Disclaimer: Lamentablemente Frozen no me pertenece, si fuera asi el Heksa ya seria Canon.


Día 1.

Prompt:Jugando a la casita.

Genero: Amistad

Ranking: K

Propuesta de: A Frozen Fan


La casa del árbol.

Para Hans Westergard era normal que sus hermanos mayores le estropearan todos sus juguetes, pero esta vez le habían quitado uno de sus objetos más preciados: su caballo de felpa, Sitron.

Habían subido a la casa del árbol y jalado la escalera elaborada con tablas de madera y cuerdas para impedir que el pequeño pelirrojo acudiera al rescate del pequeño peluche.

— ¡Devuélvanmelo! — Gritó a punto de llorar. Sus padres se encontraban trabajando y habían quedado al cuidado del mayor de los hermanos, quien se hallaba pasando tiempo de caridad con su novia en su habitación.

— Ven por el, nenita. — Dijo uno de sus hermanos. Al ver que no tenia sentido continuar insistiendo se alejó a llorar.

— ¡Hola niño! — Saludo felizmente una niña pelirroja, vestía un uniforme de niña exploradora, el cual estaba lleno de polvo y manchas de lo que parecía ser chocolate. — Te ves triste, ¿Quieres galletas?, harán a tu día y a tu pancita feliz. — Dijo de forma optimista.

— Anna. — Le jaló una niña albina que traía jalando un pequeño cochecito rosa donde se podían apreciar las galletas que vendían. A diferencia de la pelirroja, esta niña tenía el uniforme perfectamente aseado, el cabello peinado en un complicado chongo (Muy probablemente realizado por su madre). —, disculpa si te molestó, ella suele ser un poco...

— Descuida. — Le interrumpió Hans.

— ¿Te pasa algo? — Preguntó Anna con curiosidad. — ¿Te duele tu pancita? ¿Por qué lloras?

— No es nada. — Respondió el pelirrojo.

— ¿Enserio? — Preguntó incrédula la albina.

— Podemos ayudarte, somos exploradoras y ayudamos a nuestra comunidad. — Dijo Anna entusiasmada. — ¿Cierto, Elsa?

— Supongo. — Respondió la mayor de forma tímida.

— Así que cuéntanos niño, ¿Qué paso?

— Anna, es de mala educación decirle niño, tiene un nombre. — Dijo Elsa.

— Pero no se cual es. — Se pudo escuchar como Elsa le susurraba "pues preguntale" a la más pequeña. — ¿Cómo te llamas?

— Hans. — Respondió el pelirrojo.

— Ok Hans, ¿Hay algo en lo que te podamos ayudar? — Preguntó Anna.

— No lo creo. — Contestó. —, mis hermanos me quitaron mi caballo de peluche y no puedo recuperarlo porque están en la casa del árbol y no me dejan subir.

— No te preocupes, podemos ayudarte. — Dijo Anna sonriendo.

— ¿Podemos? — Preguntó Elsa desconcertada.

— No te preocupes Hans, ¡Te ayudaremos a recuperar tu caballo! — La pelirroja camino decidida hacia la casa del árbol, mientras que Elsa la seguía no muy convencida jalando el carrito de las galletas.

— ¡Hey! — Gritó Anna. — ¡Devuelvan el caballo, no es suyo! — Los hermanos de Hans rieron divertidos.

— Vaya Hans, necesitas que una niña te ayude. — Comentó uno de ellos. — Vaya, ¿Qué es eso? — Dejo caer la escalera y bajo por ella, se acerco al carrito de galletas y Elsa lo miro entre asustada y nerviosa. — Damelas, mocosa.

— No puedo, las reglas dicen que no puedo regalarlas ni comerlas, debo venderlas, cuestan 3 dólares. — Dijo la albina.

— ¡No te pregunte cuanto cuestan! — Gritó. — ¡Te dije que me las dieras!

— ¡No te las voy a dar! — Dijo armandose de valor, pero este inmediatamente desapareció. —, si compras dos te doy la tercera gratis. — Pero el mayor no pareció contento. —, si te las doy me regañaran y me quitaran mi insignia por vender galletas.

— ¡Pues no me importa! — Gritó el niño tomándola por la blusa. — Me darás esas galletas o las tomare yo mismo

— ¡Déjala en paz! — Intervino Hans. — ¿Puedes? — Dijo en un hilo de voz.

