¡Hola!

Digamos que tengo algo de temor al publicar este primer capitulo de este fics. Sé que es tonto pensar eso, pero es normal sentirlo. Desde hace varios meses había intentado escribir un historia de esta pareja, pero no había llegado la inspiración. Claro hasta que leí el fics de Furuna…Sólo espero que les agrade…Gracias por leer. Y muchas gracias Tsuki e Furuna por apoyarme en todo. Este primer capitulo se lo dedico a ustedes las quiero.

Los personajes de Naruto no me pertenecen, son obra de Masashi Kishimoto.

Una gota para… nacer.

"Sólo el amor con su ciencia

Nos vuelve tan inocente"

Violeta Parra. (Chilena)

I. Tu recuerdo

"La suave y caliente brisa choca contra mi cara, cierro los ojos pausadamente y la imagen de ella no ha abandonado mi mente atareada y cansada, de tanto pensar ¿Me recordara? ¿Tendrá curiosidad en conocerme? Porque yo si tengo curiosidad en hacerlo."

Esa mañana era muy normal para mí todo siempre tan tranquilo, me hallaba como siempre. En mi habitación, recostado en mi cama. Mirando la ampolleta que en este momento se encontraba apagada…No había nada interesante o más bien no había nada que llamara mi atención.

"Sasuke, mañana jugaremos fútbol ¿Vendrás?".

Sin razón alguna. Recordé la proposición de Naruto, mi mejor amigo, tuve la intención de ir, pero… sé que no seria muy bien recibido en el "club" de él. Me levante de la cama, dirigiéndome a paso lento y tranquilo. Acomode en mis bolsillos mis manos…Mire por la ventana, dándome a conocer una hermosa y deslumbrante mañana. El sol se encontraba fijo en ese cielo, tan azul. Con algunas nubes dando vueltas por ahí, sin embargo no apocaban su belleza…di un suspiro por lo bajo, cerrando los ojos.

"Por culpa de tu padre, papá quedo en la ruina"

Había paso ya un año de lo sucedido, aunque ese golpe de Kiba desapareció de mi mejilla, su miraba de odio, furia y rencor no me abandono los días siguientes. No lo ha hecho hasta el día de hoy. Después de lo sucedido en el salón, todos me tomaron como "el hijo de un monstruo" y por ende yo también debía serlo. Las miradas de desprecio e indiferencia de lo chicos no se esfumaban. Papá continuo con su "plan" de quebrar todas las empresas que consideraba una amenaza para él. ¿Por qué no se conforma, si ya somos la familia, más rica y prestigiada de todo Japón? Pero aun así sigue…

Escuche un pequeño golpecito en la puerta y un susurro "Joven Sasuke sama su padre lo esta esperando para desayunar". Hice una mueca de molestia, odiaba, irritaba, detestaba desayunar, con Itachi y papá…Me quede algunos minutos contemplando el cielo…

Baje las frías e infinitas escaleras pausadamente, miraba todo indiferentemente. Todo seguía igual de aburrido, silencioso, desolado. Antes de llegar al comedor escuche decir a papá "Ese niño no cambiara nunca, siempre es lo mismo llega tarde, al momento de desayunar". Al terminar de hablar entre como si no hubiera escuchado nada y aunque lo hubiera dicho frente de mí. No me molestaba al contrario me gustaba. Me gustaba que me odiara que me aborreciera, que me destetara, porque yo así lo hacía con él. Recorrí la gran y larga mesa. Itachi no se encontraba. ¡Diablos! se salvo de esta tortura, lenta y agotadora de estar con este sujeto. Al cual hasta el día de hoy llamo padre…

"No puedo negar mis raíces"

Me miro con un deje de molestia, mientras se llevaba la taza de café a la boca, sorbió un poco y luego la dejo en la misma posición en la que se hallaba al principio. Inerte.

Me senté en el otro extremo de la mesa…Apoye mi codo en ésta, para que luego mi mano afirmara mi cabeza…Lo mire desafiante…

"No apoyes tu codo en la mesa"-dijo con un tono molesto e irritante de orden.

Así trataba a todos sus sirvientes. Y yo no era su sirviente…soy su hijo…No le obedecí de inmediato. Sólo cuando me lanzo una mirada destructora y penetrante lo hice. Tomo el periódico así abriéndolo. Segundos después entro una muchacha de pelo ondulado y de unos ojos violetas. Me sonrió, mientras me servia un poco de té. Bueno ella era la única chica de todas las sirvientas que me estaba…absolutamente prohibida tocar, mirar, hablar, coquetear. Era "propiedad" de Itachi. Ante esta acción de aquella chica cerré mis ojos pausadamente, esperando que se marchara. Volví abrir mis ojos ya no estaba…sólo había quedado su fragancia penetrante en el aire.

"Sasuke, hoy será la fiesta, para presentar a todos los hijos de las familias millonarias que tengan dieciochos años"

Demonios como odiaba las fiestas y más las presentaciones…Aunque ya todos me conocían por ser el hijo de un "monstruo"…Sin embargo ya no me interesaba lo que pensaban de mí…ni de mi familia. No sé como sucedió y tampoco controle mis palabras.

"No iré…ya todos me conocen por ser el hijo de un monstruo"- lo dije… ¿lo dije? diablos.

Doblo el periódico dejándolo a un costado. Lo sabia, le molesto…no sabia lo que venia ahora; ¿Un grito? ¿Una bofetada? ¿Un golpe en la mesa?, pero todo lo que pensé en algún momento no sucedió. Se levanto de la mesa camino por la puerta de salida e entrada y susurró.

"Iras o atente a las consecuencias"

¿Consecuencias? ¿A que se refería con eso? No sabia muy bien de lo que hablaba, pero lo que si sabia era que lo cumpliría…fuese lo que fuese. Me levante, resignado…llegue a mi habitación la cerré con seguro. Así nadie me podría molestar. Me tire en la cama, para luego cerrar mis ojos. Así me podía olvidar de todo y todos…del mundo de las sonrisas hipócritas, de los comentarios tontos, de quien era. Incluso al dormir podía olvidarme de mi propia respiración.

"Nadie me molestaría"

Abrí los ojos con pesadez. Oscura. Ya había oscurecido…el tiempo pasaba a veces tan lento y otras tan deprisa…No comprendía ni las horas, ni los minutos y mucho menos los segundos. Que pasaban a mí alrededor. Sólo recuerdo, que siempre tuve esta edad y que mi pasado y futuro no existe. Sólo el presente. Me senté en mi lecho, así recorriendo con mi mirada la habitación. Mis ojos ya se habían acostumbrados a la oscuridad. Pero algo en mi habitación estaba diferente algo…había demás. Sí, al final de mi cama había un traje, pero más que un traje parecía un disfraz.

"¡Diablos! de esta no podría escaparme"

Ese verso de la canción de Violeta Parra (Gracias a la vida) me llamo mucho la atención. Creo que tiene toda la razón. "Sólo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes"