Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece; es de Hiro Mashima. Fanfiction escrito sin fines lucrativos.

Línea temporal: Universo alterno.


PUROS

Capítulo I: La Maga Clase S

Con un movimiento de su espada, Erza separó la cabeza del cuerpo con morbosa facilidad. Había sido tan sencillo como cortar una barra de mantequilla. En el instante en que aquel mounstro de apariencia humana y rostro hermoso se vio privado de su miembro vital, expiró con un horrible chillido, como de pizarra siendo rasguñada con las uñas, y, al final de todo, se hizo polvo.

Erza Scarlet, cansada después de varias horas de trabajo, se deshizo de su magia de reequipamiento y regresó a sus ropas normales en un santiamén. Pantalones negros y playera blanca vistieron el espacio sobre su cuerpo que antes su armadura, Corazón Kreuz, había ocupado. El trabajo estaba terminado, ya no había necesidad de mantener la guardia alta; no había ningún peligro cerca. Como todos los magos, ella podía sentir la presencia de vampiros a su alrededor, aunque, a diferencia de otros, su rango de alcance era mucho mayor. Como el de una antena de mayor calidad.

Inclinándose un poco, Erza tomó la prueba de que su trabajo había sido realizado: un anillo de color rojo brillante (como la sangre) de entre una pila de polvo. Los vampiros y sus brujas sí que tenían sentido del humor para la joyería. Lo guardó en un bolsillo con mucho cuidado antes de realizar una llamada para que la recogieran. No quería extraviarlo, hacer eso significaba perder su paga y ella necesitaba dinero para comprar un regalo bonito y ostentoso, uno que opacara todos los demás que la pequeña Asuka recibiera. Iba a ser su cumpleaños número cuatro y ella había sido su madrina de nacimiento; necesitaba demostrarlo.

Un dibujo de un rectángulo parado, mucho más alto que ella, apareció y el espacio se abrió, como si de una puerta se tratara. Erza sonrió de medio lado antes de atravesarlo. Lucy Heartfilia era realmente rápida.

El bullicio que sobrevino al traspasar el portal (porque eso era. Un portal), fue música para los oídos de Erza. Había regresado a Fairy Tail, su gremio, en el que convivían otros tantos como ella. Magos. El lugar que siempre parecía un carnaval.

—¿Cómo fue, Erza? —dijo Lucy al recibirla, sellando la entrada que había generado especialmente para ella con una de sus llaves doradas.

—Bien. Como siempre.

Erza, mujer de bello rostro y cabellos rojos, era bastante reservada. Sin embargo, en su interior, conservaba la inocencia propia de una chica de su edad (diecinueve años), sin dejar de lado la madurez. Impaciente y poderosa como ninguna otra, era uno de los miembros más valiosos e importantes de gremio y, aunque había otros que la superaban en habilidad, ella era quien más encargos recibía. Tal vez se debiera a que la mayoría de los clientes del gremio eran 'hombres' y ella tenía una elegancia que sobrecogía todo aquel que no la conociera bien.

—El maestro te está esperando —dijo Lucy—. Dice que tiene una petición urgente.

—¿No hay alguien más que pueda tomarla? —normalmente, Erza no se quejaba del trabajo extra que se le ofrecía. En algunas ocasiones, tomaba el ajeno para ayudar a aligerar las cargas de los otros. Era una mujer bondadosa, aunque su apariencia exterior intimidara a más de uno. Empero, esta vez la joven se sentía cansada. Su magia de reequipamiento consumía su energía tanto física como mágica y ese último vampiro había estado corriendo buena parte de la noche antes de que ella hubiera podido alcanzarlo.

—Radth te ha pedido expresamente.

—Bien entonces.—cedió resignada—. Puedes cuidármelo, ¿cierto, Lucy?

Scarlet le extendió el anillo carmesí a su compañera de gremio. Ella sonrió y le aseguró que estaría bien en sus manos, a diferencia de las de Natsu o Gray.

Natsu Dragneel y Gray Fullbuster eran los mejores amigos de la pelirroja. Se conocían de niños y, al ser huérfanos los tres, habían desarrollado un lazo especial entre ellos. Por desgracia, los dos eran unos muchachos irresponsables (más Natsu que Gray) y más de una vez habían hecho rabiar a Erza con consecuencias escalofriantes para todos. No podía confiárles a ellos el anillo del vampiro que acababa de aniquilar sin esperar perderlo.

