Aclaración: Ni Naruto, Ni sus personajes me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, yo solo los uso para mis fantasías
Entre el Cielo y la Tierra.
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Prologo
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Ella estaba frente a mi, sus ojos brillaban como el mismo sol, pero... te falle, te hice daño, tantos años yo no pude aguantar mas... pero tu sigues aquí, como si no te hubiera partido el corazón..
La suerte estaba echada, tus ojos, brillaban intensamente, pero no con luz propia, que idiota fui al pensar que tenia todo el problema controlado, y ahora estas en mis brazos, tan fragil y casi sin vida, y el ahi frente a nosotros riendose de mi desgracia, pero te juro con mi propia vida, que no voy a descanzar hasta que pague lo que ha echo contigo, me dices que no, qe seria destruir mi vida, me haces prometerte que no lo voy hacer, te veo y no lo creo, el, el que te qito la vida, esta riendose de nosotros, y tu, no quieres que lo mate, me dices que me calle y exalas tu ultima bocanada de aire, tus brazos caen cual bolidos y tu ojos dejan de brillar totalmente y yo solo puedo llorar y ver al maldito que esta frente a nosotros.
ver a ese maldito demonio enfrente jactándose de mi gran pérdida aun no entiendo como rayos sucedió esto, estaba a nada de decirte lo que siento, siendo tu un ángel el enemigo mortal de los demonios y yo un alas negras que callo en tus encantos, solté un gran grito y junto con el un gran poder salió de mi cuerpo haciendo que aquel infeliz demonio retrocediera y así dejándome solo con tu frio cuerpo.
Ese poder salía en forma de una luz muy brillante, el demonio retrocedió escondiéndose en la oscuridad, solo miraba esos ojos color amarillo que aun me miraban. aquella luz ardía por dentro de mi cuerpo, pero era algo que tenía que soportar, ya que era la forma en que yo vengaría tu muerte. pero de repente... muy dentro de mi cuerpo empezó a moverse algo, sentía como mi espalda empezaba a rasgarse ella sola, y de adentro una especie de pluma surgió. las reconocí de inmediato. eran tus alas
Era imposible, incluso era una estupidez pensar que tus alas estuvieran en mi, yo no soy lo que se dice un ser agraciado claro tengo dones para bien, pero solo para proteger a los que son como tu, ahora, pensar que tus alas crecieron y se expandieron en mi espalda, suena tonto si no lo estuviera viviendo, el demonio se fue, desaparecio igual que tus alas, tal vez fueron una señal, pero debo irme, salir de aqui y dejarte por mucho que me duela, los demonios vienen ya para acabar con tu cuerpo y tomar tu inocencia, ya nada puedo hacer, estoy acabado, aquella guerra sin tregua me dejo sin poder alguno y ahora solo puedo darte un ultimo beso y decirte adios, corro como puedo por todo el lugar hasta ponerme a salvo, los veo, son ellos, esos seres endemoniados, que hasta los mas valientes sentirían miedo, a mi no me da miedo, pero debo escapar para despues poder hacerlos pagar, entraron en la bodega solitaria a terminar con el trabajo de él… el manda mas.
Ahora tengo una mision, acabar con ellos y matar al demonio que te arrebato la vida.
Pero aun no era el momento porque en ese instante estaba demasiado debil, aunque apesar de mis esfuerzos por salvarte no lo logre, agote mis energias en vano puesto que moriste, necesito recuperarlas lo mas pronto posible o morire, necesito tratar mis heridas y reponer energías, asi que me apresure por salir de esas putridas paredes, cada paso era un gran tormento no solo porque mi corazon se negaba a dejarte si no que mi existencia se rehúsa a olvidarte.
Con mi ultimo adiós, te deje en aquel lugar que nunca olvidaría, aquel lugar donde mi quitaron a la persona que amaba. el exterior era mas brillante que el interior, mi estomago no aguantaba mas esos golpes, esas patadas, que me dejaron moribundo, pero como podía llegar hasta mi hogar, el solo querer abrir mis alas, se me dificultaba, estaban en verdad dañadas, sin mencionar que no tenia nada de fuerzas.
Entonces, para suerte mia, lejos de esa maldita bodega, había un pequeño lago, por lo menos podría saciar mi sed, por que mi espíritu estaba totalmente destruido, me apresure a beber lo mas que pude y sali totalmente de aquel lugar, llegue a los sugurbios, estaba de nuevo en la ciudad, debia apresurarme para llegar a mi hogar, y tratarme las heridas que oculto bajo mi abrigo, esta nueva lucha sera agotante, debo reunir un equipo, buscar a quienes quieran unirse a mi causa y pelear a mi lado, por fin llego al edificio, llego al ascensor, es lo mejor, con las heridas que traigo seria casi imposible llegar a mi apartamento por las escaleras, llego al 7mo piso, voy a mi puerta, la abro y me tiro en el sillon, estoy cansado.
muy cansado apesar de haber bebido esa agua, era curioso como un Alas Negras, podría convertir el agua en energía, aunque con las heridas que traía mis energias aun no se recuperaban completamente...mis ojos se fueron cerrando lentamente...y por fin me quede dormido .... en mis sueños atacado por el recuerdode lo sucedido anteriormente...en la mañana al despertar algo diferente estaba en mi departamento... un olor diferente al de la noche anterior.. pero que era?.
