La primavera estaba llegando; y me preguntaba: "¿Por qué a todos les gusta ver los árboles de Sakura?". Los árboles de Sakura… Inspiran a la gente, ¿Verdad?

Ahora mismo veo parejas tomándose de la mano. Es como si el mundo existiera sólo para ellos.
Un mundo así… Es difícil de comprender para mí. Alguien que jamás sintió interés en esas cosas. Es algo raro, ¿No? Una chica debería pensar distinto. Enamorarse, ser siempre linda y tratar de hacer las cosas bien para gustar de los chicos… Ser un ejemplo.

Pero yo… No soy ese tipo de chicas. Eso lo tengo claro.

Mi cabello siempre está desordenado. Suelen decir que parece que recién me levanto de la cama; tengo uñas muy ásperas, como si hubiese trabajado en obras de construcción; No tengo lindos pechos, realmente no son tan grandes. Y vamos, no hablemos sobre mi aspecto… Soy algo terrorífica para los demás.

Suspiro y veo hacia el cielo: Las nubes cubren todo hoy. El clima es perfecto y la gente que camina por mi lado es también perfecta; Como si quieran demostrar que son brillantes. Están siempre en competencia con los demás. No admiten miradas de juicio. Le temen al ridículo. Mientras que yo… Yo ya dejé de competir conmigo misma. Está hecho. He perdido y estoy bien con eso. Muy bien.

Y así comienza mi primer día como asistente en una disquera. Sí, mejor dicho: la que lleva el café.

He llegado más temprano de lo que se supone que debí llegar. Oh, ¡Pero qué elegante! Como se espera de una de las más grandes disqueras del país. No sé cómo alguien como yo llegó a parar aquí. Quizás encontraron algo interesante en mi currículum. Algo como: "Antes trabajé como asistente de un abogado". -Reí un poco-. Si supieran que él era un pariente mío… -"¿Me habré maquillado correctamente?"-, me pregunté interiormente mientras acomodaba mi blusa. –"¿Llevaré el atuendo adecuado?"- Resalté también en mi mente varias veces en lo que esperaba a que alguien me dijera cómo debía empezar. Sólo veía gente que parecía ser importante pasando apresuradamente. Me sentía perdida en ese ambiente.

Había pasado ya media hora y estaba decidido: Iría yo misma a preguntar. –Aunque algo tarde, a decir verdad; pero… nadie me ayudaba-. Abrí la primera puerta que encontré y entré sin vacilar. Había alguien adentro.

-"¿Hola?"-. Saludé tímidamente.

-"Buenos días"- Saludó el hombre que divisé. Era bastante delgado, muy alto, con el cabello desordenado y unas baquetas que traía en su mano izquierda. Parecía amable.

-"Disculpe… Estoy buscando a alguien que me pudiera decir q-"-. Y, antes de que pudiese exclamar algo más, él sonrió interrumpiéndome:

-"¡Ah, es verdad! Tú nos ayudarás, ¿Cierto?"-.

-"Oh… Ah… C-Claro. Mi nombre es Haru"-. Vaya, por fin trabajo. –Pensé-.

El joven salió por un momento y al regresar, varias personas entraron con él. Algunos eran camarógrafos y un hombre maduro, –Que parecía el jefe- exclamó: -"Así que es ella… Bien, supongo que es algo distinta a como me la imaginé; pero estará bien".

-"¿Distinta? Oh, ya veo… Se refiere a mi aspecto. Sí, lo soy… Lo siento por eso"-. Me dije a mí misma mientras tenía puesta todas esas miradas rodeándome. Entonces un "Flash" me hizo abrir los ojos abruptamente: "¿Por qué ese tipo me está fotografiando?".

-"De acuerdo, ahora una fotografía con Shin"-. Ordenó el supuesto jefe.

-"¿Eh? Disculpe… No comprendo nada. Y… ¿Quién es Shin?"-. Pregunté confundida.

-"Jajaja, ¿No sabes para quién trabajas? Sí que eres extraña. Es increíble.
Shintarou es el baterista de "UVERworld", la banda con quien te tomarás fotos para una sesión. El tema es "Romance". Ah, también lo harás con los demás. Esto sólo es una prueba".
Explicó.

