Una enorme disculpa, por el retraso de Men's Club. Pero, por el momento estará detenida; necesito la información y aún no la tengo. Y para serles sincera, prefiero esperarme y subir un capítulo que me guste, para continuar con entusiasmo la historia. Lo siento, sin embargo tomen como consuelo lo siguiente.

Disclaimer: Desafortunadamente, ninguno de los personajes de la saga de Harry Potter me pertenecen, todos son propiedad de JK Rowling, por lo que, lo único que puedo hacer es pasar el rato.

Muy bien hagamos un par de suposiciones extrañas, la primera que los premios anuales comparten una torre, y la segunda que los animales piensan. OJO, con esto, las letras cursivas representan los pensamientos de un personaje muy particular. Aclarando esto, por favor espero que disfruten de la lectura.


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Maldita alimaña blanca

Por Ireth I. Nainieum

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Capítulo 1

Versus

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Se siente tan bien – se acurruco- tal vez debería de contarles como fue que termine en este preciso lugar y momento de mi vida. No, creo que lo mejor es quedarme así para siempre

—¡Basta!. Quédate quieto o te vas –le dijo-

De acuerdo, respira hondo y tranquilízate – se mueve- nadie es capaz de vencerme, como dicen quien ríe al último ríe mejor

—No te muevas. ¡Vamos cálmate! –sonríe- eso es esto te gusta ¿cierto?. Buen chico –risas- si, a mi también me gusta

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Pequeños murmullos de las chicas, miradas curiosas y algunas lujuriosas. Era lo que recibía cuando caminaba por los pasillos de Hogwarts, así es señoras y señores, estamos hablando del mismo perfecto individuo: Draco Malfoy. Un chico rubio, de ojos grises, alto, bien formado y ni que decir de la impresionante fortuna que arrastra literalmente detrás de él. En pocas palabras el hombre más codiciado.

Como era lo usual y por ser el premio anual y prefecto debía realizar las rondas por los pasillos del lugar donde estudiaba. Le gustaba sobre todo reprender a cualquier incauto y si este pertenecía a Gryffindor, lo disfrutaba en sobre manera.

Pasaba ya de las once de la noche, el pasillo que recorría estaba ya vacío, por supuesto, la mayoría debía de estar sobre su cama, entrando al maravilloso mundo de Morfeo. Gruño con algo de molestia, estaba cansado. La clase de transformaciones, del día de hoy fue bastante pesada, gracias a las estupideces de Goyle. La jefa su casa rival, les dejo una investigación exhaustiva, y compleja sobre las características de las transformaciones de humanos en animales; con ilustraciones y ejemplos de ello. Sin contar, con las indagaciones de pociones e historia de la magia respectivamente.

—Contraseña por favor –le exigieron-

Miro la pintura de Andre Majaret, antiguo celador del colegio, cuyo principal logro fue la captura de un ser peligroso y temido hacia unos quinientos años. Su aspecto era similar al vigilante actual Marcus Flitch. Su cabello era largo y sucio, ojos saltones y amarillentos, piel descuidada, manos largas y maltratadas y ni que decir de los andrajos que usaba por ropa que llevaba. Era la mejor forma en la cual él podría describirlo.

— ¡Merlín!. ¿Acaso todo celador tiene el mismo destino? –pensó con sorna e ironía-

— ¡Contraseña señor! o no podrá ingresar –bufo con molestia-

Draco cruzo los brazos con aire de superioridad, ninguna vieja pintura y en especial la de un vigilante la hablaría con ese tono de voz. Sobre todo si en el cuadro el hombre retratado cargaba un par de sacos con estiércol de dragón.

— "Parvulus bestia" –musito-

Inmediatamente, el retrato giro hacia un lado, revelando una puerta. La cual Draco tomo agradecido y aliviado al mismo tiempo. Camino, con cansancio hacia uno de los sillones de la torre que compartía. La chimenea estaba encendida, sinónimo de que algún elfo debió estar presente, en algún momento de la noche. Sonrió, como le gustaba llamarlos especialmente en presencia de ella, para hacerla rabiar y crispar sus labios como una niña pequeña. Adoraba ese pequeño gesto de su parte.

Se coloco en una mesa cercana al fuego, se quito la capa, la cual arrojo con descuido al suelo, desanudo su corbata; para finalmente abrir los primeros dos botones de su camisa blanca y arremangar las mangas. Poco después, comenzó con su redacción de transformaciones para el día de mañana, debido a que estuvo muy ocupado no tuvo tiempo de terminarla en el transcurso de la semana. Después de algunos minutos, escucho algunos murmullos, provenientes de la puerta.

—Tranquilo o me vas a tirar –dijo-

Alzo una de sus cejas con curiosidad, hasta donde él comprendía el único ser vivo además de ella era él y por lo visto sus palabras no iban encaminadas para entablar una amena conversación con él. La miro caminar hacia el sofá negro, en el centro de la sala y colocar una gran cantidad de libros de pociones en el.

