Pq todo es tan difícil?
Capítulo 1.
Una agradable sensación de calor embargaba sus piernas, el sol entraba por la ventana, entre las cortinas verdes que cubrían los cristales de su habitación. Abrió los ojos, el reloj le indicaba que era hora de levantarse, un atareado día le esperaba. Cogió su ancho pantalón, introduje el móvil en uno de sus grandes bolsillos, en el otro un Discman último modelo, con reproductor Mp3, un disco de hip hop se alojaba en su interior, se puso una camiseta de tirantes que mostraba un hermoso graffiti con su nombre , un obsequio de uno de sus mejores amigos, aunque hacia relativamente poco que le conocía. . . .
Mostrando unas bragas altas negras que le sobresalían de los bajos pantalones, y deleitando a los transeúntes con su cintura de avispa y su ombligo agujereado salió a la calle, había quedado en cinco minutos con Sam en la parada del metro, habían quedado para ir a comprar unos cuantos sprays, para la nueva pieza que se traían entre manos.
La gente la miraba con extrañas expresiones, unos con admiración, otros con notable asco, y la mayoria con sorpresa, no era muy común ver en aquella relativamente pequeña ciudad alguien con tales vestimentas, un chico de similar aspecto esperaba apoyada en una vaya, que mostraba una buena firma, conocido para ambos chicos.
-Hola- saludo jadeante Hermione- me quedé dormida, lo siento, he venido lo antes posible, corriendo desde mi casa,
-Tranquila- le contestó el muchacho- descansa, no hay prisa-
-Vale, ¿ a donde vamos a ir a comprar los sprays?¿ a búho?
-Si claro, y si en Búho no hay todos los colores, a Tiempo Libre.
-Vale- añadió y con paso decidido bajó las escaleras hacia el metro
Ese olor penetraba hasta el fondo, ¿nunca limpiarían ahí?, sacó el abono, picó y entro hacia la línea uno, se bajarían en Gran vía, y en media hora estarían en la tienda. El metro estaba petao, no cabía un solo alfiler, Sam se tocaba las sienes, debía dolerle la cabeza, no me extraña, con tanta gente y a esas horas, después de la fiesta del día anterior, nada mas que se nos ocurre a nosotros venir hoy a por sprays.... Aunque si no cuando hubiéramos venido, quién me iba a decir a mi que de tres meses a esta parte mi vida fuera a cambiar de tal forma... ¿Harry y Ron me reconocerán? Espero que sí.... y espero que Sam les caiga bien, ¿y ese olor? Me resulta familiar... pero ahora mismo no logro caer de que...
La chica se dio la vuelta haber de donde procedía tal embargador olor, y se encontró con un chico castaño de enormes ojos amarillos con pintas moradas y un tatuaje que le sobresalía de al camiseta y le ascendía hasta la mitad del cuello. El se la quedó mirando y ella a él, era como si se conocieran de toda la vida, en cambio no recordaba haberle visto alguna vez, un rostro de perplejidad se dibujaba en el rostro de ambos muchachos, y una mueca de sorpresa asoma en la cara de aquél peculiar joven, mientras tanto un ruido de fondo decía ... cuidado de no introducir el pie entre tren y andén y unas risas lejanas daban un toque mas irreal a esa peculiar situación. ¿Quién era ese chico? ¿ De qué le conocía?¿ A qué se debía esa extraña sensación de confianza que este le provocaba? Entonces se detuvo a mirar su vestimenta, sorprendiéndola aun más si cabe, unos pantalones anchos con muchos bolsillos que con juntaban a la perfección con una sudadera roja con capucha que le llegaba casi por las rodillas, y una pulsera en la muñeca derecha con una cinta de la bandera rastafari (o como se escriba :p) y unas deportivas de baloncesto con cordones de la misma bandera de la pulsera, al instante una mueca de asombro apareció en su cara, abriendo la boca y pronunciando un pequeño grito de admiración. Mientras el misterioso chico la observaba de manera similar, no podía pasar por alto ese corte de pelo tan atrevido ( lo llevaba muy corto a lo chico, y con lo de tras levantado hacia arriba, como yo :p) para pararse luego en unos ojos enormes castaños que estaban mas abiertos de lo normal, luego u mirada se encontro con su ropa, una camiseta de rientes con un graffiti de bastante buena calidad que le dejaba ver un ombligo agujereado para dar paso a unos pantalones que daban el aspecto de ser tres tallas mas grandes, con numerosos bolsillos, el chico no cabía en si de su asombro, esa chica... era tan misteriosa... Se estuvieron observando durante un rato considerable hasta que un pitido anunciaba que habían llegado a su destino, Hermione y Sam se bajaron sin dar tiempo a reaccionar a aquél misterioso chico, que fue aprisa tras ellos, sin saber lo que decir, o que acababa de ocurrir dentro de aquel metro, sentía tales nervios que sus piernas parecian ser de gelatina, temiendo caerse a cada paso que estas daran, Hermione se dio cuenta al instante de que el chico la seguía, no sabía que hacer, quería hablar con él, necesitaba hablar con él, pero que le podía decir, se preguntaba la chica, mientras tanto, avanzaban sin darse cuenta a la tienda donde se dirigían, ambos muchachos embargados por una extraña sensación.
-Herm, ¿ te ocurre algo?- preguntó Sam pues desde que habían entrado en el metro su amiga no le había dirigido la palabra
-Eh?- pareció salir de su ensimismamiento esta.
-¿ Qué si te ocurre algo...?- preguntó de nuevo Sam
-¿A mi? Eh.. no nada , ¿qué me va a ocurrir?- contesto como si estuviera pensando en otra cosa, y eso hacía...
Ese chico, va detrás nuestra.. no se si decirle a Sam, ya me preguntó que qué me pasaba se me debe notar demasiado... que raro, no lo logro entender, es como si le conociera desde hace mucho tiempo, pero por más que pienso y pienso y pienso no logro recordarle, como si hubiera preferido olvidar, o como si mi subconsciente no quisiera procesar la información, y esta estuviera escondida en lo más recognito de mi mente...
-Perdona chica,¿ te conozco de algo?- Se atrevió a preguntar finalmente el desconocido
-Ehm, no que yo sepa, pero usted me suena muchísimo...- contestó esta dejando perplejo al chico
-Bueno Hermione, liga en otra parte cuando tengamos tiempo- añadió Sam que había estado escuchando la conversación de los dos jóvenes- tenemos prisa.
-Bueno ... adiós, esto, ¿Hermione?
-Si Hermione- esta sonrió- y tu?
- Marc- dijo este con una amplia sonrisa en el rostro y dándose media vuelta se fue dando saltos.
-¿De qué conoces a ese chico Hermione?
-De nada, y de todo a la vez- y dando como terminada la conversación se puso a elegir los colores de los sprays.
Marc.. bonito nombre pensaba mientras escogía un negro y un plateado, es como si le conociera de toda la vida, en cambio creo tengo la sensación de que le volveré a ver, y no solo a él, es una simple intuición pero creo que este año en Hogwarts me lo pasaré muy bien.....
Cogieron el metro y llegaron a una pequeña superficie en las afueras donde grandes muros les rodeaban, la mayoría con sorprendentes graffitis en ellos, se dirigieron a uno que estaba vacío, sacaron unos guantes de unos de los enormes bolsillos de sus pantalones, se los pusieron, y spray en mano, dibujaron y pintaron una estupenda pieza, que daría paso a mostrar el arte recién adquirido de los dos chicos, que llenaban mas de cinco muros en los alrededores, cuando acabaron, volvieron a casa, y guardaron los sprays que no habían utilizado.
