Diclaimer: Axis Power Hetalia no es de mi propiedad.

—Deberías prestarle atención a tu hermano –le animó Inglaterra, al oído, apretándole el hombro con cariño—, sacarías mucho de provecho.

Canadá asintió, un tanto vacilante.

Su gemelo y él eran idénticos, pero América conseguía destacar más. Canadá trataba de equiparársele, aunque nunca lo consiguiera, en cambio terminaba con consejos de Inglaterra decómo ponerse a su altura. Si lo hacía con buena intención, era un asunto que se le escapa a Canadá.

Francia nunca lo comparaba con otro, cuando estaba con él nunca tuvo que ser compartido con nadie, ni muchos menos tener que esforzarse para brillar al lado de alguien.

Cuando Canadá miraba a su hermano, veía lo que nunca podría llegar a ser pese a los deseos de Inglaterra y su propio empeño por satisfacerlo. Aún así no perdía la esperanza de lograr encajar un poco en esa intimidad que sólo surgía entre su gemelo y su hermano mayor, esperando ser recibido como otro integrante más de la familia; esperando la ocasión de que, por fin, sus esfuerzos dieran resultados positivos.

Pero en lugar de eso, sólo obtuvo lo que recibió siempre. Nunca consiguió que Inglaterra lo quisiera como quería a su hermano, nunca se unió a esa relación que le daba envidia al observarla de lejos, como tampoco olvidó los cuidados de Francia, ni se esfumaron las ansias de que volviera a recogerlo y llevárselo con él.

Canadá no se sorprendió cuando la relación entre sus hermanos recibió la primera grieta, tantos años con los ojos puestos en ellos le había convertido en el primer espectador de una ruptura inminente. Aún así, su relación con Inglaterra no mejoró a medida de que la de América desmejoraba, y no esperó que hubiera ocurrido lo contrario. No después de resignarse a seguir solo.

Esa vez fue la única ocasión en la que vio llorar a Inglaterra. No le dio lástima verlo acabado, pero sí mucho malestar. Este se incrementó cuando Inglaterra se volvió hacia él y le dio un abrazo que no olvidaría jamás, sollozando, perdido en una derrota que ya se había anticipado antes de comenzar a pelear. Y lo miró como antes hacía con América, pero no igual; Canadá entendió que buscaba un reemplazo para su cariño no correspondido.

—Nunca, nunca imites a tu hermano —le dijo, en un ruego que sonó a orden mal camuflada.

Canadá asintió, como tantas veces hacía, un tanto vacilante.

Era la primera vez en la que estaba seguro de que seguir los pasos de América estaría bien para él.

Me pregunto qué tan explotado estará la independencia de USA desde la perspectiva de Canadá, al menos en español no he leído nada que se le parezca. Espero les haya gustado :)


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