-"Eh… ¿Ehhhhhh? Entonces… ¿Ayudaré a una banda con una sesión de fotos? ¿Yo? P-Pero yo sólo soy la asistente"-. Recalqué sin entender mucho.

-"¿Asistente? ¿Y dónde está la modelo?"-. Buscó entre todas las miradas una respuesta.

-"Tsk, no vino"-. Respondió alguien desde el fondo. –"La modelo no llegó"-.

-"Oh, Takuya. Ahí estás"-. Le respondió el hombre al chico del fondo, que parecía muy disgustado. Todos lo saludaron. Parecía alguien muy famoso. –"Él es Takuya, el vocalista"-. Me susurró al oído.

-"No puedo creer que a estas alturas ella no haya llegado. Dijo que el tráfico estaba muy complicado; Entonces debió salir más temprano"-. Continuó el joven de cabello lacio y de baja estatura caminando hacia delante. También parecía amable, por el tono pasivo de su voz; aunque en este momento, él estaba algo enfadado por la situación. Era comprensible, creo.

-Takuya-san, mi nombre es Haru y soy la asistente. Usted parece estar molesto…- Le dije acercándome a él. -¿Puedo traerle café? Eso seguramente lo aliviará-. Lo observé preparándome para una orden. Después de todo, yo soy la "chica del café" desde ahora.

Me observó un momento sin notar en él alguna expresión conocida. Después me preguntó firmemente: -"¿Y qué pasa si no me alivia?"-.

-"Entonces puede elegir la segunda opción; la cual es gritar desde la terraza: "¡OOOOOOOOOOOOOODIO MI VIDA!". Y eso es todo. Repliqué ingenuamente.

-"Y eso es todo, ¿Eh?"-. Sonrió y le devolví el gesto. Otro "Flash" me asustó y volteé a ver al camarógrafo, que nos había tomado una foto.

-"Interesante…"-. Dijo el baterista sonriendo de forma maliciosa.

-"¿Tomamos un descanso hasta que la modelo llegue?"-. Insistió el supuesto jefe y todos salieron menos yo, que debía continuar con mi trabajo; Así que busqué algo que hacer. Ayudé a varias personas; y luego, finalmente, me iría a casa.

Antes de marcharme, vi al sujeto que estaba molesto anteriormente. Esta vez estaba calmado. Me acerqué una vez más para preguntarle si al final consiguieron la sesión de fotos con aquella chica:

-"¡Takuya-san! ¿Fue un éxito?"-. Cuestioné algo tímida, como de costumbre.

-"¿Eh?"- Se sorprendió de verme y después siguió: -"¡Ah, la sesión! ¿A eso te refieres?"-.

Asentí sin dejar de mirarlo fijamente.

-"No lo sé"-. Dudó mirando hacia los lados.

-"¿Es que la modelo no llegó?"-. Le dije curiosa.

-"No, no es eso. Ella llegó; pero no hice bien mi trabajo. Parece que no hay nada romántico en mí"-. Suspiró algo decepcionado.

-"Creo que no entiendo eso, Takuya-san…"-.

-"¡Ven conmigo! ¡Vayamos por la segunda opción!"-. Indicó y tomó mi brazo hasta llegar al último piso del edificio de la disquera.

-"¿Q-Qué hará aquí?"-. Eso me sorprendió mucho más que aquel "Flash" en la mañana. Él sólo me estaba llevando y me trajo hasta aquí… ¿Por qué?

-"¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOODIO MI VIDAAAAAAAAAAAAAAA!"-. Gritó a todo pulmón.

Claro, ya entiendo: Me estaba siguiendo el juego. Rayos, qué vergonzoso me resulta ahora haberle dicho semejante estupidez; sin embargo, viendo su expresión, parece más calmado. Eso es bueno…

-"¿Así está bien?"-. Me sonrió.

-"Muy bien"-. Le sonreí también.

En ese instante, nuestras risas coordinaron y sentí que el cielo me estaba dando la oportunidad de disfrutar de la primavera, como los demás…