Titulo: Besa mis ojos y ponme a dormir.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Personajes: Gokudera Hayato y Mukuro Rokudo.
Género: General. Familia.
Rating: T
Advertencias: Algo de Shonen Ai. 6959. Situado en el Futuro (TYL!).
Para: 30 Vicios (LJ). Tabla: Misteriosa. Tema: 03. Truco.
Resumen: Mukuro regresa de una misión y como es de esperarse, tiene que informarle a la Mano Derecha de Sawada Tsunayoshi de ello, pero no todo es tan aburrido como parece ser.
Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! es y pertenece a Amano Akira.
10/06/12.
- Gokudera Hayato.
Luego de la mención de su nombre, la puerta de su oficina es abierta revelando al Guardián de la Niebla: un Mukuro Rokudo de veinticinco años de edad.
Diez años han pasado desde que ellos se convirtieron en Guardianes Vongola. Diez años, en los que ahora el Guardián de la Tormenta es oficialmente la Mano Derecha de su Décimo y como tal, atiende la mayor parte del papeleo y otros asuntos más por resolver para no molestar innecesariamente a su capo.
Y poco menos de eso, ocho años aproximadamente, que Mukuro fue liberado de Vindice y se "unión" a su manera a Vongola. Ahora, al menos atiende su papel como Guardián de la Niebla y acepta realizar algunas misiones, sólo aquellas que atraen su atención o interés.
Gokudera alza su vista, mirando cómo el ilusionista ingresa sin más en su oficina y le tiende en su escritorio una carpeta con papeles. Supone que es el reporte de su misión.
Como es de esperarse en él, la media sonrisa burlona que tiene en su rostro no desaparece en ningún momento.
- Aquí tienes mi reporte perfectamente detallado, Gokudera Hayato. La misión fue completada con éxito, aunque fue demasiado fácil para mí. Kufufu.
Hayato lee el reporte, o al menos lo más importante de éste. En efecto, la misión ha sido completada con éxito pero hay algo más que atrae su atención y hace volver a mirarlo a los ojos.
- Has roto tu propio récord al completar la misión en medio día. –señala. Y es que ha hecho más tiempo en ir y venir, que en resolver el problema.
- Kufufu. Lo sé. –sonríe con arrogancia al entrecerrar su ojos.- ¿No te gusta eso?
Ambos se miran por largos segundos, en lo que el de cabellos grises lo analizada con detenimiento. El bastardo y sus extraños y retorcidos pensamientos, piensa. Y es que eso es algo que no ha cambiado en el ilusionista pese a los años.
Tratar de entenderlo o aquello que pasa por su mente es más que imposible, por lo que deja mejor el asunto en paz.
- Bien. –cierra la carpeta y la pone a un lado rompiendo el contacto visual.- ¡Ya puedes irte a descansar o hacer lo que quieras! Mañana tienes que ver a primera hora al Décimo, no se te olvide.
- ¿Qué, eso es todo? –protesta, manteniendo aun así su media sonrisa y rodeando su escritorio para ir con él.- ¿No me lo vas a agradecer de ningún modo o… algo así?
Gokudera frunce el ceño y se pone tenso por su cercanía.
- ¡Es tu trabajo como Guardián, lo sabes!
- Sí, pero al menos esperaba que tú me lo agradecieras de alguna forma. Kufufufu. He resuelto un problema importante para tu querido Décimo. -se inclina, y le pasa un brazo por los hombros.
- ¡Vete al diablo! –lo aparta, girándose en su silla y fulminándolo con la mirada.
Mukuro Rokudo sigue haciendo que pierda en cuestión de segundos la paciencia, calma y tolerancia que ha ganado en los últimos años al madurar y convertirse por ende en una buen Mano Derecha. Pero todo eso se va al infierno cuando el bastardo se pone en ese "plan" de… bastardo, sacándolo de quicio y volviéndolo a él intransigente e impulsivo como cuando era un adolescente.
- ¡Lárgate ahora mismo de mi oficina! -le grita.- ¡Ya hemos terminado con lo que teníamos que tratar, así que vete, bastardo!
- Kufufufu.
Mukuro se ríe con satisfacción al ver que tiene ante sí al Gokudera Hayato que conoció diez años atrás.
