Gracias por pasar a leer. Y recuerden, el plagio es como un robo, ¿Ustedes quieren ser ladrones? Claro, eso pensé yo.
Me toco: James Sirius Potter (Capitulo uno)
Giratiempos (Capitulo dos)
Canción recomendada: Transcendence Music Video - Lindsey Stirling. Y: What Child is This - Lindsey Stirling.
"Esperanza y compresión: ¿Quién no?"
¡Salud!
No había lluvia. No, curiosamente el día era soleado.
La había dejado solo en un día importante para ella y sin querer, como un estúpido, había colocado cosas primero. Cosas que hace tiempo debieron dejarme de importar. La mujer frente a mí ya no me quería ver. No más después del error que cometí y que ella no me cree, no fue mi culpa.
Me sentía frustrado.
-Estoy cansada de que me dañes una y otra vez ¡Y no te importe Scorpius! –me grito ella con lágrimas en los ojos.
-¡Pues puedes irte lejos de mí! ¡Dime que te detiene!– le grite sacando mi furia con ella, no me quería escuchar. Al instante supe que no debí haber dicho eso. Nada le detenía. Me podía dejar solo.
Le mire, derrotado, y me empecé a acercar a ella.
Rose dio dos pasos hacia atrás guardando malditas distancias.
-Me cansé de que me mientas Malfoy, estoy cansada de ti – me escupió con, lo que creí, era odio. Me paralice.
-Rose, tranquila…
-¡No Scorpius! Ya basta, me haces sentir una y otra vez que no valgo nada, y duele. – Me observo unos segundos. Note como sus ojos se llenaban de lágrimas, pero, orgullosa, las retenía en sus ojos azules. – Se acabó, he tenido suficiente de ti. Entre más te alejes, mucho mejor.
Y aquí está mi caída. La caída de un Malfoy a manos de una Weasley.
Y yo, sin querer dañarla más, deje que empezara a alejarse, pero una voz involuntaria salió de mí.
-Espero abras bien tus ojos, y te des cuenta de que hablo con la verdad. Yo soportaré a tu caprichoso entendimiento y prejuicios sobre mí, pero si dejo de amarte… esfuérzate por aguantar.
La pelirroja se detuvo en seco. Y se giró para enfrentarme.
-Pues aguantaremos hasta que encuentre la verdad en tus palabras Hyperion, y ya veremos.
Me quede allí, parado, un nuevo reto había comenzado. Todo por mi egoísmo.
OooOooOooO
Voy camino a apoyar a Rose. Ella ya me había avisado desde hace días que hoy intentaría que uno de sus libros fuera publicado: "Lo cálido del hielo".
Lo iba a exponer frente a todos.
Sonreí. Las probabilidades de que Rose fuera rechazada… era mínima.
Camine acercándome a la chimenea. Bueno, para ser sinceros yo prefería mil veces usar los polvos flu a la transportación. Si, bueno, no me pueden culpar.
Tome los polvos y me pare en la chimenea.
-¡Editorial La Ninfa! – exclame. Sentí como me consumía una luz cálida y de repente me vi en el recibidor de la editorial donde la pelirroja, seguramente, publicaría.
Entre como quien no quiere la cosa y empecé a caminar por el pasillo.
-¡Scorpius! – me detuve en secó. Yo conocía esa voz. -¡Scorpius detente!
Escuche como, detrás de mí, un par de tacones se aceleraba corriendo hacia mí.
-¿Podemos hablar? – me pregunto. Yo me tensé, no me gustaba tenerle cerca. Pero igual asentí.
Escuche un suspiro de alivio y juntos caminamos hasta lis elegantes sillones que se encontraban en una sala intermedia del pasillo.
-Dime que es lo que quieres Nadia, no tengo ganas de escucharte – ella me sonrío de forma grácil.
-Las tienes, si no, no me estarías escuchando – gruñí en respuesta, molesto, por la razón en sus palabras. La muchacha se inclinó hacia adelante haciendo caer hacia mi unos llamativos cabellos negros. Sus ojos avellana me observaban con esperanza, que yo, no quería darle. Nadia no me volvería a arruinar. – Scorpius, te extraño.
Sentí dentro de mí que algo se resquebrajaba. Después de tanto tiempo… ¿Con que cara venia Nadia a decirme esto?
Lance una carcajada irónica y formule la misma pregunta que se había formado en mi cabeza.
-¿De verdad? ¿Y se te ocurrió extrañarme hasta ahora? – sus ojos se perlaron de lágrimas.
-Yo te he extrañado todo este tiempo Scor… - la escuche mascullar haciendo que el enojo, en lugar de amainar, subiera.
-¿Y entonces que te detuvo! ¡Pudiste volver desde antes maldición! – dije alzando la voz, dolido.
Nadia se levantó de su asiento removiendo su cabello, que le rozaba su cuello marmóreo.
