Ocasiones
Hay tres ocasiones en las que no se puede disimular…
Death The Kid: borracho.
— ¡Vamos Kid! — rogó por decima vez del día el joven albino— solo será un rato. Además sabes que tu padre te dará permiso.
El pelinegro suspiro con molestia. ¿Ir a un bar con esos dos? ¡Nunca! No otra vez. La última vez que habían quedado para ir a tomar "una copa", él y Soul habían tenido que arrastrar a Black hasta su casa mientras este gritaba sus "logros" y "virtudes". Lo más perturbador fue cuando el chico de cabello azulado comenzó a hablar de sus dotes físicos, y peor cuando sus pobres ojos-y los de Soul- los tuvieron que ver.
—Nunca más Evans, y menos si va ese mono parlante— su rostro se desfiguró, con un gesto de asco— no me apetece volver a ver sus "cosas". — parecía que la desfiguración de caras era contagiosa, ya que al terminar su frase, al cool Soul Evans se le traspasó.
—Está bien, se que la última vez no fue muy, placentera, pero esta vez será mejor. Y bueno, podría ayudarte a desahogarte de eso…
El asimétrico frunció el ceño con confusión, pero al comenzar a pensar a que se refería su amigo, un golpe directo de depresión lo golpeó.
— ¿Tenías que recordármelo? — preguntó el chico con pesadez. Aun recordaba esas palabras tan crudas y dolorosas que salieron de la boca de Albarn; "A Chrona-chan le gusta alguien, ¿No lo sabían?, es alto, educado, y no está de más decir que para ella, y muchas de Shibusen, es muy guapo. Además parece que este le corresponde, ¡Qué suerte!"
Esas palabras le atravesaban por a cabeza una y otra vez. Era tan deprimente, tanto que lo hacía enojar. Y no estaba molesto con Chrona, de algún modo él sabía que ella estaba en todo su derecho de hacer su vida. No, él estaba enojado consigo mismo, porque no había tenido el valor de aclarar sus sentimientos con la chica Makenshi.
Esta situación era tan asimétrica.
—Para eso están los amigos— le recordó el chico Evans con una cínica sonrisa. Kid solo refunfuñó.
— ¡Claro! Por eso eres mi mejor amigo Soul, y quiero que sepas que cuando Maka se canse de esperarte y acepte la invitación de Justin para ser su novia, yo voy a estar ahí para apoyarte. — el albino dirigió al pelinegro una mirada matadora. Kid le respondió con una sonrisita burlona, el también sabía jugar.
—Idiota. Pero ya nos salimos del tema Death, ¿Si vas? — el de ojos avellana lo pensó, pero al final decidió que una noche con sus amigos no le haría daño.
—Bien, pero si Black se pone borracho, tu lo cargarás.
—Hecho. Voy a buscar a Black y nos vemos en la entrada— Soul se retiró con las manos en los bolsillos. Kid suspiró y se dirigió a la dirección para pedir permiso a su padre quien inmediatamente le dijo que sí. Le gustaba que su hijo estuviera contento con sus amigos, ya que después de la muerte de su madre el chico había entrado en una situación de depresión enorme. Pero afortunadamente, al entrar a la preparatoria, habían aparecido personas que encontraron la manera de ayudar a Kid a salir adelante.
Al recibir la respuesta positiva de su padre, el pelinegro caminó tranquilamente hacia la entrada del instituto Shibusen, encontrándose sin ninguna sorpresa, a un albino tratando de bajar a un mono azul de uno de los pilares de la escuela.
— ¡Y todos verán por fin el brillo que emana de este gran y poderoso hombre! —gritó seguido de una risa histérica.
— ¡Kid y yo ya vimos tu brillo y créeme que no fue nada agradable! ¡Black Star baja de ahí ya! — Kid se dio una palmada en la cabeza y corrió a ayudar a su amigo a calmar a Black Star.
— ¡Arruinas mi simétrica escuela imbécil!
Estuvieron unos largos minutos tratando, pero parecía que nada funcionaría, hasta que la bendita Maka llegó con su infalible y gran libro estampándoselo en la cabeza al de cabello azul. La asustada Tsubaki corrió a ayudarlo junto a Patty quién la acompaño, pero para reírse del pobre muchacho en su ahora inconsciente cara.
—Gracias— pronunció Soul con cansancio a su rubia amiga.
—Es un placer— dijo la chica recibiendo una sonrisa torcida del albino.
