Una Historia Diferente

Capítulo 1. El inicio de Luna

- ¿cómo fue que llegué hasta aquí? – pensaba luna, mientras se encontraba a la espera de poder abordar el avión que cambiaría el resto de su vida.

De algo sí estaba segura, ella iba a pasar un año maravilloso, estudiando literatura en una de las mejores universidades del mundo, aunque sólo fuera un año, lo iba a aprovechar al máximo para, después de este año regresar a casa, desde el otro lado del mundo y terminar su carrera siendo una de las mejores.

Luna era una persona alegre, soñadora mucho más de lo que aparentaba, algo torpe y le encanta leer, la música, dibujar y sobre todo los videojuegos, el manga y el anime, el alta delgada, de cabello largo y un poco rizado, de color castaño oscuro llegando a negro, de ojos grandes color café, muy expresivos. Llegó puntual a la sala de espera, desde 2horas antes, así que ya había visto el amanecer en los grandes ventanales de la sala, en teoría el avión salía a las 8:20am; pero acababan de anunciar que llevaba una hora de retraso, eso la ponía inquieta miró la hora en su celular ya eran 8:40 le estaba empezando a dar hambre, lo sentía en su estómago, por lo que decidió sacar un yogurt para beber de su bolsa; eso sí algo que Luna nunca podía dejar pasar es tener hambre, de lo contrario no funcionaba. Mientras esperaba decidió ponerse a leer un poco todavía le quedaba media hora más para que llegara el avión, sin observar lo que pasara en la sala.

Por fin la hora de subir al avión llegó, iba a ser un vuelo muy largo, con una escala en Canadá, la razón no la sabía pero Luna subió con un mar de emociones en su estómago y sintiendo su corazón latir fuertemente, se había despedido desde las 6am de sus padres y su hermana, y ese recuerdo la envolvía en nostalgia, aunque se le pasaba por las náuseas de la emoción y del hambre que sentía; todas las emociones habidas y por haber, las estaba sintiendo justo en ese momento. Mientras subía vio que del otro lado del pasillo del avión subía una joven muy linda, a la que también se le veían los nervios en la cara. Luna decidió tratar de entablar una conversación

Hola, me llamo Luna… - dijo tratando de sonar tranquila y amigable

Hola, soy Isab… - contestó en el mismo tono que Luna la bella joven, al mismo tiempo que uno de los compartimentos del equipaje de mano que había quedado mal cerrado se abrió al momento del despegue interrumpiendo la conversación y asustando a las dos chicas.

Este incidente desilusionó un poco a Luna porque cuando las azafatas terminaron de arreglar el equipaje, vio que la joven a la que había saludado ya tenía abierto uno de sus libros en su regazo y se había comenzado a leer. Así que Luna decidió ponerse sus audífonos y no hacerle caso a una como película que empezaba y desayunar escuchando música. El vuelo parecía pasar muy lento, las nubes eran tan monótonas que si estaba el mar abajo no lo podía notar; en momentos como estos era en los que Luna se reprochaba el no haber tomado el vuelo en la línea de su país y haberlo tomado en una extranjera, lo cual le habían sumado 4 horas más de vuelo; siendo un total de 20 horas… y no podría hablar con nadie, por lo que Luna decidió dormirse, así el tiempo pasaría más rápido y así lo fue…

Al despertar sintió unas ganas tremendas de ir al baño, así que se paró corriendo al baño, aunque torpemente porque aún seguía media dormida. De regreso a su asiento casi llegando a él se tropezó a medio pasillo se resbaló cayendo de una forma muy cómica y poco convencional entre el pasillo, su asiento y el asiento de la joven que había saludado al inicio del vuelo, la cual pegó un brinco y muy asustada y preocupada preguntó:

¿te encuentras bien? – ayudando a Luna a ponerse de pie

Lo siento mucho te asusté… - contestó nerviosa y aguantándose las lágrimas - …no era mi intención…

No te preocupes, estaba despierta y escuchaba música – contestó sonriendo amablemente.