¡Oh! Es tan sexy~.
- Bien. Me iré… -contrariamente a lo que dice, se arrodilla ante él y alza su vista para verlo.- Con una condición, claro.
- ¡Y ahora qué quieres! –lo mira con recelo, reclinado hasta atrás en su asiento. Busca algo de espacio entre los dos.
- Kufufu. Sólo besa mis ojos y ponme a dormir. –dice, tratando de sonar inocente.
Claro que aquello suena y es más que escabroso de lo que el ilusionista cree, provocándole un escalofrío que le recorre lentamente todo el cuerpo mientras lo procesa.
Es un truco.
Hayato sabe que es uno de los malditos y retorcidos trucos del Cabeza de Piña, y no, no va a caer en él.
- ¡No! –se niega, poniéndose de pie.
- ¿Por qué no? –le retiene del brazo e impide que se aleje de sí.- Quieres que me vaya… lo haré si haces eso. De lo contrario sabes que me quedaré aquí contigo, ¿quieres eso? Porque por mí mejor, Gokudera Hayato. Kufufu.
No, en definitiva no quiere eso.
- ¡Bien! –se suelta de su agarre.- ¡Pero sólo lo haré esta vez, maldito!
- De acuerdo.
Gokudera vuelve a tomar asiento en su silla, mirando como Mukuro permanece aún arrodillado y el idiota cierra sus ojos.
¿En verdad quiere que… bese sus ojos?
¿Y ahora que retorcida fantasía se ha instaurado en su mente para pedirle eso?
No, mejor ni pensarlo.
Sin darle más vueltas en su cabeza se inclina hacia él, pero al final se lo piensa algunos segundos y mira sus facciones. Eso es tan… extraño.
- Oya, oya. ¿Qué te toma tanto tiempo, Gokudera Hayato? ¿Te estás enamorando de mí?
- ¡Cállate, imbécil!
Sin querer escucharlo más hace lo que le ha pedido. Se acerca y besa cada uno de sus parpados cerrados sin mucha ceremonia. Un beso en cada uno de sus ojos para que de una vez por todas se vaya a dormir o adónde sea, sólo lejos de él.
- ¡Listo! –se aleja de su persona, aunque permanece aún sentado en su silla.- ¡Ahora vete de mi oficina!
- Bien.
Mukuro se pone sonriente de pie, despidiéndose de él.
- Nos vemos después, Gokudera Hayato. Y… sueña conmigo esta noche, Kufufu.
Sus palabras sólo consiguen que la Tormenta le lance lo primero que toma de su escritorio: un pisapapeles de cristal que se hace añicos al esquivarlo sin problemas el Guardián.
- ¡Largo!
- Yo también te quiero, Hayato.
Y sin decir nada más, Mukuro sale de su oficina.
Sí, él también lo quiere… ¡pero matar!
- ¡Ése bastardo!
Es todo lo que la Tormenta dice, sintiéndose furioso contra todo el mundo. El idiota como otras tantas veces sólo ha venido a arruinar su día, y esa no es la excepción.
Porque a Mukuro Rokudo le gusta provocar constantemente la tormenta que Gokudera Hayato lleva dentro. Eso, en sus palabras, es muy divertido e interesante. Y no, no lo cambiaría por nada.
Fin.
Bueno, esta es la Tabla que tomé al mismo tiempo que la de los Enamorados, sólo que esta es de la Comunidad de 30 Vicios en Livejournal y con la pareja o personajes de Mukuro & Gokudera :P
¿Por qué? Porque me gustan juntos, y me he enamorado del 6959 y quiero intentarlo con ellos.
Ésta es la primera viñeta de treinta en total, situada como ya vieron en el Futuro donde tenemos sus versiones adultas.
En esta ocasión las viñetas o drabble's no tendrán relación unas con otras, podrá ser sobre cualquier género o advertencia, estar escrita desde el punto de vista de alguno de ellos dos, otro personaje o en tercera persona; y sí, podrán aparecer más personajes interactuando con ellos.
Esta primera viñeta se la dedico a Mukuro como regalo atrasado de ayer, su cumpleaños :p
Pues nada más de momento, espero que la pareja les guste al igual que las viñetas. Sin más por ahora, muchas gracias por leer y comentar.
