DISCLAIMER: Hetalia y sus personajes no son de mi propiedad, son propiedad de Hidekaz Himaruya.
PERSONALIDADES CAMBIADAS
Capítulo 1
Lo que ocasionó
.:.:.:Cielo estrellado:.:.:.
La Organización de las Naciones Unidas, o mejor conocida como la ONU, era la organización más importante de todo el mundo; sus propósitos es mantener la paz de todo el mundo, tratar de solucionar los problemas que hay y rechazar ideas que pueden afectar al mundo.
Pero era demasiado obvio que países como Inglaterra y Francia utilizan los días de juntas para resolver muchos «asuntos», más de lo normal.
— ¡Ahora si cara de rana, hoy será el día de tu muerte!—gritó enojado Inglaterra, mostrando sus puños, listo para el ataque.
Otra vez van a pelear.
—Inglaterra, amigo mío, yo no lo creo—afirmó seguro Francia, con una mirada seductora e igual mostrando sus puños.
Y como era de esperarse, pelearon. Algunos países le iban a Inglaterra y otros a Francia, por venganza, por una apuesta o simplemente para cambiar de bando.
—Hermano Cuba—llamó Ecuador animadamente mientras tomaba un vaso con agua—. ¿Qué te parece una apuesta? Yo le entró.
Cuba no podía evitar soltar una tremenda carcajada, al menos no se aburrirá en esta junta como las otras. Comió una cucharada de helado de vainilla y dijo:
— ¿De cuánto?
—De mil.
—Le entró.
Sí, era una propuesta muy tentadora. ¡No tenía nada que perder!... Excepto mil pesos, pero no era mucho dinero. Veían en primera fila la batalla de dos países rivales, Francia estaba ganando, era una fiera ya que Inglaterra lo golpeó en la cara del francés y nadie golpea al hermoso y sensual rostro de Francia.
En otro lado del salón, Italia Veneciano o Italia del Norte estaba parado, viendo algunos edificios a través de la ventana— que estaba abierta ya que la junta era en Alemania y hacía mucho calor—. No era una bonita vista pero podía entretenerse muy bien, le quitaba en su cabeza los problemas que tenía ahora. Suspira. Escucha los gritos de Alemania tratando de controlar—en vano— a los países y poner el orden; Japón solo apoyaba las ideas de los demás, incluso si eran muy tontas e imposibles, y no dar su opinión al respecto.
A veces se preguntaba cómo sería si él tuviera la personalidad de Japón, serio y callado, o el de Alemania, disciplinado y enojón, aunque le gustaría más tener la actitud de Japón que la de Alemania, la actitud de Alemania le daba mucho miedo.
Dejó escapar unas cuantas risas pequeñas, sí que pensaba en locuras. Cambiar las personalidades, que tontería. Jamás iba a pasar eso, aunque sería divertido e interesante.
— ¡Italia, vuelve a la junta!—gritó Alemania, provocando que al pobre de Italia del Norte le recorriera un escalofrió en la espalda.
Alemania… Pobre de él. Su cara estaba toda roja, como un tomate de lo que cosecha España por la ira que le provocaban los demás países. Italia ya no quería más problemas, así que se dio la media vuelta, listo para volver a su asiento.
¡A «resolver» problemas!
Sin embargo no iba a poder. ¿Por qué? Simple, en la pelea de siempre, la de Inglaterra y Francia, el inglés empujó fuertemente a Francia, este chocó de espaldas a Veneciano y como Veneciano estaba cerca de la ventana, se cayó desde la ventana.
— ¡Aahh!—no evitó gritar. Era demasiado obvio, podía morir al caer de un edificio de varios pisos. Bonita forma de morir, ¿verdad?
Con mucha suerte o quizás, con muy mala suerte, el único que escuchó fue Alemania. El alemán no sabía si estar demasiado sorprendido por lo que acababa de pasa, o estar indignado porque NADIE notó que Italia cayó DESDE UN EDIFICIO.
