Agonía.

Al ver mis horas de fiebre

E insomnio lentas pasar,

A la orilla de mi lecho,

¿Quién se sentará?

La guerra ha terminado, las consecuencias de la misma son muchas, la destrucción fue enorme, la pérdida de vidas fue inconmensurable, incluso yo estoy entre la vida y la muerte, es solo cuestión de tiempo que muera, lo sé no puedo negarlo me estoy muriendo, las heridas fueron demasiadas, Madara no se toco el corazón al dejarme más muerto que vivo, es curioso que llegado a este punto recordara ese poema que alguna vez me leyó Ero-Sennin, ahora puedo decir con claridad quien al lado de mi lecho se sentó, la única persona que me ha amado.

Cuando la trémula mano

Tienda, próximo a expirar,

Buscando una mano amiga,

¿Quién la estrechará?

La agonía ha sido larga pero increíblemente no ha sido dolorosa, siento que puedo irme en paz, pero por alguna extraña razón no siento miedo, sin embargo existe algo que me agobia quien tomara mi mano antes de morir, de nuevo fue la única persona que me ha amado, toma mi mano con cariño y con un infinito amor.

Cuando la muerte vidríe

De mis ojos el cristal,

Mis párpados aún abiertos,

¿Quién los cerrará?

Nunca pensé que la muerte fuera así, puedo ver mi cuerpo inerte y la veo a ella llorando increíblemente me duele verla así, siento como si mi alma se rompiera en pedazos, con su mano blanca y delicada pero temblorosa cierra mis parpados sobre mis ojos que ya no verán la luz del sol.

Cuando la campana suene

(Si suena en mi funeral)

Una oración, al oírla,

¿Quién murmurará?

De nuevo ella la única que me amo, llora desconsolada, reza sin parar, me duele en lo mas profundo de mi alma maldice al cielo y al infierno, por llevarme, me duele en el corazón, no literalmente pero me duele, se que debo partir pero no puedo dejarla aun, aunque no entiendo porque.

Cuando mis pálidos restos

Oprima la tierra ya,

Sobre la olvidada fosa,

¿Quién vendrá a llorar?

¿Quién en fin, al otro día,

Cuando el sol vuelva a brillar,

De que pasé por el mundo

Quién se acordará?

Dos días han pasado desde mi funeral y ella está ahí llorando desconsolada, su hermoso rostro está lleno de ojeras, sus hermosos ojos están rojos, ella parece derrotada, realmente puedo ver el amor que me tenia. De pronto ella saco de sus ropas un kunai.

-Si no estás a mi lado ya no tiene sentido vivir, quizás en el otro mundo podamos ser felices mi amor-dijo ella antes de clavar el afilado y puntiagudo Kunai en su blanco y hermoso pecho.

Ella cumplió su cometido, con una sonrisa cierra sus ojos perlados, su largo cabello se desparrama en el suelo al caer sin vida sobre mi tumba. De pronto veo una luz que se acerca a mí, la luz empieza a tomar forma, es ella la única mujer que me amo, mi hermosa Hinata, la recibo con los brazos abiertos.

-Al fin podremos estar juntos Naruto-kun-me dice.

-Si Hinata-chan ahora podremos estar juntos para toda la eternidad-conteste.

Nos abrazamos, nos dimos un cálido beso y caminamos hacia la luz que nos llamaba.