PRIMER INFORME DE LA INVESTIGACION: NOTAS PERSONALES.

Día 29: quinto cuerpo

Termine de escribir en mis notas personales y empecé a contemplar la escena del crimen, sin mostrar ni asombro ni asco aunque la escena era verdaderamente horrible, una de las peores que había visto nunca y llevaba ya un par de años en este trabajo. La victima estaba colgada del ventilador boca abajo sujeta por los pies con sus propios intestinos que salían de una raja recta y perfecta del cuerpo, la piel estaba blanca y sin manchas de sangre, imagino que habían limpiado el liquido ya que habría salido algo de ella cuando le abrió en canal cual cerdo, los ojos de la victima estaban blancos, sin vida y las manos colgaban inertes, y perfectamente cuidadas atadas por una cinta roja, la victima no estaba cubierta mas que por un viejo calzoncillo ajustado blanco, parecía que se estaba tirando de cabeza a una piscina.

Como habían pasado con los demás crímenes de este mes me acerque para contemplar la espalda del cuerpo, y allí estaba la señal de asesino, grabado con un cuchillo rezaba una frase que ponía "Reddite ergo quae sunt Caesaris, Caesari et quae sunt Dei Deo". Una voz familiar detrás suyo exclamo:

- "dadle al cesar lo que es del cesar, y a dios lo que es de dios" Vulgata - Mateo 22,21

Me gire para encontrarme a Simon Petrikov, el forense, un viejo barbudo delgado que iba con una camisa azul y unos pantalones vaqueros, que iba acompañado por su ayudante, Gunther un recién graduado que estaba haciendo las practicas con el, bajito de piel blanca y pelo negro se acerco al cuerpo nada mas llegar para examinarlo

- ¿hora de la muerte?

El viejo de pelo cano, se acerco y lo miro estudiándolo.

- es difícil de decir… yo diría que hace un par de días.

- imagino que la muerte habrá sido por esa herida pedazo de herida

Simon se acerco y miro el cuerpo de cerca mientras su ayudante Gunther sacaba fotos. Metió un Boli en la herida y lo abrió un poco, removió un poco dentro del cuerpo y negó con la cabeza.

- no creo… esta herida no parece ser la causa de la muerte

Me acerque para mirar más de cerca el cuerpo, me sorprendió lo bien que hecha la lesión

- la herida no parece ni infectada ni nada

Simon se alejo del cuerpo e hizo unas anotaciones

- yo creo que es post Morten. Además de que parece que fue tratada, como si quisiera que quedara así, el tio que buscamos es un autentico experto

Me se pase la mano por su pelo solté un improperio:

- joder, es el quinto este mes… este carbón sabe lo que hace

- Marceline, así no debe hablar una señorita

- soy policía… me la pela

Llevaba en el cuerpo cinco años y en la sección de criminología dos y nunca había visto a un psicópata tan bueno.

- imagino que habrá que avisar a los familiares.

Al cabo de media hora teníamos a una madre y una esposa cerca de la escena del crimen preparándose para la confesión, la madre se secaba las lágrimas discretamente y la mujer ni si quiera hizo ni un misero gesto de pena. Dude ligeramente de que la mujer se preocupara de el muerto, claramente se veía que era una mujer florero y trofeo, Una chica guapa y joven que buscaba una vida de lujos a cambio de estar con un hombre que no amaba le daba igual que fuera un hombre guapo o feo, viejo o joven, a ella le importaba que fuera rico, si no fuera porque el asesino llevaba un mes en activo y que la cuartada de la mujer se confirmo hubiera sospechado de ella, pero parecía una inútil que lo único que buscaba era dinero, no creo que fuera capaz de matarlo.

La madre me dio de que pensar, era una señorona que buscaba parecer joven, parecía que se había operado mil veces, pero sentía que su sufrimiento era sincero.

- decidme… ¿creéis que tenia algún enemigo?

La mujer miro hacia un lado aburrida y respondió

- imagino, siempre venia del trabajo quejándose de la gente, nunca me interese demasiado por su vida.

La madre le miro ofendida

- tu marido se acaba de morir ¿no te tendría que importar?

Ella simplemente se encogió de hombros y se miro las uñas

- esta muerto, llorar no lo revivirá.

- ¿y ahora que harás muerta de hambre? ¿Ir a por otro?

La mujer se puso en pie y abofeteo a la madre, antes de que se fuera a mayores dos policías las separaron, se que no iba a sacar mucho de esto y que era inútil. No tenia que buscar testimonios de familias, sino relaciones con las demás victimas.

Llegue a la oficina a media tarde y me llego la autopsia y la información de la victima. Su nombre era Liamn Snow, un banquero que estaba metido en temas de sobornos, robos y malversaciones de fondos. Como todas las anteriores victimas, su única relación con ellas es que eran criminales que no habían sido metidos en la cárcel por influencias o por su dinero, parecía que el asesino se creía un superhéroe que libraba de la chusma del mundo, en el fondo creía que les estaba haciendo un favor.

