PRIMERA RESPUESTA
Es decirle a tu chica favorita lo hermosa que se ve con su nuevo vestido.
. . .
atrearts . tumblr post / 157375031390 / i-was-interested-to-see-pidge-in-dress-i-have-no
Pidge se encontraba un poco desanimada. Ahora estaba saliendo con Shiro, pero no se sentía lo suficientemente confiada para que su relación fuera duradera, después de todo ella parecía carecer de una chispa femenina que atrajera a otros.
Ya había dejado crecer su cabello, pero continuaba usando las mismas ropas de Pidge. No había cambiado demasiado. Incluso las gafas continuaban (sin ser necesarias) sólo por el toque intelectual que le otorgaban.
La princesa había notado aquello, por lo que decidió prestarle uno de sus vestidos en su visita a los balmerianos. Felizmente aceptó la pecosa.
Por su parte, el líder de Voltron se encargaba de saludar a sus amigos de dicho planeta, como parte de los asuntos diplomáticos que debían cumplir para continuar con a la alianza. Es por eso que no notó el momento en que Pidge se posicionó a su lado.
Ella esperó pacientemente a que se desocupara. Tomó aire y posó al estilo de Lance.
—Ahora soy tan hermosa como Allura, ¿no crees? —estaba temblando por la respuesta de su chico que desviaba la mirada.
—Tú ya eres hermosa siendo Katie. Siempre, Pidge.
La joven se quedó de piedra, no imaginaba que el de cabello bicolor se sonrojase tras decir esas palabras. No necesitaba esforzarse por ser otra.
—Te ves bien en vestido —añadió él.
—Antes era mi ropa común.
—Igual, nada se compara a tus shorts y polera enorme.
—Hola, linda —tras de ellos aparecía cierto moreno coqueto—. ¿Acaso eres una estrella que ha caído a este planeta? ¿Necesitan que te cure con mis manos?
La fémina estaba a punto de soltar una sonora carcajada, pero se contuvo al ver la mirada fulminante de su amante.
—Lance, es Pidge.
El mencionado sólo emitía sonidos extraños que, probablemente eran de sorpresa. Eso llamó la atención de otros, que contemplaron maravillados a la paladín verde.
Shiro abrazó a Katie y salió corriendo con ella en dirección al castillo.
—Por favor, no le muestres este tipo de cosas a nadie más —se veía irritado.
—¡Lo prometo! —rio la bonita.
