Título: Duele.

Palabras: 305.

Personajes: Noruega.

Aclaraciones: Actualidad. Sobre el atentado tenido lugar en Oslo este 22 de julio http : / / www . abc . es / 20110724 / internacional / abci - anders - breivik - actuo - solo - 201107241121 . html (unir espacios).

Disclaimer: Hetalia no me pertenece, es obra de Himaruya Hidekaz.


DUELE

El sonido del televisor retumba en toda la casa, penetrante, pesado, como el incesante zumbido que provoca el rápido aleteo de los insectos en verano. Pero Noruega no le presta la más mínima atención en ese momento.

En su habitación, su reflejo en el espejo le devuelve una tez más pálida y un aspecto más demacrado del habitual. Y aún cuando su expresión sigue intacta y fría como el mismo mármol, sus ojos, normalmente inexpresivos (o comidos por la ira por culpa de cierto danés fastidioso), están ahora bañados en una profunda tristeza.

Su torso desnudo, curtido en las muchas batallas que ha librado a lo largo de los siglos, revela una herida reciente, a la altura del pecho, que ni siquiera ha empezado a cicatrizar. Lleva su fría mano a la pulida superficie del espejo, queriendo taparla. Pero, aunque no la vea, la siente.

Duele saber que eso lo ha provocado una única persona, incapaz de aceptar otras religiones, otras ideologías y, en definitiva, a otras personas. Duele, con pasmoso asombro, que fuera consciente de lo que hacía y lo calificara como necesario. Y duele, lo que más, las vidas perdidas por ese arrebato de locura.

Aún recuerda, con demasiada claridad, el terror en los ojos de esos jóvenes, que vieron como un fin de semana de diversión se transformó en una tragedia que, seguramente, ninguno olvidaría en su vida.

Vuelve a mirarse en su reflejo.

Su rostro pétreo es incapaz de crisparse en la frustración, por más que quiera, pues aún no puede creer que algo así haya ocurrido, pero las lágrimas se adelantan y se apresuran a correr libres por sus mejillas, encontrando el fin en su barbilla antes de precipitarse al vacío. Son lágrimas por las víctimas, lágrimas por los familiares. Noruega no puede dejar de llorar.

Porque duele demasiado.


Otra vez yo con un fic sobre la deprimente realidad. Pero, al igual que en el de "Silencio", era algo que sentí que debía escribir. Desde aquí ánimo a la gente de Noruega.