I
Para hacer el viaje un poco mas interesante…
Todo marchaba bien, como tenia que ser, como ella lo había planeado. Estaba tranquila, nada podía salir mal, y esto le trajo un poco el sentimiento de culpabilidad: al comienzo no quería hacer ese viaje, menos con ella, con su querida hermana mayor.
-¿¡Bromeas cierto?!- Le dijo con ironía cuando ella le sugirió la idea, de tener esas pequeñas vacaciones. Es que todo lo que tocaba Cady terminaba mal, esa era su naturaleza.
-¡Bah! Gracias por el voto de confianza- le reprocho su hermana
Sin embrago, había aceptado, de todas maneras las vacaciones le sentarían bien…
Fueron a las montañas… a un lugar tranquilo, y las disfruto, pero ya habían acabado, y era hora de regresar a casa, a sus estudios (que tanto le gustaban).
Así que hay estaba Victoria Padalecki, sentada en la parte trasera de un autobús, con la mirada perdida en el paisaje que mostraba la pequeña ventana, junto a su hermana que escuchaba una ruidosa canción en su IPOP; rumbo a casa…
La observo por unos momentos, cualquier persona que las conociera jamás se imaginaria que aquellas dos chicas eran hermanas.
Cady tenía el cabello rubio y bastante liso, los ojos negros brillaban al mostrar su sonrisa empalagadora. Era la mayor; Aunque Victoria, muchas veces opinaba que era muy inmadura para serlo, tenía cierto talento para las bromas, y era algo despistada, a Cady no le daba vergüenza, nada, ¡enserio nada! Cosa que muchas veces ella le envidio. En sus rubios cabellos siempre se podían encontrar varios mechones rosa pintados por ella misma. ¡Era una chica demasiado desordenada!
En cambio, Victoria era muy diferente, su cabello rojo siempre se le ondulaba en las puntas y sus ojos mantenían siempre un color verde. A pesar de ser la menor, era totalmente seria, responsable, y algo tímida, a veces, y ella misma lo admitía, podía ser bastante pedante. Pero quizás por esto es que le iba tan bien en la universidad. Victoria estudiaba leyes (una carrera que adoraba) Y a pesar de ser tan joven, después de verano comenzaría su tercer año, y siempre terminaba con honores.
-Hermanita eres una mojigata- solía decirle Cady, que opinaba que la universidad era totalmente una perdida de tiempo.
Ella ignoraba estos comentarios.
Sin embargo tenia que admitir que Cady estaba cambiando y para mejor, ahora era mucho más responsable.
Se había hecho cargo del equipaje de ambas y del dinero durante todo el viaje. A pesar de que Victoria se había negado rotundamente al comienzo.
-¡Yo organice estas vacaciones Vicky!- argumentaba Cady
Por lo tanto ella termino por ceder.
Y hay estaban ambas, rumbo a casa…
Nada podía salir mal, nada de nada.
Hasta que el empleado del chofer pasó puesto por puesto pidiendo los boletos del viaje, como siempre solía hacer
-¡¡perdí el equipaje!!- de pronto grito Cady
Victoria sintió como el corazón le palpitaba con rapidez, y las manos se le colocaban frías…
-¡es una broma!- hablo con voz temblorosa -¡no pudiste perderlo Cady! Pues en el tenemos todo; la ropa; los teléfonos el dinero y…-
-¡¡y los boletos!!- Cady observaba al empleado del chofer junto a ella como pidiéndole piedad.
-¿¡como que perdiste los boletos?!- le grito mientras se colocaba de pie.
Victoria estaba colapsando
Hasta que el chofer hablo con voz queja desde su asiento
-sin boleto no hay trasporte-
Y no lo podía creer, simplemente se negaba a creerlo
-¡¡no nos pueden dejar en medio de la nada tiradas!!- exclamaba mientras miraba al conductor.
