Disclaimer: Este fic es una traducción del realizado en ingles por pocketsizedtitan, el cual esta originalmente subido a su Tumblr ( pocketsizedtitan . co . vu/) Su historia pertenece a ella quien me ha autorizado para traducirlo.
Los personajes de Shingeki No Kyojin pertenecen a Hajime Isayama
Notas del traductor: He decidido dejar los nombres que corresponden al los tipos de café en inglés, puesto que en español pierden su gracia, no lo se, a mi personalmente me gustan mas así xD
Capitulo 1: latte moustache
Bienvenido al Little Titan Café!
El especial de hoy: Levi
Eren miró el reloj. 22:20. No había mucho que hacer en el Little Titan Café. No le pregunten por qué se llama así. Su madre, la propietaria, pensó que sonaba lindo. Eren pensaba que sonaba extraño, pero a los clientes parecía gustarles lo suficiente para venir, ¿y quién era él para juzgar?. En una noche como esta, no había muchos clientes con excepción de algún estudiante universitario ocasional llegando a utilizar su conexión WI-FI gratuita. Y teniendo en cuenta que estaban abiertos hasta la medianoche la mayoría de las noches (con excepción los domingos) era el lugar perfecto para que los estudiantes vengan a trabajar en las tareas de última hora, los proyectos, o lo que sea.
Por desgracia para él, solía tocarle el turno de cierre. Siempre duermes en cualquier parte. Tus clases son hasta la tarde y bla, bla, bla. No era que Eren odiara el turno de cierre. El odiaba lo terriblemente aburrido que era. Los fines de semana eran por lo general los más concurridos por lo que esas noches pasaban rápido. ¿Pero entre semana? No tanto.
Jugueteó con su iPhone. 22:25. El fondo de pantalla era de él y sus dos amigos de la infancia, amontonados en una de las mesas en la misma cafetería. Mikasa miraba perpleja con su bigote latte mientras Eren y Armin reían. Sonrío ante el recuerdo, y abrió su teléfono para responder sus mensajes de texto.
Armin: No olvides que tienes un examen de matemáticas mañana.
Mierda. No es que fueran a la misma clase, Armin iba a una especie de College de Algebra, pero de alguna forma recordó que Eren tenía un examen. El que había olvidado. Mierda. Si, estaria muy jodido mañana. No es que fuera un estudiante que sacara 10. O un 9. Tal vez un lugar entre un 5 y un 7. ¿Quien necesita matemáticas de todos modos? No tenía nada que ver con su especialización.
Mikasa: Hola
Eren resoplo. Los mensajes contundentes de Mikasa nunca dejaron de divertirlo. En el momento en que terminó de responder eran las 22:29 con unos pocos segundos por cambiar de minuto. El tintineo de la puerta al abrirse arrastró la atención de Eren lejos de su teléfono. Es un paseo corto de la barra a la entrada, así que cuando el aire frío del invierno se precipitó en la tienda, Eren se estremeció en su posición en la registradora.
Volteo su cabeza del frío aire mientras saludaba al cliente con un "Bienvenido al Little Titan Café!" . Si el no estuviera por contrato obligado (y él sospechaba que de alguna manera su madres sabía que no siempre decía esas palabras a los clientes) no se molestaría en decir tal línea. Pero después de años de su madre inculcarle la frase en la cabeza, estaba prácticamente condicionado a vomitarla cada vez que oía el tintineo de la campana.
Siempre era obvio cuando un cliente era nuevo en su tienda. Por lo general, se detenían en la entrada mirando a su alrededor, como si esperaran ver algo extraño. Eren no los culpaba. Si entraban a un lugar llamado Little Titan Café, él probablemente esperaría encontrarse con algo extraño. Pero si este hombre era nuevo, o simplemente estaba buscando un lugar para sentarse, era difícil de decir. Su expresión se ajustó firmemente en lo que Eren solo podría describir como apatía. Sus rasgados ojos grises escaneaba la acogedora cafetería, observando a las dos mujeres que cotilleaban cerca de la ventana, el estudiante universitario que a lo lejos golpeaba furiosamente las teclas de su computadora portátil, y otro que luchaba para mantenerse despierto mientras leía un libro.
