Ni Soul Eater ni sus personajes me pertenecen. Lo único que es de mi pertenencia es la trama y los personajes inventados.

Capitulo uno: La chica simétrica.

Ya habían pasado tres horas desde que habían comenzado las clases. Durante esas tres horas, Kid se había estado entreteniendo con las risas de Patty, los gritos de Black Star y los animales raros de Stein.

Pero, a pesar de eso, en ese momento se aburría. Todo el salón estaba en perfecta simetría, y eso le alegraba, pero el extraño silencio y los suaves murmullos lo molestaban de alguna forma. Prefirió no decir nada, y, en cambio, decidió mirar por la ventana, admirando la perfecta simetría que mostraba en ese momento el Sol, el cual sonreía tontamente.

Estaba sentado al fondo del salón, por lo que podía apreciar lo que estaban haciendo los demás alumnos. Ninguno miraba hacia la ventana, la pared, la puerta el techo, etc. ya que estaban tratando de prestar atención a la clase del profesor Stein; ya que dentro de poco tendrían un examen.

En ese momento, Kid vio algo en lo que antes no había reparado: detrás de la ventana, en el exterior, colgaba una cuerda. Su sorpresa no duro mucho, ya que casi instantáneamente, se enojó, ya que aquella cuerda rompía la vista simétrica que se le otorgaba en ese momento.

Pero su enojo no duro mucho cuando vio que la cuerda se movía suavemente, creyendo que alguien la estaría sacando. Pero en ese momento, se dio cuenta de un pequeño detalle. ¿Por qué colgaba una cuerda del techo?

Repentinamente, una figura comenzó a aparecer por la parte superior de la cuerda. Cuando Kid pudo verla mejor, pudo darse cuenta de que se trataba de una chica de, aparentemente, diez y seis años. Abrió los ojos con sorpresa, mientras la chica bajaba por la cuerda.

Tenía el cabello color azul marino, largo, atado en dos coletas altas. En cada coleta tenía un broche en forma de pique. Vestía un corto vestido de color negro, con varios detalles de color blanco. Tenía botas altas de color negro, y unos guantes largos del mismo color. Sus grandes ojos amatistas de fijaron en él.

-¿Qué demonios está haciendo? ¿Y quién demonios es ella? –se preguntó él.

Al verla, Kid sintió un pequeño cosquilleo en el estómago. La chica sonrió, y, colocando un dedo sobre sus labios, le hizo una seña para que guardara silencio. Al instante, continúo bajando la cuerda.

Kid echó un vistazo rápido para saber si alguien más la había visto. Nadie. Al volver a mirar hacia la ventana, no había rastro de la chica. Salvo, claro, la cuerda que se seguía balanceando.

-Kid –la voz del profesor Stein lo trajo de vuelta a la realidad-. ¿Se puede saber qué es eso tan interesante que estás viendo? –pregunto, sarcásticamente

-Nada, lo siento –respondió rápidamente Kid. Después de todo, aquella simétrica chica le había pedido que guardara silencio. Al instante, Stein volvió a la explicación.

••••••

Al terminar las clases, Kid se dirigió hacia el piso superior del Shibusen, ya que era el único piso del cual no había verificado su simetría. Cuando subió las escaleras, a la primera persona que vio fue a Marie-sensei, las cual se veía cansada y (como siempre) perdida.

-¡KID! –al verlo, pareció aliviarse. Sonrió y se acercó a él-. Kid, ¿puedo hacerte una pregunta?

-¿Qué sucede, Marie-sensei? –pregunto Kid, con su normal tono serio.

-¿No abras visto a una chica pasar por aquí? –pregunto-. Un poco más baja que tú, con el cabello azul y un vestido de… lolita.

La descripción encajaba con la chica que había visto hace un par de horas bajar por la cuerda. Al ver a Marie-sensei tan exaltada, pensó en decírselo. Pero, por otro lado, la chica le había pedido que guardara silencio. Ella debería tener sus razones…

-Lo siento, Marie-sensei –contesto-. No he visto a nadie que encaje con esa descripción.

Marie suspiro, derrotada. Pero enseguida se repuso.

-Si llegas a verla, por favor dile que la estoy buscando. Y por favor, llévala al salón –hizo una pausa- aquel –señalo hacia un salón a sus espaldas. El 2-9.

-No se preocupe, Marie-sensei –dijo Kid-. Si llego a verla, le avisare.

Marie suspiro y agradeció. Acto seguido, comenzó a dirigirse al piso de abajo, para buscar a la chica.

••••••

Al salir del Shibusen, Kid se sentía orgulloso. Toda la escuela se encontraba perfectamente simétrica. Pero había algo que le preocupaba. No se había vuelto a encontrar con la chica simétrica desde que la vio bajar por la cuerda desde la ventana. Creyó que no importaba, pero lo que le preocupaba era la razón por la que Marie la buscaba. ¿Había causado algún problema?

Decidió restarte importancia: al fin y al cabo, no era su problema. Le preocupaba más el estado en el que se encontraba Marie-sensei.