Hermione se recostó sobre su cama, cogió su discman, introdujo 2pac, y se puso los cascos, cogió un libro y se puso a leer...sin darse cuenta se quedó dormida.... desperto recostada en una pared rocosa, miro a su alrededor y descubrió con angustia que se encontraba en una cueva, y que cascadas de fuego caían como agua, no sabía donde estaba, el discman a un se encontraba en sus manos y la canción de "Thug Mansión", se levantó, no se iba a quedar ahí todo el tiempo... dio un rodeo, cuando algo en una pared la llamo la atención se acerco a mirar, y vio que en la pared estaba escrito en el relieve de las rocas: LE CONOCES Y LO SABES, BUSCA EN TU INTERIOR.
Y sin tiempo a pensar se encontró de nuevo en su habitación., con la misma canción. con la misma postura y con el libro abierto sobre la cama... miró el reloj, hacía cinco minutos que se había puesto a leer, pero juraría que había estado mas de media hora en aquella cueva.... no sabía que hacer, y la frase se le repetía una y otra vez en el cerebro, cada vez mas alto, cada vez mas fuerte, le conoces y lo sabes, busca en tu interior, que podía significar? a quien conozco y lo se... no se referirá a ... tal vez si.. se refiera a Marc...
Un sonido sacó a la chica de su ensimismamiento, su madre venía del trabajo...
-Herm ya estoy en casa
-Vale mamá
-Baja un momento, que tengo que hablar contigo p favor- le dijo su madre a gritos
-Voy- contestó esta de mala gana.
Bajó las escaleras con paso rápido, y se dirigió ligera hasta la cocina donde su madre la esperaba aun con el bolso puesto, apoyada sobre la encimera que se encontraba al lado del grifo:
-Hija, que si te parece bien vamos ahora mismo a comprar tus libros de magia de este año
-¡Vale!- dijo alegre Hermione con la expectativa de ir al callejón Dragón
-OK, pues coge dinero por si te quieres comprar algo extra y nos vamos- añadió su madre
-Vale en un segundo vuelvo- y a grandes zancadas llegó a su habitación y de una pequeña cajita que tenia escondida detrás de una de las estanterías, sacó un poco de dinero muggle, y la mayor cantidad de dinero mágico, cuantas ganas tenía de regresar a Hogwarts.
Fueron en autobús hasta el centro de la ciudad y desde allí se dirigieron con paso decidido hasta el Caldero Chorreante, entraron , saludaron al encargado del establecimiento, entraron en el callejón y compraron todas las cosas que venían en la larga lista enviada por McGonogall, siendo la de Hermione la más larga de todos los alumnos de Hogwarts.
Cuándo llegó a su casa cargada de paquetes, no se dio ni cuenta de que al día siguiente entraban a Hogwarts, y no se hubiera dado cuenta a no ser que su madre subiera a decirle que cenara pronto, que al día siguiente sería un día muy agitado.
Cuando hubo preparado el baúl lleno de ropa ancha, y con unas enormes túnicas, con bolsillos, y capucha, que eran permitidas en Hogwarts, para la satisfacción de Hermione, bajó a cenar y cuando subió se encontró una lechuza gris con los ojos ambarinos, esperándola con un pequeño sobre entre sus patas.
Cogió la carta la abrió y se sorprendió al no reconocer tal caligrafía. La carta ponía así:
Estimada Hermione. Se que no me conoces, al igual que yo a ti tampoco. Solo te daré algunas pistas para ayudarte a resolver los acertijos que el destino te vaya marcando, y no lo has de olvidar, busca en tu interior, abre el sobre que se te adjunta junto a esta carta sentada cómodamente en tu cama, espera nuevas noticias, y mi consejo es que sigas los elementos.
Hermione cogió el sobre y se acomodo en la cama, al abrir el sobre, una nubleza blanca envolvió la habitación y la sumió en un agradable sueño... se encontraba rodeada de nube esponjosas y al final una cascada de agua chocaba suavemente contra las rocas formadas por grandes nubes blancas y azules. Sigue los elementos... Esta frase se repetia una y otra vez en la cabeza de Hermione, a que se referia con seguir los elementos... el agua era uno de los elementos.... se dirigió hacia ella con paso decidido, pero ahora que se encontraba en frente de esta se preguntaba que qué tendría que hacer, seguir es seguir se dijo, y sin tan si quiera colocarse la capucha de su sudadera, entro bajo la cascada introduciéndose en una cálida mañana, en un frondoso parque donde una niña de castaños ojos jugaba alegremente con un niño de ojos amarillos con pintas moradas.
*Marcc, Marc, ¿dónde te has escondido? Te estoy esperando. no mires hacia atrás... , corre Marc, no te caigas, no resistas, no te pares a buscar caminos sin final, no mires hacia atrás. ven correeee- llamaba nerviosa la chica al ver como aquel chico al que parecía conocer se quedaba parado en un puente, como con miedo a seguir, la niña había pasado ese puente saltando... en cambio el chico parecía ser más temeroso- venga -animaba la niña, no puedo herí, lo siento- contestó por fin el chico dándose la vuelta. cuando de repente el cielo se tornó de negro, y una marca verde apareció en el cielo, un señor encapuchado cogió al niño lo llevo al extremo opuesto donde se encontraba la niña de enormes ojos castaños, y rompió el puente que les separaba, dejando a la pequeña abandonada a su suerte*
Hermione se despertó sobresaltada a la mañana siguiente, ese sueño, había sido un sueño, aquel chico de ojos amarillos con pintas moradas era aquel pequeño que jugaba con una chica pequeñita tan parecida a ella misma. Decidió olvidar el tema, aunque sabia que en poco tiempo pensaría en él, antes de lo que ella misma se temía.
-Baja hija, ya están todas tus cosas en el auto- gritaba su madre desde la cocina- te eh dejado la ropa que apartaste ayer doblada en la silla, baja a la cocina que tienes el desayuno preparado, te espero ordenando las últimas cosas en el coche.
-Vale mamá-grito Hermione saliendo de la ducha- ya bajo
Desayunó unos ricos Special K desechos en el Colacao, y cogió todo lo que solía llevar en sus bolsillos, se echó un poco de brillo en los labios, y salió con paso decidido hasta el coche, donde su madre la esperaba al volante.
Llegaba pronto... menos mal, quería encontrarse con Sam para poder presentarle a Harry y a Ron, sí, Sam también era un mago, que se había mudado desde las Canarias en España. Entró en el andén , dispuesta a encontrar a Harry y a Ron, cuando se cruzo con Neville, y le saludó, y este se quedó mirándola con una cara de perplejidad hasta que se dio cuenta de que era Herm, ¡no la había reconocido!
Mientras buscaba desesperadamente a alguno de sus amigos tropezó con alguien...
-Hay perdone- se disculpó Hermione, incorporándose, para poder averiguar con quien se había chocado
-Lo siento, fue mi culpa- decía un chico
-No fue mi culpa..- en ese momento sus miradas se cruzaron- Malfoy!
-¿Quién er...?Granger!!!!- este se dio media vuelta y salió corriendo Vaya! Que guapo se había puesto Malfoy! ¿Guapo? Estoy hablando de Malfoy!!Bueno tengo que encontrar a Harry y a Ron ya!, Ah! Una cabellera pelirroja, ya era hora! -Hola chicos! Ya era hora de que llegaran!- dijo Hermione a la espalda de Ron y Harry -Hermione!¡Qué cambio!- dijeron ambos al unisono -Mira Herm. te presentamos a Marc, Marc Hermione, Hermione Marc... -Tú!!- exclamó con asombro Marc -¿Eres mago???- contestó con la misma actitud Hermione -Sí lo soy, y p lo que veo tu eres bruja -Exacto
-¿Ya se conocían?- preguntó un sorprendido Harry
-Se puede decir asi- contestó Marc a la vez que Hermione afirmaba con la cabeza
-Y de qué se conocen?- preguntó Harry curioso.
