Hola… otro nuevo crossover impensable para muchos de ustedes… pero no para mi!

Espero que sea de su agrado y disculpen si se me paso alguna falta de ortografía a pesar que lo verifico varias veces antes de subir, no se que tengo que se me pasan a veces cosas insignificantes.

Son libres de comentar y darle seguimiento a la historia.

Los personajes aquí presentes no son de mi propiedad… son de sus respectivos dueños.

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Archivo 1: Visitante

Un día soleado en aquel bosque, una mujer de tez morena y cabellos blancos caminaba en soledad, la sangre que brotaba de su cabeza era la evidencia de un leve rasguño, ella estaba vagando en búsqueda de una salida, pues estaba segura que no se había desviado mucho del camino que transitaba.

Lo ultimo que recordaba era estar manejando en la noche, pero una distracción la hizo salir del camino, estaba segura que no había caído tan lejos de la carretera pero el barranco por el cual se fue, era mas hondo de lo que imaginaba.

En su mayoría salió ilesa solo presentando un leve golpe en la cabeza aun así logro salir de su auto y caminar un poco, dirigió su vista al cielo vio como aun era de noche, a pesar de ser un mutante y poseer la habilidad de controlar el clima no lo podía usar, pues el mundo ahora no era seguro para la gente como ella.

Mientras caminaba se hundió en sus pensamientos, las cosas cambiaban con el tiempo y ahora eran diferentes, después de la intrusión de William Stryker las cosas no andaban bien, pues a pesar de aclarar la situación con el presidente aun estaba vigente la posibilidad de un registro anti-mutante ya que la gente "normal" temía las habilidades de estos.

Todo eso y lidiar con la muerte de una de sus mejores amigas Jean Grey cuando esta trato de salvarlos o la ausencia también de su amigo Ciclops cuando esta murió aun a pesar de tener el apoyo del Profesor y de Logan, ella se sentía obligada en esforzarse mas que los demás, y ahora su misión era que tenía que encontrarse con Hank un antiguo X-men que ha logrado volverse diplomático con su esfuerzo y dedicación.

Para ir a investigar una supuesta cura contra las habilidades mutantes, algo que ella odiaba ya que no era una enfermedad era la evolución de la raza humana aun las palabras de Kurt paseaba por su cabeza…

"Una mujer tan bella no debe cargar un odio tan grande, pues a pesar de las cosas malas que puedan hacer la gente normal no podrá ver mas allá de sus ojos"

En ese momento un ruido detrás de ella le llamo la atención, poniéndose en guardia y tratando de dejar sus habilidades no expuestas ante la advertencia del Profesor de no usar sus poderes frente a la gente normal, ante el peligro de que lo malinterprete y represente un punto a favor al registro.

Su asombro fue ver un hermoso caballo y encima de el estaba un hombre, o lo que aparentaba ser ya que noto unas orejas puntiagudas saliendo de esos cabellos negros y con una corona plateada en la cabeza, extrañas palabras salían de la persona delante de ella, pero por mas que intento no pudo entender.

-¿Disculpe?-dijo la mujer al no entender nada de lo que hablaba, este sonrió y bajo de su caballo para acercarse a la herida que se alejo inmediatamente como muestra de desconfianza.

-No temas, estas en un lugar seguro –su voz era suave…pero para alivio de la mujer pudo por fin entender algo –Soy Elrond Señor de Rivendel, la ultima casa segura al este del mar- se presento de manera formal al inclinarse –Mi señora…¿Puedo?- apunto la herida en su cabeza, esta alzo su ceja en forma de duda.

-Es solo una leve contusión, algo que un poco de agua y limpieza pueda tratar-dijo de manera simple pues era maestra de una escuela y a veces asistía a Jean en la enfermería, el hombre solo la miro con duda.

-Palabras extrañas maneja hija de Adain- sonrió el hombre – como tu cabello blanco al igual que las estrellas y tu piel como los arboles-

-Soy Ororo Iqadi Munroe, alias Storm- la dama inclino su mirada levemente ante la referencia que dio aquel hombre –No creo que haya visto a una persona con mi tono de piel en cuanto a cabello es igual de extraño de donde yo vengo….pero bien si hablamos de extrañeza me gustaría saber que es usted, pues puedo intuir que mutante no…porque su presencia es diferente a cualquier persona que conozco-

-¿Mutante? – Elrond solo puso su mano en la barbilla – no se a lo que se refiere, pero yo soy medio Elfo – Ororo no supo que pensar ante tal referencia pues los elfos solo Vivian en cuento de hadas, mitología Nórdica entre otras referencias, era algo anormal la mujer solo suspiro –Veo que estas algo perdida –

-Solo un poco-miro al medio elfo con algo de duda cuando alzo su mirada, y este le indico el camino, al parecer esto ya no era su mundo o lo que conocía de el.

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Los días habían pasado y ella no comentaba nada aun a pesar de haber entablado una conversación con el medio elfo antes de ser llevada a ese cálido lugar que era mas de lo que esperaba… Elrond era muy paciente cuando encontraba personas perdidas pues a veces huían de algo que los atormentaba y sabía que tarde o temprano ella hablaría, mostrándose servicial hacia la mujer para su sorpresa.

-Buenos Días, Mi señora –saludaba el medio elfo al ver pasear a la mujer como todo los días, esta solo volteo, lo miro con un rostro de tristeza y le hizo una seña de reconocimiento, a pesar de todo el apoyo que le habían brindado ella no sabía si pudiese confiar en la gente a su alrededor, no era tan fácil decir simplemente que tenia una teoría de que ya no era su mundo.

A pesar de ser mutante, estar entre criaturas mitológicas arruinaban su manera de pensar lógica y científica, mil veces quiso preguntar acerca del lugar al que llego pero solo sabía por la breve introducción del Señor del lugar que estaba en la tierra media, ¿Qué clase de tierra se lleva acompañado de la palabra media?, estaba sumergida en el dilema que no se dio cuenta que se acercaba el elfo que la había saludado.

-Veo que las dudas embargan tu interior, Mi señora –cuestiono el medio elfo, pues a pesar de poder leer los corazones de la gente, ella no era fácil de leer, ahora solo dependiendo de su buena vista para ver que algo le preocupaba a la mujer.

-Bueno si hablamos de dudas en sí, puede que tenga varias –dijo con suavidad la chica pues a pesar de todo tenia un poco de respeto al medio elfo –Primero, sé que llevo aquí semanas y no eh hablado con nadie…pero eh visto que me miran extraño…. ¿usted sabría responderme eso?-

-Bueno como le dije con anterioridad, este es el último hogar acogedor, y mucha gente ha venido a buscar refugio en este lugar –dijo el elfo solemnemente- también recuerdo que mencione que tu apariencia no es del todo común en la tierra media, así que me disculpo si eso te a causado una molestia-

-Oh- dijo la mujer al encontrar esa respuesta mirándose a sí misma, en su hogar la miraban extraño por otra cosa y aquí le parecía una criatura exótica entre toda la gente del lugar, aunque ya lo había mencionado Elrond pero ella aun estaba sumergida en sus pensamientos que olvido ese detalle – Entonces confirmo que soy una extrañeza en este mundo –dijo con algo de ironía –Pero por favor, podría llamarme por mi nombre …es solo que "Mi Señora" pues el respeto se lo debo a usted Señor Elrond –de alguna manera el medio elfo le recordaba a Charles Xavier, su mentor y tutor.

-Está bien Ororo, si es acaso que te sentirás mejor, entonces tu nombre eh de usar –hizo una leve reverencia.

-Me gustaría aprender las costumbres del lugar –dijo la mujer para asombro del medio elfo, cambiando por completo el tema –si no es acaso que le molesta, podría yo entrar a la biblioteca, si es que tienen una-

-Sí, la sabiduría nunca es una molestia Ororo-se alejó al hacer una leve reverencia –cuando quieras hablar puedes venir a mí, pues tengo la sensación que tienes una interesante historia que contar –con suma paciencia y sabiduría menciono a la mujer sorprendida – Puede que sea de ayuda contarlo –

La mutante no sabía que decir ante la última declaración, el medio elfo se veía tan paciente como lo fue su maestro pero aún era demasiado pronto como para contar su pesar… más a parte eso de decir "hola soy Ororo, mutante de otro mundo" no es muy conveniente, aunque aún así quería saber cómo cayo en ese lugar, sabia de teorías de otros mundos pero nunca fue comprobado y ahora estaba aquí en uno donde las criaturas de cuentos de hadas se hacían presente…aunque solo había visto Elfos, causándole un largo suspiro de pesar.

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Ese día en la tarde se encontró en la biblioteca, era más grande de lo que jamás haya visto en todo el mundo, tanta sabiduría en ese lugar la hacía sentir como pequeña en dulcería, tanta emoción se podía ver por primera vez en su rostro desde que llego "Tantos días que desperdicie vagando en este lugar teniendo este santuario aquí" pensó al recordar sus paseos matutinos, aunque no fue de todo un desperdicio pues había analizado la arquitectura elfica que se encontraba ahí, aunque la sensación desafiara cualquier teoría física.

Sin embargo su sorpresa fue mucha cuando al abrir un libro no entendía nada de lo que se veía en eso, solo garabatos podía distinguir –Pff… esto si es que un problema –suspiro cansada.

-Hola Mi señora –un joven se acercaba con un montón de libros- nunca la había visto por este lugar, ocupa que le ayude en algo –cuestiono, el muchacho solo la miro por un momento –Tú has de ser Nimie-

-¿Nimie? –La chica no sabía que le habían dado un mote –Lamento decepcionarte muchacho, pero mi nombre es Ororo –sonrió.

-Oh, lamento haberme dejado llevar por el nombre con el que los demás elfos te llaman, Mi Señora, pero yo digo que le queda muy bien pues la blancura de su cabello es como las estrellas –sonrió el joven, pero para sorpresa de este fue tomado de la cabeza con suma ternura, en todo el tiempo en este lugar no había visto a un humano y este le recordaba a los estudiantes de su escuela.

-Está bien chico, si es el nombre que me han dado lo tomare con gusto –sonrió al sentarse en una banquilla –y en cuanto a la ayuda me seria de agrado- giro hacia el chico que aún se tomaba la cabeza con duda- Tu ya sabes mi nombre y eso es injusto-

-Mi Nombre es Estel –se presentó el chico al acompañarla en el asiento –y estoy aquí porque mi Padre me pidió que leyera unos libros –suspiro cansado.

-Tu padre ha de ser muy estricto –sonrió levemente al ver como el joven empezaba a mirar el libro con algo de fastidio –Pero anímate, te ayudare si me ayudas tu a leer, porque a pesar de que hablo el mismo lenguaje no puedo distinguir las palabras –

-Es un honor Mi Señora –el joven se sonrojaba –pero si quiere aprender de alguien, es mejor que se apoye en mi padre, él es un buen instructor además de estricto-

-Y bien ¿Quién es tu padre? –cuestiono interesada de saber la persona que le enseñaba al joven que tenía delante de ella.

