Buenas, este es un ff nuevo (lo he venido guardando desde hace bastante tiempo, lo empecé hace mucho... desde q descubrí el término Miriada en una clase de Cultura Oriental.. en fin) y espero que les guste... no quiero explicar mucho sobre él xq.. sé qcasi nadie lee la primera parte. Lo único que lesdigo es q x ahora los cuatro primeros capítulos le pretenecen a Luna y a Ron... no sé si haré más de los demás.. eh... espero que les guste ysi no ps.. no importa.Un beso grande y reviews x favor.
Miríada de Miradas
Cap. 1. Solo, rápido, tranquilo.
SON LAS 6 DE LA MANAÑA, no he dormido un solo segundo de la noche por pasármelos leyendo un libro que mi papá mandó a traducir especialmente para mí y que me atrapó por completo, tanto que tuve que posponer los deberes de Pociones (por lo que me lamentaré más tarde) y solo ahora que sé que he pasado mis ojos por cada palabra, lo he cerrado, he vuelto a leer el título y lo dejé sobre la mesa.
Rosario TijerasMiro ufana a mi alrededor, la opción de quedarme sentada, acurrucada y tranquila o levantarme para empezar el día es solo mía... eso de alguna manera me hace sentir superior, sobre todo ahora cuando todo el mundo piensa que lo que venga ya no está en sus manos, si no en las del destino. Admito que yo he pensado un poquito eso, pero momentos de oro como este me hacen recordar que la gran palanca de mi vida soy yo y que si quiero puedo pudrirme en este lado de la Sala Común, ir a tomar desayuno o adelantarle las cosas al Que-No-Debe-Ser-Nombrado y lanzarme de la lechucería al vacío.
Es obvio que me voy a poner de pié, por mucho trabajo que le cueste a uno tomar fuerzas para empezar el día.
Suspiro, una idea se me acaba de venir a la mente y me arranca una sonrisa. Rosario es un nombre poco común por estos lugares y de seguro ponerle así a mi hija sería una buena movida. Rosario.. o Tijeras... Tijeras Weasley.
.-Pfff!-
Con un bufido me desplomo sobre el sillón. No creo que el papá de Tijeras esté conforme con serlo, es más... no creo que tenga tiempo si quiera para pensarlo.
.-.Hey Luna!-
.-.Que?... Au!-
La voz de un Ravenclaw desconocido acaba de hacerme saltar y aterrizar directamente de culo contra el suelo. Miro con resentimiento al mueble que me ha dejado caer y luego al muchacho que se yergue imponente sobre mí, con una sonrisa traviesa y los ojos bastante abiertos.
Ya lo reconocí.
.-.Travis- sin tiempo para apellidos, segundos nombres o descripciones me pongo de pié y me apresuro a despacharlo o más bien, despacharme... como he estado haciendo de la mayoría últimamente, claro que haciéndolos pensar que son ellos los que se alejan de mí. Si no, cual es la gracia?.
.-.Que haces despierta tan temprano?- me pregunta.
Me encojo de hombros, ensayando lo que voy a hacer probablemente con los dos o tres chicos que vengan y me hagan la misma pregunta. Una ventaja de que el señor oscuro esté alzándose sobre nosotros es que todo el mundo conserva el aspecto de trasnochado, trasbañado y tras todo...
Je..
...es un mal chiste, cruel, lo acepto, pero tiene que haber un lado bueno de que todos estén demasiado preocupados.
.-.Rou.. sei.. riou.. Tai.. que?-
Travis trata de leer el libro que también ha llamado su atención.
.-.Rosario Tijeras- pronuncio rápidamente sin siquiera saber si lo he hecho de la manera correcta, tomo mi libro y lo aguanto egoístamente entre mis manos.
.-.Ah... y de que trata?-
.-.No te va a gustar- admito, mientras guardo el libro en mi morral, que estaba justo bajo la mesa.
.-.Y por qué?-
Este Travis siempre ha hecho muchas preguntas.
.-.Porque capan a los hombres-
Con una sonrisa de satisfacción en los labios y sin volverme puedo adivinar la intensidad de la palidez que ha tomado su cuerpo, sus manos seguramente están temblando y un chorrón de sudor recorre su espalda.
Me vuelvo, tratando de ocultar la sonrisa pero al verlo conforme al pronóstico no puedo evitar dar una carcajada. Es más, no puedo evitar continuar con mis carcajadas durante todo el camino... pobrecito, segurame..n..te...
Se me congela la risa de inmediato.
Apreto con la mano derecha la asilla de mi morral y respiro con bravura. Mis labios se han comprimido y mis ojos secaron todo tipo de distracción sin que siquiera me de cuenta... quiero bajar la cabeza, volverla, pero no puedo.
Cada vez que Ron está frente a mi me da eso, me vuelvo idiota y me desentiendo de mi cuerpo.
.-.Por qué te ríes?- me pregunta, mientras pestañea maquinalmente dos o tres veces.
Parece un títere, un muñeco blanco, con las pecas descoloridas y el rostro gastado. Así están los tres... como ancianos de 70 en el cuerpo de jóvenes de 17 años, con las bocas secas, el cabello siempre revuelto y ojeras inmensas bajo los ojos, sin brillo en las mejillas, opacos, tristes, inconmovibles.
Mis hombros pugnan por encogerse, pero me niego, se merece algo más que un simple gesto.
Con tranquilidad de ermitaño asiente y se da media vuelta. Ha dejado de ser tan impulsivo, pero las acciones que realiza, cuando se decide, han adquirido premura. Se ha vuelto rápido y tranquilo a la vez, ha cambiado mucho y a pesar de que todo el mundo me diga que es uno de los más poderosos de Hogwarts, o de que Ginny trate de tranquilizarme contándome las maravillas de su mejoría en la magia, nunca dejará de parecerme cansado.
.-.Ron- tengo que hablarle, ayudarlo... algo. Lo tomo de la túnica y la fuerza irreconocible de su cuerpo me hace tropezar- eh- como idiota, siempre me quedo callada- que tengas un buen día-
.-.Gracias- abre la boca nuevamente, pero la cierra, junta las cejas, la vuelve a abrir, me mira fijo a los ojos, y sin tanta pesadez me pregunta- ¿Te has quedado despierta toda la noche?-
Mi corazón da de vuelcos, es la única persona que se ha dado cuenta