-¡No podía regresar así nada mas Scorpius! ¡Me fui de Hogwarts para seguir mis sueños! ¿Eso que tiene de malo? – sentí la ira arder.
-¡Yo si te quería Nadia! Si lo echaste a perder ya no es mi problema – dije mordaz. Ya tenía suficiente.
Me levante y me empecé a alejar. Pero una mano me retuvo.
-Nadia, déjame –dije con odio y un intento de indiferencia.
Pero ella, en lugar de soltarme, me giro con fuerza para quedar frente a frente.
-No.
Y me beso con fuerza.
Y lejos de mi, escuche una exclamación ahogada.
Me zafé a la fuerza con ira contenida y luego me gire para ver de donde procedía la exclamación.
Rose, con los ojos llorosos y el semblante indignado nos observaba.
En el suelo estaba tirado un papel que no se molestó en recoger antes de salir corriendo al patio del edificio.
Aun con la sorpresa y el enojo embriagándome me acerque a recoger el papel:
"Lo cálido del hielo" será oficialmente publicado.
Me levante con el documento aún en mis manos y voltee a ver a la morena que aun estaba, descolocada, parada en el pasillo.
-Te gusta arruinar mi vida ¿No es así? – le sisee, con odio que no me importo ocultar, y empecé a correr en dirección a Rose.
Me acelere, agitado, buscando sus rizos rojos con la mirada.
Sentada detrás de un cerezo, estaba Rose cubriéndose la cara.
Avance hasta allí sintiendo una fuerte desesperación invadiéndome.
-Rose… -susurre, la muchacha inmediatamente levanto la mirada. Sentí como mi corazón se encogía.
-Maldito bastardo, y yo que quería que compartieras mi alegría conmigo… -la oí susurrar.
-Rose, yo…
-Calla, por favor, cierra la boca por una vez y deja de dañarme. – sentí un temblor recorrer mi espina dorsal. La había vuelto da dañar.
OooOooOooO
Así pues ¿Soy culpable? Quiero otra Damen – dije deslizando el vaso de vidrio por la barra.
-Bueno, en parte eres culpable, creo que tu afecto por Nadia Greeny te jugo en contra, no deviste detenerte a hablar. Noche de bebidas novato Malfoy, a falta de amor…
-… amigos, diversión y un poco de alchol. – termine colocando mis brazos cruzados arriba de mi cabeza.
Damen, el tabernero robusto y fuerte típico de película, deslizo mi vaso lleno de Vodka de Dragón. Ilegal en muchas partes del mundo mágico.
Una mano fuerte atrapo mi bebida a unos centímetros de mí.
-Demasiado alcohol diría yo – me gire para ver a James Sirius Potter beberse mi bebida. Lance un gruñido.
-Lárgate Potter, no estoy de humor –solté con plena sinceridad. El moreno lanzo una carcajada.
-Tu historia es interesante mocoso – puso el vaso sobre la mesa – Damen, quiero otra, y al chiquillo rubio dale un vaso de leche baja en grasas.
-¡Hey! – exclame con enojo.
-Ya, vale, dale leche pero que esta sea entera. – termino Potter entre risas que acompaño Damen.
-En un minuto chico James – dijo Damen sonriendo.
James le sonrió con complicidad a Damen pero luego quito su sonrisa, volteo a verme.
-Hablas enserio con esa historia ¿No? – le mire confundido.
-¿Qué? –dije, molesto.
-Escuche todo lo que paso con Rose. –el moreno se inclinó hacia mí - ¿Es cierto todo?
Yo suspire y luego asentí, rendido. No estaba para tanto sarcasmo.
-Bien – dijo el mayor de los Potter regalándome una sonrisa complacida – había venido aquí con intenciones de golpearte. Rose no te escucho ¿Eh? Esa mocosa testaruda… - James negó con la cabeza – Malfoy, en un principio me pareció que eras un idiota mimado que dañaría a mi prima por gusto – me volteo a ver serio – ahora eres un idiota inteligente que daño a mi prima por accidente.
Mire hacia el suelo. ¿Tenía que recordármelo?
-Pero eso es mucho más respetable que lo otro. – le miré, sorprendido por el "cumplido" – Veo que al menos quieres un poco a Rosie. Y si es así, te diré tres cosas. Uno: Te apoyo y le haré entrar en razón. Dos: Debes recuperarla. Y tres… - me miro con un semblante torcido y malicioso – si le haces daño no solo seré yo quien venga a partirte tu "magia", si no que todo el clan Weasley se encargara de causarte un infierno.
Las bebidas se deslizaron por la barra. En mi vaso un líquido blanco brillaba reluciente.
-Me alegra saberlo –dije con una sonrisa sincera. Rose aun podría quererme.
-Vamos Malfoy –dijo James alzando el vaso con alegre contenido – como dicen los muggles ¡Salud!
N/A
Espero les guste tanto como a mi este primer capítulo.
¡Salud! Err… digo ¡Saludos!
