•CAPITULO 1
En una mansión se escucha el balbuceo de un bebe. Harumy de seis meses ha despertado. Harumy es una pequeña con piel blanca, cabello azul aguamarina y unos cuantos rayitos de color cenizo, un hermoso rostro y unos maravillosos ojos verdes, es toda una princesa. Su habitación está dulcemente decorada , con paredes rosas, muebles para los muchos juguetes que tiene como peluches y muñecas dignas de una niña, aunque ella solo prefiere los otros juguetes como el trenecito que adorna en medio de su habitación o los cochecitos que ahora mismo sostiene con sus manitas. Cada vez que despierta le gusta jugar con juguetes que tengan rueditas, y sin olvidar que le gusta escuchar hermosas canciones interpretadas con violines, eso le da calma para no llorar. El techo esta pintado con hermosos angelitos que parecieran estar jugando con ella.
Afuera se escuchan venir hacia su habitación un par de pasos, vienen despacio para no asustar a la pequeña Harumy, y al abrir la puerta se distingue la silueta de una persona de cabello corto y se acerca lentamente hacia la cuna y se recarga en ella para observar a la dulce niña, ella al voltear se encuentra con unos ojos verdes mirándola y ella feliz le extiende las manitas para que la tome en sus brazos, y salen de la habitación y van a la sala, donde se sientan y comienzan a jugar, y después de quince minutos una suave voz los asusta.
-¿Así que aquí estaban?-Una mujer de cabello aguamarina habla desde la puerta de la sala.
-Buenos días preciosa, y perdona, no pude evitar sacarla de la cuna y traerla conmigo. Pero ven, no te quedes ahí, tu compañía es indispensable, además necesitamos saber ¿a donde iremos a celebrar los seis meses de nuestra hermosa y perfecta niña?- Muy elegantemente pregunta, mientras la otra camina a su dirección y se sienta.
- No se porque lo preguntas, si cada mes tienes siempre todo preparado.- Responde encogiéndose de hombros, haciendo reír a su acompañante.
-Tienes razón preciosa, hoy iremos al centro de diversiones.- Con una amplia sonrisa lo dice.
-Pero antes, tendré que llevarme a esta hermosa niña a su cuarto para cambiarla y después a desayunar, y ustedes deberían hacer lo mismo, o será que saldrán a la calle con todo y pijamas.- Una mujer morena con largo cabello verde oscuro les habla mientras se lleva a la niña.
-Creo que alguien ya se encariñó con nuestra pequeña, por lo visto Setsuna se quedará mas tiempo.
-No seas celosa Michiru, y Setsuna tiene razón, hay que quitarnos los pijamas y ponernos presentables. ¿Qué dirían si ven a Michiru Kahio en semejantes fachas?-
-Lo mismo pensaran de ti Haruka.- Le guiña un ojo y va a su cuarto.
Después de arreglarse y desayunar suben al auto y van rumbo al parque de diversiones.
En otro lugar de Tokio.
-¡Serena! ¡Apúrate!- Una muy impaciente Mina grita a todo pulmón desde la sala de la casa Tsukino.
-Mina deja de regañarla, la pobre apenas y pudo dormir, se pasó la noche en vela cuidando de Mamá Ikuko.-Al decir esto Mina agacho la cabeza comprendiendo las palabras de la castaña.-Lo bueno es que hoy es día libre y se podrá distraer.-
-Tienes razón Lita, lo siento. Yo solo quiero que no se sienta triste. Serena es la mujer mas fuerte que conozco, su madre enferma, su padre murió hace mas de tres años y se ha hecho cargo de la casa y la fonda de su madre, eso sin mencionar que esta terminando la preparatoria en línea- Su tono se vuelve de triste a orgullosa al hablar de su casi hermana.
Lita:- Si el señor Tzukino viviera estaría muy orgulloso de su hija.-
Mina: -Ese accidente les marcó, digo, nos marcó la vida. Éramos una familia feliz, a pesar de que nosotras no somos sus hijas de sangre, ellos nos cuidaron sin dudar. Mis padres no quisieron saber nada de mi cuando les dije que no me iría con ellos a vivir a Alemania. Pero los padres de Serena me adoptaron al instante.- Muy feliz lo dice.
Lita:-Lo recuerdo muy bien , yo tenia cinco años cuando mis padres murieron y como mi papa era amigo del papa de Serena y yo no tenia mas familia entonces me vine a vivir a con ellos, serena apenas tenía tres años, e inmediatamente me convertí en la hermana mayor. Y cuando tu llegaste ya tuve dos hermanas.- Muy feliz recuerda su infancia y adolescencia.
Mina:- Es el mejor papá que he tenido, y tú no tan mejor hermana mayor- Señala a Lita y la mira con los ojos entre cerrados. -No dejas que ningún chico se nos acerque ni a Serena ni a mí-
Lita:-Querrás decir, aprovechados. A los que te he espantado, solo te querían meter mano y su lengua hasta la ¡garganta!- En voz alta se lo recuerda, mientras Mina se ruboriza y agacha la cabeza.
Mientras desde las escaleras viene bajando una hermosa rubia de dos coletas y ojos celestes
Mina:- Hay Serena hasta que bajas, ¡vámonos que ya es tarde!- Toma de la mano a sus hermanas y salen de la casa y se van al parque de diversiones dispuestas a distraerse de todo lo que las esta estresando esas ultimas semanas.
