¡Hola! Me da mucho gusto volverlas a saludar, después de un buen descanso… (Créanme que si me sirvió de mucho, pero ya las extrañaba) espero que les guste esta segunda parte de LUNA ESCARLATA… y también espero sus comentarios.

Mirada Carmesí

Cap. 1

"Este ultimo año aprendí que nadie te puede quitar lo que te pertenece, porque eso que creíste perder, tampoco sabe estar sin ti"

-Por favor…—insistió después de las miles de veces que le decía que no.

-…Te dije que no—respondí un poco molesta

-Vamos…no seas tan dura

-No

-¿Por qué?

-…Porque ni siquiera tengo los 18 años

-No es eso—entristeció un poco— ¿Por qué?

-…No lo había planeado

-oooh… ¿Entonces qué es lo que planeas?

-…No lo sé, solo eso no lo tengo contemplado y punto

-Bien—me sorprendo que no quisiera discutir más con su absurda idea— ¿No quieres ser mi esposa, pero si quieres convertirte en un monstruo?

-Este… no me malinterpretes, ya te lo explique

-Eso no fue una buena explicación que digamos—hizo una breve pausa—a veces pienso que solo estás conmigo porque quieres ser inmortal

-…QUE GRANDISIMO TONTO ERES SHAORAN LI—salo de su auto dando un gran portazo, como se atrevía si quiera a pensarlo…estaba muy molesta que me daban ganas de lloran de tristeza y de rabia.

Me dirigí al salón de clases, era mi último año de preparatoria en Hunshu…

-Hola Sakura—saludo Takashi, que por cierto lucia mejor que nunca, por lo que yo sabía había terminado su relación con Chiharu, ¿Por qué? No tengo la menor idea.

-Hola—salude indiferente

-¿Te sucede algo?

-No…—trate de sonreír, pero lo único que logre fue una mueca, percibí como Chiharu nos miraba de reojo, así que pronto di por terminada nuestra conversación.

En la hora del descanso gracias a Tomoyo, pude evitar una segunda discusión con Shaoran, seguía molesta…tenía tantas ganas de gritarle, pero me pude contener.

-Hola Sakura—saludo Tomoyo que apareció con Kellan, mi relación con el había progresado los últimos meses, pero aun me daba miedo, no sabía nada de él y aunque tengo curiosidad, nunca me eh atrevido a preguntarle… sigue siendo un misterio aun no descifrado. No dije nada, les dedique una sonrisa retorcida.

-Te noto molesta—comento ella

-NO, estoy bien

-Bueno… se acerca tu cumpleaños, que emoción ¿no?

-oooh lo había olvidado—respondí sinceramente

-Se acerca abril y tú ni en cuenta, baya contigo—dijo indignada

-Lo siento…

Seguía sin dirigirle la palabra a Shaoran… ya había mencionado que estaba molesta ¿Verdad? ¡Arg! Tan solo verlo y me daban ganas de volarle la cabeza, pero no podía porque aun así yo lo quiero mucho, después seré yo la que corra a Italia.

Aun así el me llevo a mi casa, a la hora de la salida.

-…Sakura—me tomo de la mano, antes de que yo saliera del auto. Oooh haber estado todo el tiempo sin escuchar su angelical voz, hizo que mis oídos se quedaran sordos por su dulce tono. Pero aun tenía que resistirme a su encanto, así que baje del auto ignorándolo por completo.

-Como decirlo…—tan pronto ya estaba en frente de mi—Lo siento, lo que dije fue incorrecto

-Sí, lo fue…no pensé que lo dirías, creo que la que debería de dudar soy yo, porque soy poca cosa para merecerte

-Tu insistencia me hace dudar

-¿Te has puesto a pensar porque lo hago?...simple, porque quiero estar siempre contigo

-Ya te dije que yo siempre estaré a tu lado

-…No quisiera que la vejes nos separe, creo que esa sería la solución correcta para nosotros

-No sé como decidir qué es lo correcto para ti…porque por alguna razón ¡tú nublas mi mente!- ¿Acaso me estaba culpando? Creo que esa discusión estaba por salirse de control así que lo evadí y camine hacia la puerta, el suelo estaba húmedo y caí al suelo. Pude ir una pequeña carcajada de Shaoran, pronto se acerco a ayudarme.

-¿Estás bien?—pregunto conteniéndose la risa

-Mejor que nunca—dije levantándome torpemente

-Eso de las salidas dramáticas no se te dan bien ¿verdad?

-Practicare la próxima vez—esta vez sí avanzaría correctamente a casa, pero sentí el contacto de una de sus manos heladas sosteniendo mi brazo

-Por favor…perdóname—suplico—ya no te enojes conmigo

-Tú siempre te llevas mi orgullo—refunfuñe—no es justo

-Tomare eso como un sí—pronto deslizo sus brazos por mi cintura envolviéndome por completo

-C…creo que entrare a casa—dije un poco aturdida y ruborizada, ¿Por qué siempre terminaba ganando?

-Bien, te veo en la tarde—sonrió complacido, antes de subir a su auto deposito u delicado beso sobre mi frente, lo cual hizo que me hirviera la sangre.