Boruto y Sarada

Natasha Calderon

Decisión

Sarada,quien ya casi cumplía 17 años, se encontraba con su padre,Sasuke,dando un paseo a las afueras de la aldea. Los grandes arboles los acogían con gusto y la brisa, de media tarde, refrescaba sus cuerpos distantes. El silencio se mantenía,pues ninguno de los dos era bueno hablando,pero tras unos minutos,la menor decidió romper, aquel incomodo silencio.

-Y… ¿como te ha ido en las ultimas misiones, Papá?- Pregunto con la cabeza baja y subió un poco sus gafas con su dedo indice, un tanto incomoda. Realmente es raro que ambos estén dando un paseo, pues el nunca tiene tiempo.

-Bien-Dijo cortante.

-Mmmm…-Fue lo único que salido de su pequeña boca.

Caminaron unos minutos mas. Sus pies pasaban por un pequeño y antiguo puente, que rechinaba a cada paso que daban. Cada uno se encontraba por su lado, el iba adelante y ella iba detrás de el con la cabeza baja, pero el la observaba, sin que ella se diera cuenta.

-¿Te incomoda algo, Sarada?- Pregunto al detenerse.

-N-no, claro que…-Fue interrumpida.

-Dime- Se giro para verla a los ojos.

-Es solo que… es raro que quieras salir a dar un paseo conmigo… siempre estas ocupado-Dijo sin poder enfrentar aquellos ojos oscuros, que ella misma había heredado.

-¿Quieres volver a casa?

-¿Q-que? ¡No claro que no! solo….- El continuo.

-¿Quieres saber por que te traje?- Sarada asintió.

Sasuke suspiro y se acerco a ella-Que inquieta eres… de verdad te pareces a Sakura- Llego hasta ella y poso su mano en su cabeza, como una pequeña cercanía, que para un hombre como el ya era mucha.

Al poner su mano sobre su pequeña hija, se dio cuenta que ya no era tan pequeña como pensaba. Los años habían pasado y ya se había convertido en una mujer. Su estatura era promedio, un poco mas alta que Sakura, su liso y negro cabello le había crecido hasta la cintura y su cuerpo ya era el de toda una adolescente de 16 años. Teniendo muchos pretendientes detrás suyo, que si no eran alejados por la sombra protector de su padre, era por ella misma y su gran parecido en personalidad con su padre y su tío Itachi, cuando se enojaba.

Sarada se encontraba un tanto sonrojada y con la cabeza baja, por la repentina cercanía de su padre, por lo cual su llamado la hizo saltar.

-¿S..si? Unió su mirada a la de su padre.

-Te traje aquí porque quiero proponerte algo- Quito su mano de la cabeza de su hija y siguió caminando por donde iban- Ven.

caminaron un poco hasta que los arboles se fueron terminando, al momento de contemplar la luz del sol, Sarada cubrió sus ojos y al momento que se acostumbraron a la Luz, pudo contemplar la gran aldea donde vivía. Era una vista realmente agradable, nunca pensó el poder encontrar un sitio como ese, para contemplar su aldea y no solo eso, si no también el frondoso bosque que la rodea y el cielo azul que la cubre.

-¡Es hermoso!- Se acerco un poco mas al borde de la montaña, donde se encontraba con los ojos fascinados de aquella hermosa vista.

-Sarada quiero que vayas conmigo a una misión muy importante.-Dijo acercándosele por la espalda.

-¿Ah?- Se giro y pregunto con asombro.

-Se que no quieres irte de la aldea y menos porque tendrás que dejar a Sakura sola, pero es una misión muy importante y necesito tu ayuda.

-Espera ¿que? ¿tenemos que irnos? ¿por cuanto tiempo?- Pregunto un tanto asustada.

-Eso no lo sabemos.

-¡¿Y mamá?!-Se puso nerviosa.

-Ya hable con ella y lo entendió-Dijo y noto las pequeñas lagrimas, que se asomaban en los ojos de su hija.

-P-pero…¿para que me necesitas? tu eres extremadamente fuerte y hay muchas personas mas fuertes que yo, que podri…-Fue interrumpida.

-Esta misión solo la podemos cumplir usuarios del Sharingan, tu y yo somos los únicos que quedamos.

-Pe-pero…

-Es una misión muy importante necesitamos irnos en 3 días, tengo que entrenarte mas-Se detuvo al ver como su hija hacia lo posible para que sus lagrimas no cayeran por sus mejillas-No te estoy diciendo que estas obligada a ir, tu puedes elegir quedarte, pero las cosas se complicarían y la aldea podría correr riesgo, así que piénsalo bien, piensa en la aldea, piensa en Sakura y en todos tus amigos. Salimos el jueves en la madrugada, si no llegas a la hora acordada, significa que decidiste quedarte. Te dejare para que lo pienses bien.- Fue lo ultimo que dijo y desapareció entre los grandes arboles.