-bueno eso es lo que vamos hacer- dijo el empleado que estaba junto a Cady
Victoria sentía unas ganas enorme de matar a su hermana mientras bajaban del autobús con el único bolso que había sobrevivido (y eso porque ella siempre lo cargaba)
-¡¡¡y yo que pensaba que todo marchaba bien!!! "No nada va a salir mal", que tonta al creerme eso- murmuraba para si misma mientras fulminaba con la mirada a su hermana
-¡de verdad lo siento Victoria!- no paraba de decirle Cady
Pero ella estaba muy molesta como para escucharla.
Con el ceño fruncido caminaba hasta un viejo restaurant que estaba a un lado de la carretera, mientras en su cabeza buscaba algún plan que diera resultado…
¿Pero como? ¿Cómo llegarían a casa?
¡No tenia ni idea de donde estaban! ¡No tenían dinero! Ni teléfonos. Respiraba con rapidez bajo el sol abrasador de aquel día. ¿Qué hacer? ¡Que rayos se podía hacer!
¡Estaban perdidas!
-¡pensaremos en algo!- insistía Cady que corría tras ella.
Pero nada…
Ella no pensaba en nada, y no podía confiar que Cady lo hiciera…
-te lo digo Vicky alguien me robo el bolso-
Y con este comentario Victoria exploto
-¡¡¡no vengas a excusarte en los demás!!!- le dijo volteándose con brusquedad y mirándola fijamente - Cady esto es tú culpa, ¡¡solo tu culpa!! Bueno mía también, ¡¡¡por pensar que podía confiar en alguien desordenada, despistada…!!!-
-¡ya cálmate Vicky! No es para tanto…-
-¡¡¡¡¡que no es para tanto!!!! Cielos Cady, ¿Qué parte de "estamos en el medio de la nada sin dinero" no comprendes?-
Y le lanzo una mirada de odio mientras se daba la vuelta y entraba en aquel viejo restaurant que no parecía ser pisado por muchas personas durante el día, era de un tono lúgubre y se podía observar desde afuera la larga vitrina donde dos o tres empleados se miraban sus caras aburridas,
¡Victoria estaba tan molesta! Estaba perdida… Todo por culpa de Cady, de su torpe hermana y para "mejorar" aquel día, en la puerta de aquel lugar choco con un chico de cabellos castaños y le volcó el café el que tenia.
Victoria coloco su cara de pocos amigos, mientras observaba su camiseta blanca ahora con manchas de café.
-¡¡¡genial!!!- decía aguantando la respiración -¡¡¡¡¡esto me faltaba!!! Muchas gracias, pero para la próxima ¡¡¡¡¡fíjate por donde andas!!!!- Victoria prácticamente le grito
-lo siento- murmuro aquel chico mientras sacaba un pañuelo de su bolsillo.
-¡¡¡¡solo lárgate!!!!- le dijo sin ni siquiera mirarlo y haciendo caso omiso al pañuelo que este le ofrecía; lo hizo a un lado y entro al baño de chicas.
Detrás entro Cady.
-¡ya dije que lo siento! ¡¡Como un millón de veces!! Victoria espera-
Pero no había manera, sabía que su hermana no la escucharía, estaba tan enfadada con ella.
-¡¡ni que lo hubiera hecho apropósito!!- le grito desde afuera del baño, sabia que su hermana seguiría enojada un buen rato, así que ella Salio a tomar aire fresco y tomo asiento en una vieja banca.
Tenia que pensar en una solución, sabía perfectamente que aquello era su culpa, y en realidad si se sentía mal, pues lo único que quería era pasar unas lindas vacaciones con su hermana.
¡¡¡Pero había cerrado con broche de oro!!!
¿Qué hacer? ¿Qué podía hacer? Si estaba abandonada, en el medio de la nada, sin dinero, sin trasporte, sin equipaje, ni números telefónicos para llamar a su tío y que este corriera a salvarles la vida.
Pero no… no contaba con nada de eso.
¡Así que hacer! ¿Qué hacer?