En ese momento, Kid estaba caminando por las oscuras calles de Death City. Sus armas, las hermanas Thompson, ya se habían marchado hacia la mansión hace mucho rato (horas, tal vez), por lo que se encontraba completamente solo.

En ese momento pudo ver, a pesar de la oscuridad de la noche, una figura femenina. Vestía un vestido apenas pomposo, y mantenía el cabello atado en dos altas coletas. Al momento la reconoció: era la chica simétrica de esa mañana.

Se acercó lentamente a ella, con miedo de asustarla. La tomo suavemente del hombro. La chica dio un respingo, y se dio la vuelta rápidamente, apartando la mano de Kid de un manotazo por la sorpresa.

-Oh, lo siento –se disculpó Kid-. ¿Te asuste?

La chica pareció calmarse, y soltó un pequeño suspiro.

-No se preocupe –contesto suavemente la chica-. No fue nada. Usted… ¿es el chico de esta mañana, verdad? El hijo de Shinigami-sama…

Kid asintió.

-Sí, mi nombre es Death The Kid, pero puedes llamarme Kid, si quieres. ¿Puedo preguntarte porque era que estabas bajando de una cuerda? Además no te había visto antes en el Shibusen.

-Es normal que no lo haya hecho –sonrió- porque yo no estudio en el Shibusen.

Antes esto, Kid se sorprendió.

-Entonces, ¿Qué hacías allí?

-Es algo complicado –contesto-. No pudo explicárselo a cualquier persona que veo por la calle.

Fue en ese momento en el cual Kid se dio cuenta de que lo que decía aquella chica era cierto: apenas se conocían de vista y ya le estaba preguntando cosas. Aunque, en realidad, no tenía nada de malo. ¿Verdad?

-Lo lamento –dijo la chica simétrica-, pero debo irme. Lamento si le ocasione molestias.

Cuando la chica se dio la vuelta, Kid la tomo del brazo. Solo cuando ella se dio vuelta, sorprendida, aminoro el agarre.

-Lo siento, pero le prometí a Marie-sensei que si te encontraba, te llevaría con ella –y, con esas palabras, comenzó a caminar hacia el Shibusen.

-¡Oye, espera, oye! –balbuceaba la chica, tratando de soltarse-. ¿Qué cree que está haciendo?

-Prometí que guardaría silencio, pero también que te llevaría con Marie-sensei –contesto simplemente Kid.

-¿Eh? ¿Marie-sensei? ¿Quién es…? –la chica abrió los ojos con sorpresa, y hizo más esfuerzos en soltarse-. ¡S-suélteme!

En ese momento, la chica logro soltarse, pero al mismo tiempo, Marie-sensei apareció de la nada. Debió de esperar en el Shibusen por si la chica aparecía, pero al no verla, decidió buscarla afuera.

-¡Ayumi! –gritó Marie. Al verla, la chica se quedo paralizada. Marie aprovecho para tomarla del brazo-. Al fin te encuentro –suspiro-. ¿Dónde te habías metido?

La mencionada volteo la cabeza, resignada.

En ese momento, la profesora pareció reparar en Kid, que estaba de pie viendo la escena.

-Ah, así que fuiste tú quien la encontró –sonrió Marie-. Estaba muy preocupada. Gracias por haberla encontrado, Kid.

-No hay problema –contesto Kid-, pero, ¿Quién es ella?

-Ella es una nueva alumna –contesto Marie-. Se suponía que tenía que entrar hoy, pero se escabullo por la ventana, y luego no podía encontrarla. Como sea, ahora tengo que llevarla al Shibusen.

Se despidió de Kid, y comenzó a caminar hacia el Shibusen.

••••••

Al día siguiente en el Shibusen, todo iba como debería ir. Las risas de Patty, los gritos de Black Star, las constantes peleas de Kid con el peliazul…

Todos se quedaron en silencio al ver a Stein llegar con su silla rotatoria, cayendo al suelo y golpeándose en el proceso. Algunos emitieron una suave risa.

Stein se levanto, y se apoyo con los brazos en su escritorio.

-Guarden silencio –dijo, con su tono normal de voz-. Hoy tenemos una alumna nueva. Pasa –dijo, haciendo una seña a alguien en la puerta.

-¡La chica simétrica! –pensó Kid, cuando la vio entrar por la puerta.

Vestía una falda color negro, y una comisa manga corta color blanco. Tenía una corbata de color negro, y botas altas, del mismo color. Tenía una chaqueta morado oscuro. Su cabello caía suelto y lacio por su espalda.

Al verla, varios murmullos se comenzaron a escuchar, tales como "¡Que linda!" o como "Que bonitos ojos".

-Preséntate –dijo Stein, de mala gana.

-Mi nombre es Ayumi Suzuki. Encantada –dijo, haciendo una reverencia. Los murmullos se escucharon más fuerte.

-Siéntate allí –dijo Stein, señalando el asiento vacío a un lado de Kid.

Ayumi obedeció, sentándose al lado derecho de Kid; el cual estaba sentado en medio de la mesa. Kid se enojo un poco, pero solo porque la simetría (nadie de un lado y nadie del otro) se había arruinado.

