Llegaron las vacaciones de verano y como era de esperarse en el hogar White Ardley arribaban Patty de 15 y Annie de 12 años, provenientes del Internado del Real Colegio San Pablo en Londres, donde solo los más pudientes empresarios tenían la oportunidad de enviar a sus hijos, y esta familia no era la excepción, siendo una de las más pudientes de este ámbito, juntamente con sus entrañables amigos y ex-compañeros de universidad, los Cornwell Brower quienes también enviaban a sus hijos mayores al mismo colegio. Ambas familias contaban con tres hijos los cuales habían crecido juntos, los hijos de los Cornwell cuidaban de sus amigas de infancia en el colegio; Alister el mayor de ellos de 16 años, es un dulce, tierno, creativo, ingenioso, inteligente pero sobretodo muy atractivo adolescente que a tan corta edad arrancaba suspiros de chicas y grandes, su estatura de casi 1.80mts, acompañada de un esbelto y nada despreciable cuerpo que prometía infartar, complementado con una exquisita piel blanca y nívea , cabello castaño obscuro, delicados ojos expresivos y azules como el cielo y una sonrisa soñadora que lograba alegrar cualquier corazón triste; se daba a la tarea de ser el guardián de las joyas White Ardley, con mucho compromiso en compañía de su mejor amigo y hermano, Archibald Cornwell, de 15 años de edad, un jovencito despampanante de peculiar elegancia y porte que al igual que su hermano mayor prometía robar muchos corazones y hacer sufrir a otro tanto, pues su temperamento distinguido y su buen gusto le hacia pecar de inmerecible y arrogante, de un rubio delicado, ojos avellana, mirada enfadada, perfectos modales y atuendo impecable, a tan corta edad sabia lo que quería y a quien pertenecía su corazón. Desde que tuvo uso de razón sus bellos ojos se pusieron sobre una niña menor, de graciosas pecas, ojos esmeralda, expresivos, vivos, dulces de un brillo especial que solo de verlos le daban ganas de ya crecer y poder casarse con ella.
Candy la hija menor de los White de apenas 11 años era la afortunada dueña de los suspiros y tan hermosos sentimientos profesados, y que tristemente para el chico Cornwell, ella ignoraba. Quien a su corta edad era muy precoz, vivaz, alegre, activa y con muchas ganas de vivir aventuras acompañadas de su fiel e inseparable amigo Anthony Cornwell, el menor de ellos, con 12 años es sin duda alguna el mas hermoso ejemplar de esa familia, cabellos lacios, sedosos, dorados, ojos vivos expresivos azul cielo que cortaban la respiración solo de verlos, herencia de la bellísima madre, una sonrisa hermosa que invitaba a llenarle de besos, herencia de su guapo padre, todo un príncipe, como la pequeña Candy le llamaba.
Siempre estaban juntos iban al mismo colegio, claro aun bajo el dominio de sus padres pero preparándose para partir al internado al igual que sus hermanos mayores. Se defendían, se cuidaban, se extrañaban, se complementaban se querían, como hermanos, claro aun desconocían que ese cariño se convertiría en algo mas profundo y que les daría muchos dolores de cabeza pero mas de corazón.
Candy!, apurate hija!... En donde te has metido? Vladimir -el chofer- tiene mas de media hora esperándonos... Tus hermanas ya están en el aeropuerto, y tu padre esta furioso!... Me estas metiendo en problemas con tu padre niñaaaa...
Voy mamita!... -bajando las escaleras venia una preciosa niña que parecía una princesa sacada de un cuento- ya, ya estoy perdón, es que Anthony no terminaba de irse del jardín hasta que le devolviera sus patines- expresó con tristeza y pena-
Mientras se subían a la camioneta con prisa y ansias, Lane la madre de Candy le reprendía por que siempre le quitaba cosas a Anthony y luego no se las quería devolver, pues a veces le chantajeaba con esto para obtener y hacer con él lo que quisiera. Luego de la reprensión y las debidas disculpas a su madre Candy y Lane bajaban acompañadas de Marcus y Dimitri,- sus dos guardaespaldas, que en realidad parecían sacado de alguna película, ambos muy altos, fornidos, con trajes negros intimidantes y de muy buen ver- felices y llenas de emoción buscando a las chicas White, quienes también venían escoltadas por dos hombres igual de intimidantes que Marcus y Dimitir, estaba por demás decir que las chicas White gozaban de todas las comodidades y lujos extremos de la "high life" New Yorkina y como si no fuera suficiente; también del extremo favor de la naturaleza, pues se hechaba de ver que muy pronto se convertirían en hermosos y distinguidos cisnes, rompe corazones, arranca suspiros y motivo de múltiples peleas entre chicos de igual belleza.