-No lo se Harry- contestó una misteriosa Hermione- de veras que no lo se
Dando esta conversación por terminada subieron al tren, donde una lechuza gris esperaba ansiosa a la llegada de una joven con hermosos ojos castaños
-Esa lechuza me suena mucho- decía para si misma Hermione, cuando de repente la susodicha se posó en su hombro, dejando a Harry y a Ron sorprendido, y a Marc con los ojos salidos de sus órbitas,
-Esa lechuza!-dijo Marc en alto
-No se de quién es- afirmó Hermione dejando a todos más perplejos si cabe la posibilidad
-¿Cómo que no sabes de quién es?-trataba en vano de reaccionar Marc- Yo tampoco!¿no habrás recibido unos mensajes muy extraños de parte de esta lechuza verdad?
-Este sí.....
-Ábrela Herm- dijo Harry impaciente
-Voy- y diciendo esto abrió un sobre y de este salió un contenido líquido que rodeo todo el cuerpo de Hermione, dejándola inmovilizada como dormida....
Hermione despertaba en un lugar sombrío, al mirar a su alrededor se dio cuenta q se encontraba en un lugar lleno de escaleras y sombras que se movían de un lado a otro de aquel extraño lugar, se sentia angustiada, como si le fuera a faltar el aire de un momento a otro, entonces a lo lejos diviso un poco de luz, ¿acaso sería la salida de aquel sombrío lugar? Se acercó cautelosamente cuando empezó a escuchar una extraña música que la sonaba tremendamente , y que involuntariamente comenzó a tararear, un olor a rosa antigua le impregno la piel, ese olor , esa música, le resulta tremendamente familiar... vio para su asombro un pequeña casita que parecía ser muy confortable, y en una de las habitaciones una luz iluminaba aquel lugar, esa luz que había visto desde atrás, era un calorosa chimenea, un nuevo olor le llego, como a unas costillas recién sacadas del horno, costillas, su comida preferida, decidió ir a echar un vistazo total que podía perder, se encontraba en un lugar desconocido que a pesar de todo le ofrecía el calor del hogar que solo Hogwarts le había ofrecido por completo a pesar del cariño que sus padres le habían brindado a lo largo de sus quince años, en aquel lugar se sentía a gusto, como en casa, esa sensación que nunca había podido obtener en su casa propia, al asomarse vió algo que la desconcertó por completo.... un chico de ojos amarillos con pintas moradas bailaba aquella estupenda música junto a una niña de su misma estatura con los ojos color almendra y el pelo considerablemente enmarañado. Esa música, sonaba una y otra vez, la embargaba en una tristeza melancólica, en lo que tuvo y se le arrebato y una alegría al saberla aun viva en su mente, sí, todo aquello estaba en su mente, escondido tal vez, pero ella ya se encargaría de una forma u otra de sacarlo a la luz.
-Herm, despierta, despierta!!- un grito ensordecedor la gritaba, que pasaba,¿ donde estaba la casita, y la música? Bueno otro día iría a visitarla ahora era hora de volver al mundo real, sus amigos estarían preocupados -¿Qué?¿Qué pasa?- pregunto una confundida Hermione -e desmayaste- le explicaba Ron -Cómo?- entonces la chica miró a su alrededor descubriendo que se encontraba en un compartimiento de el expreso de Hogwarts recostada entre tres asientos, y con la cabeza apoyada en las rodillas de... ¡Marc!!! -Hi- le saludó el susodicho al descubrir que Hermione lo observaba de manera perpleja, supuso que sería al encontrarse apoyada en las rodillas de un desconocido, o tal vez sería algo más?, pronto lo descubriría. -Perdonar chicos, no era mi intención incomodaros- dijo esto aun la confundida muchacha a la vez que se incorporaba- no es la primera vez que me pasa, es más desde que conocí a Marc me pasa- añadió dejando al trío de chicos completamente sorprendidos.
-Creo que iré a dar una vuelta por el tren, aunque nada más sea para despejarme un poco
Y diciendo esto la chica salió con paso decidido sin un destino conocido, entrando de vagón en vagón, hasta que .... - Granger?¿ Qué haces tu aquí?- pregunto Malfoy mientras se despegaba a Pansy de encima.
- Malfoy! Tranquilo ya me voy, no quiero interrumpir tus actividades- dijo despectivamente mirando con una expresión de asco a Pansy
- Adiós, y por cierto Granger, bonito peinado- añadió con una sonrisa burlesca- ya no te discriminaran tus estupendos amigos por ser la chica del grupo
-Vete a la mierda, asqueroso dragón- y diciendo esto salio con paso ligero al vagón donde unos desesperados amigos la esperaban preocupada, al entrar descubrió que había un nuevo integrante en el grupo, una chica de rasgos peculiares estaba sentada al lado de Harry, con los ojos semicerrados, como pensando o invocando algo.
Aquella chica le resultaba familiar, no tanto como Marc, pero desde luego familiar, era de una piel muy muy blanca, con unos labios pintados de negro, y el pleo negro muy muy liso, y tenia unos enormes ojos rojos, era muy guapa, un poco más alta que ella, vestía ancho, aunque con unos collares bastante góticos, y tenia un pequeño tatuaje de una calavera en el hombro. A los que no la conocían les inspiraba algo de miedo, en cambio a Hermione le embargó un sentimiento muy distinto, una alegría de verla, como si la hubiera necesitado o echado mucho de menos, y de repente un nombre se le vino a la mente, y sin darse cuenta lo pronuncio en alto:
-Erika!
-¿Cómo sabes su nombre?- le pregunto Harry con los ojos abiertos como platos
-Yo.. no, no lo se... es como si la conociera, igual que con Marc...
-Eres igual que .. Herms- contestó la chica sorprendida y con una expresión similar en el rostro a la de Hermione
-Soy Hermione- contestó esta -¿Hermione? Te acuerdas de mí? Soy yo, tu amiga Erika- dijo esta sorprendida, si como estuviera viendo a un fantasma
-Mi amiga...- susurró esta para sí- yo nunca he tenido amigos desde que tenía 4 años... pero esa época no la recuerdo
-Hermione! No puede ser, Herm, Herm, Herm- de pronto Marc se puso como loco. a decir eso, sin cesar, no podía creerlo, él también se encontraba con las mismas sensaciones de las otras dos chicas, un puente caido le vino a la memoria
-Hermione ¿recuerdas la ruptura de un puente?- preguntó saliendo de su ensimismamiento el joven, mientras Ron y Harry contemplaban la escena indecisos
-Un puente.. - repitió para si la joven... y cayendo en un ensimismamiento, se tumbo y empezó a hablar, sus ojos estaban en blanco, y su cuerpo se movía como si de compulsiones se tratara, entonces empezó a decir
Era una tarde verano, los pájaros cantaban, un ruiseñor tocaba su preciosa melodía cerca de nosotros, estábamos tumbados en un verde monte, rodeados de frondosos árboles. Marc contaba chistes mientras Hermione se reía con esa sonrisa que la caracterizaba, y que a tanta gente había sorprendido, una preciosa mariposa con tonos verdes y plateados se posó en la pequeña nariz de Hermione, y como dejando un fresco olor, la llevó poco a poco hacía un pequeño puente de madera, seguida por Marc, la niña miró que había al otro lado de aquél viejo puente, una cascada plateada de incalculable belleza esperaba a que los chicos se refrescarán en ella, Herms con paso decido fue hacia el punto atravesándolo sin tan si quiera mirar atrás, y cuando lo hizo vio como su hermano dudaba entre pasar o no, cundo de repente el cielo se tornó de un color muy oscuro, la cascada que había sido plateada se volvió roja como la sangre, y toda la vegetación que les rodeaba se marchitó, el puente crujió, y Marc atemorizado por este suceso dio media vuelta y le dijo a su hermana que volviera, cuando de repente el chico había llegado al otro lado del puente, y Hermione se disponía a volver, unos encapuchados aparecieron, susurraron algo al odio del niño que inmediatamente se puso a gritar como loco, mientras que la niña, es decir yo, esperaba atenta al otro lado del puente a los sucesos que estaban ocurriendo , cuando de repente una ráfaga de frío embargó por completo el cuerpo de la pequeña, el puente cayó, y los encapuchados desaparecieron, al igual que su asustado hermano, la niña vagó sola durante una semana, comiendo lo que llevaba en una pequeña cestita y algunas fresas silvestres que había por el camino, entonces unos señores la encontraron y la llevaron a su casa, al ver que no la reclamaba nadie la adoptaron, conservando esta su nombre, pero olvidando por completo lo sucedido y pensando desde entonces que esos eran sus verdaderos padres.
