¿Qué clase de gato eres?

Capítulo 1: Un gato extraño

Era por la noche, llovía a cantaros y ahí, al píe de un gran árbol había un gatito, un gatito marrón con un pelaje por la parte de atrás naranja que le hacía parecer que usaba pantalones cortos, porque todas sus patas eran de color marrón.

La gente lo miraba, pero no se detenían, la lluvia había sido imprevista y eso había hecho que la gente corriese a su casa para refugiarse de la tormenta.

Una chica de pelo marrón y ojos grises, presto su atención en él.

Era un gatito pequeño… de repente lo cogió.

- ¿Te estás muriendo de frío?- le pregunta acariciándolo.

-Miau- le contesta tiritando.

La chica se llamaba Liria y no pasaba de los 16 años.

Al llegar a su casa deja al gatito en el suelo del salón…

-Mamá, mamá ¿Puedo quedarme con este gatito?

La madre de Liria mira al ovillo que supuestamente es el gatito.

-Está bien, pero tu arreglaras y limpiaras sus estropicios.

-Claro.

Coge el gatito y se lo lleva a su habitación.

- Primero hay que buscarte un nombre.

El gatito se lame una pata.

-Miau- dice

-Um… ¿qué tal Naranja?

El gatito sonríe.

-Vale, Naranja, ven aquí.

El gatito obedeció.

-Bueno… es casi la hora de dormir…

El gatito se acurruca en los píes de la cama.

-Buenas noches, Naranja.

-¡Nya!

A la mañana siguiente alguien llama a la puerta. Liria le abre, el gatito la acompaña.

Delante de la puerta hay un hombre con una gorra negra y abrigado como si estuviese en el polo norte.

-Mi gatito- dice.

Naranja tiembla.

- ¡Miau, miau!- dice enseñándole los colmillos.

El hombre repele un pensamiento negativo.

Liria lo mira extrañada.

-¿Seguro que el gatito es suyo?, no parece conocerlo.

-Sí que nos conocemos, pero he tenido una pequeña discusión con él.

Liria reprime una carcajada.

-Lo siento, pero eso es imposible.- dice cerrándole la puerta en sus narices.

Naranja tiembla:

-¿Qué pasa, gatito?

-Miau- dice negando con la cabeza.

-Vale, ¿Lo conoces de algo?- Liria acaricia a Naranja.

-Nya-Nya - dice.

-¿qué?

-Nya-Nya - repite.

-Supongo que es todo lo que puedo esperar de ti.- Liria mira el reloj- ¡Oh, no! Tengo que irme he quedado con unas amigas. Naranja, pórtate bien.

-Nya - dice.

Liria se va. Naranja se esconde debajo del sofá. No hay nada que le de mas miedo que ese hombre.

Vuelve a sonar el timbre, está vez abre la madre de Liria.

-Hola, ¿creo que ustedes tienen a mi gatito? - dice el hombre de antes.

Naranja saca los colmillos y las uñas.

-Sí, anda por ahí escondido- dice la madre de Liria.

-Vale ya lo busco yo- olisquea un segundo- ¿No se le quema algo?

-El bizcocho- dice saliendo corriendo.

-¡Peque, sal de debajo del sofá ahora mismo!

-Nya- miau.

- ¡Como que no!

-Nya- Nya , nya- miau.

- Ya sé que no quieres.

El hombre levanta el sofá y coge al gatito por la cola.

-¡Nya!

-¡Estate quieto! - le dice mientras lo deja suavemente en el suelo; después le rasca detrás de las orejas- Se que te gusta que te rasquen detrás de las orejas y que te hagan cosquillitas.- empieza a hacerle cosquillas.

-Miauuu- dice tras las cosquillas.

El hombre lo deja respirar.

-¡Venga, vuelve a casa!

-Meu, meu, meu, meu.- dice.

-Ya lo sé.- el hombre lo mira con cariño.- Te daré una o dos semanas más, pero luego vuelvo a por ti y no trates de esconderte porque te encontrare.

El gatito le muerde el dedo y le araña la camiseta.

-Nya- Nya -Le dice

El hombre se va. El gatito se tumba en el sofá.

Continuará