"Happy Birthday, Canada"


Resumen: Canadá es una pequeña nación, de hecho aún no conoce ni a Francia ni a Inglaterra, pero… hay otra nación, mucho más poderosa, que lo cuida… y le da su oso.

Disclaimer: Ni Hetalia, ni Labyrinth, ni Alice In Wonderland *Aún por su pequeña referencia* me pertenecen.


Only I can say… Happy Birthday Canada *O*!


Un pequeño rubio corría por las praderas de aquella tierra, aquella tierra que era su país, que era él. Aquél día era especial para él, de alguna manera sabía que ese era el día en que cumplía años, en que su país estaba de aniversario.

Buscaba aquella figura, a aquél hombre que lo había encontrado por primera vez, a aquél hombre rubio de extraños ojos. Aquél hombre que le había enseñado lo poco que sabía… que aunque siempre parecía cansado siempre había intentado estar ahí.

-Mattie…-Aquella voz hizo que volteara y viera al hombre, que le sonreía únicamente como él lo hacía. Vio su cabello rubio ser alborotado por el viento. Rápidamente corrió a él y lo abrazo. El hombre lo levantó en sus brazos y él se sujetó de la chaqueta azul que vestía el rubio mayor.-¿Me extrañaste, Mattie?...

-Sí, Jareth…-Sus ojos violetas lo miraban alegres. Él había encontrado al pequeño Mattie en uno de sus viajes por el nuevo mundo, cuando comenzó a preocuparse por las pequeñas naciones que lo conformaban, ya que tanto los españoles como los portugueses estaban llegando a esas tierras.

-Hoy es tu cumpleaños, Mattie…-Le dijo con una pequeña sonrisa, él había decidido cuando sería el cumpleaños del niño, sería el día que él lo encontró, un primero de Julio.

Dejó al niño en el suelo y camino en dirección a un árbol, ahí agarro un pequeño osito polar para después tendérselo al pequeño.

-¿Qué es?.-Preguntó el niño cogiendo al osito polar, se sentía tan suave… simplemente lo abrazo, sintiendo su calidez.

-Es tu regalo de cumpleaños Mattie, como yo no puedo venir muy seguido… él te hará compañía… Su nombre es Kumajirou…-Jareth desordeno el cabello de Mattie, que lo miraba muy feliz.

Aquél día, aunque tenía problemas con la reina roja en el Wonderland, no le importo, se quedo jugando con Mattie hasta que el niño se quedo dormido al lado de su nueva mascota…

Sabía que tal vez no podría cuidarlo, estaba débil para pelear con esos idiotas, que conquistaban el nuevo mundo… pero… al menos quería que Mattie tuviera al menos un cumpleaños feliz…

~ The end ~