Hermione salió del ensimismamiento, sin recordar absolutamente lo que acababa de pasar y encontrándose ante cuatro pares de ojos que la miraban inquisitivamente, mientras que se levantaba empezó a recordar todo lo que había dicho, ¿sería eso cierto? Mientras tanto, Marc se dirigió hacia un pequeño rincón donde se sentó, resguardándose de las miradas de Harry, Ron y Erica , y empezó a lloran sin producir ningún sonido.
Hermione, se levantó, y se dirigió hacía una pequeña esquina, donde aquél chico de ojos amarillos con pintas moradas sufría, se arrodilló y le abrazó, preguntándole que si todo lo que había dicho era verdad, que si realmente eran hermanos, si realmente no era una Granger, si en realidad no era hija de muggles, entonces Erica abrazó a Hermione diciéndole que era ella Hermione, hermana de Marc, hija de una de las familias de magos más poderosas.
Entonces la puerta del compartimiento se abrió dando paso a un rubio slytherin, que había escuchado todo desde afuera, cosa que por supuesto no haría:
-Granger, Dumblendore nos llama, me encargó que te comunicara su petición- dijo arrastrando las palabras- por cierto, Erica, Granger no es una buena compañía para ti.
-¿Y tu si lo eres Malfoy?- contestó esta dejando boquiabiertos a todos los presentes.
-Ya voy Malfoy- dijo Hermione para disminuir la tensión que se acumulaba caprichosa en el ambiente.
-Pues date prisa- contestó el Slytherin dándose media vuelta.
Y Hermione salió tras de él, dejando a Ron, a Harry, a Erica, y a ¿su hermano? sorprendidos, Hicieron el camino en silencio hasta llegar a una puerta medio escondida. Draco pronunció unas palabras, entraron, una chimenea con polvos flu al lado les esperaba, y una pequeña nota al lado de estos que decía:
Estimados Draco Malfoy y Hermione Granger, Utilicen los Polvos Flu para acceder a la puerta de mi despachó, pronuncien esta contraseña: Quesadilla No se preocupen, no es nada grave, Un saludo, Dumblendore
-Habrá que hacerle caso al viejete.... tu primero, o yo?- preguntó irónico Draco
-A mi me da igual, pero ya que lo dices, prefiero ir yo delante...- dijo Herms pasando por alto el tono de Draco.
-Ok, pues venga que no tenemos todo el día
Que ansioso parece, ¿ para que nos llamará Dumblendore? Y mientras que estos y muchos otros pensamiento similares se le pasaban por la cabeza a una velocidad vertiginosa, tomó los polvos Flu y dijo: Al despacho de Dumblendore , salió medio mareada de la chimenea que le mostraba una gárgola, ¿espero a Malfoy? Y justo cuando estaba pensando eso, este apareció tras ella
-No hace falta que me esperes- le susurró este al oído poniendo la carne de gallina a Hermione, y haciéndola perder el aliento, había tenido a Draco tan tan cerca, en su cuello prácticamente... si se hubiera dado la vuelta se habría encontrado con sus labios, pero en que estaba pensando, era Draco Malfoy, malvado, un asqueroso slytherin., mientras en la conciencia de Draco se tornaba una lucha, como había podido susurrarle así, la tenia tan cerca, que bien que olía! Si no la hubiera insultado durante tantos y tantos años! Pero, en que estaba pensando, en una sangre impura, si su padre se enterara de los pensamientos que le venian a la cabeza, no habría dudado en hacerle un Cruciatos, y sin dudarlo, se habría divertido torturando, violando y matando a Hermione delante de su propia hijo... ¿Por qué él no podía ser un chico normal? Aunque sin algún lujo hubiera cambiado su vida por la de un simple mago, uno al que su padre no atormentara en sueños diciéndole que ya había llegado la hora de su iniciación. uno que habría podido estar con una chica de sangre impura sin que la vida de ambos corriera peligro... Todos estos pensamientos pasaron volando por su mente, últimamente se repetían notablemente varias veces al día.
-Quesadilla- dijó Herms suavemente a la gárgola, y esta se abrió inmediatamente dejando paso a un hermoso y abarrotado despacho, en el que un sonriente mago les esperaba sentado tras el escritorio, con pluma en mano, y dos pequeñas insignias que no llegaba a mostrar. Saludándoles y diciéndoles que entraran metió la pluma en un recipiente, y cerró el tintero.
-Os preguntaréis el porque de acudir aquí y no haber esperado a siquiera el expreso llegar a Hosmeade...
-Pues la verdad es que sí- admitió con orgullo Draco- espero que será algo de suma importancia para habernos molestado...
-Así es señor Malfoy, aunque espero sea para ambos una buena noticia- y con una cálida sonrisa en el rostro, poco frecuente a los tiempos que avecinaban añadió- Son ustedes el orgullo de Hogwarts y de sus respectivas casas, son los prefectos, felicidades
-Yo,¿prefecta?- preguntó Hermione incrédula, ni que no se lo esperara pensó Draco, pero en cambio él si que no se lo esperaba, sí era cierto que era el que mejor notas sacaba después de Hermione, pero... tanto como para ser prefecto!
-Muchas gracias- balbuceó aun sorprendido la serpiente.
-Tomen sus insignias- añadió Dumblendore a la vez que les acercaba unas insignias en los respectivos colores de sus casas con una hermosa P de prefecto. Malfoy fue a coger la suya, cuando de repente su mano hizo contacto con la de Hermione, que al instante se puso roja, al igual que él, tomó su insignia, se la colocó en la túnica. Al igual que hizo Hermione. Salieron del despacho se dirigieron a la chimenea y echaron los polvos flu, pronunciaron las palabras y depuse de un rápido movimiento aparecieron en la chimenea del expreso.
-Felicidades- le dijo tímidamente Hermione
-Igualmente- respondió el otro con una ¿sonrisa?! en la cara, que guapo estaba así pensó Hermione, para comérsele, pero que estaba pensando era el mezquino de Malfoy, ni que fuera Brat Pitt ( no creo que se escriba así pero da igual :p ^.^)
-Adiós Malfoy- se despidió insegura Hermione
-Adiós Granger- contestó con un tono triunfador el Slytherin.
Hermione se dirigió hacia el vagón donde sus amigos le esperaban, cuando de repente las piernas le dejaron de responder, y la cabeza le pesaba más de lo normal. Todo a su alrededor se puso negro, y entonces, se desmayó......
Notas de la autora, es decir yo :p Hola este es mi primer fic así que siento que sea tan rematadamente malo, esperemos que vaya mejorando, y que les guste, dejen muchos Reviews , que no cuestan nada, y dan ánimos para seguir, un saludo a todos, ah! y este capítulo se lo dedicó a mis lokas y a Naleeh, gracias por haberme ayudado a subir el capítulo, bueno ahora me pondré a escribir el siguiente. y siento que este sea tan corto, Andrea.