Sarada cayo arrodillada en el pasto con las manos en sus ojos, no pudo contener mas las lagrimas, aquel próximo futuro en el que tiene que alejarse de las personas que ama, la atormenta, no quiere irse, no quiere dejar a su madre y… fue entonces cuando una imagen paso fugazmente por su cabeza.

-B-Boruto…-Las lagrimas siguieron cayendo por sus mejillas y su cabeza le daba vueltas, no quiere dejarlo, ni a el, ni a su madre, ni a la aldea, pero tiene que hacerlo, no puede permitir que la aldea corra riesgo.

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El cansado Boruto de 17 años, tomo aire y se tiro de espaldas contra su cama, soltando el aire con descanso.

-Que día tan agotador- dijo entre un suspiro- me pregunto donde estará Sarada…- Se pregunto a si mismo un tanto preocupado, después de todo llevan mas de un año de novios, pero al recordar lo fuerte que es, la anterior preocupación se desvaneció- Me hubiera gustado pasar un rato con ella hoy, después de todo el día estuvo muy lindo…- dijo y vio, aun acostado, por su ventana el sol ocultándose.

se mantuvo unos momentos observando aquel hermoso atardecer, pues un cielo como ese fue quien los cubrió el día que se confeso y sus sentimientos fueron correspondidos por Sarada. Mantuvo su mirada fija por unos momentos y un pequeño sonroje se mostró en sus mejillas, lo cual provoco que por vergüenza propia, se tapara la cara, aunque nadie estuviera para verlo. El de verdad es feliz a su lado. Cerro sus ojos por unos momentos y fue entonces cuando un ruido proveniente de la ventana lo hizo levantar y asomarse encontrando a su novia, quien le había tirado un pequeña piedra a la ventana. Le hizo señas de que la siguiera y salió corriendo y saltando entre los techos.

-¿Q-que? ¡Espera Sarada!- Sin pensarlo se tiro por la ventana y la siguió rápidamente.

Después de haber pasado por encima de varias casas, Sarada se metió al bosque y desapareció entre el, provocando que Boruto casi la perdiera de vista, el sol ya se había ocultado y la luz de la luna no ayudaba mucho, pero gracias al Byakugan, herencia de su madre, pudo encontrarla y seguirla nuevamente.

"¿Que se supone que es esto? ¿una carrera?"-Pensó con una media sonrisa en sus labios y se detuvo al ver que ella también lo hacia.

habían llegado a la cabaña, que quedaba un tanto alejada de la aldea donde habían llevado su relación de mas de un año. En esa pequeña cabaña, era donde habían compartido sus buenos y malos momentos, aquella cabaña había sido testigo de los primeros besos y caricias entre ellos aunque, Sarada nunca permitió dar el gran paso a la intimidad absoluta, por miedo de que su padre o alguien aparte de Mitsuki los descubriera , quien ya sabia todo.

Sarada entro a la pequeña cabaña sin voltearlo a ver y el la siguió sin desactivar su Byakugan, pues la única luz que los acompañaba era la luz de la luna. Sarada se quedo parada en la mitad de la habitación y el se acerco.

-Sarada…-Intento ponerle la mano en el hombro, pero ella se alejo aun sin darse la vuelta-¿Para que me trajiste acá?

Sarada se volteo y sus ojos se conectaron con los de el, aquella mirada roja lo había penetrado completamente, y no solo eso, si no que la luz de la luna le permitió observar lo hinchados que estaban, aquellos ojos color escarlata.

-Sarada que tie…-Fue interrumpido.

-Boruto me iré a una misión con mi padre-Dijo sin dejar de verlo.

-¿Que? pero… ¿cuando vuelves?- Pregunto dando unos pasos hacia ella, pero ella se alejaba a cada paso que el daba.

-No lo se, solo se que me iré el jueves.

-¡¿En tres dias?!- Pregunto aun sin poder creer lo que su novia le estaba diciendo.

-Si…-Bajo la cabeza y desactivo su Sharingan- Boruto tenemos que terminar…-Nuevamente lagrimas se asomaron por sus ojos, pero ella se rehusa ha mostrarse débil y mas ante el.

-¿Que? pero ¿por que? ¡¿por que tenemos que terminar?! ¡¿por que te tienes que ir?!- Pregunto levantando la voz, aun sin poder creérselo y acercándose hasta dejarla contra la pared de la cabaña de madera, la tomo de los hombros-No me dejes por favor Sarada- Dijo con la voz decaída y desactivo su Byakugan.