La maga se dirigió hasta el segundo piso del establecimiento del gremio que se asemejaba, más bien, a una gran cantina por la cantidad de insultos, golpes y peleas que se propinaban allí. Todas de carácter amigable, por supuesto.

Makarov, el líder del gremio, se encontraba sentado sobre una mesa con un tarro de cerveza en la mano. Era un hombre bajito, tanto como para hacerlo parecer un duende, de pelo blanco y gran bigote. Pero, a pesar de su apariencia, era más fuerte de lo que cualquiera pudiera imaginarse.

—Erza, Radth ha llamado.

—Lucy ya me lo ha contado. ¿Adónde debo ir?

—Impaciente como siempre, Erza —Mirajane, una maga casi tan poderosa como Erza, entró en la conversación. Con su sonrisa amable, su alegría perenne y bello rostro, ella era la mano derecha de Makarov, como una asistente, a pesar de que el nivel de su magia era casi tan alto como el de Laxus, el segundo mago más fuerte de Fairy Tail (sin contar al maestro)—. Londres, Inglaterra. Qué te diviertas.

Mirajane le pasó una tarjeta a Erza con todos los datos necesarios. La pelirroja se dio la vuelta en busca de Lucy para que creara un portal. Fairy Tail se encontraba localizado en una callejuela de Italia. Solamente se podía acceder a él a través de un portal mágico, invisible para ojos humanos y, aunque se fuera mago, había que saber que estaba allí para poder encontrarlo.

—¿Adónde, Erza? —preguntó Lucy con su habitual disposición para con ella. La maga de reequipamiento le entregó la tarjeta y Lucy, en un abrir y cerrar de ojos, creó un portal para ella. Así, sin dar más que dos pasos, había llegado a Londres, cerca de la Elizabeth Tower.

Erza se preguntó cómo había sobrevivido Fairy Tail antes de Lucy con los altos costes de boletos de avión, hoteles y comida. Ella era una maga estelar y, como tal, su magia había sido dada por criaturas del cosmos. Tenía el poder de abrir portales a diferentes partes del planeta, así como al mundo cósmico, a donde iba periódicamente para reabastecer su magia. A este último lugar, ella era la única que podía asistir. Si un humano, mago o vampiro trataba de cruzar, moriría abrazado por llamas amarillas al instante. La chica también podía invocar seres estelares que le ayudaran a combatir a los vampiros, pero había abandonado esa tarea hacía varios meses, cuando estuvo a punto de ser convertida en una chupasangre. Ahora estaba cubierta con cicatrices blancas en el estómago y brazos, y se dedicaba a cobrar una tarifa por cada portal que abría.

La maga dejó sus pensamientos de lado cuando sintió la presencia de un vampiro cerca suyo. Eran las cinco de la mañana y, a pesar de que en Londres siempre había algún auto o persona circulando por ahí, el área circundante a la Elizabeth Tower se encontraba casi desierta. Los humanos, por supuesto, no podían sentir a los vampiros. En ellos no había sangre de hada que les hiciera reaccionar a la magia negra, pero el instinto les decía que se alejaran de una zona cuando un vampiro andaba por allí buscando presas.

Echándose a correr en dirección a la esencia de vampiro, la maga invocó su armadura y sus pasos se volvieron más rápidos y ligeros al instante. Era como si, en lugar de correr, volara sobre el asfalto. Pero claro, Erza no podía volar porque no era un hada, solamente le había tocado el regalo de la magia porque a una se le había antojado regalárselo a su familia. Las hadas, por cierto, no podían reproducirse. En la Tierra existía cierto número de ellas y eso era todo, aunque se creía que ya se habían extinguido. Nadie había visto una en los últimos doscientos años. Las brujas, en cambio, todavía seguían vivas por allí, reproduciéndose con humanos y perpetuando su linaje.

La principal diferencia entre hadas y brujas era la esencia de su magia. Mientras que la de las hadas era luz pura, la de las brujas era oscuridad completa. Las brujas, naturalmente, no eran de un solo sexo, también existían brujos (aunque las féminas eran más del ochenta por ciento de la especie) y estos eran los principales empleadores de Erza, quienes le pagaban generosas cantidades de dinero para que le diera caza a sus mascotas rebeldes, como ellos llamaban a los vampiros.

