Buenas a todos, llevaba tiempo queriendo subir una historia Fleurmione y esto es lo que ha salido, espero que les guste. Será una historia de tan solo dos capítulos.

La he escrito en apenas dos días por lo que no he tenido mucho tiempo para revisar las faltas de ortografía etc, así que les pido disculpas de ante mano si encuentran alguna errata. Por último descargo la responsabilidad ya que los personajes y el mundo de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling.

Enjoy it.


POV FLEUR

Fleur se levantó temprano en la mañana como todos los días durante los últimos 4 años, miró a su izquierda para encontrar a su esposa plácidamente dormida, en su rostro pudo ver el notable cansancio y las bolsas que se habían formado bajo sus ojos a causa de haber estado trabajando hasta tarde, a Fleur no le sorprendió ya que Hermione llevaba meses trabajando en un nuevo proyecto de ley para el ministerio, el cuál compaginaba con su trabajo en el hospital de San Mungo. Esto absorbía todo el tiempo de la castaña y le dejaba muy pocas horas para descansar y para cualquier otra cosa.

Hermione a menudo echaba de menos el "giratiempo" que le prestó el director Dumbledore allá en su tercer año en Hogwarts, esto podría haberle facilitado las labores simultaneas que estaba intentando llevar a cabo ya que el estrés al que se estaba sometiendo a sí misma comenzaba a pasarle factura.

Fleur entró al baño para tomar una ducha revitalizante, las primeras gotas de agua entraron en contacto con su suave piel y la rubia se dejó llevar por sus pensamientos algo que le sucedía con bastante asiduidad en los últimos meses, pensamientos que hacían que la Veela en su interior se retorciese e inquietase. Agitó levemente la cabeza para tratar de desvanecer esos pensamientos y no demorarse demasiado en la ducha.

Al salir del baño se dedicó a contemplar el rostro de su amada, a la vez que secaba sus cabellos mojados y se envolvía en una fina bata de seda blanca, no pudo evitar la tentación de acercarse y depositar un delicado beso en su mejilla sin despertarla. La castaña se revolvió un poco en la cama y de su boca salió una palabra en forma de suspiro –Fleur-.

Por un segundo la nombrada temió haberla despertado, pero no tardó mucho en darse cuenta de que su esposa seguía sumergida en el mundo de los sueños. No pudo evitar esbozar una ligera sonrisa al pensar que aun seguía siendo la protagonista de los sueños de la leona.

Con gráciles movimientos y sin hacer ningún ruido salió de la habitación rumbo a la cocina para preparar el desayuno.


POV HERMIONE

Los débiles rayos del sol londinense chocaron contra el rostro de Hermione que emitió un gemido de frustración al intentar luchar contra su agotado cuerpo para despertarse, poco a poco y con gran esfuerzo logró abrir uno de sus ojos para mirar su despertador.

Sus ojos color chocolate se abrieron de manera abrupta mientras exclamaba -¡No puede ser!-, Tomó el despertador entre sus manos y lo acercó a su cara más de lo necesario para cerciorarse de que lo que veía era cierto, eran las 11:00 de la mañana y aún seguía en la cama, hacia 4 horas que debería estar en el trabajo y todo por culpa de ese dichoso invento muggle que había decidido no sonar esta mañana.

Hermione dio un salto fuera de la cama estando a punto de caerse ya que aunque su mente estaba completamente despierta y alerta, no podía decir lo mismo de su cuerpo cansado. De su boca comenzaron a escapar todo tipo de maldiciones mientras entraba lo más rápido posible en la ducha. Gracias a Merlín ella era una mujer muy organizada y la noche anterior como todas las noches tenía ya toda su ropa y cosas preparadas.

No tardó mucho en volver a la habitación envuelta en una toalla y con suma rapidez comenzó a vestirse a la par que murmuraba exasperada- No puede ser, no puede ser, ¡voy a llegar tarde por primera vez en mi vida! ¿Cómo he podido quedarme dormida? ¿Y porque Fleur no me ha despertado?-

Terminando de vestirse y arreglarse a la velocidad de un Billywig, echó un último vistazo a su despertador que marcaba las 11:29 – ¡Maldición!-.

