Todo lo que reconozcáis pertenece a J. K. Rowling.

Este fic participa en el reto "¡Feliz cumpleaños, Victoire!" del foro Amor de Tercera Generación.


A medida que fue creciendo entendió por qué todos los mayores, precisamente el día de su cumpleaños, estaban más callados y serios de lo normal. Muchos se limitaban a felicitarla y sonreírle tristemente. Aprendió que su nombre se debía a que habían ganado la guerra, justo dos años antes de que ella naciera. Y aunque habían ganado, habían perdido a mucha gente.

El día que cumple doce años es el primer cumpleaños que Victoire pasa en Hogwarts, y el Gran Comedor esté sumido en una anormal atmósfera melancólica. Nadie habla muy alto, y los ojos de alumnos, profesores y hasta fantasmas tienen tendencia a quedarse mirando al infinito durante largos ratos.

Y a Victoire no le extraña. La mayoría de alumnos que ese año están en Hogwarts han nacido durante la guerra. Muchos de ellos perdieron padres, tíos, abuelos y demás familiares cuando eran pequeños. Y si se han salvado de eso, aún y así casi todos recuerdan la sensación de miedo y alerta constante de su más tierna infancia. No es algo que puedan olvidar fácilmente.

Aunque Victoire nació más tarde, ese día decide que ella no es tan importante. La victoria por la que fue nombrada sí lo es. Así que durante veinticuatro horas quiere dejar de ser ella misma, y eso no es fácil. No por algo es la primera de la nueva generación de la familia Weasley, la perfecta Gryffindor, orgullosa, valiente, de belleza incuestionable, facilidad para hacer amigos y un don natural para llamar la atención por todo lugar por el que pasa. No, ese día no es nada de eso. Se recoge discretamente el pelo e intenta fundirse con sus amigas.

Se distrae en sus clases. En los descansos busca con insistencia a alguien, pero no es capaz de encontrarle. Solo cuando las clases han acabado y se dirige al Gran Comedor consigue ver a Teddy sentado en la mesa de Hufflepuff, comiendo en silencio rodeado de sus amigos, pero su mejor amiga la arrastra hasta la mesa de Gryffindor. Solo cuando acaba de comer puede ir a buscarlo, pero ya no está, aunque sí sus amigos. Sonrojada (porque a pesar de todo, los amigos de Teddy siguen siendo dos años mayores) se acerca a ellos y les pregunta dónde está. Uno responde que paseando por el lago.

Y sí, le encuentra cerca del lago. De pie, con las manos en los bolsillos y mirando fijamente la superficie del agua. Cuando ella ya está cerca, él se gira y le dedica esa sonrisa triste típica de la gente en ese día.

—Feliz cumpleaños, Vic.

Ella no contesta. Le sonríe igual de vuelta y le abraza. Los cálidos brazos de Teddy la envuelven.

—¿Puedo quedarme un rato contigo?—pregunta Victoire.

—¿Para qué?

Y ella se encoge de hombros, por lo que Teddy entiende que no hay una razón. Simplemente para hacerle compañía. Él asiente.

Pasan la tarde sentados en silencio a orillas del lago.

Porque siempre ha sido así entre ellos.

Se entienden sin palabras.


Ay, Vic y Teddy son adorables.

Bueno, ¡gracias por leer hasta aquí! Es la primera vez que escribo algo tan corto, y lo he pasado fatal (en definitiva, no sé resumir). Al principio creía que el máximo eran 600 palabras, y estaba yo tan feliz porque me sobraban 10... Hasta que me di cuenta que el máximo eran 500, y tuve que borrarlas casi una a una. Después de un bonito trauma, lo conseguí, y quedó esto. No he podido desarrollar los personajes (¿Pero cómo puede haber gente que cuente tanto en tan pocas palabras?), pero ya será en la próxima que escriba sobre ellos.

De nuevo, gracias por leer, y recordad que se agradecen los reviews!