Un vampiro nacía del contrato entre una bruja y un humano. El humano pedía un deseo, la bruja se lo concedía a cambio de su cuerpo y alma. La transacción no era justa, por supuesto, pues no se podía pactar la duración del disfrute del deseo. Cuando la bruja decía que ya era tiempo de cobrar, no había poder humano que la detuviera de absorber el alma del humano el cual, al verse privado de esa sustancia incorpórea, se transformaba en los ya conocidos vampiros, quienes no eran más que los esclavos y juguetes de las brujas.

Con tremenda injusticia, se pensaría que la cantidad de vampiros era relativamente baja, pero la realidad era diferente. Había una incontable cantidad de humanos estúpidos pidiendo deseos aún más estúpidos a las brujas.

Erza llegó a una avenida despejada con la espada en alto, lista para cortar de tajo la cabeza del vampiro que se le cruzara en frente. Sentía acercándose su sed de sangre debajo de su piel, pero ella ya estaba preparada. No por nada le apodaban Titania y era, con toda seguridad, la maga femenina clase S más fuerte del gremio. Ningún vampiro disfrutaría de su sangre mientras ella viviera y, oh, sí, ella planeaba vivir muchos, muchísimos años más. Definitivamente este no era su día para chupar polvo.

El sonido de pesadas plumas arrastrándose por el suelo (el sonido de los pasos de los vampiros) llegó a Erza desde su espalda. Saltó hacia un lado, rodando sobre sí misma un par de veces. Apenas había salido indemne del ataque. Los vampiros eran rápidos. Demasiado. Su sangre de hada no les podía dar alcance. Definitivamente, ser un mago no era tarea fácil ni estaba hecho para todos.

Con un gutural alarido, el chupasangre se abalanzó a Erza tan rápido como un murmullo lanzado en su oreja. Ella forcejeó con él y lo lanzó de encima de su cuerpo con una patada. El vampiro brincó unos siete metros hacia el cielo y unos quince en dirección al norte, la espalda de Erza se localizaba hacia ese punto cardinal.

Que el vampiro atacara a Erza no era normal. Ellos podían sentir su sangre de hada y sabían lo que significaba la presencia de su linaje: su destrucción. A pesar de su estado de no muertos, los vampiros conservaban un pequeño paquete de emociones (ira, temor, odio) y sensaciones (hambre, cansancio, dolor), así como el habitual sentido de supervivencia que les obligaba a ocultarse del sol y huir de los magos. Solamente los que habían enloquecido o quedaban acorralados atacaban directamente a un mago. Este, sin duda, no era ninguna de las dos cosas.

Esta caza se había vuelto oficialmente interesante.

Scarlet reequipó en un segundo. Su armadura habitual no sería suficiente para un vampiro lleno de energía como este. Un sable sustituyó su sencilla espada. Erza lo empuñó con la emoción corriendo por sus venas. Así estaba mejor, el juego podía comenzar.

Para sorpresa de Erza, el juego se terminó antes de que pudiera mover un solo músculo más. La cabeza del vampiro fue rebanada de su cuerpo, convirtiéndose automáticamente en cenizas como reacción a una luz blanquecina (un rayo). La muchacha no tuvo tiempo de preguntarse qué diablos había pasado allí cuando un hombre de cabello azul y un extraño tatuaje se materializó frente a ella.


OMG! Acabo de escribir esto. Putos plot bunnies. No me dejan vivir. Pero es que ando en la moda 'supernatural' y mi corazón necesitaba un poco de Jerza atormentado y ¡paff! Tuve esta extraña idea para concretar mis sueños y esperanzas.

Como en mi otro longfic, Paradoja, se utilizarán muchos elementos del canon, en este caso Fairy Tail, sin embargo, no todo será, ni por asomo, tomado al pie de la letra y el universo que planteo no es ni mucho menos ese.

Me voy a introducir en este nuevo mundo que les ofrezco a medida que avance la historia, así como también voy a añadir inevitablemente otras parejas (por cierto de eso, ¿Gruvia y NaLu o un triángulo GrayLucyNatsu?) y personajes.

Igual que tantas veces antes, espero que les haya gustado y que quieran recorrer este oscuro mundo de Erza La Cazavampiros (xD) conmigo.

¡Besos embarrados de Nutella para todos!

:*

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