Bueno, pues un one shot…ojalá les guste, con todo mi corazón al respecto de uno
De los personajes que más me ha gustado…a Sirius…Mako llora
Donde quiera que estés perrito lindo…un abrazo…snif
Makoto Arashi Black
(ah! Y a Ph…que lástima que no funcionó)
"...y aunque fui yo quien decidió que ya no más, y no me canse de jurarte,
que no habrá segunda parte, me cuenta tanto olvidarte..."
Jamás he hecho algo para dañar a un amigo, siempre es mejor la muerte que traicionar a quien se aprecia tanto; a veces, un amigo es más y se vuelve un hermano, un gemelo, como un pedazo de la carne propia y, pese a ser incómodo, algunas veces, otras, es la gloria. James era eso, mi hermano, un trozo de mi costado por el que me habría cortado un brazo sin pensarlo, sin dudar; pero había algo que ni él ni yo medimos nunca, una fuerza más allá del amor fraterno y la amistad: el amor.
Cuando te vi la primera vez, la verdad no sé si quiera si fui yo quien te vio primero o fue él, lo cierto es que sentí algo, algo como un revoloteo de mariposa junto al corazón, como un pellizco de la piel desde dentro en el pecho, dolorcillo que ya no se fue, dolorcillo que se quedó, sensación que he llegado a extrañar luego de tu muerte. Lily Evans, así de simple, un nombre común y al mismo tiempo no común, un nombre melódico que lentamente fue haciendo estragos en James, nombre que lentamente fue haciendo vacío en mi; jamás, jamás pensé pelear por ti, jamás pasó por mi mente hacerlo, porque no sé, creo que siempre me consideré soltero, algo así como el tío bonachón que se queda a ver a los sobrinos y llevarlos a pasear, algo así como el amigo que se lleva a los niños para que la pareja tenga tiempo de hablar, de amarse.
¿Duele?, la verdad no lo sé...y es que dentro de cuatro paredes, dentro de celdas, dentro de calabozos, ya todo duele, la luz, el frío, la soledad, la compañía, el silencio, el ruido, todo duele, como si todo se volviera razones para odiar al mundo y entre todo ese odio, de vez en cuando un revoloteo. Recuerdo la vez que casi te lo confesé, cuando se me salió decir que si James no estuviera, yo te habría seguido los pasos, perpleja me miraste y sonreíste tristemente, diciendo que yo era tu amigo, y nada más.
Y era cierto, reí aquella vez, reí con muchas ganas, por que la cosa en sí tenía gracia, yo ahí confesando un poquito de mi amor, y tú prometiéndome amistad, amistad que ya tenía en James, amistad por la que no te lo había dicho; te prometí que no volvería a decir algo parecido, para no incomodarte, seguiste como siempre y a veces, cuando me concentraba en tu plática, me descubría hundido en tus ojos verdes y entonces lo juraba otra vez, "No volveré a decírtelo" por que sólo te dañaba, y así Lily, el amor no es amor.
Lo sigo jurando aún hoy, hoy que ya no estás, hoy que ni siquiera lo tienes a él, hoy que los dos reposan juntos para la eternidad, sigo jurándotelo "No volveré a decírtelo" y pese a eso, arde, quema como llama desde dentro, duele tanto, que a veces me gustaría gritarlo; Harry ha crecido tanto, luce lindo en las fotos de El Profeta con Lockhart, se parece tanto a mi amigo, pero sus ojos son como los tuyos y...por dos segundos me he forzado a admitirlo, me cuesta tanto echarte al olvido Lily, por dos segundos he visto la foto de tus ojos y vuelvo a susurrártelo con muchas más fuerzas, con muchas más ganas y convicción.
-No volveré a decírtelo. –Sonrío mirando tus ojos y duele, ahí están los dos Lily, mi amigo y tú; duele y mucho, es que ha vuelto Lily, el revoloteo ha vuelto.