— Ow, el pequeño Hansy decidió jugar al príncipe valiente. — Dijo su hermano. — ¿Por qué no vienes por tu princesita? — Tomo a Elsa del brazo y la acerco a él.

— ¡Suéltame! — Chilló la niña mientras trataba de soltarse de su agarre. Hans estaba molesto, estaba acostumbrado a que lo molestaran a él, pero no pensaba permitir que le hicieran eso a Elsa o a Anna.

— ¡Hey, Robert! – Gritó Hans. — ¿Querías galletas? — Tomo una caja del carrito y se la arrojó a su hermano golpeándolo en la cabeza, esto permitió que Elsa se alejara de él.

Los demás hermanos de Hans comenzaron a bajar de la casa del árbol.

— ¡Esto es guerra! — Gritó Anna. — ¡Nadie se mete con mi hermana y se sale con la suya! — Corrió hacia uno de los niños y lo tumbo al suelo y con la delicadeza de una roca lo golpeo en la nariz.

— ¡¿Qué sucede aquí?! — Gritó el señor Westergard. Inmediatamente todos se pusieron de pie y se estuvieron quietos. — ¿Dónde esta Peter?, ¿Qué te paso en la nariz Daniel?. — Su vista se desvió a las niñas, quienes estaban llenas de polvo y con el uniforme de niñas exploradoras desacomodado. — Me van a explicar en este instante, ¿Por qué estas niñas están llenas de tierra?

— Papi. — Hans dio un paso enfrente, — Fue mi culpa, Robert y los demás me quitaron a Sitron, Elsa y Anna solo querían ayudarme, pero ellos empezaron a molestarlas y..

— Suficiente. — Dijo el señor Westergard seriamente. — Los quiero a ustedes en su habitación, Hans quédate aquí quiero hablar contigo. — Todos se retiraron quedando solo el señor Westergard, Hans, Elsa y Anna. — Hans, fue muy valiente que quisieras ayudar a tus amigas, pero la violencia nunca es la solución.

— No lo regañe señor, fui yo quien golpeo a ese niño en la nariz. — Habló Anna. — y lo volvería a hacer. — Susurro a su hermana, quien le dio un pequeño empujón para que guardara silencio.

— Entiendo, pero espero que eso no se vuelva a repetir. — Dijo. —, llamaré a sus padres, ¿Saben el teléfono de su papá o su mamá?

— Si, aquí esta. — Dijo Elsa dandole una pequeña libreta en donde estaba anotado el numero de teléfono de sus padres y de su casa. —, están trabajando, pero mi tía Gerda esta en casa.

— La llamare, mientras pueden jugar sin meterse en problemas, ¿De acuerdo? — Los tres niños sonrieron y una vez solos iniciaron a jugar, para proteger las galletas de los hermanos de Hans subieron las cajas a la casa del árbol, en donde Sitron estaba sano y salvo.

Había varios juguetes allí, así que tuvieron mucha diversión por aquella tarde, Elsa resulto ser una mandona, pero seguía siendo agradable, Anna era torpe y espontánea.

— Ok, vamos a hacer comida. — Dijo la albina sacando algunas frutas y verduras de plástico que había allí. — Hay fresas, que rico. — Exclamó.

Anna saco un sartén de juguete y dejo caer un huevo estrellado de plástico y con su boca hizo los "efectos especiales" simulando el sonido de los huevos friéndose.

Por su parte Hans, era quien le pasaba los ingredientes a Elsa cuando ella los pedía, sin duda este era el inició de una gran amistad.


Nota de autor:

Hoy 29 de Marzo del 2016 doy por iniciado los 30 días de Helsa, si señores, Wildy llegó a cumplir con el reto, para que vean que no me asustan los desafios

ok no, bueno, esta semana aún estoy de vacaciones, por lo cual esta semana habrá 7 prompts, pero luego comenzare a publicarlos los sabados o domingos, ya que entrare a la escuela y todo eso.

Sobre el prompt de hoy, A Frozen Fan, no se si era lo que tu esperabas, pero espero no haberte decepcionado con esto, hice varios borradores, pero ninguno me gustaba del todo.

Espero que esta primer historia haya sido de su agrado, mañana no se pierdan el prompt: Regalo.

Muchos saludos a TheLonelyFrozenWolf quien fue la que me habló de este reto.

Nos leemos pronto