Kid miraba al chico Evans y a la chica Albarn con disimulo. De alguna manera formaban una visión tan simétrica, tan complementaria. El pelinegro llegó a envidiarlos.
Liz miró a su amigo por un par de segundos. Su plan iba avanzando tan bien, que el saber que Kid estaba un poco lastimado por la situación a hacía sentir terriblemente mal. Él era como un hermano para las rubias. Pero al final, a Liz la consolaba el hecho de que todo eso era para su bien, ya que Kid era un cabezota con exceso de obsesión compulsiva por todas las cosas simétricas y había veces en las que su atención no daba para más.
— ¿A dónde van a ir?— preguntó de repente Liz al pelinegro al escuchar un llamado proveniente de Soul y nuevos alardeos del por lo visto ya recuperado Black Star.
— A un bar que está cerca de aquí. ¿Ustedes van a hacer algo?
— Vamos a hacer una pijamada en casa de Chrona. — el chico asintió con un poco de desgane. Comenzó a caminar hacia sus amigos siendo detenido de repente por la Thompson quién tomó su brazo— Oye, no hagas estupideces Kid.
— No soy Black Star Liz— respondió el chico soltando suavemente el agarre de la rubia. Posteriormente se retiró junto a sus dos amigos entre gritos de Black y reclamos de Soul.
Llegaron al lugar e inmediatamente Soul tomó lugar en una pequeña mesa de madera en un rincón. El bar era mediano, con las paredes pintadas de un café claro y sobrio, tenía algunos cuadros colgados en la pared y una gran barra al fondo, era un lugar muy fresco. A primera vista llegaba a ser muy agradable y lindo, aunque las personas que lo frecuentaban no eran muy lindas que digamos. El atractivo del lugar quedaba opacado por los gritos, cantos, majaderías y platicas un poco subidas de tono de los clientes.
Soul observó el lugar notando el cambio radical que había desde la última vez que fueron. Ahora había dos cuadros del mismo tamaño e imagen, colgados a la misma altura en cada pared. Además las mesas estaban acomodadas de diferente manera. Era tan, simétrico.
— ¡Oh!, ya comprendo. Parece que tomaron muy en serio tus ataques de simetría Kid. — comentó el albino a su amigo al recordar el numerito que había hecho el pelinegro por la asimetría del lugar. Su paranoia había llegado a tal que los empleados-Al darle un trato especial por ser e hijo de Shinigami-sama- tuvieron que quitar todos los adornos de la pared, y reacomodar las mesas para que todo fuera simétrico.
— ¡Con razón sentía un ambiente más ameno en este lugar! Es como disfrutar en una nube hecha de simetría. — el avino rodó los ojos y se limitó a esperar al mesero entre delirios del pelinegro y alardeos del chico mono.
El mesero llegó a la mesa de los tres chicos y con una amable y gran sonrisa les tomó la orden. Soul y Black pidieron algo fuerte; el albino tenía aguante, pero cuando escucharon el pedido de Star, Evans y Death inmediatamente predijeron la catástrofe que sucedería en aquel lugar.
— ¿Y usted desea algo de tomar? — habló el empleado a Kid.
— Eh, solo una cerveza por favor— el chico asintió y se retiró rápidamente.
— ¿Solo cerveza rayitas? ¡Eso no es nada para el rechazo! ¡Tu Dios sabe de lo que habla mor…!— Black Star fue callado por un duro golpe de parte del albino quién lo miraba irritado y con un fastidioso tic en el ojo derecho.
— Ignóralo Kid, es un idiota, lo sabes— pronunció con una risita nerviosa al ver el semblante nuevamente sombrío del pelinegro.
En unos minutos las órdenes de los chicos estaban ya en la mesa junto a un plato de frituras. Soul y Black platicaban con entusiasmo tratando de integrar Kid, quién solo respondía con despectivos "Claro, ajá, si está bien" y otros sonidos con la boca.
El pelinegro se notaba pensativo; realmente consideraba una completa estupidez ahogar sus penas en alcohol, nada simétrico. Se quedó viendo a las bebidas de sus amigos con interés, tal vez, solo una…
— ¡Me rechazó Soul! ¡Indirecta y vilmente! — Chilló el pelinegro en el hombro del albino, arrastrando las palabras -apenas entendibles- con dificultad.
— Si, si Kid, es muy lamentable amigo pero, ¿Quieres dejar de embarrar tus mocos en mi chaqueta? — habló el chico con fastidio. Había tenido que lidiar con Black borracho gritando estupideces- no es que no fuera común, pero así era más molesto- quién por fin se había quedado dormido sobre la mesa y balbuceando cosas inentendibles, y ahora tenía que aguantar también al "muy responsable" Kid, quién se encontraba completamente ebrio.
