-¡Naruto!-

Se oyó gritar a alguien en lo profundo de aquel bosque, allí en una pequeña sección del mismo, se vislumbraba a 4 personas, dos de ellas vestidas misteriosamente con unas capas negras con adornos de nubes rojas.

-¡Naruto! ¡Idiota! ¡No tenias que hacerlo! ¡No tenias por que!-

Decía una chica de un peculiar color rosa en el cabello, mientras las lagrimas corrían desde sus hermosos ojos verdes jade, abrazaba fuertemente a su compañero, un chico rubio de ojos azules que tenia una tremenda herida en el vientre, el chico se estaba desangrando.

–se lo tiene merecido por imbécil-

Dijo un hombre rubio cínicamente, uno de los dos que portaba aquellas capas tan extrañas.

–deidara, idiota, sabes que si el chico muere todos nuestros planes se vendrán abajo-

Dijo su acompañante con un tono de voz que estremecería a cualquiera.

–ya lo se itachi, el no morirá, solo tendrá que pasar por una dura recuperación, aunque, el chakra del kiuuby le ayudara bastante-

Le dijo deidara algo molesto, pero a la vez con una sonrisa de malicia en el rostro.

–Uchiha Itachi-

Dijo apretando los puños con fuerza la chica pelirosa.

–malditos ¡pagaran por lo que le hicieron a naruto!-

-sa…sakura-chan-

Menciono el ojiazul débilmente tomando una mano de la chica.

-¡Naruto!-

Grito ella conmocionada.

–sa…sakura-chan, no…te preocupes por mi…yo…me encuentro bien-

Dijo el chico levantándose torpemente, sakura lo miraba atónita, no podía creer que el chico aun pudiera moverse.

–Ustedes…pagaran por todo el daño que han hecho…yo…¡Derrotare a Akatsuki!-

Grito naruto furioso, en ese instante Itachi mostró sus ojos, uno ojos de un color rojo intenso, deidara adopto un semblante preocupado, algo no estaba marchando bien como para que Itachi estuviera dispuesto a usar aquel sharingan, el chakra de Naruto ascendía cada vez un poco mas, hasta que se volvió denso y visible, aquella fuerza invadía todo a su alrededor, sus ojos habían pasado de azul zafiro a un rojo de la misma intensidad que los de Itachi, sakura permanecía paralizada en el suelo, aquella imagen le provocaba un profundo temor, realmente, aquel chico era Naruto…

-Naruto…Naruto… ¡NO!-