Vamos a llegar de madrugada verdad, ¿cuántas horas de vuelo faltan? – preguntó Luna tallándose la pierna mientras regresaba a su asiento.

Cerca de 2hrs y media y sí serán cerca de las 5am cuando lleguemos… - contestó mirando las estrellas por la ventana – o tal vez por el cambio de horario

Luna se sintió más tranquila de tener a alguien con quien hablar y de que la mayoría de los pasajeros estuvieran dormidos y no vieran su tonta caída.

Por cierto me llamo Isabella – sonrió la linda joven de café cabellera, mientras miraba fijamente a Luna – creo que no me presenté bien al inicio del vuelo.

Yo soy Luna Mocka – sonriendo aún más ampliamente – un gusto en conocerte…

El gusto es mío – mientras estrechaban la mano.

Esas dos últimas horas de vuelo se pasaron muy rápido, como si la plática que mantuvieron le diera velocidad al avión. Platicaron de sus gustos en general, se complementaron muy bien, ninguna de las dos nunca había sentido que pudieran hablar así con alguien que acababan de conocer Isabella estaba emocionada por conocer a Luna y viceversa; se les veía la emoción en la cara, sobretodo sabiendo que alguien hablaba su mismo idioma; durante esas dos horas platicaron sobre cómo habían conseguido su beca para estudiar Literatura en el extranjero, pero al llegar al aeropuerto en Narita, nunca se mencionaron si se volverían a ver o en qué Universidad iban a estudiar.

Ya en el aeropuerto Luna se despidió de Isabella con un fuerte abrazo, pero no se pasaron su mail y se fueron cada quien por su lado, Luna se encontró con su prima Maya que tenía poco de haberse casado y vivía en Tokio, iba a pasar con ella la primera semana en lo que buscaba un lugar para quedarse, aunque Maya y su esposo insistieron en que Luna se quedara, a ella no le gustaba causar molestias, ni mucho menos estar de sobra en la casa, sobretodo porque como recién casado derramaban miel en exceso y eso ya la estaba empalagando.

Así fue que el primer día de clases en la Universidad de Ouran, Luna recordó a Isabella, rogando porque también estudiara con ella Literatura allí mismo, ya que dentro del programa de inducción no la había visto, pensó que estaría en otra universidad. Lo que pasaba es que ninguna de las dos sabía que la otra iba a estar en Ouran también, a Isabella le había tocado estar en el otro grupo y solamente se le había figurado ver caminando a Luna entre los pasillos de Ouran, lo cual consideró imposible sin saber que realmente era ella.

Algo causaba conmoción entre las chicas de nuevo ingreso durante el programa de inducción, y es que dentro de sus filas se encontraban unos gemelos muy hermosos, bien parecidos, altos, castaños, con ojos cafés; Luna e Isabella habían escuchado cada quien por su parte que eran los famosos gemelos Hitachiin, o eso decían sus compañeras del grupo de inducción que se volvían locas cada vez que los veían pasar…

El curso de inducción pasó tan rápido, que ninguna de las dos se enteró que entrarían en la misma universidad, Luna seguía en busca de un departamento que rentar, y el primer día de clases le cayó de la noche a la mañana; ese día se llevó una gran sorpresa, se le figuró ver a Isabella, así que un poco temerosa le gritó:

Is… - mientras trataba de cerciorarse si era realmente ella… - tiene que ser ella, destacamos bastante… – se dijo para sí y le gritó - ¡ISABELLAA!

¡LUNA! Eres tú! – contestó emocionada mientras corría a abrazarla – creí que no volvería a verte…

Ya sé ni yo tampoco… - Luna estaba muy emocionada como para seguir hablando

Supongo que tomaremos muchas clases juntas, eso me agrada bastante – dijo sonriendo mientras le mostraba su horario a Luna

¡Woow! Tenemos la primera clase juntas!, busquemos el salón…

Y se encaminaron juntas por los pasillos de aquella enorme universidad en busca del salón de su primera clase…