— ¡Me odia! ¡Me odia porque soy un maldito cerdo asimétrico! Ese hombre debe de ser un adonis de la simetría— el chico llevó de nuevo la copa de wisky a los labios. El albino suspiró y le palmeó suavemente la cabeza.
— No te odia Kid. Maka debe de haberse confundido, no creo que a Chrona le guste alguien.
— ¡Mentiras! Soy un asco y por eso me dejó ¡Mesero otro doble! — el empleado se acercó con un gesto ya cansado a la mesa del Evans con otra copa.
— No no, llévatelo y tráeme la cuenta por favor— pidió Soul quipe recibió un asentimiento con la cabeza.
— ¡Soul! ¿Cómo te atreves? ¡Que me traigan mi simétrica copa! — el albino negó al mesero con el dedo y recibió un papelito. Soul abrió desmesuradamente los ojos al ver el costo de todo el desastre que habían causado sus amigos; "Mi billetera se vaciará esta noche. Maka me va a asesinar. No es nada cool"
Kid comenzó a divagar en sus pensamientos ahora distorsionados por el alcohol. ¿Por qué debería resignarse? "Están en su casa"
El pelinegro se levantó con prisa y, tomando el brazo del albino, los jaló fuera del lugar dejando a Black babeando en la mesa del bar.
— ¡Kid! ¡No he pagado espera! — corrían a gran velocidad por las calles frías de Death City mientras Kid balbuceaba cosas que el albino no llegaba a entender— ¿Por lo menos me podrías decir a dónde vamos?
— ¡Vamos a reclamar lo que es mío! — al escuchar eso, Soul pudo predecir que eso no iba ni estaría nada bien. Llegaron a una casa de dos pisos y agradable en el lado sur de la ciudad. Era de un color rosa pastel y tenía un precioso jardín lleno de rosales grandes y rojos.
Los dos muchachos entraron al jardín y el pelinegro se apresuró a tocar la puerta con fuerza y desesperación.
— ¡Chrona! ¡Ábreme! — el estruendo llegó rápidamente a los oídos de las chicas quiénes se asomaron por la ventana, observando al iracundo Kid y a Soul mirando toda la escena desde la entrada.
— ¡Soul! ¡¿Qué está pasando?! — gritó Maka molesta al albino.
— ¡Está borracho! ¡Es mejor que le abras de una vez Chrona! — la tímida chica asintió con evidente nerviosismo. Bajó las escaleras de su casa con las demás siguiéndola; abrió la puerta encontrándose a un sonrojado pelinegro quién la tomó de los hombros delicadamente y la zarandeó mientras lloraba exageradamente.
— ¡¿Por qué Chrona?! ¡¿Es más simétrico que yo?! ¡Es porque soy un cerdo ¿No es cierto?!
— ¿D-De que hablas Kid-kun? — pregunto dudosa la chica excesivamente nerviosa y a punto de colapsar.
— ¿De que hablo? — Kid comenzó a tener un tic en los ojos- os dos, sino no es simétrico- y una risa sínica salió de él— ¡Hablo de él! ¡Del chico alto y guapo que te gusta! Maka me lo dijo hoy en Shibusen— la chica volteó a ver a sus amigas quiénes reían con nerviosismo. Ahora entendía todo.
— Ehh, hay una buena explicación para esto Chrona— la Albarn sintió la penetrante mirada de Soul en ella, que reflejaba la confusión del albino, y la hizo finalmente explotar— ¡Fue idea de Liz! ¿Sí? Ella me dijo que le dijera todo eso a Kid y ahora me siento sucia.
— E-Entonces, ¿No es verdad? — preguntó el pelinegro aspirando moco con rudeza. Chrona negó con la cabeza suavemente. Kid comenzó a reír histéricamente soltando a Makenshi de paso. Finalmente, su ya perdida cordura-y simetría- culminó en un desmayo.
— ¡Kid…!