Había un montón de cosas en las que Eren Jaeger no creía. Él no creía en el despertar antes de las 11:00. Él no creía en la necesidad de desayuno. No creía en conducir bajo el límite de velocidad, porque era demasiado malditamente lento. No creía en la suerte -tienes que tomar lo que quieres, no esperar que te lo den-. No creía en no luchar. No creía en el fracaso (No vamos a mencionar el examen de matemáticas de mañana con el que no cumpliría, porque no creía en el correo tampoco) No creía en enfurecer a su mamá, porque le daba mucho miedo. No creía en el romance, o el amor a primera vista o en enamorarse locamente. El era un chico, duh, así que una mierda que le importaban cosas así de dulces.
Pero entonces sus ojos se posaron en el hombre con el rostro apático y pensó que tenía que tirar todas esas creencias a la basura. Bueno, tal vez no todas ellas. Solo la parte del amor a primera vista. Debido a que Eren estaba comenzando a ser un creyente. Y no importaba cuan cliché sonara. Había algo acerca de sus ojos. Algo sobre la inclinación descendente de sus labios, la parte de su flequillo que no era muy centrada. Algo en la forma de (a pesar de que era unos pocos centímetros más pequeño que Eren) sus hombros eran notablemente más amplios a través de la chaqueta de su traje; la forma en que su misma presencia sólo exigió atención y sí, tenía toda la de Eren.
No era ningún secreto para nadie que lo conociera que era gay. Muy, muy, MUY gay. Y su pequeño corazón gay revoloteó ante la visión del hombre, dio un vuelco apenas perceptible apretando la mandíbula, y se detuvo cuando esos ojos grises le llamaron. Pensó que su respiración se había detenido también, porque estaba empezando a sentirse un poco mareado y nervioso. O tal vez solo eran las mariposas en su estómago aleteando mientras el cliente caminaba hacia el. Sus manos apretaron su delantal verde, diciéndole a sus mariposas que se calmaran por la mierda, pero maldita sea Eren era un manojo de nervios porque este hombre bien parecido se acercaba y no podía ocultar una mierda.
Se recordó que el era el único que trabajaba allí cuando el hombre ocupó uno de los taburetes de la barra, dejando su bolso de cuero negro sobre la barra. El corazón de Eren martilleaba con fuerza en su garganta, o en sus oídos, podía incluso sentirlo en su estómago.¿Que demonios le pasaba? Todo lo que el hombre había hecho era estar de pie en la entrada, con la mirada fija, caminar, sentarse, y ahora estaba quitándose la chaqueta y si sus hombros se veían anchos en esa camisa de cuello blanco no lo noto porque habían algunos botones sueltos y había una clavícula, Eren tragó saliva. Su boca se sentía insoportablemente seca.
Se sentía ridículo y extraño y estaba seguro de que iba a acabar tirando algo.
— B-bienve- — Eren tuvo que aclararse la garganta. Su voz sonaba patética incluso a sus propios oídos. Respiro hondo obligándose a calmarse y tratar a ese hombre como a cualquier otra persona. Poniendo la mejor sonrisa que pudo — Bienvenido al Little Titan Café. ¿Esta es su primera vez aquí? —
— Si — Dijo doblando su chaqueta sobre el taburete vacío a su lado — ¿Por que se llama este lugar así? —
Eren se relajó ante la pregunta, sus temores poco a poco retirándose. — Mi madre pensó que el nombre causaría suficiente curiosidad en la gente como para entrar. Parece haber funcionado en usted ¿no es así? —
— Eso es cierto, ¿tu madre es propietaria de este lugar? —
Eren asintió. Ahora que estaban más cerca, era dolorosamente consciente del rubor en las mejillas del hombre, no hay duda que producto de caminar afuera en el frío. Estaba comenzando a desaparecer sin embargo. — ¿Hay algo que le puedo ofrecer? ¿O necesita usted tiempo para revisar el menú? —
— Solo voy a tomar un café latte — Dijo mientras abría su bolso y sacaba su computador portátil.