Creyéndose sola en casa, bajó todo lo rápido que pudo las escaleras rumbo a su despacho para recoger sus últimas cosas. En ese momento la figura de la rubia apareció apoyada junto al marco de la puerta y con su dulce acento francés le preguntó – ¿Se puede saber a dónde vas con tanta prisa ma chérie? –

Hermione la miró ojiplática a la par que respondía con evidente tono de enfado - ¿A dónde voy a ir? ¡Al trabajo evidentemente y mira qué hora es!, ¡yo, Hermione Jean Granger Delacour por primera vez en mi vida voy a llegar tarde! –

De los labios de Fleur escapó una risita mientras su esposa la miraba con ojos airados, la rubia aclaró su garganta y en tono de humor le dijo – Pues cuando puedas dile a madame de Delacour que hoy es domingo y no trabaja-

Hermione se quedó estática durante unos segundos antes de dirigir su mirada al pequeño calendario que había sobre su mesa.

Su esposa se acercó hasta su posición y coló un beso sobre su cabeza antes de preguntarle - ¿Te apetece desayunar?-

La leona dejó escapar un suspiro antes de asentir, tenía demasiadas cosas en la cabeza y hacía tanto tiempo que no tenía un día libre que lo había olvidado por completo.

De camino a la cocina su teléfono móvil vibró con la llegada de un mensaje mientras tomaba asiento, la Veela la observaba - ¿Quién es?- preguntó fingiendo indiferencia al ver que su castaña miraba el mensaje con interés.

La ex-gryffindor respondió con un tono bastante divertido – es Ron, el también se ha despertado pensando que hoy había que ir al trabajo- Fleur trató de darle una sonrisa fingida mientras sobre la mesa le servía su desayuno favorito – Café Latte y tostadas francesas, ¡bon appétit!- Hermione no pudo evitar mirar a la hermosa rubia y darle un casto beso en los labios mientras susurraba un – merci-


La Veela observaba a su esposa degustar con placer su desayuno, algo en la forma que la castaña tenía de ingerir los alimentos le resultaba sumamente sensual. Hermione por su parte permanecía completamente ajena a sus miradas, ella tenía su atención puesta en el periódico de esta mañana leyendo las últimas noticias que hacían referencia precisamente a la ex-gryffindor y la labor que estaba llevando a cabo junto a su compañero Ronald Weasley.

No era un secreto para nadie que Ronald Weasley no era precisamente una mente privilegiada a diferencia de su compañera, pero el proyecto que Hermione estaba llevando a cabo era de suma importancia para la comunidad mágica e indirectamente para la comunidad muggle también, por lo que no podía contar con nadie que no fuera de su total confianza y que compartiera sus mismos valores.

Este proyecto era lo que siempre había soñado, mejorar la inserción y derechos de los muggles que tenían relación directa con el mundo mágico, los padres muggles de hijos magos eran vetados y marginados dentro esta comunidad, así como las parejas muggles de magos u otras criaturas. Pero Hermione Granger no estaba de acuerdo con esto y ella lo iba a cambiar, ella iba a garantizar y a luchar por el respeto y los derechos de estas personas.

Tras la caída de Lord Voldemort hace varios años se habían hecho grandes progresos y avances en leyes, pero no todo estaba conseguido, esta es una de las razones por las que decidió tomar entre sus manos este proyecto, aunque su verdadera vocación era la medimagia, y eran contadas las ocasiones en las que había colaborado en proyectos del Ministerio ya que le absorbía demasiado tiempo y la hacía llevar un ritmo de vida imposible de sostener a largo plazo, pero la castaña bien sabía que merecía la pena.


Cuando la leona terminó de ingerir todo lo que le había puesto en la mesa, se puso de pie para recoger y lavar los platos, Fleur por su parte se lo impidió, sentía devoción por cuidar y atender a Hermione en todo momento, para ella la ex-gryffindor siempre había sido y seria su prioridad.