Sin perder su tiempo, corrió como la velocidad de un rayo y empujando a los demás países; algunos se quejaban, otros no les dio mucha importancia y otros casi querían discutir con el alemán.
A llegar—gracias a un milagro de los dioses inventados y supuestamente existentes—, agarró el pie del italiano, el italiano lloraba por su vida, abrió los ojos viendo el ahora peligroso pasto, asustándose más.
— ¡Alemania!
— ¡Italia, resiste!
Alemania ya estaba listo para jala hacia la sala de junta al pobre italiano, completamente aterrado y apunto de orinarse, sin embargo el mismo destino sufrió el alemán al igual de ser empujado ahora por la espalda del británico.
¡¿Ahora es el día de matar a los países empujándolos en la ventana de un edificio de varios pisos o qué?!
— ¡No puede ser!—dijo la única nación, viendo la escena terrorífica y corrió a salvarlos.
— ¡Alemania, ayúdame!
— ¡¿Cómo?!—Gritó enfadado el rubio alemán, sin soltar aun el pie de su mejor amigo—. ¡No sé volar! ¡Si me dices como, juro que lo hago!
Luego, Alemania sintió un apretó en su tobillo y al mismo tiempo dejaron de caer a su sentencia de muerte de ambas naciones. Tanto Alemania como Italia miraron arriba y pudieron sentir un gran alivio.
— ¡Italia-kun, Alemania-san!
— ¡Japón!—hablaron al mismo tiempo ambos países, el japonés agarraba con sus dos manos el tobillo de su amigo europeo. Sostener a sus dos amigos que tienen un poco más del doble de peso que su peso era algo complicado.
— ¡Resistan, por favor!
— ¡Japón apúrate, quiero ir al baño!—exclamó Italia, aguantando las ganas de ir al baño. Pobre Veneciano, sí que daba mucha lástima.
Suspiró hondo el asiático, con todo su orgullo japonés empezó a jalar con tanto trabajo y cuando la pierna de Alemania estaba dentro, sin soltar el tobillo se dio la media vuelta y cargo la pierna en su hombro izquierdo—como un costal de papas— para que fuera más fácil.
—Dame fuerzas Goku—murmuró entre dientes Japón, avanzando con lentitud pero seguro. Solo tenía que pasar el cuerpo de Alemania y las cosas serán más fáciles.
Pero lo malo es que no vio las cosas tiradas en el piso, objetos de Inglaterra y de Francia, ya que estaba una guerra de lanzamiento de cosas a lo estúpido; para la pésima suerte de Japón pisó un scone y para no caer de espaldas dio pasos hacia atrás, tratando se estabilizarse.
Sin embargo, de nuevo llegó hacia la ventana, el peso y su orgullo de no abandonar a sus amigos provocó que igual cayera del edificio.
— ¡Aahh!
— ¡Vamos a morir!
— ¡Quiero ir al baño!
— ¡OLVIDA ESO!
— ¡Aahh!—gritaron los tres muy fuerte, tanto que en la sala de la junta llegó el silencio incómodo.
Todos los países escuchaban los gritos desgarradores de los tres países, nadie movía ni un solo músculo e incluso la pelea de Inglaterra contra Francia de detuvo. ¡¿Qué había hecho esos dos grandes cabezas huecas de países?! ¿No podía dejar de pelear aunque sea una sola vez en su eterna vida?
De repente, se dejó de escuchar los gritos afuera de edificio, ahora no solo era el silencio era incómodo... ¡Era sofocante y terrorífica!
¡Felicidades! Mataron a tres países en la mitad de una junta de la ONU, ¿quieren matar a otro país? Así serán cuatro países muertos.
Adelante.
Sigan, sigan.
Ahora se preguntan los países…
— ¿Qué ocurrió?
Paciencia… Mucha paciencia.
Ok, primero… Les deseo que tengan un buen año y que lo disfruten con su familia, segundo, espero que la idea les agrade. Los capítulos no serán tan largos y probablemente no tenga mucha coherencia como ahora.
Espero que les haya gustado.
Gracias por leer.