— Un café latte sale enseguida — Dijo Eren alejando las manos de su delantal. Si había algo que podía hacer, era tomar una orden de café latte. Un par de minutos más tarde, el estaba poniendo una taza de café latte recien hecho frente al atractivo cliente (bueno, no sabia su nombre, así que ¿de qué otra forma podía referirse Eren a el?) — Aquí tiene señor —
— Gracias — Le echo un vistazo a la etiqueta con su nombre en el delantal — Eren —Si su vista no se hubiese desviado hacia su café, ¿se habría dado cuenta la forma en la que el barista se sonrojo al oír su nombre? Ese rubor desapareció, por suerte, cuando el hombre se dio cuenta de la hoja que que Eren había diseñado con la leche en su café, su vergüenza se esfumó dando paso al orgullo. — ¿Tú hiciste esto? Impresionante —
Encogiéndose de hombros, sonrió con suficiencia — Oh, eso no es nada —
Considero inexpresivo por un momento las palabras de Eren — Tu sabes, cuando alguien te da un cumplido, debes fingir modestia y dar las gracias. Mocoso —
Eren rodó los ojos — Si bueno, si soy bueno en algo, ¿por qué molestarme en fingir que no lo soy? Sería estúpido. —
— Tal vez a la gente no le gustan las pequeñas mierdas arrogantes —
— ¡Hey! Que usted precisamente me llame pequeño —
La temperatura de la sala de repente descendió a bajo cero. Solo una advertencia: Eren tendía a decir las cosas mucho antes de pensar en ello. El supo que había tocado un tema bastante delicado cuando la expresión del hombre se ensombreció considerablemente — ¿Porque exactamente has dicho eso? —
— Um — La mirada de Eren revoloteo alrededor con nerviosismo, tratando de encontrar una distracción, con la esperanza de que un nuevo cliente entrara o tal vez uno de los clientes actuales podría empezar a tener un ataque al corazón. Pero ninguno de ellos parecía lo suficientemente mayor para tener uno, maldita sea. — Er. No hay ninguna razón—
Tuvo que morderse la réplica. Algo le decía que entre ellos dos, el hombre acabaría estrangulándolo. Lo que hizo a Eren cuestionar sus sentimientos anteriores, o cualquier cosa que hayan sido. ¿Un lapsus momentáneo en su cordura tal vez? Ahora estaba dándose cuenta de las tendencias violentas que, sin duda, se escondían bajo las capas de apatía. Eren estaba empezando a entrar en razón. No había tal cosa como el amor a primera vista, después de todo. Fue simplemente que supo apreciar la buena apariencia del hombre, la agradable visión de su cuerpo que seguramente había bajo ese traje, la forma en que la camisa rodeaba su cuello, la forma en la que podía ver la pálida carne de su clavícula.
Sus pensamientos estaban distraídos cuando el hombre cogió su taza, se la llevó a los labios y tomó un sorbo de su café. Y así como Eren predijo, un bigote de crema se quedo sobre sus labios.
No pudo evitarlo. Se cruzó de brazos y se rió.
El hombre se detuvo, con los ojos entrecerrados. — ¿De que mierda te ríes? —
— N-nada — Eren jadeo, aun con la risa predominando en su cara — Señor —
—Solo Levi—
Eren parpadeo —¿Eh?—
—Mi nombre—
—Oh — Eren parpadeo. Y otra vez. La sensación de nerviosismo regresó a su estómago. — Levi —
Hubo un destello en los ojos grises, una mirada que hizo que el estómago de Eren se quemara, pero burbujeo de nuevo a carcajadas cuando su mirada volvió al bigote. El ceño fruncido en el rostro de Levi fue positivamente feroz. — Tu me dirás lo que es tan malditamente divertido — Echó un vistazo a la pantalla oscura de su ordenador portátil, frunciendo el ceño frunciendo el ceño al ver su reflejo. Levi arrancó una servilleta del dispensador con un gruñido — Pedazo de mierda —
— Perdón..? — La sonrisa en el rostro de Eren no demostraba ni un poco de disculpa.
No hace falta decir que esa noche en el Little Titan Café era menos aburrida para un determinado barista.