Mi compañero en este caso se me acerco y me hizo un gesto, era Finn, un chico rubio y atlético, con un sentido de la justicia ridículo, era un autentico novato

- Marceline, te llama el jefe

Me dirigí hacia las oficinas centrales y entre en el despacho del jefe, una mujer de pelo negro y una mano de hierro la estaba esperando, cuando me miro me encontré con sus penetrantes ojos marrones que me evaluaban a cada paso que daba.

- ¿quería verme agente Marceline?

Asistí segura y me dirigí hacia ella

- sabe como va mi caso ¿no?

- parece que la investigación sobre el asesino de la biblia se esta descontrolando, lleva un mes detrás de el y las victimas no paran de aparecer.

Me senté en una silla y me apoye en la mesa

- es que este personaje no tiene ninguna lógica, ataca aleatoriamente pero tiene un patrón… no se como encontrarlo

Shoko se apoyo en la mesa

- ¿y porque querías verme?

Me puse seria para intentar imponer algo de respeto, pero era imposible, Shoko era una mujer curtida en mil batallas, incluso fue secuestrada por un psicópata que le corto la mano aunque ella se vengo haciendo que lo metieran para siempre en una de las peores cárceles sin posibilidad de poder salir de allí, esa mujer era una leyenda, nunca había fallado.

- necesito ayuda

Shoko la miro sorprendida

- tienes toda la ayuda que quieras de tus compañeros Finn y Jake y si necesitas consejo de cualquiera de tus otros compañeros te lo darán encantados

Negué con la cabeza

- no lo entiendes, necesito ayuda, no de una persona normal… necesito ayuda de una psicópata, necesito que una mente criminal me ayude a cazar a ese cabron

Shoko la miro enfadada

- Marceline, en mi presencia no tolero esa forma de hablar

- lo siento jefa, es que este asunto me esta poniendo de los nervios… necesito ayuda, me siento muy inútil.

La jefa se levanto de su asiento y se acerco a un fichero y saco un informe que abrió y leyó.

- no es tan fácil como parece Marceline, necesitaríamos que ese criminal y ya sabes como funcionan esos cabrones, solo se mueven por un interés propio, quieren su propia autosatisfacción

Marceline se apoyo en el respaldo de la silla y se anudo el pelo en una coleta

- se como son, he capturado a unos cuantos… pero necesito a una en concreto

Shoko cerró el informe y la miro

- ¿no te referirás a..?

Marceline asistió lentamente

- pero para eso necesito tu aprobación

Shoko se sentó en su silla y apoyando su cara en las manos para mirarme seriamente

- de acuerdo Marceline, te doy mi permiso pero quiero que cumplas una serie de condiciones. La primera es que tienes que conseguir su colaboración sin darle demasiados privilegios, puedes darle una reducción minima de condena o un cambio de cárcel, pero nada más. La segunda es que quiero que lleve un transmisor para saber donde esta en cada momento y la ultima es que quiero que tu estés pendiente de el… puede ayudarte desde la cárcel o puedes llevártelo a tu casa, me da igual… pero como se escape o lo intente tu culo estará en un grave peligro

Asentí y me levante de la silla

- gracias jefa

- suerte Marceline… la necesitaras.

Me encontraba en una cárcel de máxima seguridad sujetando un informe mientras me conducían por un corredor hacia una habitación alejada de las demás celdas. Me llevaron a una sala oscura, sin ventanas y casi sin iluminación donde había una mesa en el centro y dos sillas, me senté y espere mientras ojeaba el informe.

-Edad: veintisiete años

- tuvo una actividad criminal durante cinco largos años

- fue atrapada a por Shoko y Marceline

Imagino que estaría resentida por haberla metido en la cárcel.

- vaya vaya… ¿quien tenemos aquí?

Levante la cabeza de los informes y la vi., una chica preciosa estaba ante mi, ojos azules y pelo teñido de rosa, una sonrisa radiante y una figura preciosa. Ante mi se haya bonnibel, la asesina dulce. Era una científica muy respetada hasta que se volvió loca, modus operandi consistía en coger a las personas que hacían de sujetos de pruebas para sus experimentos y llevárselos a su laboratorio para jugar con ellos, su afición se volvió contra ella y acabo pasándose de la raya.

- hola Bonni.

Se sentó en la silla y junto las manos formalmente mientras le guiñaba el ojo elegantemente

- ¿es verdad que necesitas mi ayuda Marceline?

Saque un dossier donde estaban las fotos del último asesinato y se las enseñe, ella copio las fotos y las miro muy entretenida

- vaya, es muy bonito este trabajo... pero un poco de principiante

- Bonni, eres una asesina psicópata…

- vas a hacer que me sonroje

Me apoye en la mesa y le di un papel donde ponía las condiciones que me había dado Shoko

- necesito tu ayuda

Bonni sonrío y cerró los ojos mientras se acercaba mas a mi y rompía la hoja con las condiciones

- entonces hablemos mi querida Macy