—Aún, no terminas tus deberes Granger –la miro- creí que alguien tan responsable, metódico e inteligente –lo dice con lentitud- habría terminado ya su trabajo de pociones –chasca su lengua juguetonamente- ¡oh Merlín! nos ampare, el mundo pronto acabara –se levanto- debo dejar mis posesiones mas valiosas y donar mi dinero a los pobres elfos

Hermione rodó sus ojos, mientras hacía una mueca de enfado, hacia el rubio interlocutor frente a ella. El cual para su desgracia esa noche se veía sumamente atractivo, bajo las llamas de la chimenea; movió ligeramente su cabeza tratando de apartar ese extraño pensamiento. ¿Desde cuando le parecía atractivo?.

—Para tu información, lo termine desde el viernes pasado –tomo aire- pero averigüe más cosas que puedo agregar sobre las propiedades curativas de la sangre de dragón –coge un libro- las cuales son de mucha ayuda en el tratamiento de algunas extrañas enfermedades degenerativas en las criaturas mágicas –lo hojeaba- estoy segura de que el profesor Snape, apreciara mi investigación –cerro el texto de un solo movimiento- además tengo algo de tiempo libre –suspiro- en ocasiones no se que hacer con el

Iba a decirle algo sarcástico sobre su tiempo libre, cuando escucho un chillido. Y lo que vio fue la más horrenda criatura sobre la faz de la tierra, aún más que las bestias del guardabosque. Si, su más grande némesis hacia acto de presencia y en su territorio.

—¡Oh mira! –sonrió ella de forma maliciosa- te presento a mi nueva mascota, su nombre es Arnott, no es adorable. Mi madre me lo envió esta tarde, un lindo hurón –acaricio al animal-

—Estúpido –murmuro-

Ella lo mira con curiosidad y esboza una enorme sonrisa. Misma que Draco disfruto enormemente, aunque no quiso admitirlo. Sobre todo por la magnifica visión que tenía frente a él. Se veía ligeramente cansada luego de haber llegado con la enorme enciclopedia que tomo prestada de la biblioteca. Su cabello lo llevaba recogido en un sencillo y delicado moño francés, del cual en ese momento, algunos mechones de su cabellera le caían sensualmente perfilando su rostro. Y algo que a su parecer era la mejor adquisición del año, fue una par de gafas pequeñas que le daban un toque endemoniadamente atractivo a su perfil.

Detiene sus pensamientos en el acto, él, contemplando y admirando a Hermione Granger.

—Esto esta mal –exclamo- muy mal –murmuro- ¡Merlín que me esta pasando! –camino hacia la mesa-

—Eh… Malfoy… ¿estás bien? –lo mira- ¿y que esta mal? – coloca al animal sobre la pila de libros-

Tratando de sonar lo más Malfoy posible, llena de aire sus pulmones y…

—¡ESO! –señala a la bestia blanca-

La cual en este momento se recuesta placidamente sobre el último libro, dándole la espalda a un chico rubio, lo cual lo hizo crispar con rabia. Claramente la bestia lo ignoraba y sin ninguna dificultad. Hermione volteo con curiosidad hacia donde el dedo de él señalaba y esbozo una sonrisa enorme, la misma que tienen los niños pequeños cuando reciben un obsequio nuevo.

—¡Diablos!. ¿Es que no puede sonreír de otra forma? –pensó Draco-

Verla haciendo eso, era para él una tortura. Sobre todo porque podría hacer algo de lo cual bien podría arrepentirse.

—Ya te lo había dicho, es mi nueva mascota –cruzo los brazos- ya que algo extraño le paso a Crookshanks –se puso pensativa y suspiro –decidí llevarlo con un cuidador de criaturas mágicas, para ayudarlo. Así que por el momento mi madre me envió a una nueva mascota en su ausencia –acaricio al animal- para que no me sienta sola

Por un breve momento creyó que ella lo miraba de forma inquisidora. Desde que compartían la torre por ser ambos premios anuales, se puso como meta ser el amo y señor del lugar, pero obviamente con Granger ahí sería algo muy difícil. Así que decidió al final, deshacerse de ellos lentamente. Tuvo éxito con el gato, sin embargo, para su desgracia las cosas comenzaban a ponerse en una situación muy difícil, en especial por sus nuevos y extraños descubrimientos.

—¡Espera un momento! desde cuando debo darte cualquier explicación sobre mi vida – se puso tensa-

Draco sonrío complacido por verla hablando y discutiendo consigo misma. Tanto que ella no se percato de que abandono la habitación sin llevarse sus libros y su nueva mascota. Volteo brevemente hacia la pila de libros y observo al animal mirarlo; para este momento estaba completamente erguido y viéndolo fijamente; como si comprendiese todo lo que sucedió hacia tan solo unos instantes. Incluso mejor que los actores.

—Vaya, vaya –camino hacia el sofá- parece que ahora solo estamos tu y yo aquí –movió su cabeza de forma negativa- me temo que tendrás que marcharte antes de lo que te imaginas ¿sabes? –se sentó en otro sillón- aquí solo hay lugar para un hombre –rió- bueno entre comillas –cruzo los brazos- no hay espacio para nadie más

Si, en eso tienes razón

—Además, no me gusta compartir y creo que tal vez no sería tan mala idea que Granger y yo pasemos tiempo juntos –se retiro hacia su habitación-

Igualmente –lo miro marcharse- a mi tampoco me gusta compartir –observo de forma divertida la investigación de Draco-

Una gran idea se formo en esta pequeña criatura, tal vez al final quien tendría que marcharse de la torre sería alguien más.


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Realmente extraño, pero bueno.

Feliz año