Ella y la castaña tenían unas reglas de convivencia que esta última había impuesto donde se dividían y compartían las tareas de forma ecuánime, según Hermione estadísticamente hablando una de las principales causas de discusión dentro de las parejas son los conflictos por la elaboración de las tareas del hogar que siempre acababan cayendo injustamente en manos de uno de los miembros de la pareja, y ella no lo iba a permitir sabiendo que Fleur trataría de hacerse cargo de todo con el fin de facilitarle la vida a su mujer.

La rubia no pudo evitar reírse cuando la castaña le mostró el cuadrante a colores que había elaborado con la repartición de dichas tareas y sus horas estipuladas, aunque era demasiado estructurado para Fleur no podía negar que había hecho una repartición perfectamente equitativa, ella y su esposa estaban bastante satisfecha con los resultados que estaba dando, aunque siendo francos el día que le tocaba cocinar a Hermione siempre terminaban comiendo pizza, la ex-gryffindor poseía un montón de habilidades y cualidades pero por desgracia "el arte de cocinar" no se encontraba entre ellas.

De vez en cuando Fleur encontraba la forma de consentir a su esposa, alegando que un poco de espontaneidad ayudaría a no caer en una rutina, rutina que en los últimos meses la estaba devorando por dentro.

Adoraba y amaba a Hermione con cada célula de su cuerpo y sabia que la correspondía, solo que ésta última era menos consciente y susceptible a los hechos que estaban aconteciendo en su relación.

Fleur y Hermione llevaban 5 años juntas de los cuáles 3 eran de casadas, tras el fallido matrimonio con William Weasley que apenas duró unos meses, volvió a Francia junto a su familia, que había extrañado horrores aunque se hubiesen visto con bastante frecuencia.

La Veela adoraba a su familia y a su país era una mujer de valores y costumbres arraigadas desde su infancia, aun así Fluer tenía compromisos laborales en Inglaterra que no podía desatender, y tras un par de meses con su familia regresó a Inglaterra, su sorpresa fue que a las pocas semanas de regresar se encontró con su ahora esposa mientras recorría una de las calles de Londres. Ella y Hermione siempre habían tenido una relación cordial como cuñadas, nada excepcional, pero cuando su relación con Bill terminó ella tuvo la oportunidad de conocer a la ex-gryffindor de otra manera, así fue como descubrió que semanas después de su separación, Hermione también terminó con Ron, el resto como quien dice fue escribiéndose solo, hasta llegar al punto en el que se encuentra ahora.


POV FLEUR

Cuando terminó de limpiar las cosas del desayuno, se dirigió al despacho de Hermione para planificar su prometedor domingo sabiendo que su esposa se encontraría allí seguramente con la cabeza enterrada en algún libro. Para su sorpresa no estaba sola, junto a ella se encontraba su ex-cuñado.

-Vaya Ronald, que…sorpresa no sabía que estabas aquí- espetó la rubia tratando de sonar lo menos disgustada posible.

- ¿Que hay Fleur?, he venido para ayudar a Hermione- dijo el pelirrojo con una amplia sonrisa.

"¿A ayudar?, Pensó Fleur, tu no podrías ayudarte ni a ti mismo, seguramente tu estarás por aquí dando estúpidas ideas mientras MI MUJER hace todo el trabajo como de costumbre".

La Veela tratando de salvar su domingo prometedor (ahora no tanto) trató de persuadir al joven Weasley. – Bon, pero hoy es domingo, es vuestro día de descanso y creo que os lo merecéis, después de todo el esfuerzo y sacrificio que lleváis realizando durante estos meses, necesitáis despejaros -

Ron parecía sentirse orgullo y de acuerdo con las palabras de la Veela – tienes razón Fleur pero ya sabes lo importante que es este proyecto y Mione no quiere desperdiciar ni un minuto de su tiempo-

Fleur apretó sus manos tratando de mantener su tono de voz amable y cordial mientras asimilaba las palabras de Ron "¿A caso pasar tiempo con su encantadora esposa era desperdiciar el tiempo?, seguro que es mejor pasarlo encerrada en el despacho con este cabeza de chorlito" pensó sarcásticamente Fleur, pero eso no iba a ocurrir… - Tienes razón Ronald el trabajo que estáis haciendo es muy importante y necesario así que me ofrezco voluntaria para ayudaros-

