En Remolinos

.

.

Este conjunto de drabbles participa en el reto "Mes de Apreciación Diciembre – 2015. Allen Walker" del foro "Resurgiendo entre las cenizas".

D. Gray-man no me pertenece, es propiedad de Katsura Hoshino

.

.

1. Desobediencia.

Requisito: Adolescencia

Palabras: 437

.

.

Allen y Lavi entregaron sus identificaciones falsas al guardia de la discoteca. El fornido hombre moreno los miró por sobre sus anteojos oscuros. Esos muchachos no aparentaban 18 años. Sin embargo, tampoco le importaba mucho que un par de adolescentes rebeldes se colaran en el antro.

Les permitió pasar, generando un sentimiento de satisfacción en aquel par de menores de edad que buscaban dejar la niñez atrás mostrando que podían transgredir las normas impuestas.

Entraron, bebieron, bailaron.

La música estridente y las bellas muchachas que se movían exhibiendo sus cuerpos los incitaban a moverse y dejarse llevar.

Lavi no tardó en desaparecer con una chica rubia que lo invitó a seguirla. Allen se dirigió a la barra por más alcohol. Entonces la vio; una muchacha que aparentaba no más de 15 o 16 años, bailando sola sobre una mesa, totalmente perdida en sus movimientos y la música envolvente. Ignorante a cualquier cosa que pasara a su alrededor, sus ojos cerrados no prestaban atención a nada. Sólo la música formaba parte de su interés.

Allen contemplaba con atención sus movimientos delicados y que de alguna manera le parecían elegantes y sensuales. Bebía su vodka sin dejar de contemplarla.

Cuando hubo un cambio en la música ella dejó de bailar y se bajó de la mesa. Allen terminó de un trago el resto de alcohol que quedaba en su vaso y se encaminó en la dirección donde se encontraba la muchacha, mas no la encontró.

Miró a su alrededor y divisó el par de coletas con que la chica recogía su cabello negro con reflejos verdes, la siguió, pero antes de llegar con ella tropezó con un borracho que se desestabilizó al bailar y cayó sorpresivamente frente a él. La perdió de vista.

Siguió caminando por el camino que creyó la vio hacer antes de perderla de vista y se encontró con la puerta de salida, sin dudarlo salió del lugar. Al estar fuera divisó el vestido de encaje negro que llevaba la muchacha. Giraba a la derecha al finalizar la cuadra.

Quiso ir tras ella pero la mano grande de un guardia lo sujetó.

— ¡Vaya! ¡vaya! Un adolescente desobediente saliendo de un lugar para adultos.

— ¡No soy un muchachito! — Dijo Allen enseñándole su identificación

— Esta bien hecha, pero es falsa — sonrió el guardia — creo que es mi deber avisar a las autoridades.

Pronto Allen y Lavi caminaban temblando, hacía frío y habían tenido que regalar hasta sus abrigos a ese guardia corrupto con tal de que no los denunciara

— Y pensar que aún le debo dinero a Tyki por esas identificaciones — suspiró el pelirrojo sin dejar de caminar.