-Lo conoce, es el señor del lugar –con orgullo plasmado en su voz alzo su mirada en la mujer que solo sonrió ante la reacción del muchacho, pues a pesar de conocerlo desde hace poco le recordaba mucho a todos los chicos.

-Bien, creo que pediré asesorías estrictas con su Señor Padre, Jovencito –dijo la mujer con decisión –así podremos entablar discusiones sobre lo aprendido y podre serte de ayuda si no te molesta –El chico solo asentó con alegría, era un aire fresco tener a otra persona que le enseñara –Pero soy igual de estricta o peor que tu maestro, pues de donde yo vengo soy una maestra-

El chico de igual manera sonrió, sin embargo luego recordó las palabras de la mujer y empezó a analizarlas –si no es mucha molestia mi señora, pero que quiere decir con asesorías- la mujer le volvió a tomar de la cabeza.

-Tendrás una introducción de lengua moderna de mi mundo, así podrás alzar tu dialecto –termino, pero luego suspiro al ver la cara de duda del joven, pues en todo este tiempo no había entablado largas platicas con la gente y al parecer la diferencia de mundo no era su único obstáculo si no los modismos, causándole un gran suspiro.

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En un gran escritorio el hombre veía con paciencia aquella nota que había llegado, en ella plasmaba que cierto amigo del lugar había empezado movilizar a cierta raza, negó con la cabeza pues tenía confianza que lo más seguro es que había algo de por medio pero el sonido de la puerta lo saco de sus pensamientos.

-Adelante –ordeno con serenidad mientras seguía observando la carta con suma dedicación.

-Disculpe la molestia –la mujer de tez oscura se abrió paso cerrando la puerta con cuidado, ella sentía como si estuviera entrando a la oficina de su director algo que le causó cierta nostalgia, en verdad que en este día los había recordado continuamente.

-Ororo, es bueno verte tan pronto… ¿Qué te pareció la biblioteca? –cuestiono al clavar su sabia mirada en la mujer que solo suspiro.

-Dijo que esperaría mi historia-dudo por un momento, no sabía porque le contaría sus problemas, la sospecha de que estaba en otro mundo y las diferencias culturales, pero el joven que se había encontrado con anterioridad le recordó que en este mundo y en el otro siempre había esperanzas para enseñar a los demás y quería ser de utilidad de alguna manera para pagar la deuda que crecía con los días.

-Entonces Ororo, compartirás tu historia conmigo –el medio elfo dejo la carta y se recargo en su asiento, ofreciendo el otro a la compañera.

-Es una larga historia –la mujer tomo el asiento que le había dado.

-Tiempo es el que tengo de sobra-contesto el Señor con una sonrisa imperceptible mientras se recargaba en el escritorio.

La mutante sonrió ante el comentario –Gracias, solo prométame que me tomara como estudiante cuando termine, pues aunque usted no haya preguntado sé que de alguna forma se enteró que no pertenezco para nada a su cultura-el Señor sonrió ante la intuición de la mujer.

-ten por seguro que sí y tengo la sensación que me ocuparas poco tiempo, pues veo que eres una mujer muy inteligente – el elfo clavo la mirada en ella, quien solo le contesto con una mirada de orgullo y desafío –Y bien- Ororo empezó desde el inicio que era un mundo muy diferente de donde venía.

Primero explico de donde venia y que trabajaba en una escuela para niños dotados, para luego pasar a un tema aun mas complicado, pues a pesar de ver la cara de duda del medio elfo, este no preguntaba nada.

Explico la teoría de la existencia de vida en otras estrellas y la probabilidad de que otros mundos se alzaran con vía en otra dimensión o a distancias luz de donde ella provenía, explico las dudas que tenia de Elrond pues había demasiadas cosas nuevas para él, sobre todo cuando menciono lo de otras estrellas, pues su padre era una de ellas.

Cuando por fin disipo las dudas de Elrond aclarando todo lo que tenía y desviándose un poco del tema (Ya que tuvo que explicar lo que significaba teoría, dimensiones o el desglose de la física en cuanto a distancia luz, el quedaba satisfecho de la manera en que la mujer le exponía el tema)

-Eres maestra de esa escuela… supongo –dijo el medio elfo al entender por qué la mujer sabia como dar al punto sin tanto rodeo, ella solo asentó la cabeza –disculpe que tenga tantas dudas. Pero su mundo es fascínate y ha descubierto tantas cosas que creo que este día no bastara para disipar mis dudas -pauso –pero continúe con lo demás-

-Si tiene dudas en cuanto a los modismos que tengo, términos y demás hágamelo saber, así podríamos retroalimentarnos mutuamente –satisfecha comento después de explicar las palabras que había utilizado en el comentario anterior.

Luego la plática se tornó sombría o al menos eso sintió el medio elfo, cuando llego el tema de explicar lo que hacia ella en esa escuela para gente especial, Los mutantes era la palabra en cual se refería a sí misma y a su compañero, luego explico que la evolución de los mortales había ido por dos caminos, Ororo no sabia porque se había abierto de tal manera como para sacar lo que era, algo que se esforzaba por esconder y ahora platicándolo como si fuera lo mas normal, pues a pesar de decir que ella era mutante no veía un gesto de desprecio en el medio elfo, al contrario se mostraba interesado con esa mirada que le lanzaba su tutor cuando hablaba de cosas interesantes.

Los mutantes en palabras de la mujer era gente temida y odiada por los demás "normales" como se hacían llamar podía sentir el odio de la mujer cuando hablaba de lo que habían hecho, sus vivencias y guerras, de cómo había soportado ser señalada por ciertas habilidades que tenía pero que no aclaro.

-Si es muy difícil hablar de ello, lo haremos en otro momento-Elrond aunque no podía sentir el dolor del corazón de la mujer pero por la mueca de ella mostraba al hablar de la gente "normal" un odio indescriptible podía sentir, aun a pesar de ese odio que en ella brotaba se sentía aliviado al saber que varias veces había intercedido para salvarlo de los otros mutantes que se creían superiores.

-Lamento haber mostrado esta parte de mi a usted Señor Elrond –La mutante se disculpó pues pudo sentir el rencor salir por su boca recordando las palabras de nuevo de Kurt.

-Entiendo el rencor que tienes, pero ten por seguro que todo estará bien…pues según tengo entendido…tu tutor los guía de una manera beneficiosa y llena de luz-sonrió el medio elfo –y ahora estas aquí, así puedes aprovechar para distraerte y volver a encontrar la esperanza en los humanos…pues en el tiempo que eh vivido los he visto caer y volver a levantarse con más fuerza un cuando la esperanza los abandonan-

Ororo no sabía que decir, pues las palabras sabias de Elrond la habían tocado de cierta manera preguntándose cuantos años tenía, pues los Elfos eran engañosos y así continuo su historia, el medio elfo en toda su vida no lo había sorprendido nada pero lo que contaba la mujer era tan nuevo para él.

Se llevaron varios días entre las explicaciones que se extendían hasta la noche, pues entre los desvíos que se lleva horas explicando entre los avances que tenía, las peleas que había librado junto a los que se llamaban los hombres "X" el cómo ese magneto se aferraba en desafiar a los normales tratando de convertirlos a todos en mutante, terminado cuando su amiga se sacrificó para salvarlos.

-El profesor me envió a ver un problema con Hank quien también es un mutante, iba manejando en la carretera cuando algo me desvió, luego vague por días en el bosque porque misteriosamente ya no encontré la carretera…y fue ahí donde me encontré con usted –En los días que había pasado platicando de su mundo vio diferente reacciones del medio elfo de interés desenfrenada, sobre todo cuando explicaba la tecnología de su mundo.

En toda su vida en la tierra media era extraño las cosas que lo sorprendían o al menos hace mucho que no lo sentía, la sorpresa, la emoción de saber más de ese extraño y tecnológico mundo (palabra nueva añadida a su vocabulario) sabía que muchas cosas tenia duda sobre todo en cuanto a las habilidades que tenían esos mutantes, pero era tiempo de que el demostrara lo que había prometido.

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Al día siguiente después de analizar la biblioteca con sumo cuidado, los mortales siempre acudían a su hogar para obtener ayuda, sabiduría o consejos, esta persona era diferente ella venia de un lugar lejano, así que estaba emocionado de cierta manera (y discreta) con la capacidad intelectual que cualquier sabio envidiaría, en cuanto al tema de su mundo.

-Buenos Días-Ororo entraba a la biblioteca saludando a su nuevo profesor, si no fuera porque era un elfo juraría que estaba emocionado por empezar, pero solo era su imaginación.

-Veo que llegaste temprano –dijo el medio elfo con una sonrisa suave mientras se sentaba en el escritorio, la mujer solo le sonrió – Sé que tenemos mucha historia que contar, pero creo que se te facilitaría más si aprendieras los idiomas que se manejan en la biblioteca así podrás leer con libertar y discutirlo conmigo – la mujer asentó ante la manera autodidacta de aprender, aunque dudaba que podría encontrar una computadora o portátil en el lugar.

Y así empezaron la tutoría de la mujer en los idiomas, primero en la lengua normal aunque ya la entendía no lo podía leer, ocupando la mayoría de la mañana solo desocupándose para comer, pues a pesar de ser maestra el tema de aprender otros lenguajes era fácil para ella, aplicándolo siempre en el momento.

En las tardes el élfico era también su materia, siempre siendo apoyada por Elrond y una o dos horas las ocupaba para la lengua enana, aunque no sabía porque le enseñaba una lengua muerta pero si el latín desfilaba en idiomas que manejaba ¿porque el enano no?.

Aprendió que el élfico que dividía en dos en Quenya y sindarin se le complico un poco pues los dialectos no era nada igual que en la tierra, pero la mujer lo tomaba con un reto para su persona y como maestra que era creía importante saberlo.

A cabo de una semana Elrond la dejo sola en sus clases de idioma, había pedido a todos los elfos que hablaran con ella en el idioma élfico inclusive el joven Estel quien a veces se le unía para acompañarla en su tutoría.

Obteniendo largas platicas con el joven sobre el mundo a su alrededor, su familiares hijos de Elrond siempre sobresalían con orgullo, ella siempre le hacía preguntas de lo que había leído el día de hoy el joven en un principio batallaba en dialogar con ella, pues la oratoria no era lo suyo, pero luego este tomo más confianza y podía explicar todo el tema visto a la mujer.

-Eres un chico muy inteligente –dijo como cumplido la mujer al joven, tomándole de nuevo la cabeza…pues esto ya se le había hecho costumbre.