En ese momento Hermione que se había mantenido completamente ajena a la conversación levanto la cabeza para conectar sus ojos a los de Fleur mientras le decía – ¿Tu no tenías trabajo que hacer? Creí que Bodrog te había pedido que elaboraras un albarán de las arcas de Gringotts- Fleur no supo que decir y se limitó a abrir y cerrar la boca como un pez mientras miraba a su esposa sorprendida- Además Ron y yo vamos a ir al ministerio para trabajar desde allí, necesito consultar unos libros-

El rostro de Fleur se tensó- Mon ange, ¿acaso el ministerio no está cerrado?- La castaña que no dejaba de mirarla le dijo- así es, pero tenemos permiso del ministro para poder entrar y consultar todo lo que necesitemos-

La cara de la Veela se descompuso y su rostro podía leerse como un libro abierto, la castaña pareció darse cuenta, así que se acercó para tratar de "animar a su esposa"- Amor, prometo no tardar, para cuando termines de hacer tus cosas estaré aquí- Hermione rompió la distancia posando un casto beso sobre sus labios, siendo sorprendida por la rubia quien la agarró por la cintura pegándola a su cuerpo para profundizar el beso.

Con un leve carraspeo el pelirrojo llamó la atención de ambas chicas, Hermione se separó con las mejillas encendidas por la acción de su esposa que no parecía muy contenta con la interrupción de Ron, y tras esto ambos desaparecieron con el caracterismo "Pop".

Fleur se dejó caer sobre la silla del despacho de Hermione mientras se frotaba las sienes tratando de calmarse.

La rubia no se demoró mucho y comenzó a elaborar su trabajo para Gringotts, le costó bastante trabajo concentrarse en lo que estaba haciendo y tres horas más tarde consiguió terminar su trabajo, observo el reloj que colgaba del despacho de su esposa, la cual no había regresado aun y seguramente se demoraría un par de horas más, pero la Veela no se iba a quedar en casa esperando, así que se acercó a la chimenea y usando la red flu se comunicó con su hermana Gabrielle para cerciorarse de que estaba en casa y podía visitarla. Tras esto subió a la habitación para arreglarse como es debido.


Media hora más tarde se encontraba en la entrada de la villa que daba a la mansión en París de los Delacour, tocó la puerta donde la Elfa doméstica de la familia le abrió –Salut, Madame Fleur, comment ça va?- Fleur le dedicó una sonrisa sincera y mientras entraba le dijo – Salut, ça va très bien, merci-

Se dirigió sin perder el tiempo hacía el salón donde esperaba encontrar a su hermana pequeña – Mon soeur ¿cómo estás? Te ves estupenda chèrie- dijo mientras estrechaba a su hermana pequeña en un cálido abrazo.

-Merci Fleur, pero creo que no puedo decir lo mismo de ti, ¿pasa algo? ¿A qué se debe esta repentina visita?- expresó la menor de las Delacour que se caracterizaba por su directa sinceridad.

Cuando la hermana mayor estuvo a punto de contestar apareció Apolline del brazo de su esposo, una sonrisa se dibujo en el rostro de su hija mayor quien se acercó a abrazar a sus padres- Mére, pére, me alegro de veros-

-Mon petit trésor- Dijo el señor Delacour mientras estrechaba a su hija mayor entre sus brazos. – Que bueno verte mon amour, cuéntame hija ¿Qué te trae por aquí?- preguntó la señora Delacour.

-Tenía ganas de veros- contestó tratando de sonar lo más natural posible, en ese momento se miraron los unos a los otros y el ambiente se volvió tensó por unos segundos, el padre de Fleur rompió el incomodo silencio – Que bueno ma petit, sabes que puedes venir a casa siempre que quieras, estaremos encantados de verte- tras esto el padre de la Veela se disculpó y salió de la habitación para atender unos asuntos.

