Cosa De Dos - Parte 1: Preocupaciones de buena mañana
Sol, calor y mucho tiempo libre en esa época que todos llamamos verano. Por esa misma época estaba pasando Altárea, la isla flotante capital de Celéstea. Eran las 9:25 de la mañana. En la Academia de Caballeros sonaba un despertador, el de una chica llamada Zelda.
Zelda era una chica de 17 años, de piel blanca, cabello castaño muy clarito, ojos azules y estatura media. Abrió su ojo izquierdo y, al ver la posición de las agujas del despertador, abrió los dos bien abiertos y se levantó de la cama casi volando.
-¡AAAAAH! ¡Quedé con Link en cinco minutos en la puerta de la academia! ¡¿Qué me pongo?! -gritó entusiasmada.
La chica empezó a sacar ropa del armario y cogió lo que pensó que a Link le gustaría más. Siguió sacando cosas de su escritorio como pendientes o pulseras sin darse cuenta del desorden que estaba formando. Salió disparada y bajó por las escaleras arreglándose el pelo como pudo. Salió y la sorpresa fue suya al no ver a nadie afuera.
-Y… ¿Y Link? -se extrañó al verse sola.
Zelda esperaba y esperaba… Cierto que llegó un cuarto de hora más tarde, pero no era tanto como para irse.
Un ratito después apareció Saria, una Kokiri vestida de verde al completo, incluso los ojos y el pelo. Se acercó a Zelda.
-¡Zel! ¿Qué madrugón, no?
-Había quedado aquí con Link…
-¿Una cita por la mañana?
-¡No es ninguna cita! Link es mi amigo… nada más.
-Pero según lo que me contaste quieres que sea más que un amigo, ¿no?
Zelda se sonrojó enseguida, pero lo intentó disimular.
-¿Y dónde está? -siguió Saria.
-Hace veinte minutos que quedé aquí con él. No aparece.
-No le habrá pasado algo…
Zelda sacó su teléfono inmediatamente y marcó el número de Link. No contestaba. Si le hubiera pasado algo, Zelda no podría aguantarlo. A la chica le entraban ganas de llorar. Volvió a marcar una y otra vez sin éxito. Finalmente contestó una voz.
-¿Sí? -respondió desde el otro lado de la línea
-¿L-Link, dónde estás? –preguntó Zelda con voz temblorosa.
-¡Zelda! Lo siento, enserio.
-Llevo rato aquí y…
-Ven al Mercado. Estoy allí.
-¿Y eso?
-Es que… Bueno, mejor ven y os presento.
El chico colgó. Zelda, sin separarse el teléfono de la cara, giró la cabeza hacia Saria, aún al lado.
-M-me ha dicho "Mejor ven y os presento" -le comunicó Zelda a su amiga.
-¿Dónde? ¿A quién? -se interrogó Saria
-Al mercado. No sé a quién quiere presentarme.
-Alguna chica…
Zelda le golpeó con el codo a Saria y se dirigió hacia el Mercado, con ella detrás.
¡CONTINUARÁ!
Espero que os haya gustado la primera parte de mi historia ZeLink. Depende de si os va gustando o qué será más larga o menos.
¡Segunda parte a la vuelta de la esquina!
