Todos los peronajes aquí mencionados le pertenecen a Rainbow Rowell.
Simon recorrió con la mirada a aquel muchacho pelinegro de ojos grises, suspiró cansado y fijó la mirada en aquellos ojos fríos.
-Baz...ya es hora de que dejemos de pelear, ¿no crees?- El joven le devolvió la mirada y sonrió de medio lado.
-¿Pelear? ¿Quién dijo que esto es una pelea Snow? El que seas el Heredero del Mago no te hace mejor que yo...-le dedicó una mirada despectiva.
Algo dentro de Simon se removió, estaba acostumbrado a los malos tratos de Baz pero eso no significaba que a veces no le dolieran y en este caso había dado en el clavo. Él no era tan buen mago como lo era Baz pero aún así lo intentaba...observó al pelinegro y se giró sin más, no tenía por qué estar aquí...luego de dar unos pasos se dio cuenta de lo idiota que era esto, al fin y al cabo compartían habitación.
Si tan solo el Gran Mago le hubiera dejado cambiar de habitación...pero ya había soportado 5 años conviviendo con él, un par de años más de seguro no le harían daño.
-No soy mejor que tú como mago pero si como persona- dijo serio Simon, Baz lo observó divertido y de pronto hizo algo que Simon no se esperaba, lo arrinconó contra el pasillo.
-Repítelo Snow- su voz sonaba ligeramente salvaje, Simon no podía creer lo que estaba pasando, la cercanía del chico le estaba afectando sin duda alguna, estaba demasiado cerca, peligrosamente cerca. Sentía el aliento del pelinegro mezclándose con el propio, sus ojos se desviaron hacia los labios finos de Baz y los colores subieron a sus mejillas. -Te he dicho que lo repitas Snow- la voz de Baz lo sacó de sus pensamientos.
-Y..yo soy mejor que tú como persona-dijo rápidamente, mientras miraba a otro lado.
Baz sonrió de medio lado dejando ver su dentadura perfecta y buscó con la mirada los ojos del joven al que arrinconaba, se veía tan diferente a como siempre estaba, por lo general, Simon era un joven seguro y muy valiente, pero ahora estaba nervioso, era obvio que algo le incomodaba, una idea cruzó por la mente de Baz. ¿A caso era posible?
Negó levemente eran enemigos desde que se conocieron, pero Baz se descubrió buscando en su memoria algún buen recuerdo de ellos, entonces recordó aquella vez en que enfermó y Simon se quedó a cuidarlo. Soltó su agarre pero Simon no se movió, se quedó allí perdido en la mirada gris de Baz, si antes la distancia era poca ahora era casi nula, Simon observó los finos labios del joven de ojos grises y luego levantó la mirada tímidamente descubriendo a Baz que lo veía con… ¿Deseo? ¿Era eso lo que observaba?
Simon anuló la distancia que los separaba juntando sus labios, se sorprendió cuando descubrió que sus labios encajaban perfectamente y se sorprendió aún más al notar que Baz le devolvía el beso, era algo mágico, no había palabras para describir cómo se sentía. Baz cerró los ojos y se dio el lujo de dejar de pensar cuando Simon juntó sus labios, ambos movían sus labios en un compás mágico y único, era como si estuvieran hechos el uno para el otro, se tomó su tiempo para saborear los labios del joven de cabello claro, cálidos en contraste con sus fríos labios, se separó a regañadientes y juntó sus frentes, una sonrisa afloró en sus labios mientras se apartaba girando sobre sus talones para marcharse así sin más.