Ambas corrieron a los brazos de su madre y hermana; Patty la mayor, dulce tierna hermosa de cabello castaño claro, ojos aceituna piel blanca, nariz respingada, parecía una muñequita de cuento de hadas, y Annie era una preciosidad cabello obscuro, dueña de unos ojos color azúl intimidantes, su piel blanca hacia resaltar sus ojos que a distancia llamaban la atención de cualquier persona. Estaba que no cabía de alegría de estar en casa, ella sabía que todas las vacaciones, los White y los Cornwell se reunían para compartir por lo menos un tiempo de comida, y a veces hasta planeaban viajes juntos, pues la oportunidad de ver a Archi- como le decían de cariño- no se haría esperar, no hacia mucho que la ilusión por el elegante chico se había despertado, y su corazón solo de pensarlo cerca amenazaba con salirse.
Mis amores las extrañeeeeee!, como han crecido!, están hermosas!, que tal de viaje?... - decían una muy emocionada y feliz madre-
Bien mamá, todo bien, muy bien y papá?... Donde esta, por que no vino con ustedes?.. -dijo Annie- entre emocionada y decepcionada ...- haciendo puchero-...
Pero podemos ir a visitarlo a la oficina verdad mami?!- dijo Candy con picardía-
Esta bien, esta bien... Vamos a ver a papá!... Le daremos una gran sorpresa mis amores... Mujeres White en camino!.- dijo con diversión Lane-
Mientras tanto en la oficina principal de la ACW Company se llevaba a cabo una decisión vital que aseguraba una incontable fortuna que aumentaría en gran manera la ya existente, así como el crecimiento inminente del poder sobre toda América y la proyección internacional de la compañía hacia tierras europeas.
Joana! por favor no me pases llamadas ni visitas, si fuera de extrema necesidad, que me esperen en la sala de juntas y los atiendes como es debido.- se dirigió a la secretaria de presidencia, el señor Albert White presidente y cofundador de la empresa quien a la par de George Cornwell discutían los pros y los contras de dicha desicion-.
Richard Grandchester, un multi millonario y poderoso empresario ingles, famoso por ser de la nobleza británica, era el causante de sentimientos encontrados en dicha oficina.
Las mujeres White entraron de manera ruidosa pero alegre al vestíbulo de un elegante distinguido e imponente edificio en el centro de la ciudad.
Buenos días señora White!- dijo una amable y hermosa mujer que atendía la recepción -
Buenos días querida Dorothy!... Estará ocupado mi esposo?..
Me Comunicaré con Joana.. Ennun segundo le informo.
Muchas gracias... Patty donde están tus hermanas?...
Candy dijo que iba por agua y Annie fue a la camioneta por su celular... Ya sabes que necesita estar al tanto de tooooodo... Y como ya le aviso a Archi que aterrizamos, se están poniendo de acuerdo para guerra de videojuegos... Jajaja ya sabes mami!...- dijo con voz dulce y desenfadada-
Candy se dirigía a la cafetería muy confiada, pues cada uno de los empleados que laboraban ahí les conocían, querían y cuidaban, sabían que eran las "princesas White", como solía decirles su padre. Iba saludando y regalando sonrisas frescas a todos, era sin duda la mas bella visión angelical que alguien pudiera ver.
Al llegar al mostrador saludo a Wendy una tierna jovencita que le saluda y se pone a sus ordenes de inmediato- hola Candy... Que te trae por acá?...-
Hola Wen quería pedirte una malteada.. Es que muero de sed...será posible que me la des y reportes a mama que solamente tome un jugo natural?.. Por favor!...- junto sus manos en tono de suplica y puso la mirada tierna que siempre convencía hasta el mas estricto mandato-
Hay Candy como siempre me pones en aprietos con la señora Lane-dijo mortificada... Pero esta bien te lo traeré... De fresa como siempre?..- pregunto con complicidad
Siiiiiii...-grito Candy...y con esa felicidad algo llamó su atención, ella que voltea y ve como una hermosisima mujer, alta rubia de porte muy elegante a leguas se le notaba distinción y acento inglés, habla de forma muy gentil tratando de convencer a un niño mas o menos de su edad, pero de un comportamiento muy formal pensó, -acaso era un adulto diminuto?- se pregunto, y con ese pensamiento se río de una forma tan divertida que tanto el niño como la madre notaron con curiosidad su presencia.
El pequeño de unos 11 años hablo de manera indignada...-es que acaso en América los niños no tienen educación ?..- dijo mirando a Candy con desaprobación- y entonces Candy lo miró mas detenidamente y contuvo la respiración un instante al verse reflejada en un par de ojos azul profundo como el mar... -acaso los príncipes de los cuentos existían?..- se preguntó asombrada y de forma boba quiso disculparse, consiguiendo que la madre del niño interviniera diciéndole...
-linda disculpa a mi hijo por favor!, esta molesto por que su padre nos ha traído desde Londres directo hasta acá por negocios, cuando le prometió llevarlo a divertirse...- con una cara apenada ella se inclino a Candy para quitar tensión de la niña quien no quitaba los ojos del niño quien a su vez le dice-...
Que te ocurre pequeña pecosa, es que acaso nunca has visto gente distinguida?...
Continuara,...
