Título: Innocent thoughts are misconstrued.
Fandom: The Mortal Instruments/Twilight
Claim: Leah/Maia
Disclaimer: Yo aún insisto que Leah es mía, pero no sé ni para qué, si todos sabemos que es de la Meyer. Y Maia es de la Clare.
Summary: Leah sonríe sarcásticamente casi sin darse cuenta, cuando por el espejo le ve salir apresuradamente de ahí. —Viñeta, Maia&Leah. Twilight/TMI. Para Mel y Leeh.
Nota: Gracias a Leeh por betearlo (sí, hago que mis personas beteen sus propios regalos, sue me) :3.
Nota2: So, hace MUCHO que Mel y yo teníamos este reto (20 pairings cada uno más ilógico que el anterior) y ahora me he propuesto terminarlo de una buena vez. So, Mel, esto es tuyo, claro; porque te odio y eso :3. También para mi amor Leeh(L).
:-:
«You think I want you to leave, it›s not that simple to me;
it all depends on the mood, innocent thoughts are misconstrued.»
:-:
Maia no confía en los hombres, mucho menos si ellos son apuestos; eso lo sabe todo el mundo, lo que casi nadie sabe es que ella tampoco confía en las mujeres, mucho menos en aquellas que le recuerdan bastante a ella misma. Por eso, cuando ve a Leah sentada a un lado de ella, lo primero que hace es fruncir el ceño y ni siquiera intenta ocultar esa mueca de desprecio que aparece en su cara.
Leah se percata, ha recibido esa clase de gestos desde que supo que era una metamorfa, podía decír quiénes exactamente la estaban mirando mal incluso con los ojos cerrados y a varios kilómetros de distancia. Se plantea el voltearse hacia Maia y espetarte un «¿Qué?» que sonaría más afectado de lo que debería, pero no, no lo hace; simplemene fija su mirada hacia el frente, a el espejo que hay ahí, a el reflejo de su rostro demacrado y lleno de blancas cicatrices que apenas son perceptibles si pones demasiada atención. Su mirada se pierde, ve sin ver realmente; se desconecta del mundo.
Maia la observa casi sin quererlo, mirando de reojo en su dirección cada cierto tiempo; no confía en ella. Hay algo en Leah que le hace sentirse extraña (casi como miedo, pero lejos de serlo realmente), hace que sus sentidos se agudicen sin razón apartente y Maia se frustra. Se frustra porque no entiende, no entiende cómo es que la simple presencia de una persona (aparentemente normal, que no debe de serlo para estar en un lugar como ese) la hace ponerse tan a la defensiva. Y claramente no va a intentar averiguarlo.
Se levanta de su asiento, caminando con largas zancadas y con una expresión de que no le importa el mundo, que no es nada propia de ella, hacia la salida. Maia es práctica y no, no tiene paciencia; si algo le molesta se deshace de él y cuando no puede hacer eso, se aleja del objeto (persona, situación) en cuestión.
Leah sonríe sarcásticamente casi sin darse cuenta, cuando por el espejo le ve salir apresuradamente de ahí.