Despertó entre paredes blancas y algo mullido bajo él; se llevó la mano a la cabeza sintiendo de pronto las fuertes punzadas en ella. Se levantó con pesadez estirando sus brazos de por medio y bostezó. Comenzó a recordar los sucesos del día anterior y, cuando por fin lo hizo se sonrojó fuertemente. "Soy completamente patético"
— M-Me alegro que hayas despertado ya, K-Kid-kun— volteó al escuchar la suave voz que acababa de hablar. Se encontró con el rosto livianamente sonrosado de Chrona, quién jugaba nerviosamente con sus pulgares y trataba de no mirarlo directamente o más de cinco segundos. — ¡Oh! Lo olvidaba. K-Kid-kun, supongo que te duele la cabeza, t-ten— Chrona tomó de la mesita, junto a la cama, una taza humeante y se la entregó con cuidado al pelinegro quién sorbió pequeños tragos del líquido caliente.
— Gracias— un incómodo silencio inundó la habitación. Recordar la escenita de celos que le había dado a la Makenshi la noche anterior lo avergonzaba, demasiado. Tomó lo último que quedaba del café y dejó la taza en la mesita; abrió la boca para hablar pero, al no encontrar que decir, decidió mejor callarse. Chrona decidió que lo mejor sería dejar solo al pelinegro, se levantó estando dispuesta a retirarse, pero fue detenida por Kid quién comenzó a hablar— Chrona yo, lo siento. Sé que mi comportamiento de ayer no fue el mejor, no fue nada simétrico ¿Sabes?
— Estabas borracho, kid-kun. Solamente quiero saber ¿P-Por qué dijiste todas esas cosas? — Kid vaciló un momento. Realmente temía aun el rechazo de la chica, pero después de enterarse que lo que le dijo Maka era una mentira de Liz, su mente literalmente lo quería obligar a confesarse y, en ese momento mandó al diablo todo.
— ¿Por qué? Creo que puede llegar a ser una pregunta estúpida después de lo de ayer. Etaba celoso Chrona, mierda ¡Estaba completamente celoso! — Kid se incorporó rápidamente tomando los hombros de Chora con delicadeza mientras la chica sorprendida y confusa se acomodaba en la silla quedando frente a frente al pelinegro. — Cuando Maka dijo todo lo que Liz inventó, supe que era un idiota ¿Sabes? Un idiota por dejar perder a la única persona que hace que mi simetría esté completa; Soul y Maka son simétricos juntos, Black Star y Tsubaki…
— N-No te entiendo Kid-kun.
— ¡Tu y yo somos simétricos juntos! — la chica lo miró con confusión— ¡Te amo Chrona! — gritó para estampar con brusquedad sus labios en los de ella. Después de unos segundos se separí con una pequeña sonrisa, la chica parpadeó. Parecía que su pecho iba a estallar en un par de segundos, estaba tan nerviosa que…
— ¡No puedo lidiar con confesiones y besos tan repentinos! — corrió hacía una esquina de la habitación donde había un cartelito que decía "Señor Rincón" y se hizo un ovillo en ella. Hasta ese momento Kid calló en cuenta de que se encontraba en el cuarto de la chica. — A-Aunque también te amo, Kid-kun— susurró la chica pero no tan quedito como para que el pelinegro no alcanzara a escuchar.
Kid sonrió levemente mirando a Chrona. Suspiró, sería un poco difícil que la chica no le dieran ataques de nervios cuando él estuviera cerca, pero sin duda haría todo o posible para que lo superara.
Estaba tan distraído admirando a la tímida Makenshi, que no notó al aura oscura y asesina que los veía desde la puerta.
— Así que…— Al escuchar la tétrica voz de la Albarn un escalofrío le recorrió la espalda— Llegas borracho a hacer un escándalo, y ahora te aprovechas de ella…
— N-No es lo que crees Maka— "Soul sálvame por favor" para su mala suerte, Soul estaba inconsciente en la sala.
— ¡Maka-chop!
Por otro lado, en una mesa de madera, amaneció un chico de cabellera azul recargado en ella con saliva saliendo de la comisura de sus labios.
— ¿Dónde estoy? — se preguntó con la mano en la frente.
— Oh, señor qué bueno que despierta. Lo tratamos de despertar antes de cerrar pero no respondía, y sus amigos se fueron rápidamente dejando la cuenta. Espero usted la pague para que se pueda retirar.
— Si, si. Dale la cuenta a tu Dios para que su presencia ya no sea requerida aquí— el chico se encogió de hombros y le señaló el papelito que estaba frente a él en la mesa. Black lo tomó inspeccionándola con la mirada somnolienta…
— ¡Malditos…!
Hay tres ocasiones en las que no se puede disimular…
Death the Kid descubrió la primera, y sus consecuencias.
Segundo capítulo: Black Star, celoso.
