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AméricaxInglaterra
21 de enero de 2010
Bendita tecnología.
Si había algo que Alfred amaba hacer más que cualquier otra cosa en el mundo a la mitad de la madrugada (exceptuando talvez el hecho de comer hamburguesas hasta provocarse indigestión) era abrir su laptop, teclear un código secreto y tener acceso a ver lo que hacía todo el mundo.
Literalmente.
Todo comenzó cuando un día había visitado una base del ejército estadounidense. Quedó tan maravillado con los satélites de reconocimiento que se le metió la estúpida idea en la cabeza de tener uno. Después de sacar de quicio a su jefe a base de chillidos y berrinches, logró obtener el permiso que necesitaba para que sus súper "amiguis" de la NASA le donaran un satélite para uso egoístamente personal.
Chilló de la emoción por más de 15 minutos cuando le entregaron la clave de acceso para poder controlar el satélite y siguió llorando cuando le explicaron como manejarlo. Básicamente era un satélite de reconocimiento que podía usar para espiar a cualquier persona o cosa sobre la faz de la tierra. Sin dudarlo ni un segundo, mandó a su nuevo juguete a darle una ojeadita a Europa. Al fin de cuentas, meditó profundamente por unos cuantos segundos, no había nada ni nadie más genial que él, en todo el continente, que valiera la pena observar.
La primera vez que lo utilizó fue para espiar a Rusia. Al fin y al cabo, una las reglas de su país era que siempre hay que tener bien vigilado al enemigo. Cuando anotó las coordenadas de la residencia del ruso y recibió la imagen satelital de una casona en medio de la nieve, se gorgoreó de gusto. Quería toparse con una escena vergonzosa y grabarla para después chantajearlo: Si Vladimir Putin tenía el mal gusto de andar con el pecho descubierto cada vez que tenía cerca una cámara para fotografiarlo, seguro Iván hacía lo mismo, sólo que montado en un oso y dispuesto a matar con una tubería a cualquiera que se interpusiera en su camino.
Pero no fue así. O al menos no se parecía en nada a la forma que esperaba.
Vio a Rusia... huyendo despavorido de la casa, chillando como loco, mientras su hermana menor corría detrás de él, con tal determinación en la expresión de su rostro, que no parecía que se fuera a dar por vencida y dejarlo huir tan fácilmente. Eso le provocó un ataque de risa tan terrible que casi se asfixió por no parar de reír. Estaba más ocupado de carcajearse que en acordarse de respirar, y si Tony no hubiera intervenido, dándole un par de bofetones tan fuertes que le dejaron las mejillas rojas por unos días, se hubiera muerto ahí mismo.
Después de esa experiencia, se encargó de espiar algo realmente interesante para él: una personita llamada Arthur Kirkland que vivía en cierta isla y que representaba a todo el Reino Unido como nación. No es que tuviera cierta obsesión por vigilarlo, para nada, pero le encantaba grabar todo lo que hacía. Tenía cientos de discos llenos de horas de grabación donde se podía leer claramente en los títulos con los que los había marcado: "Arthur cosiendo en el jardín", "Arthur regando las flores", "Arthur teniendo graves episodios de alucinación", "La casa de Arthur incendiándose por un fallido intento de cocinar", entre muchos otros.
Y eso era lo que lo traía de nuevo a su laptop, a las cuatro de la madrugada, listo para comprobar si era cierto el rumor acerca de que los británicos contestaban el teléfono completamente desnudos.
Oh sí, claro que quería ver eso.
Había una diferencia de 5 horas entre Inglaterra y Estados Unidos (Él estaba en New York) y conocía tanto a Arthur que sabía a la perfección que el chico estaba tomando un baño. Con una sonrisa llena de maldad y picardía, enfocó especialmente el satélite para que la ventana, donde se podía ver claramente el teléfono sobre una mesita, abarcara toda la pantalla y así no se perdiera de ningún detalle.
Jajajaja ¡Oh dios, Qué divertido!
Me he reído como loca escribiendo este fanfic (¡Claro que aún no termina!).
Sé que el titulo no tiene mucho que ver con la historia, pero la inspiración vino justamente de que ayer descubrí que mi casa sale en google maps, en la opción de vista a pie de la calle. (El nombre de mi calle es tan feo que no se repite en ningún otro lado de la Republica Mexicana XD)
Aw, espero que les haya gustado!