De pronto la chica levanto la mirada como esperando una señal… Y su corazón le dio un vuelco.
Justo al frente de ella estaba un carro.
¡¡¡Y que carro!!!
Un impala negro…
Muy bien cuidado.
Y la solución llego a su cabeza como si hubiera sido iluminada por el cielo. Cady sonrió, ahora lo único que necesitaba era esperar a su hermana y al dueño o dueña de aquel magnifico automóvil.
Pero Victoria seguía con su humor de perros en el baño, tratando de disimular aquellas manchas en su camiseta.
¡No podía pensar en una solución! Y eso la asustaba
¡¡Estaba tan nerviosa!!
-¡sencillamente esto no me puede estar pasándome, no a mí!- dijo mirándose en el espejo, registro sus bolsillos esperanzada por si había algo de dinero, pero ni siquiera encontró basura en ellos…
Victoria cada vez se angustiaba más y más.
Respiro profundo y abrió el único bolso que sobrevivió, el que ella siempre cargaba, busco dinero en el, pero no, solo estaba su Laptop, quizás, podrían venderla, si, quizás… pero ¿en ese pueblo? ¿Quién podría comprarla? Además Victoria tenía mucha información de sus clases en esta… Pero estaba desesperada, si conseguía comprador no dudaría en dársela.
Ya más calmada, pues al menos tenía un plan… Salio del baño en búsqueda de su hermana, la sorprendió verla afuera con una sonrisa.
-¡vas a decir lo brillante que soy hermanita!- le dijo la catira al verla salir.
-¡bah! Solo lo diré si tienes dinero suficiente para irnos de aquí- respondió sentándose junto a ella.
-¡¡bueno!! Pues no… no tengo dinero- admitió Cady -¡¡pero si tengo una solución!!-
-¿ah si?- se sorprendió -¿Exactamente cual?-
Cady la miro cerrando los ojos, como si fuera imposible que ella no lo supiera.
-¡vamos Victoria! Mira a tu alrededor para que te des cuenta-
Y así lo hizo, pero lo único que observo fue una pequeña calle vieja y no transitada.
-¿Qué se supone que estoy mirando?- Victoria alzo una ceja
-¡hay hermanita definitivamente que lenta eras algunas veces!- se burlo
-¡¡disculpa pero no comiences con tus payasadas que no hay tiempo para que..!!-
-¡¡hay Victoria!! Mira el auto- dijo Cady mostrándole lo "obvio"
Y ella seguía sin entender.
-¿y que?-
-¡pues que le pediremos la cola al dueño!-
Victoria se tapo la cara con las manos
-¿¡estas loca o que!?-
-¿Qué?-
-¡Cady! No conocemos al dueño, podría ser gente mala, asesina, traficantes, drogadictos- le frunció el entrecejo
-¡como siempre hermanita pensando mal! ¿Y si es buena persona?-
-¡claro! Si, buena persona seguro… ¿¡en que mundo vives Cady?!- La pelirroja perdía la paciencia de nuevo
-¡bueno al menos podríamos intentarlo!-
-¡no! Escucha, a mi se me ocurrió algo, algo mucho mejor, lo que nos quedo fue mi Laptop ¿cierto? Quizás si la vendo…-
Cady soltó una carcajada.
-¡Victoria, hermanita, aterriza! Estamos en el medio de la nada ¿Quién va a querer una computadora portátil en estos lugares? Apuesto que ni cae señal…-
-¡tú que sabes!- se defendió, para ella; su idea tenía más lógica.
-¡¡bueno inténtalo!! Pero no tardes mucho no vaya hacer que el dueño del auto se marche antes de que desistas de tu idea-
Y Victoria se puso de pie dispuesta a vender su Laptop, entro en el restaurant y observo a las pocas personas.
Un señor mayor, de gran barba y gorra de camionero sucia disfrutaba de una enorme hamburguesa junto a la ventana, una muchacha bastante delgada y de cabello opaco limpiaba el piso, y el señor que atendía a la clientela estaba en el mostrador con su mano apoyada en la cara, Victoria, cruzando los dedos se dirigió a el.
