencia de cazador o mercenario si no quiere problemas con estos chicos.
Por lo que vio eran un poco más jóvenes que él. Quizás los pusieron aquí ya que en el castillo y los que lo apresaron eran hombres mayores, entre 30 y 40 años quizás.
Por ahora, opto por aceptar la ayuda de estos chicos. Se sentía cansado y necesitaba el dinero de esta cosa.
/
– serán 25 monedas de oro – dijo el peletero. Alguien gordo y bien vestido que ahora veía la pata del animal. Revisando que estuviera en casi perfecto estado – normalmente su valor seria de 30 o 35 monedas, pero…
– acepto – dijo Naofumi, aun tenia el casco y no se lo iba a quitar para nada.
– bueno, viendo que es un buen ejemplar te daré 27 monedas de oro y 50 de plata – reviso ahora al pequeño – este vale 12 monedas de oro. Si, en definitiva, son madre y cría – miro el plumaje lodoso – como dije, si fuera completo te daría más, pero le falta una pata, el pelaje esta sucio y le falta una pata.
El peletero se levanto y fue hasta una repisa para buscar las monedas.
– puedes pagarme en plata y cobres – dijo Naofumi, sorprendiendo al peletero.
– ¿en serio?, bueno – dijo buscando ahora en un cofre donde había varios sacos llenos de monedas – veo que no eres de por aquí… dime ¿Cuánto tiempo te quedaras?
– 2 días como máximo – el héroe miro por el lugar.
Había llegado a un taller de cuero para que le quitaran el cuero a la bestia, así podría usarse para otras cosas. El peletero tenia varias pieles apiladas y varios cuernos y garras exhibidos por todo el lugar. Eran decoraciones para armaduras o aditamentos para armas que podían comprar los guerreros que venían a la ciudad, o bien los mercantes y artesanos para algún trabajo.
Eso sí, el lugar apestaba a muerte y a cadáveres… mas que un cementerio quizás.
Noto barriles donde había restos de animales varios en un liquido verdoso. No sabía porque, pero sintió que ahí ponían a los animales para quitarles la piel con mayor facilidad.
– no se si eres muy valiente o tu suerte es muy alta – dijo el regordete mientras contaba el dinero – normalmente uno no se arriesgaría a enfrentar a una criatura como esta sin un buen equipo o un gran grupo – miro a Naofumi – y sin dudas se ve que fue mas lo ultimo lo que te salvo.
– fue suerte y ya – responde tranquilamente – caminaba por el bosque para cazar algo para comer y me tope con la cría. La madre me ataco, me defendí y punto – honestamente, Naofumi no creía que esta cosa fuera tan valiosa, pero era mejor que nada.
– siempre es así – dijo el peletero – ya sabes donde quedarte, si gustas te puedo dar una recomendación, la posada principal esta…
– preferiría que no fuera ahí – Naofumi recordó como la maldita llegaba a ese lugar con tres pelotones y como se armó un gran escándalo.
– ah, entiendo – dijo el peletero – bueno, después de lo que paso esta mañana no creo que nadie quiera ir ahí por un buen tiempo.
– habla del héroe del escudo – Naofumi sabia que ya media ciudad debía saber lo que había pasado – sí, escuche que casi era ejecutado…
– es verdad, pero siendo sinceros, de seguro tiene que ver con esos de la iglesia – eso si le intereso a Naofumi.
– La iglesia de los 3 héroes ¿no? – pregunto interesado. Mientras más información le den sobre esa iglesia, podría llegar a moverse.
– sí, últimamente han estado muy activos por la ciudad. Incluso el rey les cedió la catedral de la ciudad, donde esta el Reloj de las olas – Naofumi se sorprendió ante ello.
– ¿Reloj? –
– si, hay uno en esa catedral y por lo que escuche en la tarde, los 3 héroes que ahora están en el castillo irán mañana para sincronizarse – el peletero se pauso y lo miro intrigado – oh, disculpe, pero creo que tendré que darle la mitad en oro ya que no puedo completar todo el pago.
– descuide – Naofumi le tomo poca importancia, pero necesitaba cambio debido a sus gastos – por cierto, la sincronización de la ola…
– ah, si – el peletero continuo con su relato – los héroes, según las leyendas que se cuentan, revisan el reloj de arena del dragón para señalar la fecha de las olas. Pero por lo visto, dudo que los cuatro vallan a ir tras lo de hoy.
– en verdad no creo que sea así – dijo Naofumi cruzado de brazos – según se, los héroes irán a la ubicación exacta de la ola por un hechizo o algo así, eso lo escuche en Zeltbull.
– oh, vienes de ahí, no hay duda del como pudiste matar tu solo a esta bestia ahora – el peletero sabia que los de Zeltbull son rudos, pero este de aquí era quizás el ejemplo de que también son osados – en fin, según el gremio de mercaderes, la iglesia aumentara los diezmos cada mes y eso es preocupante.
– asumo que no había problema antes – Naofumi agradece ahora haber sido un fan de las novelas medievales, ahora si podía tener una conversación – dudo que el rey permita algo así.
– oh, se equivoca, joven – dijo el peletero terminando de contar las monedas de cobre – el rey no puede hacer nada sin la reina.
– la reina… ah, es verdad, escuche que es hermosa y justa – esto era mentira, Naofumi no sabía eso y quizás esa información no la tengan ni los otros imbéciles. Pero al ver la sonrisa del peletero significa que acertó.
– si, es justa y sabia, pero ha ido y visitado a muchos reinos últimamente y no se ha sabido de ella en casi 3 meses – el peloteo recordó eso – después de todo, Melromarc es una ciudad con una realeza de tipo Matriarcal.