Me levante apesumbrado de mi cama y…esperen, mi cama?, si yo me quede dormido en el sillón, entonces me incorpore rápidamente y casi salí corriendo de mi habitación, sin notar que mis heridas estaban completamente tratadas, el olor venia de la cocina, así que con la mayor precaución del mundo, me interne en ella, y para mi sorpresa, él estaba ahí, mi mejor amigo, por un momento me olvido que estoy en este lugar para cumplir una misión, pero ahora, además de eso, tenia una meta, encontrar y matar uno a uno, los que estuvieron involucrados en mi gran perdida.
Tan en mi mundo estaba, que no me di cuenta que mi amigo me llamaba a comer, y asi lo hice, debía recordar, que aquí, era lo que se dice "humano" y me alegro no haber sacado mi arma frente a el, seguro se hubiera asustado.
Me da gusto, que entre todo esto, se pueda decir que tengo un amigo, aunque no sepa mi verdadera identidad.
Yo, no soy lo que dicen alguien normal, soy un Ángel de Alas Negras, que busca su lugar.
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Sentí mi cuerpo pesado, había perdido ya mucha sangre, pero como?... hasta recordar me duele, ha, es verdad, la batalla, esa maldita batalla en la que por no querer que mi querida amiga, fuera de su propiedad, tuve que pagar el precio mas alto en todo el edén, manchar mis alas de su sangre.
Fue tan doloroso verla caer lentamente sin vida, pero o era eso, o dejarla sufrir por toda su vida inmortal en el infierno, para mi, eso no era justo, asi que, la mate.
Él estaba a un lado mío, y no daba crédito a lo que vio, ella y yo éramos las mas grandes amigas en todo el mundo, y jamás pensé usar una salida de esta magnitud, pero se que le darán otra oportunidad, la merece, pero yo, yo no.
Asi que, no tenia otra opción, luego de darle muerte a esos ojos color luna, tuve que huir, yo sabia perfectamente que él no me seguiría, puesto que, siempre que hay un Ángel de Alas Blancas caído, se tiene que dar aviso y el tenía que estar ahí, sabia también, que los demonios irían tras de mi, era un plan perfecto sin siquiera haberlo planeado, llegue a una bodega, parecía abandonada, y entre, ocultándome para que no me vieran, mala idea.
Había olvidado que los demonios sienten la mas mínima presencia de inocencia, y los ángeles estamos llenos de eso, sentí como una garra se incrustaba en mi hombro y cuando me gire me di cuenta que no era una garra, si no que eran unos dientes, vi unos ojos amarillos que me veían fijamente y de un golpe trate de apartarme.
Corrí hasta situarme en medio del bodegón, creo que el día de hoy no dejaba de tomar malas decisiones, estando en medio, pude sentir muchas miradas sobre mi y de pronto, empezaron a llegarme miles de golpes de quien sabe dónde, ni siquiera mis alas pude sacar para protegerme, los golpes me dejaron devastada y caí.
Escuche pasos, eran los del demonio mayor, tenía que recibir mi castigo, pero lo hubiera preferido no se sus manos, pero el castigo nunca llego, abrí los ojos, y lo vi, era mi amado protegiéndome, quise ayudarlo, pero el dolor no me dejaba, me quede tirada en el suelo, solo escuchando golpes y uno que otro rayo y el filo de una espada, hasta que lo escuche gritar de dolor, ignorando mi agonía mi incorpore y lo vi, todos los demonios estaban heridos, tumbados en el suelo, y sus siluetas poco a poco desaparecían, dejándonos a los tres solos, mi querido tenia tantas heridas o mas que las mías.
-suéltalo – fui lo único que dije
-que me darás a cambio de su vida? – pregunto arrogantemente
-la mía – vi como lo dejo caer y se acerco a mi, tomo mi cuello con sus dos manos, y volvió a morder mi hombro, sentí un ardor calarme hasta los huesos, y lo próximo que sentí fue, nada, podía ver, oír pero ya no sentía, caí al suelo y vi como él se paraba y corría hacia mi flácido cuerpo, aquel maldito demonio de ojos amarillos se reía con tantas ganas de él, que me destrozaba por dentro, yo sabia que se tenia que ir, y así lo hizo, corrió se alejo, dejándome ahí, creí que iba a morir, pero eso no llego, en cambio, a juzgar por los pasos y los murmullos, me movían, a donde, no tenia ni mas mínima idea, lo siguiente que sentí, porque ya sentía, fue una paz muy grande para después abandonarla y abrir los ojos.
Era un lugar extraño, obscuro y lleno de esos seres, que ahora, viéndolos bien, parecían como cualquier humano, a excepción que los mataban o torturaban, el demonio que antes me había mordido se encontraba en medio de todos y lentamente se fue acercando, hasta situar su mano en mi frente.
-olvidaras lo que una vez fuiste, y pensaras que siempre has estado aquí – fue lo que escuche, después, obscuridad, me había desmayado y para cuando desperté, solo sabia, que lo que antes fui, había quedado atrás, por que?, primeramente, por que no recordaba lo que fui y segundo, por que ahora era un demonio, me llamaban, el Ángel de la Muerte, pero nunca supe el porque del sobrenombre, por lo menos no hasta ahora.
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Espero sus opiniones para seguir con este Fic, espero que lo poco que escribi sea se du agrado, y si no les gusta, también háganmelo saber.
Esperando lo mejor y mandándoles todos sus saludos
Shasad Naoko.