-¡Hola!- le dijo con ánimo -vera, estoy vendiendo mi Laptop y estaba preguntándome si quizás alguno de ustedes esta interesado-
Aquel señor la miro con el entrecejo fruncido
-¡pero ni siquiera cae señal!- dijo mientras le daba la espalda.
Pero una voz le hablo desde su espalda.
-¿vendes tu Laptop?- pregunto.
Era el chico que le había botado el café encima. Ella se cruzo de brazos.
-¿me la vas a comprar?- le dijo con el entrecejo fruncido, aquel chico no le agradaba ni un poco…
-bueno no, no tengo dinero solo…-
-¡entonces no me hagas perder el tiempo!- le dijo dándole la espalda.
Y de nuevo salio.
-¿y que?- pregunto Cady al verla
-¡ni siquiera cae señal!-
Cady suspiro
-¡no te queda opción Vicky! Toma asiento, esperaremos a que el dueño tenga un corazón noble-
********
Dicen que después de la una tormenta viene la calma… Y así se sentían Sam y Dean, a pesar de los nervios que ambos hermanos tenían, y los frecuentes silencios que se daba entre ellos
Porque se acababa de abrir la puerta del infierno, y cientos de demonios habían escapado, y uno había muerto, para ser revivido después por su hermano, pero no de gratis, dentro de doce meses el alma seria reclamada por un pacto que había hecho Dean… Para salvarlo a el…
Y allí estaban, en el coche, cuando ya habían pasado una semana de aquel día.
Dean dormía de lado en el asiento del acompañante, con los brazos cruzados sobre el pecho y la boca semiabierta. Dormía profundamente después del almuerzo que habían tomado en la gasolinera anterior.
La verdad Sam tenía frecuente pesadillas, sentía una gran responsabilidad, y no quería fallarle, no a el, no a su hermano, ¡estaba dispuesto a lo que fuera!
Por suerte Bobby se le había ocurrido algo esa misma noche, le dijo que si había alguien que podía ayudarlo era un viejo cazador, que fue amigo de su padre. "Casi tan bueno como el" fueron sus palabras.
Bobby le dio el teléfono y al día siguiente se puso en contacto con el.
La voz de aquel personaje se quebró al oír que era Sam Winchester.
-El hijo de Jhon- murmuro a través del teléfono.
Sam le explico que necesitaba su ayuda, que era cuestión de vida o muerte, y el, accedió, le dio la dirección de su casa y le dijo que lo esperaba en dos días.
Era la esperanza de Sam.
¡Y el estaba dispuesto a cualquier cosa!
No perdería a su hermano, simplemente no lo haría.
Así que ahora se dirigían a verlo.
Dean se despertó de pronto restregándose los ojos.
-¡hey tengo hambre!- murmuro
-¡no me sorprende! Parare en la próxima gasolinera- accedió Sam
-¡fantástico!- dijo Dean acomodándose de nuevo en el asiento.
Sam lo miro de reojo.
-¡pero no podemos distraernos mas! Le dije que llegaríamos en dos días-
-¡si, si! ¿Cómo dijiste que se llama el tipo?-
-¡Andrew!- repitió Sam cansado de esa pregunta
-¡claro Sammy!- le dijo, dándole la impresión que no le importaba.
Cuando Dean sintió que el automóvil salía de la carretera se levanto.
-¡fantástico!- repitió.
Sam estaciono y abrió la puerta.
-Te espero aquí Sammy, tráeme una hamburguesa con queso- le dijo mientras se acostaba de nuevo en el asiento.
Sam entro en el restaurant, que estaba prácticamente desierto, excepto por un camionero de barba sentado junto a la ventana.
Se dirigió al mostrador y un señor de cara de aburrimiento lo observo.