-Mi padre dice que más adelante ocupare toda la sabiduría que pueda obtener –dijo el joven con cierto aire de misterio –pero siempre que le pregunto…me dice que cuando tenga la edad me explicara todo –

-Es de sabios esperar –La mutante trato de levantar los ánimos del chico –no comas ansias, pues ten por seguro que es por algo que espera la verdad –

-Usas palabras muy extrañas, pero eh aprendido a entenderte – el joven dijo al tomar la mano de la mujer –Espero que leas los libros que te recomendé pues hay algunas partes que me es difícil entender –

-Claro, solo espera por mí y te aseguro que los exámenes que te pondré los harás muy fácil –la mujer se levantó para ir a la biblioteca había tomado mucho tiempo de descanso y las clases de las lenguas vespertinas se atrasarían aunque practico mucho con el joven que la acompañaba.

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Elrond tuvo la necesidad de mostrarse satisfecho en cuanto a los avances de la mujer quien en menos de mes y medio dominaba las lenguas aprendidas profundizándose mas en la lectura de la biblioteca, siempre libros recomendados por el mismo Señor, desde la historia de la creación de Arda, sus dioses la creación de Númenor y como su hermano fue su rey.

Ororo no sabía que decir cuando se le revelo esto, era triste que dos hermanos gemelos se separaran pero era un mundo muy diferente y entendía por qué la decisión del hermano de ser mortal, aunque aún se había sorprendido de saber la edad del Señor, con razón la sabiduría y la paciencia que mostro cuando le conto su historia.

Y así varias veces se inundó de historias de la edad media parecían de ciencia ficción cuando describían los monstruos que habían peleado durante lo que llamaban la primera edad del sol, la caída de Gondolin y el honor de estar frente a ese elfo que cayó durante esa guerra.

Glorfindel se sorprendió al ver que una mujer de tez oscura se acercaba a la segura de sí misma, con ojos de admiración, pero no admiración de su belleza…otra clase de admiración.

-Es un honor estar frente a usted después de haber leído y terminado la historia de la primera edad, lo discutí con Elrond y cuando me dijo que usted regreso de entre los muertos para volver en su cuerpo y recuerdos…no lo podía creer, pues tengo tantas dudas de lo ocurrido y que mejor que los libros si la persona misma lo puede contar …claro si no es muy doloroso para usted–la mujer estrecho la mano del desconcertado elfo – se podría decir que es un héroe en este mundo para mi –

El elfo no sabía que contestar, tantas cosas había dicho la mujer vio la mano que la estrechaba y la tomo con la que tenía desocupada, era dolorosa su historia volver a recordar lo sentido, pero tenía orgullo en sus acciones –Elrond ha tomado a una buena alumna, estoy sorprendido que recuerdes mis hazañas pasadas, tenía entendido que tienes como dos meses desde que Mi Señor Elrond te tomo como pupila avanzando muy rápidamente y si él te dijo que podía preguntarme a mi directamente tus dudas adelante –

Ororo tenía mucho que preguntar sobre lo que había ocurrido, la física y las teorías normales de su mundo no se aplicaban aquí, y lo confirmo cuando supo del regreso de los elfos después de cierta estadía en el lugar de los espíritus.

Los meses pasaron aun extrañando su hogar pero se mantenía ocupada con las clases particulares que tenia de historia y de lenguas elficas ahora por Glorfindel, que ayudaba a Elrond cuando no podía acudir a disipar sus dudas, pasaba las tardes con Estel a quien le había tomado el cariño como una maestra a su alumno, pues el joven siempre tenía dudas sobre los temas vistos.

Pero fue hasta cierto día que todo eso cambio con la llegada de una compañía peculiar….

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Gandalf los había llevado a Rivendel para encontrar resguardo –Nos has traído con el enemigo –dijo uno de los enanos con mirada severa y rasgos reacios.

-No, Thorin escudo de Roble, esto es Imladris, la ultima casa acogedora del Este – dijo el mago mientras se abrían paso todos los enanos desconfiados lo siguieron mirando a su alrededor con cierta cautela.

Gandalf iba a la delantera de manera erguida y segura, Bilbo observaba maravillado el lugar era la primera vez que lo visitaba y con ojos abiertos tratando de absorber todo a su alrededor, cuando un elfo le llamo la atención.

-Mithrandir –decía el nuevo acompañante mientras bajaba las escaleras acompañado con una exótica mujer, que los enanos se quedaron observando olvidando su cautela, su piel oscura contrastaba con sus cabellos blancos y ojos azules al igual que su porte seguro….muy diferente a las mujeres de la tierra media.

Su mirada estaba clavada en el mago blanco, como reconociéndolo de cierto lugar pero luego hizo un movimiento de cabeza como tratando de negar lo que veía delante de ella.

-*Lindir amigo –decía el mago gris contestando el saludo de manera alegre –veo que hay gente nueva en mi ausencia-

-*Oh! Ella acaba de llegar hace unos meses Mithrandir, Ororo- El elfo presento formalmente a la mujer quien solo le extendió la mano – Tómala, en su reino se estrechan las manos –explico, el mago dudo por un momento y la tomo de igual manera.

-*Mucho Gusto Mithrandir –dijo la mujer que para sorpresa hablaba en elfico, ella sabia que el rostro del mago era el mismo que el de su enemigo, pero nadie en este mundo sabia lo que ella había resguardado muy en fondo lo que descubrió durante estos meses de estudio, con ayuda del Señor de Rivendel.

Ella miro hacia atrás del anciano pues no venia solo –Perdón por mi descortesía, Mi Señora, esta es la compañía de la que soy parte – señalo al de aspecto mas severo –El es Thorin escudo de Roble-

El enano no dijo nada su seriedad era demasiada pues no confiaba en la amiga de los elfos, pero aun así no podía apartar la mirada de la criatura femenina que se había posado frente al mago gris.

-Mucho gusto Thorin y demás –dijo la mujer de manera cortes al ver a renuencia de ser contestado su saludo, solo se escucho del resto desde "un placer" hasta "el gusto es mío", los demás a diferencia del líder se veían mas relajados diciendo cada uno sus nombres, sobretodo a los que pudo distinguir los mas jóvenes que a pesar de las miradas de desconfianza contestaban- al parecer no solo hay enanos y magos en su grupo –dijo al observar al mas pequeño.

-Yo soy Bilbo Bolsón, de la comarca –se presento mas formal el pequeño al asentir con la cabeza en manera de reverencia. Ororo solo sonrió al verlo, pues el líder lo fulminaba con la mirada.

-Vine a buscar a Elrond, lo han visto-cuestiono Gandalf al sentir la presión del escudo de roble, Lindir miro a Ororo y negó con la cabeza.

-Lamento decirte que salió en la mañana, y no creo saber cuando vuelva –dijo el elfo y el gesto del mago gris se torno de preocupación mirando a los demás enanos.

-Sin embargo si ocupan algo para consultar les puedo servir –La mujer se adelanto todos la miraron con duda inclusive el mago.

-Ella fue acogida por el mismo Elrond e instruida en varias de los estudios de la tierra media y lenguas –Lindir interrumpió al ver la reacción de los enanos y el propio anciano –de los cuales a mostrado gran destreza-

La mujer sonrió levemente al ver la confianza que le mostraba el elfo pues con el paso de los meses se había ganado la seguridad de la corte de Elrond, a veces tomando su atención en los comentarios de la mujer quien a pesar de ser humana y de menos años mostraba una sabiduría que no era propia de sus años en la tierra.

Iba a comentar unas palabras cuando fue interrumpida por el sonar de trompetas de inmediato los enanos se pusieron en guardia, colocando en el centro a Bilbo.

Tormenta no entendía porque tanta desconfianza de parte de aquellas pequeñas personas había leído sobre su temperamento testarudo y sobre una tragedia que tenía tiempo de haber ocurrido.

Entre todo el alboroto ocasionado por la llegada del señor, este se presento y reconoció a Thorin dándoles el paso para que descansaran –Ororo si gustas acompañar al señor Thorin y a sus compañeros a la recamara, Lindir, Gandalf y yo discutiremos unas cosas –

-Esta bien, supongo –dijo la mujer mientras le daba el paso a los demás, sentía como si fuera el Profesos X el que le estaba pidiendo el favor –Y bien chicos que los trae por aquí, tan lejos de su hogar –cuestiono la mujer, todos miraron a Thorin como pidiendo permiso.

-Son asuntos nuestros –dijo el líder de manera cortante mientras observaba a la mujer, quien a diferencia de todas las que había conocido en su vida esta se portaba de manera mas directa y segura de si misma, esta solo le respondió con una sonrisa.

-Entiendo su desconfianza Thorin, pero le aseguro que el ser amiga de los Elfos no siempre serán malas compañías –dijo la mujer todos se asombraron ante la intuición y la seguridad con la que contestaba –estoy al tanto de la historia de Erebor y de su relación con los Elfos, pero tenga por seguro que aquí es diferente –

Nadie dijo nada después de eso –Disculpe Mi Señora, entonces usted no es de aquí- Bilbo tenia atravesada esa pregunta adelantándose a los demás, inclusive se gano un codazo de los que conoció como Fili y Killi.

-En efecto Bilbo ¿verdad?- ante esa pregunta este acepto –Yo vengo de un lugar muy lejos de aquí –

-Pues por su porte se nota –susurro Killi a su hermano, la mujer volteo a verlos pero este solo le alzo la ceja con mirada coqueta.

-Elrond me ha dicho que soy muy diferente a las mujeres Locales –sonrió Ororo ante la reacción de el pequeño y coqueto enano quien se gano un golpe de su compañero –Adelante, si gustan tomar asiento, en un momento traerán comida y entretenimiento para ustedes-

-Vaya que mujer –Killi se recostó en sus manos con mirada soñadora, mientras otro le miraba recriminatoriamente –claro si tuviera mas barba y mas como una enana estuviera mejor-

-Como esa, supongo que ni entre los humanos hay dos-Fili le apoyaba a su complot añadiendo un golpe en la espalda, miradas reprobatorias y carcajadas de los demás.

-Que invitación tan gentil, me hubiera traído mi vestimenta de gala –dijo Gandalf al entrar junto a Elrond, Ororo se retiraba pero fue detenida por el señor quien negó.

-Acompáñanos, seria interesante que estuvieras con nosotros –dijo al sentarse en una mesa, junto a Thorin, Gandalf y el señor, ella eligió colocarse junto al enano.

Ella estuvo en silencio entre las quejas de los enanos al ver la comida, ella solo sorbía un poco de te mientras el sonido de la flauta resonaba entre la sala, pero su mirada se vio en la espada que traía Thorin.

-Ororo, la reconociste –Elrond noto la mirada de la mujer, quien sonrió ante la observación – Puedo-pidió al enano quien titubeo un poco antes de darle su espada – Dime lo que ves en ella-pregunto a la mujer.

-Veo que quiere ponerme a prueba –contesto la mujer mientras dejaba su taza de te en la mesa, tomando la espada que le era dada, pues Elrond era muy estricto cuando tomaba a una alumna tan buena como lo era ella.

-Veo que sigues siendo estricto –dijo el mago al ver la reacción de la mujer.