Capítulo 1.
Una agradable sensación de calor embargaba sus piernas, el sol entraba por la ventana, entre las cortinas verdes que cubrían los cristales de su habitación. Abrió los ojos, el reloj le indicaba que era hora de levantarse, un atareado día le esperaba. Cogió su ancho pantalón, introduje el móvil en uno de sus grandes bolsillos, en el otro un Discman último modelo, con reproductor Mp3, un disco de hip hop se alojaba en su interior, se puso una camiseta de tirantes que mostraba un hermoso graffiti con su nombre , un obsequio de uno de sus mejores amigos, aunque hacia relativamente poco que le conocía. . . .
Mostrando unas bragas altas negras que le sobresalían de los bajos pantalones, y deleitando a los transeúntes con su cintura de avispa y su ombligo agujereado salió a la calle, había quedado en cinco minutos con Sam en la parada del metro, habían quedado para ir a comprar unos cuantos sprays, para la nueva pieza que se traían entre manos.
La gente la miraba con extrañas expresiones, unos con admiración, otros con notable asco, y la mayoria con sorpresa, no era muy común ver en aquella relativamente pequeña ciudad alguien con tales vestimentas, un chico de similar aspecto esperaba apoyada en una vaya, que mostraba una buena firma, conocido para ambos chicos.
-Hola- saludo jadeante Hermione- me quedé dormida, lo siento, he venido lo antes posible, corriendo desde mi casa,
-Tranquila- le contestó el muchacho- descansa, no hay prisa-
-Vale, ¿ a donde vamos a ir a comprar los sprays?¿ a búho?
-Si claro, y si en Búho no hay todos los colores, a Tiempo Libre.
-Vale- añadió y con paso decidido bajó las escaleras hacia el metro
Ese olor penetraba hasta el fondo, ¿nunca limpiarían ahí?, sacó el abono, picó y entro hacia la línea uno, se bajarían en Gran vía, y en media hora estarían en la tienda. El metro estaba petao, no cabía un solo alfiler, Sam se tocaba las sienes, debía dolerle la cabeza, no me extraña, con tanta gente y a esas horas, después de la fiesta del día anterior, nada mas que se nos ocurre a nosotros venir hoy a por sprays.... Aunque si no cuando hubiéramos venido, quién me iba a decir a mi que de tres meses a esta parte mi vida fuera a cambiar de tal forma... ¿Harry y Ron me reconocerán? Espero que sí.... y espero que Sam les caiga bien, ¿y ese olor? Me resulta familiar... pero ahora mismo no logro caer de que...
La chica se dio la vuelta haber de donde procedía tal embargador olor, y se encontró con un chico castaño de enormes ojos amarillos con pintas moradas y un tatuaje que le sobresalía de al camiseta y le ascendía hasta la mitad del cuello. El se la quedó mirando y ella a él, era como si se conocieran de toda la vida, en cambio no recordaba haberle visto alguna vez, un rostro de perplejidad se dibujaba en el rostro de ambos muchachos, y una mueca de sorpresa asoma en la cara de aquél peculiar joven, mientras tanto un ruido de fondo decía ... cuidado de no introducir el pie entre tren y andén y unas risas lejanas daban un toque mas irreal a esa peculiar situación. ¿Quién era ese chico? ¿ De qué le conocía?¿ A qué se debía esa extraña sensación de confianza que este le provocaba? Entonces se detuvo a mirar su vestimenta, sorprendiéndola aun más si cabe, unos pantalones anchos con muchos bolsillos que con juntaban a la perfección con una sudadera roja con capucha que le llegaba casi por las rodillas, y una pulsera en la muñeca derecha con una cinta de la bandera rastafari (o como se escriba :p) y unas deportivas de baloncesto con cordones de la misma bandera de la pulsera, al instante una mueca de asombro apareció en su cara, abriendo la boca y pronunciando un pequeño grito de admiración. Mientras el misterioso chico la observaba de manera similar, no podía pasar por alto ese corte de pelo tan atrevido ( lo llevaba muy corto a lo chico, y con lo de tras levantado hacia arriba, como yo :p) para pararse luego en unos ojos enormes castaños que estaban mas abiertos de lo normal, luego u mirada se encontro con su ropa, una camiseta de rientes con un graffiti de bastante buena calidad que le dejaba ver un ombligo agujereado para dar paso a unos pantalones que daban el aspecto de ser tres tallas mas grandes, con numerosos bolsillos, el chico no cabía en si de su asombro, esa chica... era tan misteriosa... Se estuvieron observando durante un rato considerable hasta que un pitido anunciaba que habían llegado a su destino, Hermione y Sam se bajaron sin dar tiempo a reaccionar a aquél misterioso chico, que fue aprisa tras ellos, sin saber lo que decir, o que acababa de ocurrir dentro de aquel metro, sentía tales nervios que sus piernas parecian ser de gelatina, temiendo caerse a cada paso que estas daran, Hermione se dio cuenta al instante de que el chico la seguía, no sabía que hacer, quería hablar con él, necesitaba hablar con él, pero que le podía decir, se preguntaba la chica, mientras tanto, avanzaban sin darse cuenta a la tienda donde se dirigían, ambos muchachos embargados por una extraña sensación.
-Herm, ¿ te ocurre algo?- preguntó Sam pues desde que habían entrado en el metro su amiga no le había dirigido la palabra
-Eh?- pareció salir de su ensimismamiento esta.
-¿ Qué si te ocurre algo...?- preguntó de nuevo Sam
-¿A mi? Eh.. no nada , ¿qué me va a ocurrir?- contesto como si estuviera pensando en otra cosa, y eso hacía...
Ese chico, va detrás nuestra.. no se si decirle a Sam, ya me preguntó que qué me pasaba se me debe notar demasiado... que raro, no lo logro entender, es como si le conociera desde hace mucho tiempo, pero por más que pienso y pienso y pienso no logro recordarle, como si hubiera preferido olvidar, o como si mi subconsciente no quisiera procesar la información, y esta estuviera escondida en lo más recognito de mi mente...
-Perdona chica,¿ te conozco de algo?- Se atrevió a preguntar finalmente el desconocido
-Ehm, no que yo sepa, pero usted me suena muchísimo...- contestó esta dejando perplejo al chico
-Bueno Hermione, liga en otra parte cuando tengamos tiempo- añadió Sam que había estado escuchando la conversación de los dos jóvenes- tenemos prisa.
-Bueno ... adiós, esto, ¿Hermione?
-Si Hermione- esta sonrió- y tu?
- Marc- dijo este con una amplia sonrisa en el rostro y dándose media vuelta se fue dando saltos.
-¿De qué conoces a ese chico Hermione?
-De nada, y de todo a la vez- y dando como terminada la conversación se puso a elegir los colores de los sprays.
Marc.. bonito nombre pensaba mientras escogía un negro y un plateado, es como si le conociera de toda la vida, en cambio creo tengo la sensación de que le volveré a ver, y no solo a él, es una simple intuición pero creo que este año en Hogwarts me lo pasaré muy bien.....
Cogieron el metro y llegaron a una pequeña superficie en las afueras donde grandes muros les rodeaban, la mayoría con sorprendentes graffitis en ellos, se dirigieron a uno que estaba vacío, sacaron unos guantes de unos de los enormes bolsillos de sus pantalones, se los pusieron, y spray en mano, dibujaron y pintaron una estupenda pieza, que daría paso a mostrar el arte recién adquirido de los dos chicos, que llenaban mas de cinco muros en los alrededores, cuando acabaron, volvieron a casa, y guardaron los sprays que no habían utilizado.