-Lo siento Boruto, tengo que hacerlo, no pienso dejar que la aldea corra riesgo.

-¡¿Pero que demonios tienes que ir hacer tu por allá?!- La enfrento con lo ojos llorosos, levantando mas la voz y apretó mas de su agarre en sus brazos. La desesperación lo estaba consumiendo.

-¡No lo se, No lo se, yo tampoco se nada, mi padre solo me dijo que esto solo lo podemos hacer usuarios del Sharingan, el y yo somos los únicos que quedamos!-dijo enfadada, al borde de las lagrimas.

Boruto mantuvo por unos instantes sus ojos llorosos sobre los de ella, bajo su cabeza, la puso en el pecho de Sarada y suavizo su agarre.

-Entonces… ¿piensas terminar conmigo e irte?

-Boruto… de verdad lo sie…- fue interrumpida.

-No importa, entiendo, después de todo tienes que cuidar tu perfil, para poder ser Hokage- dijo y le dio la espalda secando sus lagrimas.

-¡No! E-estas equivocado yo no lo estoy haciendo por….-Fue interrumpida nuevamente.

-Ya Sarada, no tienes por que darme mas explicaciones- dijo girándose hacia ella-Yo estaré bien, te lo prometo- Y le mostró una sonrisa completamente falsa.

Sarada mantuvo sus ojos en el suelo.

-Entonces… ¿este es el adiós?- Pregunto bajando la cabeza-De verdad gracias por estar a mi lado, fui muy feliz-los ojos se le llenaron nuevamente de lagrimas ,pero no permitió que cayeran-Yo de verdad te amo, pensare en ti todos los días hasta que vuelvas… Así que... da lo mejor de ti.

Sarada apretó sus puños y no puedo responder nada, solo asintió y hizo lo posible por contener las lagrimas.

-Sarada ...

ante su llamado se obligo a levantar la cabeza-¿Hm?-fue lo único que salió de su boca.

-¿Puedo abrazarte?

Aquello la tomo por sorpresa, sus ojos se abrieron y las lagrimas contenidas bajaron por sus mejillas, al igual que las de Boruto. Tantos sentimientos disparados en un instante, provocaron que solo pudiera asentir.

Boruto se acerco a ella, quien se tapo la cara con ambas manos y la acerco a el, tras acogerla en sus brazos, ella empezó a sollozar en su pecho. Boruto de verdad había crecido esos años, tanto que ella le llega tan solo a los hombros. El la acogió con el mismo amor de cuando se encontraban en esa misma cabaña, para pasar tiempo juntos. Todos esos abrazos y caricias desde que habían iniciado su relación, pasaron por la mente de ambos.

Sarada quito sus manos de su cara y apretó su agarre en la espalda de Boruto. Tras estar unos instantes sin decir nada, Sarada subió su cabeza buscando los labios de el y el bajo su cabeza buscando los labios de ella, labios que se encontraron a mitad de camino y se acariciaron lentamente con ternura. Lo hacían tan cuidadosamente, como si la otra persona se pudiera romper como un cristal, si hacían algún tipo de movimiento brusco. Los besos se volvieron mas profundos y agresivos, como si necesitaran el uno del otro, cada uno tomaba bocanadas de aire cuando tenían la oportunidad y como si fuera una necesidad para vivir, buscaban los labios del otro apenas recobraban el aliento.

El cuerpo de Boruto se movió por si solo y aprisiono a Sarada contra la pared, paso sus manos por las caderas de ella, mientras ella cruzaba sus brazos entre su cuello. Boruto la tomo por los muslos y hizo que ella cruzara sus piernas en su cintura, usando la pared de apoyo. Sarada pudo sentir la parte intima de Boruto, provocando que una sensación completamente excitante, pasara por toda su columna vertebral y la hiciera morder el labio de Boruto bruscamente, pero el no se quejo. Al saborear la sangre de Boruto, que provenía de su labio inferior, paso la imagen de su padre por su cabeza y hizo que alejara sus labios de los de el.

-Bo-Boruto espe…- no pudo seguir pues el empezó a lamer su cuello-B-Boruto por favor espera…- le tomo la cara con las manos para que la viera.

-Sarada… por favor déjame al menos tenerte una vez…- dijo sin aliento, aun sin soltarla y posando su frente en el cuello de Sarada.-Por favor...

ella lo miro con tristeza, de verdad lo ama y no quiere dejarlo, pero tiene que hacerlo y antes de eso, va a entregarle a el, todo de ella. Lo tomo con ambas manos de las mejillas y unió nuevamente sus labios apasionadamente …

Continuara…