Antes del mundo que hoy en día conocemos existió otro, donde sus miembros son los que en nuestro mundo son míticos.

Este mundo que avanzaba en una guerra y los cuerpos de los caídos son quemados, sus autores eran los 24 reinos luchaban por la supremacía y el territorio, sangre, cenizas, huesos, gritos de dolor y tristeza era como se desarrollaba esta guerra, a pesar esta masacre la guerra se detuvo, se sumió un silencio y oscuridad. Entonces apareció una mujer con un largo cabello rubio y un vestido dorado a su lado había 5 ángeles.

-"Ahora que han terminado, abren sus ojos y miren su alrededor, criaturas que utilizaron la violencia y la fuerza ¿acaso vale la pena el poder de gobernar todo el mundo lleno de sangre? ¡¿Cuál es diferencia entre ustedes y las bestias sin inteligencia?!

Sin saber el nombre de esta mujer y su origen todos los reyes se sintieron decepcionados de sí mismos tirando su corona que los hacía sentir orgullosos. Cayeron de rodillas enfrente de esta mujer.

-"Los ayudare a reconstruir sus reinos y el mundo pero a cambio deseo que no haya más guerra, se cumplirán los mandamientos que yo pondré"

Fue como inicio del nuevo mundo donde los ciudadanos de cada reino Vivian en paz y los conflictos siempre se resolvían por un juego creado por la misma mujer que la llamaron Eva la fuente de vida de ese hermoso mundo. Pero algunos tenían una pregunta que le hicieron cuando tuvieron oportunidad.

-"¿Por qué no deseó ser la suprema gobernante cuando tuvo la oportunidad?" –le preguntaron los antiguos reyes.

-"La única razón es que deseo que el mundo que crezca mi hija se un mundo mejor" –respondía acariciando su vientre. –"Le enseñare todo lo que sé de este mundo y si en el camino el mundo vuelve a caer ella lo restaurara" –los antiguos reyes sonrieron por la respuesta que recibieron.

-"En ese caso, deseamos que sea nuestro gobernante" –dijeron todos los reyes con determinación. Arrodillándose nuevamente enfrente de ella hicieron la siguiente promesa. –"Prometemos que le daremos nuestra completa lealtad a usted y todo aquel que llevase su sangre, majestad"

Ese mismo día nació el reinado de Eva junto con un futuro prometedor que solo muy pocos desearan cambiar. Desde ese día todas las noches se celebraba una fiesta con un banquete, grande festivales donde los viejos enemigos se convirtieron los que junto tomaban hasta caían dormidos por celebrar tanto, más el día un mes completo cuando nació la hija de Eva. Soraya fue el nombre de esta niña, "la estrella que guiara mi reino." Dijo Eva cuando arrullaba a su bebe

-Que te pareció la historia Yui. –hablaba un mujer con cabellos rubios vestida de un vestido rosa que marca su figura con una pequeña niña a su lado.

-Es maravillosa. –respondía la niña de 7 años con un dulce en su boca junto con una sonrisa. -¿Cómo se llama? –preguntaba mirando el diminuto libro con ilustraciones.

-Los 16 reinos. –le respondía la mujer enseñándole la portada que había un 6 personas y atrás de ellos había una mujer con su cabello rubio que estaba de espaldas.

-Ya veo. –lo tomaba Yui observando mejor la portada. –Dime Onee-chan. –llamo la atención Yui. –Puedo quedarme con el libro. –preguntaba avergonzada con un sonrojo y se tapaba la cara con el libro.

-Por supuesto. –la mujer se arreglaba sus lentes con una sonrisa. –Además aquí tiene un regalo de más. –la mujer se levantaba de su lugar para caminar a una gaveta sacando un rosario. –Le agrega el diamante que se había caído y lo arregle de los lados para que dure un poco más de tiempo.

Yui le sonreía mostrando todos sus dientes junto con su libro y su rosario. –Te quiero, Onee-chan. –la abraza fuertemente mientras el sol se ocultaba en el horizonte apagando la luz de la habitación, la puerta de la habitación mostrando una persona con capucha.

-Ya es hora que te vayas. –dio la orden, la mujer asistió. Se separó de Yui agachándose a su nivel mostrando una sonrisa triste.

-Cuídate Yui, recuerda que Onee-chan siempre te amara ¿sí?

-Sí, Onee-chan. –se abrazaron fuertemente hasta que el hombre interrumpió el momento al jalar la mujer de su brazo, salieron de la habitación.

-No vemos Yui. –fueron las últimas palabras de su hermana antes de que se cerrara la puerta dejando a Yui en la oscura habitación.

Estuvo parada unos segundas en su lugar hasta que encendió una lámpara y tomo su libro nuevamente para leer el libro.

- Antes del mundo que hoy en día conocemos existió otro, donde sus miembros son los que en nuestro mundo son míticos. –empezó a leer y a sonreía cuando intentaba imitar la voz de su hermana.