En ese momento Apolline que no se caracterizaba precisamente por su paciencia se dirigió a su hija para indagar en el meollo del asunto – y cuéntame chèrie ¿Qué tal esta Hermione? ¿Por qué no ha venido contigo?- Fleur trató de sonar tranquila y segura – Hermione está muy bien, se ha quedado en Londres trabajando-

La rubia sabía mostrar a los demás exactamente lo que ella quería que viesen era una "cualidad" que poseía desde pequeña, pero si por algo se caracterizaba su madre era por saber que estaba pasando con sus hijas incluso antes de que ellas mismas se diesen cuenta. Cuando Fleur conoció a Hermione, Apolline fue capaz de detectar lo que su hija sentía por la joven del trío dorado incluso antes de que la rubia supiese que tan profundos era sus sentimientos.

Y lo mismo ocurría ahora, era como un sexto sentido maternal agregado a su condición Veela, ella podía percibir la intranquilidad y tristeza por parte de Fleur, incluso Gabrielle siendo más joven y con menos experiencia podía percibirlo.

La señora Delacour no iba a darse por vencida sabiendo que su hija trataría de evitar el tema para no preocuparla, -Me alegro de que Hermione esté bien, pero trabaja demasiado, deberían tomarse unas vacaciones les sentaría muy bien a ambas- Fleur miró a su madre y le dedicó una ligera sonrisa mientras asentía.

Con mucho cuidado Apolline trató de abordar un tema que sabía que seguramente era delicado para su hija y que podría tener algo que ver con el motivo por el cual se sentía tan mal- Chérie, Hermione y tú…¿habéis vuelto hablar sobre el tema de…les enfants?-

La cara de Fleur se tensó por un momento. Meses antes de que la castaña aceptara el proyecto del ministerio, su esposa con mucho tacto había sacado a relucir el tema de tener hijos, ambas eran bastante jóvenes aun, la Veela tenía 26 años mientras que la ex-gryffindor tan solo tenía 24, pero llevaban bastante tiempo juntas y a la rubia le hacía ilusión poder formar una familia junto a su esposa, a Hermione le pareció bien la idea incluso Fleur pudo intuir algo de emoción por su parte, pero más allá de eso no había planeado ni hablado nada más.

La joven miró a su madre y le dijo- no mère, no hemos vuelto a hablar sobre ello, Hermione ahora está bastante ocupada tiene mucho trabajo, así que lo dejaremos para más adelante- La Veela mayor observó el rostro de su hija tratando de leer sus pensamientos, mientras asentía con la cabeza, Gabrielle que seguía muy de cerca la conversación trató de desviar un poco el tema para que su hermana mayor no se sintiese tan incómoda.

-He oído que Hermione está trabajando en un proyecto muy importante del ministerio ¿de qué se trata exactamente?- Fleur les explicó sin entrar en muchos detalles, ambas mujeres quedaron sorprendidas gratamente ya que la familia de Fleur tenía una mentalidad bastante moderna incluso para el mundo mágico, Apolline no pudo evitar cuestionarse en voz alta- ¿y como lo hace para compaginarlo con su trabajo en el Hospital?-

Fleur dirigió su mirada distraída hacia su manicura francesa mientras decía –trabaja todo el día mère, ya sabes lo responsable y cumplidora que es-

Apolline arqueo una ceja mientras le preguntaba a su hija- ¿y tiene tiempo para "cumplir" con sus obligaciones como esposa?- La rubia se sonrojo levemente sabiendo a lo que su madre se refería con "obligaciones como esposa". Apolline Delacour había tratado el tema de la sexualidad con completa naturalidad con sus hijas tal y como lo hizo la abuela de estas con ella, ya que las Veelas eran criaturas sexuales tenían que estar bien informada e instruidas desde jóvenes sobre las ventajas y desventajas de su naturaleza, aun así para Fleur seguía siendo incomodo hablar de ello con su madre.

