Disclaimer: Los personajes le pertenecen a S. Meyer ^^
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I capitulo
Siete años, no fueron nada. - Jacob Black POV
Corrí desesperadamente hacia su casa, quería ser el primero en saludarla; llevaba siete años esperándola. Partí como su protector, después como su amigo y hoy por fin como su pretendiente.
Al llegar volví a mi forma humana, me puse los pantalones y como era una ocasión especial, una camisa. Bella me recibió en la puerta.
- Hola Jake, no te esperaba aquí tan temprano – dijo entrecerrando los ojos – Renesmee aun se esta arreglando. Pasa.
- Buenos días Bells – le sonreí mientras entraba – perdón por llegar a estas horas, pero tu sabes como son estas cosas…
- No te preocupes… ¿Como estas Jacob? – dijo Edward, desde el salón donde envolvía una pequeña caja de terciopelo.
Antes de que pudiera responderle, sentí el delicioso aroma de Nessie, la vi acercase con cuidado, se veía hermosa, llevaba un pequeño vestido color morado, que hacia resaltar sus ojos color chocolate y su cabello dorado.
- Nessie…- fui corriendo a su encuentro y la abrace - ¡Feliz cumpleaños pequeña! – sentí su corazón enloquecer.
- OH muchas gracias Jake – su mirada era calida y me hacia sentir bien.- claro que eso de pequeña, ya no me gusta para nada. – la sangre subió hasta sus mejillas, se la veía adorable, no aguante las ganas de besarla.
Edward empezó a toser, en señal de que nos separáramos. – ya es suficiente ¿no? , también nos gustaría saludar a nuestra hija. – solté a Nessie, nos miramos avergonzados.
-Perdón papá – murmuro ella mirando el piso. - ¡Feliz día hija! – Dijeron Bella y Edward al mismo tiempo.
- Te amamos cariño, pensar que ya no crecerás mas, que solo hace siete años eras solo una bebe…- dijo bella en un intento de llorar.
-OH vamos mamá, no seas tan cursi – dijo Nessie abrazándolos y riendo al mismo tiempo – yo también los amo.
- Renesmee, con tu madre te hicimos un "pequeño obsequio" – dijo Edward riendo y le entrego la pequeña caja. Ella la abrió rápido y con grandes ojos asombrados observo unas llaves, corrió hasta el garaje, nosotros la seguimos. Un hermoso Mercedes Benz Lorinser SL500 estaba estacionado dentro.
- Muchas, muchas gracias – dijo efusivamente. – no lo puedo creer y es solo mío.- Ella saltaba y gritaba por todos lados.
Así siguió el resto del día, regalos y mas regalos, un armario nuevo, lleno de lujosas ropas, de las mejores marcas, etc., sin embargo, yo aun no le daba mi presente, quería hacerlo en el momento adecuado, cuando estuviéramos solos.