Tomo la espada con sumo cuidado –Orcrist espada elfica forjada por los Nordor durante la primera edad su dueño era El Señor Ecthelion y posee la sangre de un Balrog –dijo con sumo cuidado al regresarla al Elfo –Muy buena espada Thorin, vale lo que pesa te lo aseguro –termino.

-Si, la forjaron mis parientes –le entrego la espada al enano –espero que te cuide bien –termino con una reverencia.

-A ver mi Señora, y esta –Gandalf también le entrego la espada que traía también poniendo a prueba el conocimiento de la chica, quien la miro detenidamente con cierta sorpresa.

-Es tanta la casualidad se puede considerar hermana de la que tiene Thorin, Glamdring las dos hechas para las guerras de Trasgos de la primera edad- con ironía comento al verla ahí de manera intacta –Si no es mucha molestia como la consiguieron –pregunto.

-Un tesoro escondido troll –contesto el anciano – Poco antes de ser emboscados – la mujer pudo notar otra vez la desconfianza del enano líder cuando Gandalf explicaba su aventura, aunque la intuición de Ororo era que no habían dicho varias cosas, El enano se disculpó y desapareció de entre el grupo.

Pero todo se tornó mas extraño cuando el líder se fue, pues una canción enana emanaba del grupo que se quedaba mientras migajas de comida y verduras volaban por los aires, Ororo los miraba con cierta molestia, parecían adolescentes que jugaban en la cafetería.

El cielo se empezaba a nublar levemente ante lo que veía enfrente le parecía una falta de respeto para el Señor Elrond lo que estaban haciendo, pero trato de controlarse cuando escucho el comentarios de Gandalf sobre el cielo nublado disipando su molestia.

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En una sala privada acompaño Elrond con un grupo aparte, pues le había pedido por Gandalf para consultar algo, pero la terquedad del enano era demasiada.

-Este asunto no le concierne a los elfos –alzo su voz seria y cortante ante las insistencias del mago gris de que enseñara algo que tenía el.

-Si es acaso que el asunto no es de elfos, entonces estaría bien si lo leo yo –cuestiono Ororo con paciencia al acercarse al enano que la miro con recelo.

-Los humanos tampoco se inmiscuyen en los asuntos que están fuera de sus manos, Mi Señora - su mirada se tornó inquisidora ante la insistencia de la mujer-Es mi legado y como tal lo debo de proteger como sus secretos-

-Puedo ser de ayuda…eso lo se….pero si es más tu terquedad que disipar tus dudas entonces creo que es tu problema –miro al mago gris levemente- pero no creo que quieran irse con las manos vacías después de haber viajado por tanto tiempo….así que usted decide si dejarlo ir o tomar la sabiduría que amablemente se le está dando –

Thorin la miro levemente y le dio la nota que traía ante la negatividad del que pudo reconocer como Balín, ante la sorpresa del mago detrás de ella quien compartió la mirada con su amigo medio elfo, quien solo asentó.

Ororo vio lo que al parecer era un mapa pero para su sorpresa era de un lugar que estaba perdido bajo las garras de un dragón –Están seguros que quieres que traduzca esto…. puedo al menos saber sus motivos –esta pregunta hizo que Elrond también se asomara en la nota.

-Me había hecho la idea que solo Elrond sabía de esta lengua, pero ahora usted Mi señora también posee esa habilidad que solo un puñado tiene- El mago alabo pero sintió la mirada de su amigo.

-¿Erebor?-cuestiono al grupo delante de ellos Ororo también estaba sorprendida de lo que cuestionaban –¿Para qué quieren saberlo? –volvió a preguntar al ver que lo que había dicho su alumna quedo en el aire.

-Es solo valor académico – Ororo pudo notar que cuando el mago decía esas palabras compartía cierta mirada con Thorin algo que le saco cierta sonrisa.

-Estas cosas a veces suelen tener algo oculto –dijo finalmente Elrond, la mujer sintió que él sabía algo que ella no pero confiaba en el –Runas lunares –

-Como no lo note-dijo Gandalf con un suspiro, mientras ella observaba a cierta persona que no había notado….pues también estaba en el lugar Bilbo a quien le sonrió.

-Solo se pueden leer a la luz de la luna y en la temporada que fueron escritas – miro a Ororo con cierta duda –este es un tema que aún no hemos visto…pero es parte de lengua enana avanzada pues ellos eran muy cautelosos con sus riquezas –

-Entonces supongo que debo tomar nota –suspiro la mujer cansada –espero y no te moleste Thorin que los acompañar a leer este articulo….aunque después de todo es de valor académico – fue contestado con una ceja alzada del enano.

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Fue ahí que todos guiados por Elrond fueron llevados a un balcón natural donde la luz de la luna se alzaba majestuosamente, en todo este tiempo en el lugar no había visto tanto resplandor en una noche a pesar de ser un lugar "mágico" como lo catalogo.

El señor de Rivendel explicaba la situación en la que fue escrito y ahí ante la mirada atónita de todas las letras aparecieron en aquella hoja, mientras la luz se reflejaba en la roca plateada, pronuncio las palabras que decían tal cual.

Pudo notar en Thorin que el tiempo se les acababa, pero siendo consolado por Balín quien le dijo que todavía tenían tiempo para abrir la puerta.

-¿Así que este es su propósito?-cuestiono Elrond con mirada inquisidora al enano quien también se le enfrento.

-Y si ese fuera nuestro propósito….no es ninguna molestia para usted –con una voz cortante y seca respondió mientras alzaba la mirada en aquel que le cuestionaba.

-No creo que sea prudente…o al menos eso consideran mucha gente –Elrond se notaba molesto por primera vez en su estancia en el lugar.

-¿Por qué?-cuestiono el mago gris.

-No eres el único guardián de la tierra media –contesto al mago mientras se giraba y entraba al lugar.

XXXXXX

Al día siguiente caminaba por los pasillos junto a Elrond, después de lo que había sucedido la noche anterior entendía porque la preocupación.

-Así que es por eso…teme lo que suceda después de –intuyo la mujer mientras caminaba.

-A ti nada se te escapa por lo que veo –suspiro satisfecho el medio elfo –te tendré que dejar pues una junta importante se llevara a cabo y tengo que tener todo preparado –

Se despidió cortésmente mientras ella seguía su camino, al parecer los suceso que habían llevado a cabo le impedía que tuviera una clase con el Señor …pero un día de descanso no le venía nada mal a nadie…fue cuando en el balcón vio a el amable hobbit de la compañía.

-Hola Bilbo –saludaba personalmente al desconcertado pequeño…luego se asomó en todo el lugar y estaba solo –no vienes con tus compañeros –pregunto.

-No creo que lo hayan notado –contesto sinceramente mientras ella se recargaba en el barandal para observar esa naturaleza que no la cansaba.

Un silencio se plasmó en el lugar escuchando el viento silbar a su alrededor, pero un largo suspiro vino del compañero -¿Te molesta algo?-pregunto.

-Bueno es que la verdad la mayoría de ellos piensan que no debo de hacer este viaje –confeso finalmente.

-No lo creo….-dijo la mujer con cierta familiaridad –sabes a través de la historia se puede subestimar a un personaje por su apariencia o tamaño…pero ten por seguro que tarde o temprano…tendrás tu momento para demostrar lo contrario –dijo firmante.

-En verdad crees eso…..que yo tendré mi momento –el hobbit no sabía que expresar a la mujer por la muestra de confianza.

-Si….te lo aseguro, tarde o temprano nos llega el momento de mostrar nuestra naturaleza…yo me he visto envuelta en varias peleas que puedo mantenerte la palabra –esta respuesta de la mujer sorprendió al hobbit.

-¿Usted pelea?-cuestiono el hobbit la mujer solo asentó la cabeza para sorpresa de este –tengo poco tiempo de salir de la comarca y es la primera mujer que declara eso-

-Vamos no digas eso….que te puedo sorprender de muchas maneras –le tomo la cabeza al pequeño y se sorprendió de su complexión –te aseguro que si no quieres seguir…te puedes quedar aquí…a el Señor Elrond no le molestara- dijo al desaparecer en la puerta.

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La noche pasaba tranquila mientras paseaba por aquellos caminos…a lo lejos vio a Thorin…y Bilbo fijando su mirada a cierto punto, la plática que se llevaba a cabo entre Elrond y Gandalf…sobre las preocupaciones que tenía el medio elfo…algo sobre la enfermedad del oro, pudo sentir la incomodidad que se alzaba entre los dos que estaban presenciando aquella discusión.

-Buenas noches caballeros –dijo Ororo al acercarse segura de sí misma –veo que están escuchando las preocupaciones del Señor del Lugar –dijo la mujer…pero no fue contestada su pregunta…podía sentir la mirada severa del enano y la preocupación de Bilbo.

-Dirás algo sobre lo que escuchamos-pregunto preocupado el hobbit…la mujer negó con la cabeza.

-Prepara tus cosas Bilbo –dijo Thorin ignorando la presencia de la mutante –y usted será mejor que no mencione nada sobre nuestra partida – los dos desaparecieron en el umbral.

XXXXX

Los primeros rayos del sol se asomaban por aquel horizonte al escuchar las preocupaciones de Elrond entendía él porque estaba tan molesto…ella sentía que en cualquier momento partiría, sonriendo para sus adentros.

-Profesor creo que entiendo su ideal de proteger a los débiles –dijo en susurro mientras entraba al edificio con prisa, llegando a su recamara y sacar una bolsa con un cambio de ropa…esa ropa extraña con la que había llegado se mantenía intacta – Es momento de plasmar los ideales de los hombres X-

XXXXX

Ella sabía que partiría a una aventura como la de los libros de ciencia ficción que amaba cuando era más pequeña, se sentía como si estuviera traicionando la confianza de Elrond aunque por una parte lo estaba ayudando, después de todo iría con la compañía que partiría a Erebor.

Vio como Lindir paso rápido con sus ojos en búsqueda del señor, escucho a lo lejos que uno de las guardias había mencionado la partida de la compañía, su ropa era la que traía cuando llego, un pantalón oscuro de vestir y una playera blanca, traía consigo una bolsa con algunos suministros.

Se sentía como niña adolescente escapándose de sus padres cuando la tenían castigada, no sabía cómo reaccionaría Elrond pero conociéndolo el aceptaría que partiera pero por otro lado no estaba tan segura de la aceptación de la compañía pues según Bilbo aún estaban renuentes de que el fuera parte de ellos.

Pero era lo que menos le importaba solo quería asegurarse de que cuando aquel dragón despertara si era el caso, que estaba segura según las probabilidades que tenía eso no negaba que ante la intrusión de los enanos despertaría, así que iría como una sombra para ellos o al menos trataría, pues había escuchado que eran seguido por Orcos.

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Era la primera vez que estaba lejos de Rivendel, abriéndose a un mundo que solo se había limitado a leer en los libros, grandes montañas y desfiladeros seguidos… hasta tener contacto visual con los enanos en un día lluvioso, bendijo las clases de Logan en cuanto a rastrear.