La joven rubia se aclaró la garganta mientras le respondía con un tono lo más natural posible – Hermione no tiene ningún tipo de obligación, mére-

Apolline le dirigía una mirada de escepticismo- No puedes estar hablando enserio ma chérie, hemos tenido esta conversación muchas veces, creí que tú y tu hermana tenían ya bastante claro la importancia de mantener una correcta, saludable y asidua vida sexual con sus compañeros, está en nuestra naturaleza y no debemos descuidarla, es tan importante y vital para nosotros como respirar, además nos ayuda a estrechar y mantener el vinculo con nuestra pareja, de lo contrario podría ser peligro y llegar a ocasionar rupturas o distanciamientos en la relación-. Fluer tan solo soltó un largo y frustrante suspiro tratando de evadir el tema, pero ella que conocía bien a su madre sabía que no lo dejaría pasar con tanta facilidad.

- No me digas ma petit que ya no eres capaz de despertar el deseo en tu esposa, si tienes dudas sabes que puedes hablar conmigo o con tu grand-mére y ambas te podemos aconsejar- continuó exponiendo su madre.

Para ese momento la cara de la rubia estaba teñida de un intenso rojo, mientras que su hermana Gabrielle dejaba escapar una sonora risita – mére, no necesito consejos ni de ti ni de la abuela, se cómo "tratar" a mi esposa-, Apolline continuó mirándola con escepticismo- no tienes que "tratarla" tienes que "hacer el amor con ella"- dijo sin indulgencia- ¿Cuánto tiempo llevan sin hacerlo?-.

Fleur intentó ponerse de pie para abandonar el imponente salón y la situación que estaba viviendo allí, pero su madre no se lo permitió - ¿a dónde crees que vas jovencita? Esta conversación no ha terminado así que siéntate inmediatamente y contesta a mis preguntas- ordenó Apolline de forma tajante.

Fleur resopló e hizo lo su madre le dijo, tardó unos segundos en responder bajo la mirada autoritaria de Apolline quien no daba su brazo a torcer hasta que finalmente contestó- Algunos meses-

Apolline tensó su rostro mientras continuaba preguntando -¿Cuántos meses?- la joven rubia, quien para ese momento había entendido que era inútil tratar de oponerse respondió –no lo sé, puede qu meses-.

Apolline se llevo una mano a la boca mientras decía – Mon dieu, comment est-ce possible? ¿Qué pasa con tu sangre Veela? ¿A caso te has vuelto muggle de repente como para estar 4 meses sin hacer nada?- la cara de su madre era un cruce entre disgustada y conmocionada.

Fleur se sentía como si tuviese 6 años y la hubiese pillando haciendo alguna travesura, su rostro no podía estar más colorado, y sentía que la habitación se estaba haciendo cada vez más pequeña.

Apolline no quiso alargar más la conversación ya había escuchado suficiente así que se puso de pie para acercarse a su hija mayor mientras la sujetaba delicadamente por los hombros- Fleur mírame, quiero que vuelvas a Londres lo antes posible, hables con tu esposa y hagan el amor hasta recuperar el tiempo perdido o perder el conocimiento…lo que llegue primero, y es una orden jovencita, apúrate no tienes tiempo que perder, ahh y por favor comunícate conmigo en cuanto soluciones este "problema" de momento no le diremos nada a la abuela no quiero que se lleve un disgusto para nada, si no pudieras…solucionarlo entonces llámame urgentemente-

La cara de espanto de la joven Veela lo decía todo, Gabrielle por su parte no podía parar de reír al ver el rostro de Fleur, su madre la reprendió antes de salir de la habitación murmurando en francés.

Gabrielle quien ya había controlado su risa se acercó a su hermana y le dijo -tranquila ya sabes cómo es, se preocupa demasiado, es como la abuela. Estoy segura que las cosas entre Hermione y tú se van a arreglar.- Fleur por su parte dejo escapar un largo suspiro mientras enterraba la cabeza en uno de los cojines de corte francés.


Bueno, ¿Qué les a parecido el primer capítulo? ¿Se han quedado con ganas de más? Espero que sí, si tienen alguna duda sugerencia o cualquier otra cosa, por favor háganmelo saber, saludos para todos.