-por favor me da una hamburguesa con queso para llevar…- le dijo -…y un café- añadió, pensó que le sentaría bien a su somnoliento hermano.
Y sin siquiera hablarle le sirvió el café en un vaso plástico.
Sam lo tomo para llevárselo a su hermano, pero en la puerta choco con una chica pelirroja que parecía muy molesta, sin querer le volcó el café encima.
La chica coloco cara de pocos amigos, mientras observaba su camiseta blanca ahora con manchas de café.
-¡¡¡genial!!!- le dijo -¡¡¡¡esto me faltaba!!! Muchas gracias, pero para la próxima ¡¡¡¡¡fíjate por donde andas!!!!- Le dijo prácticamente gritando
Sam estaba muy apenado.
-lo siento- le murmuro mientras se apresuro a buscar el pañuelo de su bolsillo y de lo dio a la chica.
-¡¡¡¡solo lárgate!!!!- le dijo sin ni siquiera mirarlo y haciendo caso omiso al pañuelo que el le ofrecía; lo hizo a un lado y entro al baño de chicas.
Sam la observo marcharse ¡que grosera!
Detrás de ella entro otra chica de cabello rubio.
-¡ya dije que lo siento! ¡¡Como un millón de veces!! Victoria espera- dijo mientras se iba detrás de ella.
Sam suspiro mientras observaba su vaso de café vació, y se dirigió de nuevo al mostrador a esperar su hamburguesa.
-¡¡ni que lo hubiera hecho apropósito!!-
Escucho gritar a la chica rubia desde afuera del baño de chicas, y la observo salir con el entrecejo fruncido.
Sam tomo asiento y pidió otro café para llevar.
Para sorpresa de el…
Pocos minutos después volvió a entrar la pelirroja y camino hacia el mostrador, observo que las manchas de café en su camiseta no habían mejorado.
-¡Hola!- dijo al señor que esperaba por su hamburguesa, este ni le respondió.
-vera, estoy vendiendo mi Laptop y estaba preguntándome si quizás alguno de ustedes esta interesado-
-¡pero ni siquiera cae señal!- le dijo dándole la espalda
Pero a Sam eso le llamo la atención ¿Por qué esa chica vendía su computadora portátil en un sitio tan abandonado?
-¿vendes tu Laptop?- le pregunto
La chica volteo con brusquedad y al verlo se cruzo de brazos.
-¿me la vas a comprar?- pregunto con el entrecejo fruncido
-bueno no, no tengo dinero solo…-
-¡entonces no me hagas perder el tiempo!- lo interrumpió mientras le daba la espalda.
Sam frunció el entrecejo, ¡si que era grosera!
******
-Bien ¿crees que este dueño se digne a salir antes de que se haga de noche?-
-¡tranquila Vicky!- le decía Cady –es nuestra única esperanza, pero no creo que se niegue a darnos la cola-
Victoria no respondió, la verdad no confiaba mucho en ese plan… pero era el único que tenia, no se podía ni imaginar que pasaría si les decían que no…
De pronto la puerta del restaurant se abrió y salio un señor mayor delgado y de bigotes, buscaba algo en su bolsillo y saco unas llaves…
-¡bien hermanita prepárate a rogarle que nos lleve!-
Pero Cady se sorprendió al ver que el señor se montaba en un gran camión.
Ambas hermanas suspiraron y esperaron indicios del dueño de aquel carro.
-¡espero que sea alguien decente!-
-¡¡¡el dueño de ese carro tiene que ser muy decente!!!- dijo Cady observándolo con admiración
-¡bah! Si no le pedimos a otro, al que salga- estaba desesperada
-¡bueno! Ten paciencia-
De pronto la puerta se volvió a abrir y salio el chico de cabellos castaños que le había arrojado encima el café, Victoria no se había dado cuenta de que alto era….
-¡huy! Vicky que sea el, que sea el-
Pero ella sentía mucha vergüenza
-¡no que no sea el, que no sea el!-
Recordaba lo mal que lo había tratado.