Pero ahí comprobó la teoría que todas las leyes físicas de la tierra no aplicaban, pues rocas empezaban a volar en el cielo atacando lo que aparentemente eran montañas pero sus figuras entre los rayos mostraban gigantes de piedra peleando entre sí, y para la suerte de los enanos estaban en medio de ella.

-Rayos –grito al ver una piedra en dirección exacta donde estaba la compañía, por primera vez en meses usaba sus habilidades sus ojos se tornaron blancos cuando un rayo despejo del cielo chocando con la piedra que se despedazo en instantes, ella sabía que los enanos no estaban enterados de su presencia de eso se aseguró.

Varias veces de mil maneras para que los enanos no salieran lastimados por las rocas, lo que alcanzaba a ver por la vista era la desesperación del grupo de salir de aquel encuentro gigantesco y como los rayos despegaban exactamente cuando las rocas se dirigían a ellos.

Luego maldijo a si misma cuando exactamente donde estaban ellos, la roca se trasformó sacando brazos, pies y cabeza y una parte de los enanos estaba de adorno en la batalla como medallas colgando de aquella mítica figura.

-Vaya que suerte tienen mis amigos –suspiro cansada pues a pesar de haber mantenido al margen las rocas que se dirigían a ellos no contaba con que estarían encima de uno de los gigantes que no se molestaban en notar aquellas pequeñas figuras.

La pelea seguía en su cumbre, la compañía logro bajarse del gigante o al menos una parte –Bilbo –pensó al ver que esa parte se estrellaba exactamente en la pared donde estaban ellos, para desgracia de los desafortunados.

Al pequeño hobbit lo pudo distinguir colgado de aquella pendiente, como Thorin, por sus ropas trato de ayudarlo pero también termino colgando de aquella pendiente junto al que pudo distinguir otro de los enanos.

Miro hacia el cielo a aquellas figuras que se habían detenido en su pelea alzo su mirada y una fuerte ventisca empujo aquellas en peligro… que estaban a punto de caer, los ojos de la mujer estaban en blanco con un suspiro de alivio cuando vio que ya estaban a salvo.

Pudo ver como todos volteaban desconcertados por el extraño viento que los salvo, adentrándose entre las cuevas que estaba ahí, se acercó lentamente cuando vio que todos habían entrado con una suave brisa voló hacia ese punto, los gigantes se habían dormido de nuevo dejándole el paso libre para flotar.

Al llegar al punto se adentró un poco defendiéndose cuando vio que los enanos se preparaban para descansar, fueron unas horas extenuantes manteniéndose al margen pero unos ruidos la sacaron de su ensoñación Bilbo quería partir pero fue detenido por uno de los compañeros.

-Pobre Bilbo –pensó al sentir la frustración de aquel hobbit después de lo que le había dicho y al parecer otra cosa lo orillo a querer regresar a Rivendel escuchando su nombre salir de aquella boca.

-La Señora Ororo me dijo que podía quedarme ahí, si es que soy un estorbo …porque Thorin tiene razón –Bilbo dijo por ultimo pero una pregunta hacia la espada que tenía lo hizo sacar de aquel incomodo momento.

Luego un estruendo hizo que ella saliera de su escondite un gran hoyo absorbió a todos los que se encontraban adentro llevándolos al fondo, Ella analizo muy bien el terreno seguro –Lleva a un lugar dentro de la caverna, seguramente ocupada por criaturas que no serán amistosas –suspiro cansada le parecía irónico volver a salvar al grupo como lo hizo anteriormente preparándose mentalmente para un enfrentamiento contra ese terco enano…si Thorin no era el mejor aliado su terquedad lo había conocido en Rivendel y ella al parecer tampoco le caía muy bien pues la subestimaba.

Bajo por aquel precipicio segura de sí misma y preparándose para una pelea pues por el alboroto que podía escuchar adelante era una multitud la que esperaba por ellos, estaban en problemas luego aterrizo y vio feas criaturas alejándose del lugar que parecía una jaula para atrapar a desdichados como los enanos, se acercó sigilosamente, ella paso desapercibida porque la mayor atención la llevo el grupo.

-Bilbo-cuestiono al ver al pequeño quedarse atrás.

-Señora Ororo-El hobbit se le iluminaron los ojos al verla, era algo muy extraño siendo que la había mencionado antes de caer en el lugar – ¿Cómo llego aquí?-pauso pero una criatura que distinguió como trasgo salió a su espalda para continuar su relato.

Una batalla feroz se alzó cuando el pequeño saco su espada que brillaba extrañamente –Manténgase atrás-ordeno con cierta duda a la mujer para abalanzarse a lo que era un trasgo, la pelea entre los dos era feroz pero Ororo no se quería quedar atrás.

Ella se abalanzo al ser que estaba ganando a Bilbo en su intento de manejar aquella espada… en un movimiento maestro lanzo una patada en aquel deforme rostro para la sorpresa del enemigo… ella al caer al suelo volvió a patearlo empujándose sobre sus manos, tomo una vara que estaba cerca lanzando la criatura hacia el precipicio.

-Veo que a usted le sirve más esto –dijo el hobbit al tratar de darle la espada a la chica, quien negó.

-Todos tenemos nuestro momento, y espero que cuando sea el suyo lo tenga con usted-dijo la mujer, el hobbit iba a decir algo pero fue interrumpido por ella –Sé que tienes muchas preguntas pero ten por seguro que en un buen momento te explicare todo-suspiro y vio la espada- Esa espada era del mismo filo que las que tenía Gandalf y Thorin pero no tenía alguna referencia de la misma –El filo de esa espada se alumbra cuando hay orcos –dijo para sorpresa del hobbit que miro su arma entretenido, no era el tiempo para explicar después de todo.

Bilbo no tuvo oportunidad de preguntar más sobre su arma cuando un trasgo apareció de la nada, lanzando al pequeño al precipicio lográndose sostener en la orilla, Ororo lo iba a apoyar pero más criaturas la alzaron de los brazos –Bilbo-grito desesperada al lanzar sobre su espalda a los orcos, en un movimiento de defensa se agacho en el otro rompiéndole las rodillas.

Luego giro sobre su mismo eje levantándose al momento para dirigirse hacia el pequeño que ocupaba su ayuda –Levántate no hay tiempo que perder –ordeno al desconcertado hobbit pues era la seguridad de alguien que estaba impuesto a ordenar a las personas como sus iguales –Quédate aquí, cuando no haya peligro sigues adelante –instruyo –yo me adelantare para abrir camino-

El hobbit solo asentó con la cabeza sentía que no podía discutir con la mujer, esta asentó y siguió su camino, pero el pequeño no se percató que un trasgo salía y lo arrastro al fondo del precipicio en un grito de desesperación…pero fue algo que la mujer ya no escucho.

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Adelante vio enemigos rodeando a uno más grande que cantaba una grotesca canción, si estuviera aquí Mozart o cualquier artista musical se ofendería, inclusive la voz de la nueva música rap, pop o lo que sea se sentiría humillado por el tono grueso de aquella entonación.

Dio un vistazo periférico a su alrededor y para su sorpresa ahí estaban los enanos que estaban frente al que pareciera el jefe de todos, se acercó sigilosamente pero sabía que sería detectada en poco tiempo –Vaya ¿chicos? me encontraron –dijo rendida al ver que los trasgo la empujaban con brusquedad.

Fue arrastrada entre un puente lleno de aquellas criaturas, ese era su plan en un inicio dejarse llevar por la corriente para llegar a los enanos, luego al estar frente a aquella criatura vio la mirada desconcertada de los enanos que la analizaban de arriba hacia abajo.

-Mi malevolencia, otro intruso vino a este lugar – uno de los seres empujo a la mujer frente a los enanos cayendo de rodillas, miro desafiante hacia aquel enorme y grotesco ser (de cerca era peor que de lejos).

-Una humana…-dijo el gran trasgo al acercarse hacia aquella humana –su tez es extraña debo de decir…ningún mortal tiene su piel-se lamio los labios con interés insano – destazar será tu destino mujer….-la gran criatura quería su piel en un cinturón nuevo.

-No creo que sea pertinente decir sus planes para mi….yo decido que es lo que hago...y te aseguro que no quiero ser destazada –la mujer se levantó con mirada fría con tono desafiante.

-Vaya que impertinencia la tuya –el gran ser coronado se enfureció ante el comentario de la mujer –primero unos enanos espías en este lugar…y ahora una simple humana alzando la voz en mi reino-declaro mientras se acercaba a la mujer que estaba ahí enfrente de los enanos.

-Creo que yo me debo encargar de esto… Mi señora –un enano el más viejo se adelantó mirando a la mujer con preocupación –aunque debo de decir…que no sé por qué motivo está aquí en primer lugar –

-Solo paseaba- contesto la mujer mientras alzaba la mirada hacia aquel líder – No tengo porque rendir cuentas de mis acciones-

-Mujer impertinente…-dijo al alzar su mirada aquel supuesto rey –traigan el rompe huesos y empiecen por esta mortal –

-Esperen –El grito detrás del grupo de enanos se alzó ferozmente, abriéndose paso en los desconcertados de la compañía que la mujer pudo observar trataron de esconderlo para que no fuera reconocido, luego al llegar a ella la miro con una ceja alzada pero manteniendo su mirada severa y desaprobatoria.

-Vaya si es el rey bajo la montaña –aquel gran ser hizo una burda reverencia –ah! Pero si no hay montaña a cual gobernar –con tono irónico y acompañado de risas –Thorin, hijo de Thrain, hijo de Thror-

Aquel gran troll continuo–Lo cual te convierte en un don nadie…aunque se de alguien que pagaría un muy buen precio por tu cabeza – Ororo pudo ver la mirada que lanzaba aquel orgulloso enano.

-Vaya, vaya, vaya- Ororo decía con impaciencia ante los comentarios absurdos de aquel feo rey –si es acaso que se puede saber aquel que le mando cazar a mi compañero aquí presente – interrumpió.

-No es algo que te contestare mujer – el rey bufo complacido al ver que tenía algo a su favor.

-Bueno no es algo que supongo deba saber usted-incito a que le diera la respuesta…atacándolo de manera psicológica, girando hacia Thorin que la seguía observando pues a pesar de estar frente a tantos enemigos se mostraba igual de segura que cuando la conoció – Thorin creo que esta criatura no sabe ni para quien trabaja…o para quien quiere entregar tu cabeza –

-Claro que se…no soy estúpido – el troll reacciono de manera arrogante ante los comentarios de la mujer –un orco pálido, montado sobre un wargo blanco –sonrió al ver la reacción del rey enano.

-Azog el trasgo….- su mirada se tornó severa –fue destruido – Ororo vio la mirada satisfecha de la criatura –Fue asesinado en una batalla hace tiempo –termino.

-¿Así que crees que sus días como profanador terminaron?- cuestiono feliz el rey del grotesco lugar con una sonrisa ordenando que un mensajero fuera a llevarle un supuesto premio a aquel orco.

