Destruido.

Estás tan destruido como una hoja blanca de papel. Los restos de ti caen girando al compás del viento.

Cuando la miras el dolor alcanza su Peak. Sabes que él poseía la mitad de tu corazón, que lo que albergaba en él eran tus recuerdos, tus sentimientos…. Aun así, ¿de qué te sirve? Ni Kurogane ni Fye parecen comprenderlo… mucho menos ella. Y eso es lo que más te carcome. No. La princesa Sakura nunca te verá como Syaoran pese a que tú eres Syaoran. Ella siempre te verá como un desconocido, como un extraño.

Lo peor es que, aunque intentes lo que intentes, ella se sacrificará por tu clon. No le importarán los rasguños o el dolor que éstos provoquen, sólo se enfocará en ir por él y el corazón que ha perdido y tú, tú sólo la verás cada vez más lejos de ti.

Y aún así la amas. Sí, aprendiste a amarla a través del ojo derecho de tu clon. Y aún así la protegerás.

Porque en el fondo quieres hacerle entender, porque en el fondo quieres que dejen de verte como la copia.

Pero en ese instante en que lo decides, la princesa corre para alcanzar a tu otro yo, que, como autómata, repite como una eterna letanía "Recuperaré las plumas cueste lo que cueste".

Y tú, una vez más, estás destruido.