Hermione se recostó sobre su cama, cogió su discman, introdujo 2pac, y se puso los cascos, cogió un libro y se puso a leer...sin darse cuenta se quedó dormida.... desperto recostada en una pared rocosa, miro a su alrededor y descubrió con angustia que se encontraba en una cueva, y que cascadas de fuego caían como agua, no sabía donde estaba, el discman a un se encontraba en sus manos y la canción de "Thug Mansión", se levantó, no se iba a quedar ahí todo el tiempo... dio un rodeo, cuando algo en una pared la llamo la atención se acerco a mirar, y vio que en la pared estaba escrito en el relieve de las rocas: LE CONOCES Y LO SABES, BUSCA EN TU INTERIOR.
Y sin tiempo a pensar se encontró de nuevo en su habitación., con la misma canción. con la misma postura y con el libro abierto sobre la cama... miró el reloj, hacía cinco minutos que se había puesto a leer, pero juraría que había estado mas de media hora en aquella cueva.... no sabía que hacer, y la frase se le repetía una y otra vez en el cerebro, cada vez mas alto, cada vez mas fuerte, le conoces y lo sabes, busca en tu interior, que podía significar? a quien conozco y lo se... no se referirá a ... tal vez si.. se refiera a Marc...
Un sonido sacó a la chica de su ensimismamiento, su madre venía del trabajo...
-Herm ya estoy en casa
-Vale mamá
-Baja un momento, que tengo que hablar contigo p favor- le dijo su madre a gritos
-Voy- contestó esta de mala gana.
Bajó las escaleras con paso rápido, y se dirigió ligera hasta la cocina donde su madre la esperaba aun con el bolso puesto, apoyada sobre la encimera que se encontraba al lado del grifo:
-Hija, que si te parece bien vamos ahora mismo a comprar tus libros de magia de este año
-¡Vale!- dijo alegre Hermione con la expectativa de ir al callejón Dragón
-OK, pues coge dinero por si te quieres comprar algo extra y nos vamos- añadió su madre
-Vale en un segundo vuelvo- y a grandes zancadas llegó a su habitación y de una pequeña cajita que tenia escondida detrás de una de las estanterías, sacó un poco de dinero muggle, y la mayor cantidad de dinero mágico, cuantas ganas tenía de regresar a Hogwarts.
Fueron en autobús hasta el centro de la ciudad y desde allí se dirigieron con paso decidido hasta el Caldero Chorreante, entraron , saludaron al encargado del establecimiento, entraron en el callejón y compraron todas las cosas que venían en la larga lista enviada por McGonogall, siendo la de Hermione la más larga de todos los alumnos de Hogwarts.
Cuándo llegó a su casa cargada de paquetes, no se dio ni cuenta de que al día siguiente entraban a Hogwarts, y no se hubiera dado cuenta a no ser que su madre subiera a decirle que cenara pronto, que al día siguiente sería un día muy agitado.
Cuando hubo preparado el baúl lleno de ropa ancha, y con unas enormes túnicas, con bolsillos, y capucha, que eran permitidas en Hogwarts, para la satisfacción de Hermione, bajó a cenar y cuando subió se encontró una lechuza gris con los ojos ambarinos, esperándola con un pequeño sobre entre sus patas.
Cogió la carta la abrió y se sorprendió al no reconocer tal caligrafía. La carta ponía así:
Estimada Hermione. Se que no me conoces, al igual que yo a ti tampoco. Solo te daré algunas pistas para ayudarte a resolver los acertijos que el destino te vaya marcando, y no lo has de olvidar, busca en tu interior, abre el sobre que se te adjunta junto a esta carta sentada cómodamente en tu cama, espera nuevas noticias, y mi consejo es que sigas los elementos.
Hermione cogió el sobre y se acomodo en la cama, al abrir el sobre, una nubleza blanca envolvió la habitación y la sumió en un agradable sueño... se encontraba rodeada de nube esponjosas y al final una cascada de agua chocaba suavemente contra las rocas formadas por grandes nubes blancas y azules. Sigue los elementos... Esta frase se repetia una y otra vez en la cabeza de Hermione, a que se referia con seguir los elementos... el agua era uno de los elementos.... se dirigió hacia ella con paso decidido, pero ahora que se encontraba en frente de esta se preguntaba que qué tendría que hacer, seguir es seguir se dijo, y sin tan si quiera colocarse la capucha de su sudadera, entro bajo la cascada introduciéndose en una cálida mañana, en un frondoso parque donde una niña de castaños ojos jugaba alegremente con un niño de ojos amarillos con pintas moradas.
*Marcc, Marc, ¿dónde te has escondido? Te estoy esperando. no mires hacia atrás... , corre Marc, no te caigas, no resistas, no te pares a buscar caminos sin final, no mires hacia atrás. ven correeee- llamaba nerviosa la chica al ver como aquel chico al que parecía conocer se quedaba parado en un puente, como con miedo a seguir, la niña había pasado ese puente saltando... en cambio el chico parecía ser más temeroso- venga -animaba la niña, no puedo herí, lo siento- contestó por fin el chico dándose la vuelta. cuando de repente el cielo se tornó de negro, y una marca verde apareció en el cielo, un señor encapuchado cogió al niño lo llevo al extremo opuesto donde se encontraba la niña de enormes ojos castaños, y rompió el puente que les separaba, dejando a la pequeña abandonada a su suerte*
Hermione se despertó sobresaltada a la mañana siguiente, ese sueño, había sido un sueño, aquel chico de ojos amarillos con pintas moradas era aquel pequeño que jugaba con una chica pequeñita tan parecida a ella misma. Decidió olvidar el tema, aunque sabia que en poco tiempo pensaría en él, antes de lo que ella misma se temía.
-Baja hija, ya están todas tus cosas en el auto- gritaba su madre desde la cocina- te eh dejado la ropa que apartaste ayer doblada en la silla, baja a la cocina que tienes el desayuno preparado, te espero ordenando las últimas cosas en el coche.
-Vale mamá-grito Hermione saliendo de la ducha- ya bajo
Desayunó unos ricos Special K desechos en el Colacao, y cogió todo lo que solía llevar en sus bolsillos, se echó un poco de brillo en los labios, y salió con paso decidido hasta el coche, donde su madre la esperaba al volante.
Llegaba pronto... menos mal, quería encontrarse con Sam para poder presentarle a Harry y a Ron, sí, Sam también era un mago, que se había mudado desde las Canarias en España. Entró en el andén , dispuesta a encontrar a Harry y a Ron, cuando se cruzo con Neville, y le saludó, y este se quedó mirándola con una cara de perplejidad hasta que se dio cuenta de que era Herm, ¡no la había reconocido!
Mientras buscaba desesperadamente a alguno de sus amigos tropezó con alguien...
-Hay perdone- se disculpó Hermione, incorporándose, para poder averiguar con quien se había chocado
-Lo siento, fue mi culpa- decía un chico
-No fue mi culpa..- en ese momento sus miradas se cruzaron- Malfoy!
-¿Quién er...?Granger!!!!- este se dio media vuelta y salió corriendo Vaya! Que guapo se había puesto Malfoy! ¿Guapo? Estoy hablando de Malfoy!!Bueno tengo que encontrar a Harry y a Ron ya!, Ah! Una cabellera pelirroja, ya era hora! -Hola chicos! Ya era hora de que llegaran!- dijo Hermione a la espalda de Ron y Harry -Hermione!¡Qué cambio!- dijeron ambos al unisono -Mira Herm. te presentamos a Marc, Marc Hermione, Hermione Marc... -Tú!!- exclamó con asombro Marc -¿Eres mago???- contestó con la misma actitud Hermione -Sí lo soy, y p lo que veo tu eres bruja -Exacto
-¿Ya se conocían?- preguntó un sorprendido Harry
-Se puede decir asi- contestó Marc a la vez que Hermione afirmaba con la cabeza
-Y de qué se conocen?- preguntó Harry curioso.