-Bien… al menos sabemos a quién esperamos –dijo Killi tratando de animar el ambiente de los demás enanos, ganándose una mirada fulmínate de sus compañeros y un golpe de su hermano.

Grandes instrumentos de tortura ingresaban en tono a una tétrica canción –No se saben una canción más amistosa- Bofur se quejó.

-Creo que no mi querido amigo – Bifur le seguía la corriente.

Luego los trasgos se asustaron repentinamente alejándose de la espada Orcrist que estaba entre las pertenencia de los enanos –Conozco esa espada….es la hendedora de trasgos –el gran rey se subió a su silla ordenando frenéticamente atacar a los enanos que estaban siendo maltratados.

Ororo vio como era bañado de latigazo Thorin mientras los demás trataban de acercarse a él, la mujer solo detuvo la mano de su atacante lanzándolo hacia uno de los enemigos del rey enanos, quien la miro desconcertado al ver a su salvador (a).

-Sera mejor que se mantengan juntos –ordeno la mujer para los enanos, quienes se asombraron por la voz mandona de la mujer, mientras tomaba del hombro al rey enano – Gloin, Dwalin, Fili y Killi, mantengan el círculo cerrado tomen cualquier cosa que puedan usar de armas – entre la mirada desconcertada de los enanos se miraron mutuamente mientras trataban de evitar al enemigo –Reaccionen no hay tiempo de pensar en esto –

-Manténganse juntos –ordeno Thorin y los demás de inmediato obedecieron, la mujer se despegó del rey enano para dar un salto esquivando aquellas criaturas y saltando sobre sus cabezas, llegando al punto de las armas, usando a la legendaria espada para ahuyentar a aquellos que se le acercaban.

-Tomen –la mujer lanzaba las armas que encontraba a su paso a los enanos algunas eran muy pesadas, levantándola con lentitud pero aun así la adrenalina hacia su milagro… ellos las tomaban de inmediato, pero el número de enemigo no retrocedía, Ororo se agacho para esquivar unas criaturas y llegar al punto –Ten creo que esto te pertenece-le entrego la arma al desconcertado enano que la tomo sin pensar, podía sentir aun la desconfianza de este.

-Cuando esto termine…tiene mucho que explicar- ordeno secamente el enano rey mientras desenfundaba su arma.

-Si es el caso que quiera explicar –dijo la mujer secamente ante la reacción de desconfianza del enano.

Luego una brillante luz lanzo a las criaturas por los aires, mientras ellos se cubrían los ojos ante aquella fuente que se iba disipando.

-Mithrandir –Ororo cuestiono al recuperarse más rápido de aquella luz cegadora, pues ella estaba acostumbrada a las luces de su mundo.

-Vaya…llegue a tiempo…es hora de pelear – El mago se acercaba de manera diestra entre el enemigo, cortando con exactitud a su enemigos, acercándose a la mujer –Veo Mi señora que también será parte de la aventura –

-Bueno, digamos que no soy del todo ratón de biblioteca…más aparte es mi forma de pagar toda la amabilidad de El Señor –dijo en un susurro al seguir golpeando al enemigo, en patadas certeras y movimientos marciales que sorprendieron en un inicio a los enanos más jóvenes ante los extraños bailes asesinos que mostraba la mortal.

-Eso lo noto –en una sonrisa se asomó en aquellas grises barbas –Pero creo que solo golpes y puños serán suficientes…sé que no es una humana normal –susurro a la mujer que se encontraba en su espalda – Pero Lord Elrond me pidió que le entregara esto – una lanza salió de la espalda del mago gris, con gran e imponente figura.

Ororo no sabía que decir al recibir el honor de esta espada legendaria pero si el señor de Rivendel se la había dado era porque la ocuparía –Aiglos-susurro levemente al observarla con detenimiento.

-Veo que la reconoce…pero será en otro momento que me diga parte de su historia – pauso el mago al destazar otros tantos enemigos –Lord Elrond me pidió que cuidara de ella –

-Me asegurare de entregársela personalmente- la lanza en mano expertas era una gran máquina de asesinato, degollando a tantos enemigos en cuestión de segundos.

Los enanos a su alrededor estaban concentrados en su pelea pero el enemigo no se reducía, inclusive a lo lejos vio como Thorin se enfrentó al rey quien al chocar su arma contra Orcrist este cedió y cayó al precipicio.

-Síganme-ordeno el mago gris al ir hacia el puente, todos de inmediato le siguieron de cerca mientras el enemigo les pisaba los talones, Ororo se quedó en la parte de atrás mientras se movía de manera diestra.

El puente era tan inseguro pero no era momento de pensar en la seguridad, solo era correr hacia adelante.

-Mi señora, es un honor ver que no es una simple mujer-Killi se ponía al día con la mujer que lo miraba desconcertado, mientras ella se agachaba en un movimiento y clavaba su nueva arma en el enemigo lanzándolos al montón, el enano también hacia lo mismo con su arma.

-Vamos Killi no es momento –Fili regañaba a su hermano mientras se agachaba para apuñalar a mas enemigo dando signo de reconocimiento a la mujer, que a pesar de la situación no terminaba de sorprenderse de los extraños movimientos mortíferos de la dama, ya no verían igual a los mortales después de esto.

Dwalin abría paso con una agarradera que corto del puente, lanzando a todos los enemigos que se encontraba, pues venían por todos lados, la mujer corrió rápidamente para ponerse al día con Gandalf.

-Creo que necesitamos una salida –dijo la mujer al mago gris que solo sonrió, mientras cortaba a otros enemigos, pues se había mantenido a la cabeza de aquella hilera, Balín se movía de manera diestra con su arma…pudo observar a todos los enanos en acción, en verdad que era un equipo bastante fuerte.

Se había separado y pudo observar como Killi libraba junto a los demás con una escalera gran cantidad de criaturas, para alcanzarlos, Thorin le seguía detrás de Gandalf al asegurarse que todos estaban completos.

Llegaron a una parte del puente que daba al precipicio, Killi cortó una cuerda y ahora parecía un gran columpio que se paseaba en lo alto, logrando alcanzar el otro lado.

-Las damas primero –Balín dijo con cortesía a la mujer que sonrió ante la caballerosidad en estos momentos, salto seguida de Bifur, Nori, Balín y Ori, al girarse para ver a los demás que no habían logrado saltar dirigirse hacia el enemigo que no tardo en montar aquella mecedora de madera.

-Salten muchachos –grito Gandalf cuando todos hicieron lo que había ordenado, Fili quien fue el último corto uno de los sostén de aquel puente de madera haciendo que cayera el enemigo, el tiempo se había alargado los perseguidores no disminuían, mientras ella a veces peleaba codo a codo con cualquiera de los enanos, que al principio la miraban con confusión pero al ver su destreza ya no dudaron.

-Todos reúnanse….hay que salir de aquí –ordenaba la mujer al ver que se separaban poco a poco los enanos ante la insistencia del enemigo, pues Bombur había sido abordado por las criaturas optando mejor por dejarse caer –Que bueno que les dije que se reunieran-pensó la mujer con ironía…en serio tanto tiempo con logan la había perjudicado en su sarcasmo….tanto que durante el tiempo en Rivendel no lo había practicado hasta ahora…suspiro.

Pero de inmediato se pusieron al día, Gandalf hizo que una piedra les abriera paso…era como ver los huargos en efecto domino cayendo ante la piedra….una escena de Indiana Jones, pensó a sus adentros.

-Mujer mantente cerca-Thorin ordeno a la dama que se había quedado en la parte de atrás para esperar a mas enemigo, después de todo su arma era de largo alcance.

-¿Mujer?- Ororo cuestiono ante la falta de respeto de aquel mote por parte del severo enano, pero no era tiempo de contestar aquella palabra siguiendo su camino –Sera mejor que sea el momento de presión que me llame de esa manera-cuestiono la dama al quitar algunos enemigos del rey enano.

El enano rey por un momento alzo su mirada a la mujer, quien esperaba la respuesta.

-No se detengan – Ordeno Gandalf al par que se quedaba rezagado, la mujer dejo para otra oportunidad aquella cuestión…. De todas las maneras que le pudo hablar eran esas.

Gloin y Balín se habían adelantado, era el puente más estrecho que los demás que daba por seguro solo era un camino, repentinamente el gran rey salió de la parte baja, la mujer solo giro para ver a los demás –Creo que no es el mejor momento….- suspiro siendo escuchada por Bofur quien trago grueso.

Gandalf derroto al rey Trasgo de varios golpes pero el peso hizo ceder la frágil estructura.

-En círculo…-Ordeno Ororo empujando al que tenía al lado hacía en medio, mientras caían al precipicio –Agárrense de lo que puedan – la mujer se agacho al suelo parecía surfear entre escombros que se iban formando al paso, sintió las manos de unos enanos que la hacía que se agachara para mantenerse segura, eran muy considerados a pesar de que aun sentía la desconfianza de ellos, Ella se aferraba a su lanza.

En un precipicio cayeron finalmente después de varios metros.

-Creo que pudo haber sido peor-algo aliviado comento Killi al ver que todo termino, Ororo solo sonrió al comentario despreocupado al descansar sobre aquellos escombros….pero la ironía de la vida le vino a dar de cachetadas cuando el cuerpo del rey trasgos cayó sobre ellos.

-Ironía de la vida-Dijo la mujer al ayudar a unos enanos al salir de aquellos escombros, pero el grito de sorpresa del menor de los enanos daba a referencia que le esperaba algo más pesado, pues un ejército de Trasgos se acercaba furioso.

-No creo que podamos contra eso- Dwalin decía con cansancio mientras ayudaba a Ori. Ororo daba la mano a Balín para que saliera, todos se apresuraron a salir de su prisión.

-La luz del sol, es nuestra única esperanza-dijo el mago gris al apresurar a todos en búsqueda de una salida, y ahí más adelante estaba aquello que tanto esperaban, pero Ororo se paró de inmediato al recordar a alguien.

-Hay que seguir –pidió Bifur al ver que la mujer se detenía abruptamente para mirar a un punto específico entre las rocas, tenía la sensación de que algo estaba ahí.

-Es que Bilbo…lo deje atrás- se acordó de su pequeño amigo, pues ella sentía que estaba más seguro si se quedaba atrás…que regresaría después a encontrarlo.

-Él ha demostrado mucha resistencia en momento adecuados…él nos encontrara –Balín trato de hacer que la mujer se moviera hacia ellos aunque los demás estaban seguros que ella no era bienvenida en su compañía.

Todos corrieron entre un bosque frondoso, piedras se alzaban delante de ellos de manera estrepitosa, haciendo que saltara de un lado a otro, ya cuando todos estaban a salvo vio como Gandalf contaba uno a uno los que llegaban….pero se alteró al contar solo 13 y un extra la dama alumna de Elrond.

-Y nuestro hobbit…donde esta nuestro ladrón- replico el mago gris al grupo que estaba ahí.