Pero efectivamente el chico se dirigió al auto.
-¡bien vamos Victoria! Es nuestra esperanza-
-¡no puedo ir! Lo trate muy mal, y dos veces- dijo ella lamentándose
-¡ah! Yo arreglo las cosas, espera-
Y así se dirigió a el.
-¡hola!-
El chico volteo preguntándose si era con el.
-hola- murmuro
Cady se acerco un poco más, sin dejar de sonreír
-¡lindo carro!- fue lo único que se le ocurrió decir.
-gracias, es de mi hermano- murmuro
De pronto del asiento delantero se levanto un chico de ojos claros, parecía algo confundido.
-supongo que eres su hermano- le dijo Cady
Ambos chicos la miraban con desconfianza.
-hum… me llamo Cady- trato de romper el breve silencio
-ah soy Sam y el es mi hermano Dean- le dijo el moreno del café.
-si ¡lindo carro!- repitió Cady
Sam sonrió brevemente mientras le pasaba la hamburguesa a su hermano por la ventana.
-¡ella es mi hermana Victoria!- continuo Cady que ya no tenia ni idea de que decir.
Sam la observo por unos momentos.
-si, espero no haberle causado muchos problemas con el café- dijo el moreno observando a Victoria
-¡hay no para nada! Si mi hermanita piensa que eres un amor- sonrió Cady
-¿Qué quieres?- dijo el chico de adentro que ahora comía la hamburguesa.
-¡veras es que mi hermana y yo nos quedamos aquí sin dinero en medio de la nada! Y necesitamos que por favor, por favor ustedes nos den la cola- hablo Cady rápidamente
-¡¡si tengo que rogar lo hago!! Ayúdennos por favor- la catira parecía desesperada
Sam y Dean se miraron por unos breves momentos.
-No tenemos opción, estamos perdidas enserio no se nieguen, estamos asustadas, y al menos ustedes parecen decentes, por favor, por favor- continuo Cady
Sam sonrió.
-si mira, espera un momento aquí- le dijo mientras se montaba en el carro y comenzaba hablar en voz baja para que Cady no lo escuchara.
-¡no podemos!- le dijo a su hermano
-bueno, yo digo que de verdad se ven algo asustadas- comento Dean mirándolas por el vidrio.
-si, pero no podemos ayudarlas- siguió Sam
Dean dio caso omiso a su hermano.
-¿para donde van?- le pregunto a Cady
-¡a Boston!-
Dean sonrió.
-¿Dónde dijiste que vive el tipo?-
-¡Andrew!- lo corrigió Sam -¡en Boston!- continuo sorprendiéndose de la casualidad
-Bueno, ¿Por qué no?- añadió Dean
-¡¡Somos cazadores!! ¿Sabes lo que eso significa? Las podemos poner en peligro-
Dean soltó una risa queja
-si de peligro se trata, tendrán bastante al dejarlas sola en esta carretera fantasma-
Y Sam callo un momento por el comentario de su hermano, se sorprendió al ver que la pelirroja se asomo por su ventana.
-¡enserio!- dijo ella. –necesitamos su ayuda, se que no nos conocen pero no somos malas, y les prometemos que le pagaremos todo, gasolina, comida, en cuanto estemos en casa, por favor- continuo la pelirroja.
-si, ah pero espera un segundo- le dijo Sam cerrando la ventana
-¡tenemos que llegar a tiempo para ver a Andrew de inmediato!-
Dean torció los ojos.
-¡seria bien salvar a alguien sin que se relacione con la casería!-
Sam lo observo por unos segundos
Y no supo que decir.
Por lo tanto se apresuro a bajar el vidrio y le dio una sonrisa a la pelirroja que lo observaba con los ojos muy abiertos y expresión nerviosa.
-¡suban al auto!- les dijo
Cady y Victoria sonrieron
-¡nos acaban de salvar la vida!- les dijo la catira.
Y así el auto se puso en marcha