– en Zeltbull tenemos otra opinión –
– como le dije antes joven, el rey no ha podido hacer nada sin la reina y la iglesia de los 3 anda haciendo de las suyas – el mercader le mostro 3 sacos de monedas de cobres, 2 de plata y 1 de oro – solo espero que regrese pronto y ponga todo en su lugar.
– gracias por la compra – Naofumi tomo los sacos y los guardo en sus bolsillos de cuero del cinturón – espero venir por aquí pronto.
– la visita de un héroe siempre es bien recibida –
– ¡! – Naofumi se sorprendió por las palabras del gordo – ¿Cómo…?
– no crea que es el único que piensa que es inocente – le dijo – le recomiendo ir al callejón de la plaza este, ahí puede encontrar asilo, pero también le recomiendo hablar con el sombrerero.
– ¿sombrerero? – el héroe no entendió nada. Pero el gordo le sonrió.
– ¿sigue aquí? – le dijo con gracia – váyase y regrese cuando tenga un mejor espécimen.
Naofumi se sorprendió un poco, pero sonrió. Al menos ya sabe ahora en quienes confiar.
El héroe salió del taller de pieles y se fue, mientras el gordo se sentó cómodamente en su silla y encendió una pipa de tabaco corta y curvada, con forma de s. inhalo un poco de tabaco y exhalo una anilla de humo.
– si sigues ahí, sé que tienes un mensaje – dijo a la nada, solo para que de una de las zonas oscuras salga una persona vestida de negro, como si fuera una especie de asesino o un ninja.
– la reina sabe ya de los movimientos del rey, degosaru – dijo el recién llegado – la princesa Malty no ha hecho mas que cavar su tumba, degosaru.
– lo dices como si fuera algo malo – exhalo otro anillo de humo – esa maldita princesa no sabe que la iglesia solo la usa. Espero que esta locura termine pronto, la nación está en peligro.
– eso es verdad, degosaru – el ninja lo vio – espero que el héroe pronto encuentre la cueva, degosaru. La segunda princesa llegara pronto, degosaru.
– genial, más problemas – el gordo se levanto y miro al ninja – espero recibir mi recompensa y que la reina cumpla con lo prometido.
– no hay problema en ello, degosaru – el ninja vio el cadáver – es fuerte, debe serlo para derribar esa cosa, degosaru.
– como sea, será mejor que te vayas – el gordo miro la bestia – esta cosa me dará trabajo para toda la noche.
– bueno, me retiro, degosaru – como si fuera una sombra, el ninja desapareció.
– solo espero que el chico use bien la información. Je, eso no es gratis – dijo mientras se disponía a curtir el cuero del Oso búho. Ya había cumplido su parte.
Naofumi iba caminando mientras pensaba en lo que el gordo le dijo.
La nación es de tipo matriarcal, es decir, la reina esta al mando y el rey puede que sea alguien interino. Es decir, no es el líder "real" de toda la nación.
Pero de ser así, ¿Dónde está la reina? ¿Por qué no ha aparecido? ¿sabe de los héroes?
Eran muchas preguntas que tenía ahora él tenía, pero no podía encontrar respuestas, y puede que no las encuentre.
Camino por las calles húmedas y miro a todos lados con el fin de buscar la plaza del este y la encontró.
Era un lugar que asemejaba a un mercado, aunque los puestos ya estaban cerrados y solo se podían ver las estanterías de madera. Era un lugar de puras tiendas ya vacías.
Era el único por ahí. Pero miro por todos lados, buscando el callejón que le dijo que buscara el peletero.
Camino por alrededor del lugar y miro entre las casas. No había nadie mas en el lugar y se notaba cansado.
El frio de la noche era tal que su aliento se podía observar por la careta del casco. Estaba cansado y buscaba un lugar para dormir.
Miro a todos lados y se sorprendió al ver en una callejuela a un hombre.
Era gordo, vestido de traje de color morado, chaparro y con un bigote tupido, así como un par de gafas y una sonrisa que muchos tacharían de diabólica. Y un sombrero de copa muy alto.
– oh, veo que tenemos un invitado, si – dijo mientras se tallaba las manos cual villano de caricatura – dígame lo que busca querido cliente, si…
– ¿cliente? – Naofumi miro a su alrededor y noto que no había nadie más. No era estúpido pero que alguien como este chaparro llegue de la nada y te diga algo como "gustas comprar algo" lo hace ver como alguien sospechoso – solo busco una posada.
– ah, si… hay una por aquí, si – el gordito sonrió – sígame por favor ¿sí? – el gordito señalo el camino detrás de él.
Naofumi no dijo nada, pero no tenía otra opción.
– bien, andando – dijo.
– excelente, si – el gordo empezó a caminar por el callejón que era oscuro, pero al fondo se veían unas luces. Quizás porque por aquí había algo turbio o era una zona roja.
Naofumi siguió al gordito y así, se adentro en el callejón.
Bueno, nadie esperaba esto ¿verdad?.
Seré directo, a menos que se hayan leído o visto los libros o las películas de "El Señor de los Anillos" y "El Hobbit" o por lo menos saber algo de D&D (Acá: Calabozos y Dragones) no le entenderán a esta historia.
La verdad quiero hacer esta historia como un homenaje a las grandes obras de la Fantasía moderna creada por le mismísimo John Ronald Reuel Tolkien, o J. R. R. Tolkien para los cuates.
Espero que les haya gustado y creanme... Haré que Naofumi haga ver a Sauron como una buena persona... ku ku ku ku...