-Lo deje atrás –dijo Ororo con pesadez al recordar su error de dejar a el pequeño en un lugar seguro.

-El ah de haber aprovechado la oportunidad de volver-recrimino Thorin con furia – Desde que salió solo ha pensado en su suave cama y cálida hoguera- pauso al levantar su mirada a la mujer y luego a Gandalf –Se fue hace mucho tiempo-

-Ten por seguro que eso no es cierto- defendió al hobbit de manera férrea, pues sabía que era subestimado, Fili y Killi se miraron mutuamente mientras Nori le seguía mirando a los demás, pues era la primera vez que alguien se enfrentaba al enano terco que era su rey –No subestimes a un libro por su portada, puedes descubrir lo que hay más allá de una simple vista por encima-

-No entiendo lo que dices mujer, pero ese hobbit nunca debió de partir con nosotros – Thorin se acercó a la mujer en postura amenazadora, manteniendo su mirada a la de la dama de cabello blanco, los dos sin ceder un poco –más a parte usted no forma parte de esta compañía…y de seguro eres espía de los elfos – Ororo iba a contrarrestar aquella insinuación.

-Basta ya de pelear….-Gandalf interrumpía al par, que de seguro se armaría una discusión durante mucho tiempo que no terminaría bien.

-No me fui-de entre los arbustos salía Bilbo, siendo recibido por Balin quien al parecer era de los que le tenían confianza, Ororo alzo su ceja al enano que solo le entrecerró los ojos con un bufido.

-Bilbo te había dado por perdido – Kili decía con una sonrisa – ¿Cómo pasaste a los trasgos?- cuestiono ahora Fili acompañando a su hermano en la duda.

-En efecto como lo hiciste-Dwalin también interrumpía aquel interrogatorio, pudo ver la mirada de Gandalf al ver lo que se escondía en los bolsillos.

-¿Anillo?-pensó la mujer al recargarse en su lanza, esa fina arma dada por Elrond –eso no importa….lo bueno que llegaste a nosotros- suspiro aliviada la mujer al ver que él había podido salir de entre aquel tumulto de enemigos.

-Perdón por preocuparlos –dijo Bilbo al acercarse- Lo siento Gandalf…-

-Ya no importa-dijo el mago gris como contestación del hobbit, pero Thorin seguía insistiendo.

-Yo si quiero saber…- inquisitoriamente pidió al hobbit el enano líder -¿Por qué regresaste?- la mujer solo alzo su mirada, en serio que terco era este enano.

-Sé que dudaron de mi…también que siempre lo han hecho-miro a Thorin con cierta confianza –y si admito que extraño a Bolsón Cerrado y todas mis cosas, pues ahí es donde pertenezco…mi hogar-miro al horizonte- por eso regrese…porque ustedes no tienen uno…un hogar, por eso les ayudare a recuperarlo- Pudo ver la mirada de todos los enanos entre la culpa de dudar de él...

-Bien creo que ahí tienes tu respuesta…Thorin-dijo la mujer al ver al enano a su lado, pues sabía que lo que dijo el hobbit toco sus corazones.

-Seguirás con nosotros- cuestión el hobbit al ver a la mujer enfrente, este alzo sus hombros.

-Como dije con anterioridad…vine de paseo-contesto escuetamente…el enano líder iba a decir unas palabras cuando un rugido a lo lejos se escuchó.

-Hemos caído del sartén-dijo Thorin a los demás con una mirada de peligro.

-Y arrastrados al fuego –termino Gandalf- Corran-ordeno y todos le siguieron grandes lobos feos que más bien eran wargos se abalanzaban hacia ellos, dando pelea a todos los que se encontraban.

-Suban a los arboles-ordeno uno de los enanos, mientras todos hacían lo mismo, vio como Gandalf ordenaba algo a una mariposa que estaba en el lugar, repentinamente todos estaban rodeados…y ahí salió su líder.

-Azog- Thorin dijo con odio al negar con la cabeza, era la primera vez que veía esa mirada en aquel líder, mientras ordenaba a atacar, todos treparon a los árboles o al menos eso intentaba, la noche ya se veía pues la luna se asomaba en aquel horizonte.

Gandalf había logrado encender algunos frutos de los árboles para espantarlos y el fuego se empezaba a propagar a su alrededor.

-Ororo- cuestiono el mago al ver a la mujer pensando, mientras la polilla volaba hacia el cielo.

-De donde yo vengo, mis habilidades son ocultadas a los demás…aunque aquí no se si aplica esa ley -suspiro lentamente mientras alzaba su mirada, soltándose del árbol, el cielo se nublo adornándose repentinamente de truenos que se alzaban detrás de ellos, los arboles empezaban a caer, sus ojos se tornaban blanco, pero pudo ver como Thorin iba decidido a tomar venganza hacia aquel que llamaba Azong.

-No interfieran- ordeno a los demás al correr hacia aquel orco de feo aspecto, y el wargo dio un salto sobre Thorin dejándolo en el suelo, Ororo veía la desesperación entre los enanos que se aferraban al árbol los gritos de dolor de Thorin se escuchaban, Bilbo sacó su arma con decisión mientras la cuchilla de uno de los orcos se posaba sobre el cuello del enano.

El hobbit protegió al rey de Erebor con torpeza pero logrando matar al orco que apresaba a su amigo, Ororo sonrió ante la muestra de valor del pequeño, pues el líder se había desmayado al caer sobre una roca estrepitosamente.

-Yo me encargo-dijo la mujer al ver que los enanos estaban decididos a formar parte de la batalla, pero se quedaron callados al ver que los vientos soplaban con más fuerza, era la primera vez que veían unos ojos tan blancos como su cabello con una sonrisa irónica podían jurar que rayos formaban parte de su cuero cabelludo.

Los relámpagos caían hacia el suelo a su alrededor, los sonidos hacían que los enanos se cubrieran los oídos, los orcos al ver que las luces del cielo se dirigían a ellos, cesaron su ataque retrocediendo nadie sabía lo que pasaba mientras Gandalf veía con interés el desenlace inesperado de la alumna de Elrond…sabía que era diferente, pero nunca se aclaró, pues Elrond solo le dijo por encima la historia de la mujer.

-Mátenla-ordeno Azong al sonreír con autosuficiencia y girar hacia el bosque –tráiganme la cabeza del enano…y la de ella también por impertinente- él no se había molestado en prestar atención a lo que la mujer hacía, no temía a una simple mortal desapareciendo del lugar.

-Saben lo que le pasa a un sapo cuando un rayo le cae –cuestiono la mujer con una sonrisa, todos de desconcertaron ante la pregunta, pero con un movimiento de manos aquellos orcos caían fulminados por los rayos que se dirigían a ellos en instantes.

Los enanos miraban a la mujer ahora si estaban completamente seguros que esta dama no era normal, pues los rayos obedecían sus mandatos en minutos el enemigo caía para satisfacción de los demás.

-Veo que eso es a lo que se refería Lord Elrond-decía Gandalf al ayudar a bajar a los demás enanos, que miraban con sorpresa a la dama frente a ellos, sus ojos se habían tornado normal dejando esos destellos azules bajo la luz de la luna.

-Bueno nunca explique que podía hacer- alzo sus hombros-aunque por su manera en la que me mira, no se sorprende de todo- el anciano solo sonrió, sin decir nada más pues confiaba en el juicio de Elrond en el poco tiempo de conocerlo aunque prácticamente son meses le había demostrado que por algo hacia las cosas, aunque eso significara confiar en la persona que tiene el rostro de su enemigo, ocasionándole un sentimiento de ironía en la vida.

-Porque no lo hiciste con anterioridad-cuestiono Fili al ver lo poderosa de su aliado, sacándola de su suplicio.

-Tengo mis limitaciones- contesto simplemente, mientras los demás la miraban extraño –En una cueva el cambio climático no es tan fácil que en el exterior…regla básica…- nadie en lo más mínimo entendieron a que se refería palabras extrañas salían de la dama y en las horas que llevaban con ella no era algo que prestaran mucha atención.

-Thorin- Todos cambiaron de tema al ver a su líder herido, la mujer se acercó al enano dándole un análisis rápido de su estado.

-Solo tiene una contusión, lo más probable es que pueda moverse en pocos momentos…solo tiene que descansar- sonrió para alivio de los demás, la mujer era una caja de sorpresa.

-Solo espero que no se moleste de que nosotros la llevemos –susurro uno de los enanos al ver que al parecer la mujer los seguiría.

-No lo creo, fue de utilidad…Thorin no es tonto – Balin interrumpió a los enanos en sus debates en cuanto a dejar a la mujer.

-Aunque es muy mandona –suspiraba Oin, todos suspiraron pues en el poco tiempo que se enfrentaron los dos, pudieron ver que no se llevaban bien, ya que eran de un carácter férreo a sus pensamientos, ocasionando choques entre las dos personas.

-Veo que tienes muchas habilidades- Bilbo dijo con alivio al ver que el fuego a su alrededor era sofocado por los vientos de la mujer, cuando esta se levantó y los enanos cargaban a su líder olvidando por completo aquel dilema que se traían imaginados como se armaría cuando se despertara.

-No tantas como crees- en ese momento grandes aves venía a su auxilio….aterrizando cerca de ellos, asustando a los enanos menos a Gandalf y Ororo.

-Aliados han venido a socorrernos –dijo el mago gris para alivio de los demás –nos pueden dejar más cerca de nuestro destino- el ave mayor se inclinó al mago, dejándolo subir los demás con algo de miedo siguieron las acciones del asistente trepando a las demás.

-Creo que iré contigo Mithrandir-dijo la mujer al ser ayudada por el mago a subir –podía subir yo sola- protesto al ver la acción de caballerosidad del asistente que solo sonrió, en ese momento todas despegaron a un nuevo destino.

-Estas segura de continuar con nosotros- cuestiono Gandalf ya en el aire –Esta compañía se enfrentara a grandes batallas más adelante-

-Como te dije antes, es mi manera de pagar por lo que El Señor Elrond hizo por mí, cuando yo estaba perdida- suspiro la mujer al ver la gran luna, ella no se sentía extraña por volar, pues había estado manejando un avión con anterioridad.

-Él dijo que no era necesario, después de todo este es su deber mientras este en la tierra media- suspiro el mago –pero si es tu decisión creo que aceptare, o al menos yo…pues no hablo por Thorin-

-Él no me preocupa, pues permiso no le pido- la mujer contesto con desafío pues a pesar de haber peleado junto a él, la amistad no había brotado para nada entre los dos.

-A mi si –suspiro Gandalf al ver que sería el mediador de aquellas discusiones, largo camino se abrirá para ellos…y no sabrá si una amistad brotara o la aceptación del Hobbit por parte de los enanos restantes.

XXXXXX

Al llegar al filo de una montaña para descansar la luz del alba se asomaba por el horizonte, bajando con cuidado al enano herido, Ororo preparaba agua caliente de sus suministros con una hierba no fue difícil hacer el fuego con ayuda de unos enanos.