-No lo se Harry- contestó una misteriosa Hermione- de veras que no lo se
Dando esta conversación por terminada subieron al tren, donde una lechuza gris esperaba ansiosa a la llegada de una joven con hermosos ojos castaños
-Esa lechuza me suena mucho- decía para si misma Hermione, cuando de repente la susodicha se posó en su hombro, dejando a Harry y a Ron sorprendido, y a Marc con los ojos salidos de sus órbitas,
-Esa lechuza!-dijo Marc en alto
-No se de quién es- afirmó Hermione dejando a todos más perplejos si cabe la posibilidad
-¿Cómo que no sabes de quién es?-trataba en vano de reaccionar Marc- Yo tampoco!¿no habrás recibido unos mensajes muy extraños de parte de esta lechuza verdad?
-Este sí.....
-Ábrela Herm- dijo Harry impaciente
-Voy- y diciendo esto abrió un sobre y de este salió un contenido líquido que rodeo todo el cuerpo de Hermione, dejándola inmovilizada como dormida....
Hermione despertaba en un lugar sombrío, al mirar a su alrededor se dio cuenta q se encontraba en un lugar lleno de escaleras y sombras que se movían de un lado a otro de aquel extraño lugar, se sentia angustiada, como si le fuera a faltar el aire de un momento a otro, entonces a lo lejos diviso un poco de luz, ¿acaso sería la salida de aquel sombrío lugar? Se acercó cautelosamente cuando empezó a escuchar una extraña música que la sonaba tremendamente , y que involuntariamente comenzó a tararear, un olor a rosa antigua le impregno la piel, ese olor , esa música, le resulta tremendamente familiar... vio para su asombro un pequeña casita que parecía ser muy confortable, y en una de las habitaciones una luz iluminaba aquel lugar, esa luz que había visto desde atrás, era un calorosa chimenea, un nuevo olor le llego, como a unas costillas recién sacadas del horno, costillas, su comida preferida, decidió ir a echar un vistazo total que podía perder, se encontraba en un lugar desconocido que a pesar de todo le ofrecía el calor del hogar que solo Hogwarts le había ofrecido por completo a pesar del cariño que sus padres le habían brindado a lo largo de sus quince años, en aquel lugar se sentía a gusto, como en casa, esa sensación que nunca había podido obtener en su casa propia, al asomarse vió algo que la desconcertó por completo.... un chico de ojos amarillos con pintas moradas bailaba aquella estupenda música junto a una niña de su misma estatura con los ojos color almendra y el pelo considerablemente enmarañado. Esa música, sonaba una y otra vez, la embargaba en una tristeza melancólica, en lo que tuvo y se le arrebato y una alegría al saberla aun viva en su mente, sí, todo aquello estaba en su mente, escondido tal vez, pero ella ya se encargaría de una forma u otra de sacarlo a la luz.
-Herm, despierta, despierta!!- un grito ensordecedor la gritaba, que pasaba,¿ donde estaba la casita, y la música? Bueno otro día iría a visitarla ahora era hora de volver al mundo real, sus amigos estarían preocupados -¿Qué?¿Qué pasa?- pregunto una confundida Hermione -e desmayaste- le explicaba Ron -Cómo?- entonces la chica miró a su alrededor descubriendo que se encontraba en un compartimiento de el expreso de Hogwarts recostada entre tres asientos, y con la cabeza apoyada en las rodillas de... ¡Marc!!! -Hi- le saludó el susodicho al descubrir que Hermione lo observaba de manera perpleja, supuso que sería al encontrarse apoyada en las rodillas de un desconocido, o tal vez sería algo más?, pronto lo descubriría. -Perdonar chicos, no era mi intención incomodaros- dijo esto aun la confundida muchacha a la vez que se incorporaba- no es la primera vez que me pasa, es más desde que conocí a Marc me pasa- añadió dejando al trío de chicos completamente sorprendidos.
-Creo que iré a dar una vuelta por el tren, aunque nada más sea para despejarme un poco
Y diciendo esto la chica salió con paso decidido sin un destino conocido, entrando de vagón en vagón, hasta que .... - Granger?¿ Qué haces tu aquí?- pregunto Malfoy mientras se despegaba a Pansy de encima.
- Malfoy! Tranquilo ya me voy, no quiero interrumpir tus actividades- dijo despectivamente mirando con una expresión de asco a Pansy
- Adiós, y por cierto Granger, bonito peinado- añadió con una sonrisa burlesca- ya no te discriminaran tus estupendos amigos por ser la chica del grupo
-Vete a la mierda, asqueroso dragón- y diciendo esto salio con paso ligero al vagón donde unos desesperados amigos la esperaban preocupada, al entrar descubrió que había un nuevo integrante en el grupo, una chica de rasgos peculiares estaba sentada al lado de Harry, con los ojos semicerrados, como pensando o invocando algo.
Aquella chica le resultaba familiar, no tanto como Marc, pero desde luego familiar, era de una piel muy muy blanca, con unos labios pintados de negro, y el pleo negro muy muy liso, y tenia unos enormes ojos rojos, era muy guapa, un poco más alta que ella, vestía ancho, aunque con unos collares bastante góticos, y tenia un pequeño tatuaje de una calavera en el hombro. A los que no la conocían les inspiraba algo de miedo, en cambio a Hermione le embargó un sentimiento muy distinto, una alegría de verla, como si la hubiera necesitado o echado mucho de menos, y de repente un nombre se le vino a la mente, y sin darse cuenta lo pronuncio en alto:
-Erika!
-¿Cómo sabes su nombre?- le pregunto Harry con los ojos abiertos como platos
-Yo.. no, no lo se... es como si la conociera, igual que con Marc...
-Eres igual que .. Herms- contestó la chica sorprendida y con una expresión similar en el rostro a la de Hermione
-Soy Hermione- contestó esta -¿Hermione? Te acuerdas de mí? Soy yo, tu amiga Erika- dijo esta sorprendida, si como estuviera viendo a un fantasma
-Mi amiga...- susurró esta para sí- yo nunca he tenido amigos desde que tenía 4 años... pero esa época no la recuerdo
-Hermione! No puede ser, Herm, Herm, Herm- de pronto Marc se puso como loco. a decir eso, sin cesar, no podía creerlo, él también se encontraba con las mismas sensaciones de las otras dos chicas, un puente caido le vino a la memoria
-Hermione ¿recuerdas la ruptura de un puente?- preguntó saliendo de su ensimismamiento el joven, mientras Ron y Harry contemplaban la escena indecisos
-Un puente.. - repitió para si la joven... y cayendo en un ensimismamiento, se tumbo y empezó a hablar, sus ojos estaban en blanco, y su cuerpo se movía como si de compulsiones se tratara, entonces empezó a decir
Era una tarde verano, los pájaros cantaban, un ruiseñor tocaba su preciosa melodía cerca de nosotros, estábamos tumbados en un verde monte, rodeados de frondosos árboles. Marc contaba chistes mientras Hermione se reía con esa sonrisa que la caracterizaba, y que a tanta gente había sorprendido, una preciosa mariposa con tonos verdes y plateados se posó en la pequeña nariz de Hermione, y como dejando un fresco olor, la llevó poco a poco hacía un pequeño puente de madera, seguida por Marc, la niña miró que había al otro lado de aquél viejo puente, una cascada plateada de incalculable belleza esperaba a que los chicos se refrescarán en ella, Herms con paso decido fue hacia el punto atravesándolo sin tan si quiera mirar atrás, y cuando lo hizo vio como su hermano dudaba entre pasar o no, cundo de repente el cielo se tornó de un color muy oscuro, la cascada que había sido plateada se volvió roja como la sangre, y toda la vegetación que les rodeaba se marchitó, el puente crujió, y Marc atemorizado por este suceso dio media vuelta y le dijo a su hermana que volviera, cuando de repente el chico había llegado al otro lado del puente, y Hermione se disponía a volver, unos encapuchados aparecieron, susurraron algo al odio del niño que inmediatamente se puso a gritar como loco, mientras que la niña, es decir yo, esperaba atenta al otro lado del puente a los sucesos que estaban ocurriendo , cuando de repente una ráfaga de frío embargó por completo el cuerpo de la pequeña, el puente cayó, y los encapuchados desaparecieron, al igual que su asustado hermano, la niña vagó sola durante una semana, comiendo lo que llevaba en una pequeña cestita y algunas fresas silvestres que había por el camino, entonces unos señores la encontraron y la llevaron a su casa, al ver que no la reclamaba nadie la adoptaron, conservando esta su nombre, pero olvidando por completo lo sucedido y pensando desde entonces que esos eran sus verdaderos padres.
