Hola

Un dia leía un libro que me gusto mucho y después dije "Mmm, voy a hacer un fic sobre esto!" pero el ocio y las ganas de escribirlo me impidieron subirlo aquí. Pero ya que, esta aquí y eso es lo que importa, jaja

South Park no me pertenece, si no a la pareja Trey y Matt

El libro que cambio mi vida

-Otra, por favor-

Ya no podia ni siquiera pararse e ir de regreso a su casa. Trato de mirar el reloj, tenia doble visión pero logro ver que eran las 2 de la mañana. Bufo molesto y escondió su rostro entre sus brazos, el cantinero llego con otra botella de bebida alcohólica.

-Señor, ¿Esta seguro de continuar? Se ve muy mal- dijo algo preocupado el cantinero, mirando al rubio inmortal. Este solo levanto un poco la cabeza y lo miro.

-Enserio? No me habia dado cuenta- dijo con obvio sarcasmo en su tono de voz.

-Que le ha pasado? Joven- el cantinero lo miro de manera fija y seria pero el rubio comenzó a soltar una fuerte carcajada.

-Jajaja querrá decir que NO me ha pasado- se limpio unas pequeñas lagrimas. Miro su bebida y puso un semblante melancólico.

-En verdad quiere saberlo?- pregunto, el cantinero asintió con la cabeza.

-Pues, empezare por contarte desde mi infancia, cantinero…- los dos se fueron a una mesa para charlar de manera mas cómoda.

Kenny POV

Desde que tengo memoria, siempre habia estado con ese grupito de amigos que siempre, y hasta ahora, quise.

Nunca fuimos unos niños santos, responsables y buenos. Siempre hacíamos locuras que nos metían en un gran lió, la verdad ami siempre me habia gustado eso. No ser un hijo de mami, y como la mayoría de mis compañeros. Era muy majadero

La primaria fue una de las más locas y geniales épocas de mi vida. A decir verdad, la mejor. La secundaria es un punto y aparte, muy aparte. Todos comenzamos a cambiar, Kyle comenzó a ser un nerd de 10 y 9, y le daba un infarto si sacaba un 8. Stan comenzó a alejarse de nosotros, ya que entro al equipo de fútbol americano y se hizo popular con las chicas, todo un presumido. Butters comenzó a cambiar, ya no era el niño tímido que todos conocían, era una persona un poco rebelde pero no podría jamás dejar de ser tímido…

Y Cartman… el… mi mejor amigo, mi compadre, mi hermano, mi acompañante en todas mis idioteces…

Mi primer amor…

Alguien jamás se lo abría podido imaginar, ni siquiera yo. Una persona que se podría haber conseguido a cualquier chica del salón con algún estupido piropo. Pero no, yo quería a Cartman aunque fuera un nazi, racista, burlón, hijo de puta, yo lo quería.

Recuerdo mucho unos días en los que todos rumoraban que Stan y Kyle eran pareja. Je, no podría burlarme mas en ese momento…

-Eh, judio ¿Qué tu y el hippie andan?- pregunto de manera burlona Cartman, yo estaba a su lado y reí levemente.

-Calla bola de cebo, eso no te incumbe- dijo enojado Kyle, cerrando su casillero.

-Uhhh entonces si andan- siguió molestando, yo me reí más.

-Que no! Por que empezaron esos malditos rumores?!- se lamento el pelirrojo.

-Será por una foto que te tomaron? En donde Stan de agarra de la cintura y tu le sonríes de manera lujuriosa?- yo dije con una sonrisa burlona. Cartman soltó una carcajada.

-Que?! D-debió ser photoshop!- trato de excusarse Kyle.

-Jajaja asta estas nervioso!- Cartman lo señalo, aun burlándose. Kyle estaba a punto de írsele encima, como era de costumbre. Pero le puse una mano en el pecho.

-No…- susurre de manera que solo Kyle me escuchara, el solo me miro un poco sorprendido ya que yo no protegía a nadie y mucho menos a Cartman. Kyle bajo la mirada y soltó un suspiro.

-Bien, me voy a clase- después se fue, dejándonos solos a mi a Cartman, me puse un poco nervioso.

-Emm Cartman, voy a sacar algo de mi casillero- camine hacia donde estaba.

-Te acompaño- dijo Cartman y me siguió. Yo me sentí aun más nervioso. Cartman desde mi punto de vista estaba muy cerca de mi, no sabia si era mi imaginación o que, pero de manera sincera. Me estaba volviendo loco.

Al llegar a mi casillero lo abrí, saque un libro y un cuaderno para la materia de ciencias… En donde estaba emparejado con Cartman. Por una parte estaba muy feliz, pero, por otra tenia miedo de arruinarlo todo. Ni a quien irle, suspire.

-Cartman, y tus cosas?- le pregunté mirandolo, el me enseño con la mirada su brazo izquierdo, ahí estaba lo necesario para la clase.

-Ah… bueno, entonces vámonos- comencé a caminar en dirección al salón, pero un brazo se interpuso en mí camino. Era Cartman, lo mire levemente sonrojado, algo que casi nadie lograba hacer.

-Kenneth…- me miro a los ojos –puedes…- comenzó, yo lo mire con la respiración entrecortada

-Si?- el se acerco mas, quedando a unos centímetros de mi

-Puedes…- su calido aliento chocaba en mi rostro, estaba a punto de cerrar los ojos, cuando

-Puedes venir a mi casa hoy?- me sonrió, no de manera burlona ni maliciosa, solo una simple sonrisa. Una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo y me separe de el un poco para tomar aire.

-Para?- lo mire, por dentro me sentía muy emocionado, ir a la casa de Cartman. Desde chico iba a su casa, pero por alguna razon. Sentía que esta ocasión era especial.