-¿Qué haces?-pregunto un curioso Bilbo al ver lo que vertía en el agua, esperando a que hirviera.

-Es una curandera- cuestiono ahora Balin de igual manera interesado en la extraña mujer –Creo que en Rivendel y después no nos hemos tratado tan bien- dijo el más anciano enano con una sonrisa.

-Supongo que no tanto – dijo simplemente –pero ten por seguro que no seré muy bienvenida que digamos –sonrió con ironía al apuntar al enano que se estaba levantando, dándole la taza caliente al anciano enano solo le respondió con el mismo gesto.

-Está despertando –dijo Nori con alivio, mientras Dori lo acompañaba con una palmada y gritos de alegría de los demás enanos, Gandalf se mantuvo junto a Ororo ante la reacción que tomaría Thorin.

-Toma esto hijo-dijo Balin al darle la taza al enano que se levantó abruptamente dirigiéndose hacia Bilbo.

-Estas bien –se arrancó hacia el hobbit con preocupación lo último que vio es que sacaba su espada a lo lejos mirándolo por todos lados.

-Emmm….Si- el hobbit estaba atónito ante la reacción del reacio enano hacia él.

-Lo último que vi es que ibas a salvarme- suspiro de alivio, el hobbit iba a decir unas palabras cuando su gesto cambio a uno de enojo-¿Qué crees que estabas haciendo? – se alejó del pequeño – Te dije que no sobrevivirías en la Tierra salvaje, que no tenías lugar entre nosotros…..pero –su gesto cambio a uno más sereno –Nunca había estado tan equivocado en toda mi vida –y con un fuerte abrazo termino su dialogo, todos los demás enanos vieron que finalmente el hobbit había sido aceptado por su líder –Lamento lo que dije de ti –se apartó.

El desconcertado Hobbit no sabía que decir –No es que sea un héroe o algo así, de echo la que salvo a todos fue –metió sus manos a los bolsillos de los lados alzando su mentón a la mujer que se disponía a recoger las cosas que había utilizado, agarrando su bolso y colocarlo sobre el hombro cuando se dio cuenta que todos la miraban.

Las aves que les habían ayudado a recortar el camino regresaban a su hogar, volando majestuosamente mientras todos las miraban embelesados…pero aquel espectáculo fue roto cuando el líder interrumpió, Fili y Kili tragaron grueso al girar hacia el líder al igual que los demás.

-Tu mujer – el enano miro con incredulidad envuelta con enojo.

-No es como que empezáramos una discusión en este momento – se dirigió a Balin al ver que aun traía la taza para dirigirse al enano que mantenía su mirada férrea a la dama que se acercaba hacia el –Toma aun está caliente …. –Antes de darle la taza apunto al horizonte – Deberías recuperar fuerzas…pues ya estas cerca de tu destino-

-Erebor –Gandalf se acercaba a ellos – La montaña solitaria…el último de los grandes reinos de los enanos de la tierra media –se recargo en su bastón para acompañar la vista de lo que les esperaba delante.

-Nuestro hogar – dijo con decisión Thorin al tomar la taza –aun así mujer no recibirás ninguna gratificación de mi parte…así que ya puedes regresar a Rivendel…- dio un sorbo la mujer alzo una ceja al voltear a ver al mago gris que solo dio una media sonrisa…mueca de que algo le esperaba.

- Lamento informarle mi estimado Thorin…que tengo un nombre…no simplemente Mujer…como usted me dice- la dama alzo su mano al ver que la taza había sido vaciada, regresándola de mala gana al cruzar los brazos el enano líder…nadie se quería mover alrededor de los dos, pues se estaban preparando para lo que viniera, la mujer limpiaba la taza al colocarla de nuevo en su bolso.

Cuando una ave paso –Las aves están volviendo – dijo Oin al ver un ave para tratar de cambiar el tema-

-Ese es un zorzal… Oin-aclaro la mujer dando la espalda al líder y mirara aquella maravillosa ave, que se encontraba planeando con ligereza hacia Erebor –Es un buen augurio…supongo –suspiro cansada.

-Aun no eres parte de nuestra compañía, pues un contrato no se te dará –dijo el enano con severidad volviendo al tema, de que ella al parecer no regresaría Rivendel.

-Puedo ir por mi propia cuenta aunque no tenga un contrato de eso estoy segura….un contrato en términos legales suele ser muy largo y tediosos– la mujer sabía algo de leyes, pero la mueca del enano la hizo suspirar –En pocas palabras los acompañare, no necesito un papel para ayudarlos…es mi decisión y no la refutaras-

-Yo no te eh dicho que vendrás con nosotros- gruño con severidad Thorin al ver la decisión de la mujer, aunque tenía rato de estar sospechando de eso, cuando sintió la mano de Balin en su hombro haciéndolo girar.

-Ella dijo que no necesitaba un contrato, más a parte lo que nos mostró…-sonrió el anciano a lo demás que solo asintieron –es algo que debe de ver…-

Kili levanto sus manos al ver que una dama los acompañaría…Fili solo lo golpe…su hermano era muy problemático, aún tenían muchas preguntas sobre las habilidades de Ororo pero ella había demostrado que era de mucha utilidad… aunque no le habían mencionado nada a Thorin dejándolo que lo descubriera por sí mismo pues su terquedad era demasiada que a pesar de explicarle lo que vieron, este aún se negaría a aceptarla….necesitaba ver para creer.

-Bueno veo que ya no hay más objeciones –sonrió la mujer victoriosa al ver que los demás enanos la aceptaban suspirando de alivio Gandalf pues no tuvo que interferir.

-Aun no te acepto…pero los demás lo han hecho – el enano cedió al ver la mirada de todos sus compañero…inclusive Bilbo –Aun así mujer… no confió en ti pues un amigo de los elfos no es de fiar-la dama suspiro pues a pesar de haber llamado la atención sobre el mote que le cargaba el enano, no se lo quitaría tan fácilmente.

-Líbranos de tu terquedad –dijo finalmente – no quiero tu amistad ni tu aceptación…aunque en la cueva te haya dicho amigo…-recordó cuando estuvo frente al rey trasgo – Yo vine aquí para tratar de saldar cuentas con la tierra que me acogió, tengo la certeza que por algo vine a este lugar y exactamente cuándo irán a despertar al dragón…-todos la miraron con desconcertó ante las palabra dichas –tienen un alto porcentaje de hacerlo…al llegar…y tengan por seguro que yo estaré para apoyar a los más débiles – miro a el mago Gris –Mithrandir puede que sea cierto lo que te dije sobre el ave, pero también están mis intereses aquí…los principios inculcados por la persona en mi mundo que más respeto…y que me recordó el Señor Elrond…tratare de buscar la esperanza por mí misma-miro al enano –aunque algunos se nieguen – se giró –y bien quien me sigue-.

-Mujer – el enano refunfuño al verla ordenar a todos – esta es mi compañía….tu extranjera – Ororo suspiro.

-Adelante su majestad –sonrió inocentemente ante el comentario que molesto al enano girando hacia Gandalf –Creo que cargare con ese apodo-.

-Creo que salió mejor de lo que esperábamos te aseguro que es mejor que te impongas –dio unas palmadas a la dama –pero por favor no lo provoque…quiero ir tranquilo al final de mi camino –

-Dudo que lo pueda hacer –alzo los hombros la mujer – Tengo el presentimiento que es solo el inicio –acomodo su lanza improvisando algo para amarrarlo a su espalda, le parecía tan hermosa, cuando los demás enanos solo le dieron una mirada de reconocimiento despistados –Gracias chicos por no decir más – suspiro aliviada cuando ellos no contaron sobre lo que hizo.

-Creo que su orgullo estaría en peligro, Mi señora – dijo Fili con complicidad de su hermano.

-Él es muy terco, pero es buen muchacho – dijo Balin a la dama –Después de todo es nuestro rey –

-Que esperan, vamos que nuestro hogar espera – Thorin alzo su mirada con algo de alegría pues la montaña solitaria estaba a distancia más corta de lo que habían partido, dándole esperanza a todos los enanos pues él ya había aceptado a Bilbo y a la dama no le importaba ni incomodaba las miradas del escudo de roble.

-Esto será un largo camino, verdad- Comento Bofur a Bifur quien solo suspiro.

-Pues yo solo espero sobrevivir a todo esto…- Nori susurro a Ori mientras Dori alzaba sus hombros.

-Tengo hambre- Bombur interrumpía la plática de todos, mientras caminaban a su destino, Gloin y Oin negaban con la cabeza mientras Dwalin alcanzaba a su líder.

-Si ocupa algo mi bella dama…no dude en decirme –Kili se acercaba con alegría a Ororo, quien le tomo la cabeza con brusquedad.

-Sera mejor que mires para otro lado muchacho….no soy tu tipo te lo aseguro – sonrió la mujer al ver que el pequeño solo le sonreía.

-Ves te dije…lamento lo de mi hermano, suele ser muy atrabancado –se disculpó Fili – aunque aún tengo dudas sobre lo que nos mostró allá atrás – dando referencia a la pelea contra los wargos.

-No la molesten muchachos – Dori decía a los jóvenes – Cuando ella quiera hablar lo hará-

-Gracias –la mujer sonrió, mientras Gandalf le tomaba el hombro –y bien…me podrías decir lo que la lanza es…tenemos un análisis pendiente –

La mujer sonrió al ver que en efecto tenia referencias de la majestuosa arma que estaba cuidando, el camino era largo…y ahora era parte de la compañía como un ilegal. O al menos eso sentía, pero era mejor que ser una mutante cuidando sus habilidades de las personas normales, pues ellos no le temían a pesar de lo que vieron acercándose a ella con curiosidad, los enanos eran muy ruidosos cuando de hablar, cantar y burlarse de los más pequeños se trataba.

Siempre viendo que Thorin mantenía serio y alejado de los demás junto a Gandalf para planear un camino, si esto sería más largo que esperaba….ahora si iba camino a un cuento de leyenda que cuando regresara a su hogar no dudaría en escribir e imprimir….como esas historias de Narnia y el león Aslan…ella tendría una historia de Elfos, enanos, magos, hombres y Hobbit….entre criaturas monstruosas y asquerosas que vio…le faltaba la parte de acción…sentía que solo era el intro, ahora si estaba metida en algo que pondría a prueba sus habilidades de mutante.

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Muy bien…este es mi primer crossover del Hobbit con XMEN… a ver cómo le va a Ororo con el nuevo viaje que se metió, a pesar de no ser aceptada por el líder, este primer fic lo base en la película pues esta me inspiro, espero plasmar bien a los personajes aquí mostrados, aunque entre tanto enano con nombres casi parecidos me olvido de mencionarlos.

Tormenta siempre es analítica a su alrededor, pero cuando alguien la subestima o menosprecia se vuelve arrogante, fría y sarcástica, al menos eso quise plasmar después de todo en lo que he visto de comics la considero una buen líder.

Gracias