Ninguno de los dos se dirigió palabra durante la clase.

••••••

A la hora del almuerzo, Soul, Maka, Black Star, Tsubaki, Liz y Patty decidieron comer afuera, aprovechando que hacia un buen día. Por supuesto, Kid también venia. Este había querido invitar a Ayumi, porque, a pesar de que no se habían dirigido la palabra, le agradaba su simetría. Pero, al voltearse, ella ya no estaba. Le resto importancia, y siguió a los demás.

••••••

Al terminar la hora del almuerzo, todos volvieron al salón. La primera en llegar había sido Ayumi. Sentada al lado de la ventana, leía tranquilamente un libro.

Más tarde, cuando la clase ya había comenzado, Kid, aprovechando el gran ruido que formaban todos los alumnos, pregunto:

-Ayumi, ¿Dónde estuviste en la hora del almuerzo?

-En la biblioteca –respondió simplemente-. Y si no le molesta, por favor, llámeme Suzuki, Shinigami-kun. Me sentiría más cómoda.

Kid asintió.

••••••

Al terminar las clases, Kid había examinado cuidadosamente cada rincón del Shibusen. Todo se encontraba perfectamente simétrico. El único lugar que le faltaba revisar era la biblioteca.

Al entrar en aquella sala, sonrió al ver que se encontraba perfectamente simétrica. Todo en su lugar, todo perfecto, todo… un momento…

-¿Suzuki?

La mencionada aparto la vista del libro que estaba leyendo. Al verlo, sonrió.

-Buenas tardes, Shinigami-kun.

-¿Qué estás haciendo aquí? –preguntó Kid, acercándose a ella.

-Estaba leyendo. Creí que no me gustarían los libros del Shibusen, pero son muy interesantes.

Kid guardo silencio, mientras ella volvía la vista al libro, para continuar con la lectura.

-Ayu… Shizuki. ¿Puedo hacerte unas preguntas? –dijo Kid, mientras ella volvía a guardar el libro y observaba los demás títulos.

-Por supuesto –contesto, sacando otro libro-. ¿Cuáles son las preguntas que tiene, Shinigami-kun?

-Primero: ¿Por qué la primera vez que te vi estabas bajando por una cuerda? Segundo: ¿Por qué eres tan formal al hablar con la gente? Me refiero a tratarlos de "Usted" a todos.

-Primero: fue porque estaba… ¿Cómo decirlo? Escapando. En realidad, yo no quería venir al Shibusen, pero mi madre insistió en que lo haga. En ese momento me dejo a cargo de la profesora Marie, y volvió a casa. Y cuando la profesora se distrajo, busque alguna manera de escapar. Había venido hace un par de años al Shibusen, pero por unos problemas, tuve que retirarme. Segundo: No lo sé, simplemente porque estoy acostumbrada. Siempre he tratado así a todas las personas que he conocido.

Kid se quedo en silencio. Entonces, ¿había venido al Shibusen en contra de su voluntad?

-¿Eso satisfizo su curiosidad, Shinigami-kun? –preguntó ella.

-¿Eres un arma, o un técnico? Y además… ¿Qué clase de problemas?

-Lo siento, no puedo decir la razón. En realidad, preferiría no hacerlo. Y soy un arma –contesto, volviendo a guardar el libro y sacando otro-. Un cañón, para ser más precisa.

Ante esas palabras, los ojos de Kid se iluminaron.

-¿Y no tienes técnico?

-No, trabajo sola –respondió-. Prefiero la soledad.

Un extraño silencio se formo en el aire, mientras ella leía el libro que tenía en sus manos. Sin despegar la vista de las hojas, pregunto:

-Shinigami-kun. ¿Usted enserio no me recuerda?

Kid se la quedo mirando. Tenía la sensación de haberla visto antes, hace mucho tiempo, pero no lo recordaba con claridad.

-Ehh…

-Ya veo…

En ese momento, ella guardo el libro que sostenía en sus manos. Volteo a ver al chico y sonrió. Kid sintió un pequeño cosquilleo en el estomago.

-Le agradezco el que no haya dicho nada, pero supongo que no debería de haberme llevado hasta la profesora Marie –se dirigió hacia la salida, y, con un gesto de su mano, se despidió-. Hasta mañana Shi-ni-ga-mi-kun.

Kid la vio desaparecer por la puerta. En ese momento, soltó un suave suspiro.

-Ella es una chica… muy simétrica.

Y, con esas palabras, el también se dirigió a su casa.

Fin chapter 1.

Notas de la autora: ¡He vuelto! Mucho más pronto de lo que crei.
Esta vez (al igual que la otra vez) con un Fanfic KidxOc.
Estos capítulos son un poco más cortos de los que estoy acostumbrada, pero supongo que no importa. Lamento si los personajes me quedaron un poco Occ (aunque solo use a Kid, Stein y Marie, porque Ayumi no cuenta).
Ya saben cómo es esto: Si les gusto, dejen Review, si no les gusto, dejen Review.
Espero que lean el próximo capítulo también.

Takanashi Yomi.