-Mmm quieres venir o no?- cruzo los brazos y frunció levemente el ceño, yo solté una pequeña risita y lo mire con una sonrisa. Se veia adorable en ese estado.

-Si, si quiero- nuestras miradas se encontraron y nos miramos de manera fija, como queriendo adivinar los pensamientos del otros. Me perdí en sus ojos negros como la noche.

-Hey! Que no van a entrar?- y ahí la voz mas molesta de todo este mundo

-Butters no te metas en lo que no te importa- si, desde que note la cercanía entre Cartman y Butters, comencé a odiar a ese rubio estupido. A muchos se les aria "Súper tierno" pero a mi se me hacia una persona muy distraída y tonta. Je, ahora que me doy cuenta, si que lo odiaba, y lo sigo odiando.

Cartman suspiro y me miro. Yo sonreí y comencé a caminar denuevo hacia el salón, Cartman me siguió.

No recuerdo mucho de esa clase, fue hace tanto. En ese entonces tenia 16 y era todavía un crío que no sabia mucho de la vida y de lo que se preocupaba principalmente eran de mis problemas amorosos. Pero lo que si recuerdo de ese dia fue que fui a la casa de Cartman. Pero no sucedió nada y ¿Para que negarlo? Me sentí un poco decepcionado por ello. Pero cuando regrese a mi casa, subí a mi habitación y recuerdo mucho que mis padres estaban peleando. Denuevo

Pero no era una simple pelea verbal. No, esta era de golpes y rasguños, algo horrible para mí a pesar de ya estar "grande". Baje corriendo las escaleras junto con una bolsa y mi teléfono que me habia comprado con mucho esfuerzo después de haber trabajado en un restaurante como mesero. Marque de manera nerviosa el numero de el, no tenia otro lugar a donde ir y sinceramente ese ambiente no me hacia bien.

El me contesto y le pedí que si podia dormir en su casa, al fin y al cabo era viernes. Después de un silencio el me contesto y no pude ser mas feliz.

-Hola- llegue empapado, ya que estaba lloviendo, el me paso a su casa

-Otra vez pelearon?- me pregunto mientras me quitaba mi ushanka y la colgaba en alguna parte para que se escurriera. Tomo una toalla y comenzó a secarme mi cabello, como si fuera un niño pequeño.

-Si…- dije en un leve susurro y baje la mirada. Cartman me la levanto y me sonrió.

-No te preocupes, puedes quedarte aquí cuando necesites ayuda- hizo una pequeña pausa –para eso están los amigos, no?- note que su vos sonaba un poco nerviosa. Siempre le habia costado trabajo expresarse, y mas con las personas que en verdad consideraba importantes para el. Por eso siempre se mostraba de manera malhumorada y molesta, pero ami me trataba de una manera distinta a los demas, tal vez me insulte en público. Pero yo no le hago caso ya que yo se que esa es la mascara de Eric Cartman, y cuando se la quita. Siento como si estuviera con otra persona, pero se que es Cartman y eso me hace muy feliz.

-Kenny! Querido, hace mucho que no venias para aca!- la voz de la señora Cartman se hizo presente, yo sonreí. Esa señora siempre me caería muy bien, ya que siempre era muy amable y cariñosa, me trataba como su hijo.

-Hola señora Cartman, buenas noches. Ciento mucho venir tan tarde y causarle molestias- dije un poco apenado, mirándola.

-Oh no es ninguna molestia cariño, además a mi bolita de azúcar debe agradarle que estés aquí- dijo con una calida sonrisa.

-Mama! Ya no estoy gordo!- dijo Cartman mirando a su madre. Y efectivamente, el tiempo hace milagros, y el suyo fue haber bajado de peso, solo que seguía un poco llenito, pero eso lo hacia adorable.

-Oh cierto corazón, discúlpame- La señora Cartman soltó una pequeña risita y Cartman se puso un poquito rojo, se veia lindo.

-Kenny, sera mejor que te des una ducha si no te resfriaras y ni yo ni mi pequeño Cartman quisiéramos eso- dijo divertida, yo le sonreí y Cartman bufo por los apodos de su madre.

Me fui a bañar, realmente lo necesitaba. Después Cartman me presto un pijama suyo, me quedaba un poco grande pero me sentía feliz de que tuviera puesta la pijama de la persona que mas amo. Cartman y yo bajamos a cenar un poco de cereal y después nos fuimos a su habitación.

-Para que coño es esa bolsa?- me pregunto señalando la bolsa con la que habia llegado a su casa.

-Ah esta? Es mi cambio de ropa- dije con una sonrisa, estaba sentado a la orilla de su cama

-Ya estabas preparado verdad, bastardo?- dijo divertido, yo asentí la cabeza siguiéndole el juego. Cartman negó con la cabeza pero tenia una sonrisa en el rostro. Se sentó a mi lado.

-Por cuanto te vas a quedar?- me miro.

-Quieres saberlo para corredme en el momento?- le sonreí divertido, el soltó una carcajada.

-No, pregunto para saber asta cuando tendré a mi hermano a mi lado- me miro con una leve sonrisa, yo me sonroje levemente.

-Pues… no lo se…- baje la mirada, Cartman me abrazo y yo me sentí muy feliz por eso. Le correspondí el abrazo.

-Puedes quedarte cuanto quieras, Kenneth- me miro a los ojos yo asentí con la cabeza.

Después nos dormimos en su cama y mi corazón nunca dejo de latir de manera rápida durante toda la noche. Ya que me dormí abrazado a el…

Bueno, jaja se que es corto pero los demas serán mas largos. Espero les aya interesado la idea.

Gracias por leer asta aquí, se cuidan.

Nomy