Hermione salió del ensimismamiento, sin recordar absolutamente lo que acababa de pasar y encontrándose ante cuatro pares de ojos que la miraban inquisitivamente, mientras que se levantaba empezó a recordar todo lo que había dicho, ¿sería eso cierto? Mientras tanto, Marc se dirigió hacia un pequeño rincón donde se sentó, resguardándose de las miradas de Harry, Ron y Erica , y empezó a lloran sin producir ningún sonido.
Hermione, se levantó, y se dirigió hacía una pequeña esquina, donde aquél chico de ojos amarillos con pintas moradas sufría, se arrodilló y le abrazó, preguntándole que si todo lo que había dicho era verdad, que si realmente eran hermanos, si realmente no era una Granger, si en realidad no era hija de muggles, entonces Erica abrazó a Hermione diciéndole que era ella Hermione, hermana de Marc, hija de una de las familias de magos más poderosas.
Entonces la puerta del compartimiento se abrió dando paso a un rubio slytherin, que había escuchado todo desde afuera, cosa que por supuesto no haría:
-Granger, Dumblendore nos llama, me encargó que te comunicara su petición- dijo arrastrando las palabras- por cierto, Erica, Granger no es una buena compañía para ti.
-¿Y tu si lo eres Malfoy?- contestó esta dejando boquiabiertos a todos los presentes.
-Ya voy Malfoy- dijo Hermione para disminuir la tensión que se acumulaba caprichosa en el ambiente.
-Pues date prisa- contestó el Slytherin dándose media vuelta.
Y Hermione salió tras de él, dejando a Ron, a Harry, a Erica, y a ¿su hermano? sorprendidos, Hicieron el camino en silencio hasta llegar a una puerta medio escondida. Draco pronunció unas palabras, entraron, una chimenea con polvos flu al lado les esperaba, y una pequeña nota al lado de estos que decía:
Estimados Draco Malfoy y Hermione Granger, Utilicen los Polvos Flu para acceder a la puerta de mi despachó, pronuncien esta contraseña: Quesadilla No se preocupen, no es nada grave, Un saludo, Dumblendore
-Habrá que hacerle caso al viejete.... tu primero, o yo?- preguntó irónico Draco
-A mi me da igual, pero ya que lo dices, prefiero ir yo delante...- dijo Herms pasando por alto el tono de Draco.
-Ok, pues venga que no tenemos todo el día
Que ansioso parece, ¿ para que nos llamará Dumblendore? Y mientras que estos y muchos otros pensamiento similares se le pasaban por la cabeza a una velocidad vertiginosa, tomó los polvos Flu y dijo: Al despacho de Dumblendore , salió medio mareada de la chimenea que le mostraba una gárgola, ¿espero a Malfoy? Y justo cuando estaba pensando eso, este apareció tras ella
-No hace falta que me esperes- le susurró este al oído poniendo la carne de gallina a Hermione, y haciéndola perder el aliento, había tenido a Draco tan tan cerca, en su cuello prácticamente... si se hubiera dado la vuelta se habría encontrado con sus labios, pero en que estaba pensando, era Draco Malfoy, malvado, un asqueroso slytherin., mientras en la conciencia de Draco se tornaba una lucha, como había podido susurrarle así, la tenia tan cerca, que bien que olía! Si no la hubiera insultado durante tantos y tantos años! Pero, en que estaba pensando, en una sangre impura, si su padre se enterara de los pensamientos que le venian a la cabeza, no habría dudado en hacerle un Cruciatos, y sin dudarlo, se habría divertido torturando, violando y matando a Hermione delante de su propia hijo... ¿Por qué él no podía ser un chico normal? Aunque sin algún lujo hubiera cambiado su vida por la de un simple mago, uno al que su padre no atormentara en sueños diciéndole que ya había llegado la hora de su iniciación. uno que habría podido estar con una chica de sangre impura sin que la vida de ambos corriera peligro... Todos estos pensamientos pasaron volando por su mente, últimamente se repetían notablemente varias veces al día.
-Quesadilla- dijó Herms suavemente a la gárgola, y esta se abrió inmediatamente dejando paso a un hermoso y abarrotado despacho, en el que un sonriente mago les esperaba sentado tras el escritorio, con pluma en mano, y dos pequeñas insignias que no llegaba a mostrar. Saludándoles y diciéndoles que entraran metió la pluma en un recipiente, y cerró el tintero.
-Os preguntaréis el porque de acudir aquí y no haber esperado a siquiera el expreso llegar a Hosmeade...
-Pues la verdad es que sí- admitió con orgullo Draco- espero que será algo de suma importancia para habernos molestado...
-Así es señor Malfoy, aunque espero sea para ambos una buena noticia- y con una cálida sonrisa en el rostro, poco frecuente a los tiempos que avecinaban añadió- Son ustedes el orgullo de Hogwarts y de sus respectivas casas, son los prefectos, felicidades
-Yo,¿prefecta?- preguntó Hermione incrédula, ni que no se lo esperara pensó Draco, pero en cambio él si que no se lo esperaba, sí era cierto que era el que mejor notas sacaba después de Hermione, pero... tanto como para ser prefecto!
-Muchas gracias- balbuceó aun sorprendido la serpiente.
-Tomen sus insignias- añadió Dumblendore a la vez que les acercaba unas insignias en los respectivos colores de sus casas con una hermosa P de prefecto. Malfoy fue a coger la suya, cuando de repente su mano hizo contacto con la de Hermione, que al instante se puso roja, al igual que él, tomó su insignia, se la colocó en la túnica. Al igual que hizo Hermione. Salieron del despacho se dirigieron a la chimenea y echaron los polvos flu, pronunciaron las palabras y depuse de un rápido movimiento aparecieron en la chimenea del expreso.
-Felicidades- le dijo tímidamente Hermione
-Igualmente- respondió el otro con una ¿sonrisa?! en la cara, que guapo estaba así pensó Hermione, para comérsele, pero que estaba pensando era el mezquino de Malfoy, ni que fuera Brat Pitt ( no creo que se escriba así pero da igual :p ^.^)
-Adiós Malfoy- se despidió insegura Hermione
-Adiós Granger- contestó con un tono triunfador el Slytherin.
Hermione se dirigió hacia el vagón donde sus amigos le esperaban, cuando de repente las piernas le dejaron de responder, y la cabeza le pesaba más de lo normal. Todo a su alrededor se puso negro, y entonces, se desmayó......
Notas de la autora, es decir yo :p Hola este es mi primer fic así que siento que sea tan rematadamente malo, esperemos que vaya mejorando, y que les guste, dejen muchos Reviews , que no cuestan nada, y dan ánimos para seguir, un saludo a todos, ah! y este capítulo se lo dedicó a mis lokas y a Naleeh, gracias por haberme ayudado a subir el capítulo, bueno ahora me pondré a escribir el siguiente. y siento que este sea tan corto, Andrea.
