Por las calles de Neo Verona

Por las calles de Neo Verona, se escuchan risas aisladas de niños correteando y jugando sin cesar. Luces encendidas a causa de la noche que está cayendo, música, baile y cantar sin parar.

Por las calles de Neo Verona, se pueden observar frágiles figuras femeninas que ofrecen sus cuerpos a cambio de vida y hombres llenos de lujuria que se aprovechan de las necesidades de ellas y las utilizan a su antojo.

Por las calles de Neo Verona, se aprecia la gran diferencia entre las clases sociales; nobles que se pasean en sus coches llenos de joyas y miran con indiferencia a aquellos que duermen en las aceras o en los bancos de los parques y que no se compadecen, no se tocan el corazón ante la gran miseria que existe a su alrededor.

Por las calles de Neo Verona, se observa la muerte, la injusticia y el dolor provocados por un hombre cuya ambición no conoce límites y cuyo sufrimiento ha descargado contra la pobre gente que nunca tuvo culpa de nada. Lágrimas de sangre se han visto derramadas por toda la ciudad, a causa suya.

Por las calles de Neo Verona, escuchas las máquinas, poleas y demás instrumentos de trabajo. Te das cuenta de que hay gente luchando a tu alrededor, para ganarse la comida, la vida y el gran privilegio de otorgarles a los suyos comodidad y suficiencia.

Por las calles de Neo Verona, admiras la felicidad, y la alegría; parejas en el parque declarando su amor bajo la lluvia que moja sus cuerpos y limpia sus almas y que sólo abren los sentimientos para amarse el uno al otro sin cesar.

Y observas también a aquellos que han perdido todo y que ya no les interesa amar más.

Pero, por esas mismas calles, vaga un alma en pena…

Una bella mujer sufriendo por lo desafortunado que ha sido el destino con ella…

Una Julieta que no puede estar con su Romeo.

Autor Original de la historia: William Shakespeare.